BELLA'S

¡NO OLVIDÉIS SEGUIR LA PÁGINA EN FACEBOOK!
¡CUANTOS MÁS SEGUIDORES HAYA EN EL BLOG Y EN FACEBOOK, MÁS FACILIDAD TENDRÉ PARA ESCRIBIR A DIARIO!

Para poneros en contacto conmigo, no dudéis en escribirme al correo: belladonnaliteraria@gmail.com


HISTORIA MÁS POPULAR

lunes, 7 de marzo de 2016

Wild & Wise: White Wolves Among Black Sheeps - Parte IV

PARTE IV



31/12/15 (22:50h)

(CAMERON)


Cuando vi que Amelia salía del salón, la seguí disculpándome con Logan y Melinda y corrí al vestíbulo. Amelia se dirigió directamente a los pasillos que daban a las habitaciones de la planta baja.
Por ahí no, boba… Gemí frustrada, mientras empezaba a ir tras ella. Entonces, unos gritos me hicieron mirar a las puertas del patio. Discretamente, me escondí detrás de la recepción para que no me viera nadie. Jackie pasó zumbando por recepción y vi como entraba por una puerta a una habitación sin número. Nada más cerrar la puerta, la chica castaña y bajita, que si no recordaba mal se llamaba Anna, llegó al vestíbulo y empezó a buscar a Jackie.
¿Jackie? Vamos cariño… Haciendome la inocente, salí de detrás de la recepción cuando Anna estaba de espaldas. Estaba por volver al salón discretamente cuando vi que Anna se dirigía directamente a la puerta por la que había pasado Jackie.
¡Eh! Grité nerviosa. Anna se giró y me miró extrañada. ¿Anna, no?
Annie… ¿Has visto a Jackie? Me preguntó ansiosa. La chica no era para nada fea. Tenía unos ojos azules tan claros que eran hipnóticos.
Eh… pues la verdad es que sí. Comencé, intentando hablar con tranquilidad. Se me daba fatal mentir Acaba de pasar. Iba hacia la fiesta gruñendo algo sobre hablar con Amelia y…
Oh… ¡De eso nada! Gruñó Annie, dirigiéndose a la fiesta con fuertes pisadas con el ceño fruncido.
Será pequeña, pero es un maldito terremoto… Me reí.
Asegurándome de que no hubiera nadie cerca, me acerqué a la puerta y pegué la oreja. Un fuerte sonido me sobresaltó y me separé de la puerta justo cuando Amelia hacía aparición por en la esquina del pasillo.
¿Cammie qué…? Rápidamente, posé uno de mis dedos en los labios pidiendo silencio y ella se acercó a mi extrañada.
Me parece que lo que buscas está aquí dentro… Dije señalando la puerta. Antes de irme, me giré y vi a Amelia titubear con la mano sobre el pomo de la puerta. Ante la duda… Amelia me miró. Siempre viene bien soltarse… Mejor pedir perdón, que permiso. ¿No? — Amelia pareció pensarlo unos segundos antes de asentir y entrar decidida en la habitación.
Sientiéndome mejor conmigo misma, volví a la fiesta y me senté en la mesa.
— ¿Y bien? — Preguntó Melinda.
— ¿Y bien qué? — Pregunté bebiendo de mi copa. Casi escupo de nuevo el contenido. El champagne ya estaba caliente.
— No te hagas la tonta. Ha ido detrás de Amelia… Y poco después ha aparecido Annie hecha una furia preguntando por Jackie. Que tú le habías dicho que había vuelto…
— Oh Dios… ¿No le habréis dicho que…?
— Tranquila. — Dijo Logan divertida. — La principal razón por la que Amelia y Jackie están aquí es porque queríamos que resolvieran sus… esto… problemas. Así que cuando apareció Annie le dije que vi a Jackie pedirse un Whisky en la barra…
— Uff… gracias. Casi me muero mintiéndole. Se me da fatal mentir. Mi madre me pillaba siempre…
— Entonces… ¿Qué? ¿Qué ha pasado? — Encogí los hombros mientras paseaba la vista por los invitados.
— Aun no lo sé. Supongo que cuando vuelvan lo sabremos… — Alguien chocó contra mi silla en ese momento y vi como Melinda se levantaba rápidamente, asustada. Al girarme, vi a una mujer bajita y canosa de afable sonrisa.
— Winnie, ¿Estás bien? — Preguntó Melinda, acercándose para ayudar a la mujer.
— Sí, sí… es que no estoy acostumbrada a beber tanto… — respondió, agitando la mano varias veces en dirección a una joven, que se acercó rápidamente.
— Mamá, ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? — Preguntó la joven rubia con preocupación.
— Sí. Cielo santo, tampoco soy tan vieja para que suenen todas las campanas… — Dijo entre divertida y molesta. — Quería presentarte a Melinda y sus amigas. Melinda lleva poco tiempo con nosotros pero es una muchacha encantadora. — Logan y yo nos pusimos de pie y nos acercamos a saludar. Melinda fue la primera en estrecharle la mano a la chica.
— Tú debes de ser Enora. Winnie habla constantemente de ti y de Adrien. Tengo entendido que os casáis esta primavera… — Enora se ruborizó.
— ¡Mamá! ¡Eso aún ni siquiera está decidido y tus compañeros de trabajo ya lo saben! Eres increíble…
— Pequeños detalles cariño… Esa boda se celebrará en Mayo, como debe ser… — Rió Winnie.
— Esta es Logan, mi mujer. — Melinda presentó a Logan.
— Encantada. — Dijo Logan, estrechando la mano de Enora y de Winnie.
— Y esta de aquí en Cameron, una de nuestras amigas… Las otras, bueno, por ahí andarán… — Aunque sabía que era más por ser cortés que por otra cosa, me alegré de oír a Melinda decir que éramos amigas. Era mucho mejor eso que ser meramente una invitada…
— Que chicas tan guapas… — Dijo Winnie, agarrando una de las mejillas de Logan. — Y que buen cuerpo. En mi época las mujeres no estábamos tan en forma…
— Mamá… — Avisó Enora, divertida. Enora no era especialmente delgada. Tenía curvas, pero su cuerpo no llegaba a ser del todo robusto… a su lado me sentía como un mandador de dientes…
— ¡Es verdad hija! O éramos entradas en carne o éramos unas debiluchas. Había muy pocas mujeres fuertes. Me alegro que eso haya cambiado. Con mujeres como estas, yo misma me habría casado con una moza como Logan… — Winnie definitivamente había bebido un poco más de lo debido.
— Ay Dios mío… Lo siento mucho. — Se disculpó Enora por su madre, que seguía riéndose con las mejillas ligeramente coloradas.
— No es molestia. — Dijo Logan. — Si yo no fuera una mujer casada no dudaría en sacar a bailar a una mujer tan hermosa como Winnie… — El rostro de Winnie se volvió de un rojo casi granate. — ¡Qué demonios! Seguro que mi preciosa mujer puede compartirme esta noche. — Tras un guiño a Melinda, Logan se llevó a una nerviosa Winnie a la pequeña pista de baile del salón.
— Amo a esa mujer… — Suspiró Melinda mirando a su mujer y a Winnie empezar a bailar una canción más movidita de la cuenta.
— Tú y cualquiera. — Le dije divertida. Entonces, como si fuera un nubarrón, Annie volvió y entró en la conversación.
— No la encuentro… — Gruñó, cogiendo su copa y bebiéndosela del tirón. — Y como no, Amalia no está aquí…
— Amelia. — Dije molesta.
— Lo que sea. — Contestó, algo asqueada.
— Caliente, ¿Eh? — Me reí, mientras ella hacía una mueca de disgusto.
— Esto… Enora, esta es Annie. Otra amiga nuestra. — Enora estrechó la mano de Annie, que no parecía prestar demasiada atención. — Annie trabaja en el FBI… Logan es de la DEA… Creo que tu madre me dijo que Adrien trabaja en el departamento de Recursos Humanos del FBI en Filadelfia…
— Sí, sí, así es. — Dijo Enora, casi feliz de poder hablar de algo. Se la notaba incómoda sin la presencia de su madre. — Así fue como lo conocí en realidad. — Trabajo en el departamento de marketing y relaciones públicas del partido demócrata en Filadelfia. Y bueno, en uno de los mítines sobre la participación de las fuerzas federales en Filadelfia nos conocimos… En ese entonces el sólo era un ayudante y yo sólo preparaba cafés. — Frunció el ceño. — No estaba en mi mejor momento en aquel entonces… Tantos años estudiando Ciencias políticas y relaciones públicas para acabar haciendo cafés… Entonces lo conocí a él y bueno… Me hizo reír. Muchísimo. Me enamore al instante. Es un buen hombre…
— Todos son buenos al principio, por eso no hay que fiarse de ellos… — Dijo una voz a mi espalda. Al girarme, vi a la mujer de pelo corto y ojos oscuros que Melinda señaló antes.
— Hola Rachel… — Sonrió nerviosamente Melinda. — ¿Ya conoces a la hija de Winnie, Enora?
— Aún no tuve el placer… — Comentó con una mirada tan fría que podía cortar el aire entre nosotras. Saludó formalmente a Enora y luego posó sus ojos en mí. — ¿Y estas hermosas mujeres son…?
— Oh. Esta es Annie. — Dijo Melinda señalando a Annie. — Y esta es Cammie. — Rachel saludó Rápidamente a Annie y cuando tomó mi mano la mantuvo más tiempo del que me pareció apropiado.
— Rachel Vault. — Ronrroneó. Incómoda, solté casi con descaro su mano mientras intentaba distraerme con cualquier otra cosa. — ¿Y a que se dedica una mujer tan hermosa como tú? Seguro que eres modelo…
— Trabajo para la FEMA, en realidad. — Rachel hizo una mueca de disgusto.
— Quién lo hubiera dicho… Ciertamente las apariencias engañan. La pequeña Melinda nos ha rodeado de Federales… ¿Y tú? ¿también llevas placa? — Preguntó mirando a Annie, segura de que la respuesta no sería afirmativa.
— FBI. — Respondió esta escuetamente.
— Y otra más… ¿Es que acaso todas tus amigas son Federales? — Se mofó.
— No… Amelia es Inspectora de Policía. — Dijo Melinda, molesta, aunque controlada.
— Supongo que es lo que tiene ser la sobrina de un Alcalde corrupto… ¿No te enchufó en aquella comisaria de mala muerte de Ocean City? — Melinda se movió en su sitio, incómoda. — La pequeña Mindy rodeada todo el día de agentes de policía… pobrecita inocente… Claro que nunca tuviste nada que ver con los trapicheos de tu tío… Tú lo entregaste para que tu amorcito fuera promovido ¿no?
— ¡Logan no…! — Comenzó a decir Melinda, pero Rachel chistó, cortándola.
— No me irás a decir que su ascenso fue por gracia divina… He visto su historial. ¿Cómo una don nadie de Ocean’s Wave sin estudios llega a inspectora de policía en tan solo dos años? — Rachel negó con la cabeza. — Si yo me hubiera encargado del caso…
— Si usted se hubiera encargado del caso me habría cerciorado de que el Estado de Filadelfia supiera que una de sus Fiscales más reconocidas estuvo años enganchada a la cocaína… — La voz calmada pero furiosa de Logan nos hizo girarnos a todas. El rostro de Logan mostraba pura rabia, pero su voz sonaba tan calmada que provocaba escalofríos. — Claro está. Que ahora sus vicios son otros, ¿Verdad Fiscal? — Logan hizo un ligero gesto hacia la mujer de pelo largo y negro y ojos azules al otro lado de la sala. — Una mujer muy atractiva… Sin duda. Aunque ese no es el problema, ¿Cierto? — La sonrisa diabólica de Logan contrastaba con la expresión de pura angustia de Rachel, la cual se marchó rápidamente con su acompañante, a la que arrastró fuera de la fiesta. — Puta hipócrita. — Gruñó Logan, mientras se acercaba a Melinda y le daba un suave beso en la mejilla. — ¿Estás bien cariño?
— Sí, no te preocupes. — Le dijo Melinda, tocándole la mejilla en respuesta. — Pero no deberías haber dicho eso… Ella es mi jefa…
— Tu jefe es Frank y ella es una perra frustrada. — Dijo Logan furiosamente.
— Y todo lo que has dicho… ¿Es cierto? — Pregunté, curiosa. — Creía que para ser Fiscal del estado no podías haber… bueno, es bastante difícil desengancharse de la coca sin ir a un centro de desintoxicación.
— Y fue, pero a uno muy bueno. — Dijo Logan. — Oí rumores de ella hace un par de semanas y como recordé que trabajaba con Melinda, la investigué más a fondo, sólo por seguridad… Lo siento cielo.
— No pasa nada cariño, lo entiendo. — Le respondió Melinda. — Pero ahora quiero que lo sueltes todo. ¿Crees que Rachel es corrupta? — Logan negó con la cabeza.
— No, no lo creo. Pero no tiene un pasado bonito. La ingresaron con 17 años después de una fuerte sobredosis. Llevaba desde los 14 consumiendo. Sus padres tenían dinero y nunca estaban en casa, así que gastaba todo el dinero que podía en fiestas y droga… No consiguió limpiarse del todo hasta los 22 años, cuando ingresó en la facultad de derecho. Se sacó el título tres años después y aparentemente, está limpia…
— ¿Pero? — Preguntó Annie, a mi lado.
— La mujer que la acompaña, no creo que lo sea, pero según mis fuentes a la señora Vault le gusta… bueno… digamos que utiliza demasiado unos servicios que nos son del todo bien vistos…
— Todos los hombres se van de putas. ¿Qué tiene de malo que lo haga una mujer? — Dije, indignada. Logan hizo una ligera mueca divertida.
— La palabra clave es “Especial”. No importa que utilice servicios de compañía a menudo, lo que importa es qué clase de servicios sean… algunos de ellos, muy vergonzosos para una mujer es toda una depredadora en su trabajo. Su reputación se iría al traste…
— Cariño, no te hagas la misteriosa y dinos de una vez que…
— ¿De dónde demonios venís? — Rugió Annie de repente.
Por fin, Jackie y Amelia habían vuelto. Asombrada, vi que Jackie tenía parte de su cara hinchada. Parece ser que la cosa no ha ido bien…
— Amelia quería disculparse por lo de antes, nada más. — Contestó Jackie, apartándose de Amelia sin mirarla.
— ¿Y por qué parece que te han dado una paliza? — Gritó Annie, que señaló a Amelia con odio. — ¡Has sido tú!
— ¡Se lo merecía! — Gritó Amelia, mirando a Annie con fuego en los ojos.
— Déjala Annie… todo está bien ahora, en serio. — reticente, Annie asintió.
— Voy a ir a por algo de hielo para tu cara, está empezando a  hincharse… — Annie comenzó a irse, pero la voz de la gente nos hizo darnos a todas cuenta de la hora.
— ¡Quedan sólo 3 minuto para año nuevo! — Gritó Melinda entusiasmada. Enora se disculpó y se marchó junto a su madre. Casi se me había olvidado que estaba allí.
Logan rellenó las copas de todas y abrazó a Melinda por la cintura. Amelia se colocó a mi lado y me miró, con una expresión tranquila y relajada. Y Jackie y Annie se quedaron cerca de la mesa, cogiendo algo de confeti de colores.
La gente empezó a contar hacia atrás y cuando la cuenta llegó a cero los gritos de júbilo se mezclaron con los besos y abrazos de los invitados.
Melinda y Logan se besaron con pasión sin importarles las miradas ajenas. Amelia y yo nos abrazamos y nos miramos con cariño. Este era un nuevo comienzo, lo notaba… Y esta vez no iba a fallarle.
Mientras el sonido de las botellas descorchándose y los gritos se mezclaban, vi como Jackie y Amelia se estrechaban las manos mientras se miraban con intensidad.
Sabía que había pasado algo entre ellas… Pero lo que había pasado fue sólo el perdón o fue algo más…
Fue entonces, cuando noté algo raro.
Los invitados estaban demasiado revueltos y se empezaron a pegar unos a otros cerca de la pista de baile. Pero ninguno bailaba.
Poco a poco, el entusiasmo se fue calmando y un sinfín de susurros  aparecieron. Alguien apagó la música de repente y oí por primera vez los gimoteos y llantos.
— ¿Pero qué…? — exclamó Melinda, que se separó de Logan y avanzó hasta el gentío. Las demás la seguimos. Tras algunos empujones y disculpas, llegamos a la causa de la agitación. — ¡Frank!
Un hombre mayor se encontraba tirado en el suelo, con los ojos hinchados y la boca abierta mientras gimoteaba, asfixiándose.
— ¡Apártense! ¡Déjenle espacio para respirar! — Grité, apartando a todas las personas que inclinaban sobre él. Uno de ellos, un joven, me empujó con furia cuando intenté apartarle.
— ¡Es mi padre! — Chilló.
— ¡Su padre necesita oxígeno! — Logan y Jackie apartaron al furioso joven mientras Melinda intentaba tranquilizar a Winnie. Lo más rápido que pude, le abrí la camisa al hombre y lo coloqué en una posición más cómoda para respirar, mientras este seguía agitandose. Palpé su garganta, en busca de alguna obstrucción, pero no había nada, sólo una enorme hinchazón. Le abrí más la boca e intenté apartar su lengua, pero estaba demasiado hinchada y tenía un desagradable color azulado.
— ¡Hazle una traqueotomía de emergencia! — Dijo un hombre, trayendo un cuchillo y algunas pajitas. — ¡Vamos!
— ¡No! — Le grité, cuando vi cómo palpaba la garganta. Esto no estaba bien… — Algo no está bien…
Con una última y silenciosa exhalación, el hombre debajo de mí dejó de agitarse. Le tomé el pulso, a pesar de que ya sabía la respuesta. Había muerto.
— Ha fallecido…
— ¡No, Frank! — Gritó Winnie, llorando.
— Cariño… — Lloró una mujer elegante, inclinándose sobre el cuerpo del hombre. Bruscamente, fui apartada de mi lugar, y el hijo se puso al lado de la mujer, calmándola.
Tambaleante, me levanté y me dirigí hacia Jackie, Amelia y Annie, que miraban la escena algo apartadas. Logan estaba junto a Melinda, intentando calmarla.
— Podéis venir, ¿Por favor? — Las tres asintieron y me siguieron hasta el vestíbulo. — Sólo es una hipótesis, pero quería hablarlo con vosotras… Sobre todo con Annie. — Esta última, extrañada, respondió.
— ¿Qué ocurre? ¿Has notado algo? — Asentí mientras me masajeaba la cabeza.

— Creo… creo que ese hombre ha sido envenenado.


Nota de la Autora: Sé que mi horario es un tanto extraño (Tardío) Pero ahora tengo un horario raro... Espero tener tiempo para publicar mañana por la noche (Lunes) la secuela de mi dulce e irritante vecina, si no, se subirá el Martes. Que tengo que descansar un poco, que en 3 horas tengo que volver a irme y en algún momento tengo que dormir T.T
PD: Me alegró saber que debía tantos besos a la distancia... Pero el Spoiler lo hicisteis vosotras... y bueno, ya se veía venir... siempre es igual ¬¬ (The City Of Light... Eso me pasa por ver fotos del rodaje .__.) Podríamos empezar a hablar de Series también :D

2 comentarios:

  1. Reshop, Heda. Esa mi linea favorita. Buen capitulo. Esperando hasta el siguente domingo:)

    ResponderEliminar
  2. Bueno, debo decir que soy la típica ( no le cae nada bien ) o me quejo q no publican seguido o que los capítulos son cortos..en fin, siempre hay algo para decir....hoy quiero felicitar a la administradora por seguir fiel a la página y contra viento y marea ( bloqueos - trabajo - tiempo para vida privada, etc ) sigue poniéndole pilas adelante. Asi que gracias por seguir apostando al blog y con las historias!!!... Saludos desde Argentina, Maria

    ResponderEliminar

Entradas populares