Wild & Wise: Bleeding Day - Parte III

PARTE III

23/07/15 (09:10h)

(JACKIE)

Al salir de la habitación, Taylor ya había terminado de escribir la lista. Por un lado, admiré su esmero, ya que el folio estaba completo por delante y por detrás. La primera cara mostraba una lista concisa con nombres, apellidos y profesiones, algunos de ellos tenían entre paréntesis la palabra (Familia) o (Compañeros de Trabajo). La cara de atrás tenía menos personas, pero estaba igual de cubierta, llena de descripciones detalladas del chico del periódico de su oficina, el barman que atendía el pub al que ella y Tori iba de vez en cuando y los dos jóvenes repartidores de pizza que repartía por aquella zona.

Obviando estos últimos, le hice una foto a la primera cara, que era la que tenía los nombres completos, y se la envié a mi contacto en el FBI. Apenas unos segundos después, recibí una llamada de él.

- Quiero los antecedentes y las localizaciones de todas las personas que aparecen en ese papel. Tienes 10 minutos. – Le respondí sin andarme con rodeos.

- Hecho. – Y colgó. Por mucho que odiara admitirlo, el FBI era muchísimo más rápido y sus juguetitos eran mejores que los de la Policía. Noté que Amelia ya estaba detrás de mí, lista y preparada para salir.

- Antes de nada, analicemos lo que tenemos. – Comencé, haciendo que Peter, Amelia y Logan me rodearan, dejando a Melinda cuidando de Taylor. – A pesar de haber amanecido, en la imagen que podemos ver del lugar donde tienen retenida a Tori, vemos que no hay ventanas ni hay ninguna entrada de luz natural. Así que se descartan los edificios altos o los almacenes con la segunda planta abierta. Lo más probable es que se trate de algún sótano o almacén de almacenaje subterráneo. Era lo suficientemente amplio para no ser un sótano privado, así que me extrañaría que se tratara de una casa…

- Y las cajas. – Comentó Logan. – Por el volumen y el tamaño debe ser un almacén de descarga. ¿Tal vez algún lugar en el puerto del Brooklyn? La etiquetas estaban todas arrancadas… seguramente por él… Pero la pintura no ha podido taparla. Era material delicado… grande y delicado…

- A veces los chinos piden cajas enormes con fuegos artificiales… eso podrían contener las cajas… entonces Chinatown y el West End también serían lugares probables… - Comentó Peter… pero yo negué rápidamente.

- NO… no había ninguna advertencia en las cajas… están obligados a ponerlas…

- No si son ilegales…Nunca se sabe… - Remarcó.

- Lo sé… pero eso estaría demasiado lejos… El puerto de Brooklyn tendría más sentido… está a solo 5 minutos en coche y en la 1º avenida hay muchos almacenes particulares de tamaño medio… la mayor parte de ellos antiguos y con ladrillos parecidos a los que se ven detrás del video… Ahora mandaré una captura con la imagen visible… a lo mejor pueden averiguar el tamaño del lugar…eso descartaría muchos lugares…

- ¿A quién? Se supone que no podemos ponernos en contacto con nadie… - Dijo Logan.

- No te preocupes, son antiguos amigos del ejército. No preguntes, no digas, ¿Recuerdas? – Mentí. Aunque Logan no inquirió más, aceptando la ayuda viniera de donde viniera, noté la mirada curiosa de Amelia a mi lado.

- Bien… no podemos decir mucho más del lugar, ¿Qué hay del cabronazo? – Siguió Peter.

- A ver… Tori mide alrededor del metro setenta y ocho. Está colgada a ras del suelo, pero los dedos no tocan la superficie y están estirados… eso la coloca sobre el metro noventa de altura. Ya que… suele tener la cabeza inclinada. – Terminé, enfadada. – El hombre es algo más bajo que eso… tal vez entre metro ochenta y metro ochenta y cinco…

- Lleva botas de motorista. Altas y negras. Uno ochenta como mucho. – Puntualizó Logan.

- Bien, uno ochenta. Ahora, a pesar de que llevaba ropa de montaña ancha, era un hombre robusto, con algo de sobrepeso. No creo que haga mucho deporte, los brazos eran anchos pero no musculosos, la mayor parte de la grasa se ubicaba en la barriga, que es normal en los hombres, pero también en las caderas… eso significa que se pasa muchas horas sentado…

- Eso podría darnos una pista. La mayor parte de los compañeros de trabajo de Taylor están horas sentados delante de los micrófonos o sencillamente haciendo edición digital para internet… - Comentó Amelia.

- Sí, pero tampoco quiero descartar nada. No creo que la familia de Taylor tenga nada que ver, están muy lejos, pero si ella puso sus nombres ahí puede ser que no esté del todo segura… - Dijo Peter, pensativo.

- Ella los puso sencillamente porque le pedí que los pusiera a todos. Por algo puntualizó quienes eran familiares y compañeros de trabajo… Misteriosamente, no ha puesto en ningún nombre amigo, mejor amigo o conocido… sencillamente ha hecho la distinción entre familia y compañeros de trabajo… Peter… ¿Sabes si Tori y Taylor salían a veces con algunos amigos de Taylor? – Le pregunté, bajando la voz, para que Taylor no escuchara.

- Que va… Normalmente salen ellas dos solas o vienen a mi casa los fines de semana para alguna barbacoa con los niños… Taylor tenía pensado mudarse poco después de casarse. Su contrato termina este año y había recibido un telefonazo de la BDC en Boston… Tori también iba a pedir el traslado a vuestra unidad creo… Suponía que ellas querían estar algo más acompañadas. Toda la familia de Taylor está en Texas ahora y Tori sólo se dedicaba al trabajo antes de Taylor. Llevaba semanas bromeando sobre crear un equipo de baseball completamente formado por mujeres en la unidad de Boston… En la nuestra hay muy pocas mujeres y la mayoría llevan trabajo de oficina… A veces me dolía porque siempre hablaba del fantástico equipo que hicisteis con esa loca Amish… y ahora… - Peter se estaba desmoronando y agradecí enormemente que fuera Amelia quien se ocupara de él.

- Vamos Peter. Tori va a estar bien. Vamos a sacarla de ahí. – Le susurró Amelia, acariciándole el brazo.

- Lo sé, lo sé… pero joder… llevo tres años trabajando con ella todos los días… Ella fue la que me pinchó para que saliera con Carla… mi mujer… Estaba molesto con ella por irse a Boston y ahora… ahora no puede morir joder… ¡No puede!

- Shhh…. Tranquilo. No va a pasar nada… Debes ser fuerte. No sólo por Tori. Taylor está a punto de derrumbarse… y no podemos permitirlo… No podemos perder la fe. – Peter respiró profundamente un par de veces y volvió a erguirse con ojos enfadados.

- Vamos a destripar a ese cabrón. No me importa… ese tío no va a salir vivo de esta… - Sentenció. Ninguna de nosotras dijo nada al respecto. Todas pensábamos igual.

- Bien… Entonces nos quedamos con los compañeros de trabajo. Serán los primeros a los que investiguemos… - Dije.

- ¿Y qué hay de este? – Preguntó Logan, señalando al primer nombre de la lista. Era el único que tenía algo entre paréntesis que no era ni familia ni compañeros de trabajo… (Ex) – Dean Jones… Creo recordar que Tori nos habló de él. Fue el que intentó forzar a Taylor… fue por eso que se conocieron… ella escuchó gritos en el piso de arriba y se encontró a Dean intentando forzar a Taylor. Tienen una orden de alejamiento contra él… ambas. Al parecer siguió rondándolas varios meses…

- Sí, pero no tendría sentido. – Dijo Amelia. – La razón por la que Taylor fue a Boston hace unos meses fue porque vio a Dean en la calle y le entró el pánico. Pero Dean no se parece nada al hombre del video…

- ¿Sabes cómo es? – Le pregunté.

- Sí. Taylor me enseñó una foto de él una vez. Es muy alto… casi metro noventa, y muy delgado. En la foto tenía el pelo corto, de color castaño claro y unos ojos muy azules. La constitución no se parece en nada a la del hombre del video…

- Puede haber contratado a alguien. – Puntualizó Logan. Amelia negó.

- No creo. Dean era una sanguijuela. – Fruncí el ceño, consiguiendo que Amelia se explicara. – Quiero decir que vivía de Taylor. No hacía nada con su vida. No tiene estudios y tampoco ha trabajado mucho… Lo último que supo Taylor de él fue que se estaba quedando con una chica nueva en su apartamento… No podría permitirse a un matón y mucho menos a un maníaco… este tío parece tener algo raro con Taylor… es como sí…

- Como sí, no Amelia… Este tío está enamorado de Taylor. – Le dije. – Si no nada de esto tendría sentido. Si sencillamente quisiera castigar a una lesbiana por ser un monstruo no se habría tomado tantas molestias en mostrárselo todo a Taylor… Quiere que ella vea que lo está haciendo por ella… que él se la merece… por eso el comentario de Tori “Ella nunca será tuya” – Dejando el grupo un momento. Llevé de nuevo el papel a Taylor. – Taylor – La llamé con suavidad, consiguiendo que me mirara. – Quiero que de los compañero de trabajo, rodees con el bolígrafo aquellos que sea altos y robustos… pero quiero que con este. – Le di un bolígrafo rojo. – Rodees a cualquiera que creas que tiene algún encaprichamiento contigo… que te trate mejor de la cuenta o que te mire demasiado… cualquier cosa. – Extrañada. Taylor comenzó rodeando con el boli azul un total de 7 nombres, provocándome una mueca… ¿Es que los locutores no pueden comer más sano y moverse más? Sin embargo… con el bolígrafo rojo me sorprendí de verla marcar hasta 5 nombres y quedarse pensativa con 1… que finalmente también rodeo. Al ver el papel de vuelta. Vi que hasta 4 marcas azules coincidían con las rojas… Incluido el último nombre con el que había dudado. - ¿Por qué dudaste con este? – Señalé su nombre (Fred Reedmann – Técnico de sonido)

- Humm… No sé. Fred es… algo especial, supongo…

- ¿Quieres decir que es retrasado? – Quise saber. Ella negó con la cabeza.

- No, no… para nada… Es sólo que cuando lo conocí era muy amable y muy cándido conmigo… pero últimamente es muy frío y distante. Tampoco tengo mucho trato con él pero es el que suele llevar mis grabaciones de entrevistas externas o sencillamente las que se emiten sin estar en el aire.

- Bien. Gracias Taylor.

- No me las des… sólo trae a Tori a casa. – Pidió, con voz temblorosa pero con los ojos serios y fríos.

- Lo haré Taylor… Te lo prometo. – Taylor asintió y volvió a mirar al ordenador. Cuando estaba volviendo con los demás. Mi móvil vibro. Era un archivo compacto. Antes de leerlo, se lo envié a Logan y a Amelia. – Bien, os acabo de enviar los antecedentes, localizaciones y propiedades de los nombres que nos ha facilitado Taylor… Recemos por que no sea el repartidor de Pizza y comencemos a buscar… - En silencio, los cuatro nos encargamos de revisar una sección de los archivos cada uno.

- En los mío no hay nada. – Dijo Logan, frustrada.

- En los míos tampoco y había dos de los nombres rodeados en rojo. – Dijo Amelia.

- Yo podría tener uno. – Dijo Peter. – Y también coincide rodeado en azul y rojo. James O’toole, es el copresentador de Taylor, está soltero, tiene 38 años y posee un almacén en la 2º avenida, cerca de la 52… Podría ser nuestro hombre… la altura y el peso coincidirían… pero pone que debería estar en Newark según su móvil…

- Yo también tengo uno. – Y tengo el presentimiento de que será este… - Fred Reedmann, técnico de sonido, soltero, 34 años y su madre tiene un local de antigüedades en la 1º Avenida que se encuentra cerrado y en alquiler cerca de la 44… También en azul y rojo… Sin localización, no tiene móvil – Finalicé. – Logan, tu ve con Peter a investigar el almacén de  la 2º Avenida. – Logan y Peter asintieron, más que contentos de ponerse en movimiento. – Llamadnos en cuanto echéis un vistazo… pero poned los móviles en silencio… no queremos que ese tipo haga ninguna tontería… es un aficionado. – Logan y Peter se marcharon, pero antes Logan me dio las llaves de su coche. Ellos usarían el de Peter. – Amelia… Tú y yo iremos a la tienda de antigüedades… estate atenta… algo me dice que este es nuestro hombre. – Respirando con fuerza, Amelia se puso rígida y se dirigió  hacia la puerta.

Allá vamos hijo de puta… espero que estés preparado para lo que te espera…

***

23/07/15 (09:55h)

(HOMBRE)

*Y bien pequeña Taylor. ¿Cuáles son tus planes de futuro? Todos nuestros oyentes están compartiendo algo de sus vidas y aún no sabemos cuál es la vida que desea nuestra locutora favorita… Vamos… ¡Suelta, suelta!*

*Risa*

*No sé Jack… no creo que a nadie le interese mi vida… Soy una mujer muy sencilla y deseo una vida sencilla…*

*Sonido lastimero*

*Oh, vamos… Nos tienes a todos en ascuas… Cuéntanos al menos un poco*

*Bueno, vale… está bien… si tanto insistes...*

*Sonido de aplauso de una multitud*

*Risa*

*Pues… a ver… Cómo ya he dicho soy una mujer muy sencilla. Quiero encontrar al hombre adecuado… que me ame y al que ame con locura… casarme en la iglesia con un vestido precioso y opulento… comprarme un casita a las afueras con valla blanca y un jardín que odie mi marido… tener al menos tres hijos revoltosos a los que adore más que a mi marido y un cachorro que se cargue sus zapatillas y me llene la casa de barro en los días lluviosos… Sí… yo sería muy feliz así…*

*Oh querida… quien diera con una mujer como tú… eres encantadora…*

Molesto… volví a rebobinar la cinta… escuchando su respuesta otra vez…

Mi dulce Taylor…

El sonido del reloj marco que quedaba un minuto para las 10 y saqué reticente la gastada cinta del casete, el que había escrita una fecha “Entrevista: Bodas y Banquetes 08/10/12”. Me quité los cascos antiguos y me volvía a colocar la máscara de ángel…

Ya queda poco Taylor… muy poco mi amor…

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