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viernes, 15 de julio de 2016

Por Las Mentiras De Él, La Encontré A Ella - Capítulo 27

Capítulo 27




‘Clanck’


Mi mano temblaba mientras dejaba de nuevo la pistola en la mesa. Misha se reía con ganas mientras asentía varias veces con la cabeza.

- ¡Bien, bien! Y ahora… ¿A quién le toca? – Misha se tocó ligeramente la rasposa perilla de varios días bien cuidada. – Elija señorita Kowalski. Su padre o Katia. – Señaló pausadamente a ambos. – Elija sabiamente, porque yo no recuerdo si puse las balas de forma consecutiva o no. – Misha enseñó los dientes. – Ya sabe. A mi edad la memoria tiene sus límites.

- Katia… quiero que ahora… - Tragué con dificultad. – juegue ella. – Ante mis palabras, Katia se cuadró en su lugar, lazándome una mirada asesina.

- ¿Está segura señorita Kowalski? ¿No quiere pensarse su respuesta? – Quería desmayarme. Salir de este maldito lugar corriendo… Pero no podía. Así que lo único que hice fue negar con la cabeza.

- Katia. – Respondí sin más. Misha acercó el arma a Katia. Que la miró como si estuviera a punto de explotar.

- Misha…

- Este es el precio por tu venganza. Ahora tu vida me pertenece. – Misha parecía mortalmente serio ahora mientras miraba a Katia.

- Mi vida siempre le ha pertenecido, señor… - Rápidamente, Katia cogió el revólver y se lo puso en la sien. Mi cabeza se giró mucho antes de procesar el estruendo del arma al dispararse. Mi cara se había cubierto de sangre.

Oía a Kyle gemir en el hombro de mi padre cuando el resto de la sala se mantenía en un silencio sepulcral. Mis ojos se mantenían fijos en la mesa, ahora cubierta de manchas de sangre. Al tiempo, al no escuchar ningún ruido del otro lado de la mesa. Alcé la mirada y me encontré con los ojos fríos de Misha.

- Katia estuvo conmigo más de veinte años. Era mi familia… Siempre la recordaré como un soldado honorable. – Con cuidado, Misha arrebató el arma de la mano sin vida de Katia. Sacó un pañuelo de su chaqueta y limpió el arma conciencia, casi con mimo. Una vez más, giró el tambor del arma hasta que estuvo cargada. – Señor Kowalski. Es su turno. – Asombrada, vi como mi padre apartaba con cuidado a Kyle y se levantaba de suelo.

- ¡Papá no!

- Tranquila cariño. Está bien… - Dijo con voz ronca. Tenía tantas magulladuras y moretones en su cara…

- ¡Yo tomaré su lugar! ¡Dijiste que podía hacer eso! – Mi cuerpo se irguió ligeramente sobre la mesa y pude ver como Gus apuntaba su arma hacia mí. Atento a cualquier movimiento.

- Por favor, señorita Kowalski. Tiene que respetar a sus mayores. – Misha me apuntó con el arma y me indicó con la misma que volviera a sentarme. Mientras lo hacía, miré a mi padre llegar a su lado y sentarse en la mesa.

- Papá… por favor. – Supliqué. Notaba las lágrimas calientes recorrer mis mejillas. – Yo no puedo… no puedo…

- Tranquila pajarillo. Todo va a salir bien. – Sus movimientos, aunque erráticos. Eran tranquilos. Y vi con horror como mi padre tomaba el revólver de la mano de Misha y se lo colocaba en la sien.

- ¡Espera! – gemí antes de que pudiera apretar el gatillo. Tomé la mano libre de mi padre y la apreté con fuerza. – Eres el mejor padre que podía desear… Te quiero muchísimo. – Estaba luchando por no desmoronarme allí mismo. Por no comenzar a gimotear como una niña pequeña. Y sabía que mi padre podía ver eso.

-Estoy muy orgullosa de ti, cariño. – El dedo de mi padre comenzó a moverse y yo lo miré por última vez, apretando con fuerza mis ojos…

‘Clanck’

Comencé a reírme de forma extraña cuando me di cuenta de que el arma no se había disparado.

- Vaya vaya… parece que los Kowalski están teniendo la suerte de su lado… - Misha arrebató con furia la pistola de la mano de mi padre. Que estaba literalmente en shock. – Gus. – el hombre armado se acercó y levantó a mi padre bruscamente de la silla y lo lanzó de nuevo al suelo, justo antes de agarrar a Kyle por el cuello de la camisa y tirar de él hacia arriba.

- ¡Max!

- ¡Déjale en paz! – Grité. Sin poder controlarme. Gus acercó a Kyle a la mesa mientras lo apuntaba.

- Relájese señorita Kowalski. Después de todo es su turno… - Misha se acercó a Kyle y se agachó junto a él. – Y bien pequeño. Te toca jugar a ti… - Misha se colocó detrás de Kyle y mandó a Gus apartarse. El cual dirigió su arma hacia a mí. – Sólo era un poco mayor que tu cuando disparé por primera vez un arma. Fue… revelador. – Sujetándolo con firmeza, Misha puso el revólver en manos de Kyle.

- ¡¿Qué crees que estás haciendo?! – Pregunté alterada, levantándome de la silla y acercándome a ellos. Antes de que pudiera dar dos pasos, recibí un fuerte golpe en la cabeza con la culata del arma de Gus.

- Quieta. – Gruñó sin más este. A pesar del dolor, miré a Misha, suplicante.

- Por favor… sólo es un niño…

- ¡Pues claro que no! Ya es todo un hombre, ¿Verdad “campeón”? – Kyle apretó los dientes, enfadado. Pero podía ver su miedo. Estaba aterrado. – Ya puede elegir…

- No, por favor…

- Puedes apuntarte a ti mismo con la pistola… - Misha dirigió la mano de Kyle hasta su propia cabeza. La imagen me partió el corazón. – O… - en una dirección completamente diferente, Kyle abrió mucho los ojos cuando la boca de la pistola apuntó a mi cabeza. – Podrías apuntarla a ella. Piénsalo. Todo esto es por su culpa… ¿Sabes que tu papá engañó a tu mamá con ella? – O no… no no no – Tu mamá estaba tan triste porque tu gran amiga Maxi engatusó a tu papá… y no teniendo suficiente sólo con eso, jugó también con tu mamá… - Los ojos de Kyle parecían confusos. – Ella destruyó a tu familia…

- No… - Susurró Kyle. – Max es buena…

- ¿Ah sí? ¿Y por qué no le preguntas tú mismo? – Misha obligó a Kyle a mirarme directamente a los ojos. – Vamos Señorita Kowalski. Mire a este niño a los ojos y dígale la verdad. Dígale cómo engañó a su madre o como trajo a su padre hasta la muerte…

- Por favor… - No le hagas esto a él… no se lo hagas.

- ¿Max?

- ¡Dígaselo señorita Kowalski! – Gritó Misha.

- Yo…

- Tú y papá… ¿Le hicisteis daño a mamá? – Preguntó Kyle, aparentemente ajeno a la pistola que me apuntaba a la cabeza.

- Si cielo… - Admití, bajando los ojos. Avergonzada.

- ¿Por… Por qué?

- Yo… No sabía que tú o tu madre existían…

- ¿Por eso dijiste que era complicado? – Extrañada por su pregunta, alcé de nuevo la mirada. – En Navidad… dijiste que era complicado. ¿Era porque querías a papá y no a mamá?

- No cielo, no era por eso… Era porque creía que tu madre nunca podría perdonarme.

- Entonces… ¿Tú nos quieres? – Preguntó, titubeante.

- Con todo mi corazón, cariño. – Dos grandes lágrimas corrieron por las mejillas de Kyle.

- No quiero hacerte daño Max… Yo también te quiero… - Gimoteó.

- Lo sé cariño, lo sé…

- ¡Oh, ya es suficiente! – Gritó Misha arrancándole la pistola a Kyle de las manos.


Lo siguiente que supe fue que me lancé contra él cuando vi que apuntaba con el revólver a Kyle. El sonido de varios disparos llenó la habitación mientras mi mundo se volvía negro.

Nota de la Autora: Ya sé que dije que este sería el penúltimo capítulo, pero no sé... creo que habrá otro más. Es decir, el siguiente más un cierre. Que si no, no estoy contenta xD

4 comentarios:

  1. Uhhhh me hizo llorar este capítulo ��

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    1. A mi tambien me hizo llorar wow q buen capitulo espero el proximo pronto
      gracias bella eres la mejor escritora :)

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    2. Gracias ^^ Con suerte el sábado-domingo viene otro :)

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  2. Que emocionante capitulo, fantástico, que nervios, tu si sabes como atrapar al que te lee, gracias por actualizar.

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