Capítulo 29
-
¿Qué? ¿Te gusta el vestido? – pregunté mientras afinaba un patrón con forma
circular.
-
¡Me encanta! Es maravilloso, Laura. Pero ojalá estuvieras aquí para verlo en
persona… Aun no sé cómo lo has hecho sólo con las medidas que te pasé. – Oí la
voz entusiasmada tras el teléfono.
-
Nos vimos el año pasado, Melinda. Recuerdo perfectamente tus curvas… - Una
suave risa me hizo sonreír mientras rescataba el móvil de caer de mi hombro. –
Oye, estoy algo ocupada aquí y arreglar bien una blonda de seda con el móvil a
punto de morir es algo complicado.
-
¡Lo sé, lo sé! Me encantaría poder ver tu colección de primavera… si haces con
colores lo mismo que has hecho con mi vestido deberías ser presidenta.
-
No creo que el país necesite ser dirigido por una diseñadora.
-
No. Pero admite que lo harías con “estilo”.
- ¿Cuántas
copas de vino dices que te has tomado? – Un peque hipido vino del otro lado del
teléfono.
-
Sólo dos… es que estoy nerviosa. Queda tan poco para la boda y quedan tantas
cosas por hacer.
- Lo sé Melinda. En cuanto termine con esto
pienso coger un vuelo para echarte una mano con la organización. Kyle termina
sus clases en poco más de un mes.
- ¡Eso
sería fantástico! – Gritó de alegría. – Por cierto, Logan me ha dicho que se lo
ha preguntado. Pero dijo que se lo tenía que pensar… No quiero presionarla ni
nada, pero Logan no tiene demasiados amigos por aquí y Max le ha causado una
gran impresión…
-
Ella lo sabe, y créeme, sé perfectamente las horas que pasan hablando por
teléfono sobre motores y no sé qué cosas más. Pero es demasiado pronto…
-
¿Pronto? Sólo es una boda, Laura. Va a venir mucha gente…
-
Pero que yo sepa Logan sólo va a llevar una dama de honor. A Max le incomoda
formar parte de algo tan especial sin conoceros más a ambas…
-
Laura. Logan no tiene nadie. Es algo que incluso nunca quiere hablar conmigo,
pero sé que le duele no tener una familia en la que apoyarse y nunca tenido muchos amigos que digamos… Puede que
algún día eso cambie y desde que conoció a Max es mucho menos arisca en el
trabajo… ayúdame a convencerla para que acepte. Significaría mucho para
nosotras.
-
No puedo prometerte nada Melinda. Si ella no quiere hacerlo no la obligaré,
pero te prometo intentarlo.
-
Gracias, prima. Seguro que si se lo pides tú dice que sí. – Colgué una falda
con cuidado mientras oía como Melinda se movía de un lado a otro. – Por cierto,
¿Cómo lo está llevando? Logan no me ha dicho mucho, pero sé que Max lo está
pasando mal. Dice que ha dejado el cuerpo.
-
Así es. Apenas una semana después de lo que paso… abandonó su trabajo.
-
Pero pensé que ese era el sueño de toda su vida. Tú me dijiste eso.
-
Y lo era pero, desde lo sucedido… Algo ha cambiado. Ella ha cambiado. – Mi voz
sonó extraña hasta para mí. Insegura.
-
¿Ha ocurrido algo entre vosotras? – Dejé las tijeras que había dejado de usar
desde que Melinda me llamó sobre la mesa y solté un hondo suspiro.
-
Sí… bueno no… es, complicado.
- ¿Qué
tan complicado? Os queréis, ¿no?
- ¡Pues
claro que sí! Yo la amo muchísimo y sé que ella nos quiere mucho a Kyle y a mí…
es sólo que…
-
¿Qué ocurre Laura?
-
Desde lo que pasó… está algo más distante conmigo… físicamente.
- ¿Cómo
de distante exactamente? – Avergonzada, bajé la voz para responder.
-
Nosotras no hemos vuelto a… ya sabes…
-
No, no sé.
- ¡Oh
vamos, no me obligues a decirlo!
-
Si no me lo dices puedo pensar cualquier cosa.
-
El amor, ¿Vale? ¡Nosotras no hemos vuelto a hacer el amor!
-
Pero… si vosotras apenas… y me dices que desde hace dos meses no… Joder, ¿cómo
aguantas?
- ¡Esa
es la cuestión! No puedo pensar con claridad. Sólo pienso en…
-
Arrancarle la ropa. – Terminó Melinda por mí.
-
¡Exacto! Pero eso no es todo… ¿y si no sólo me evita porque aún se sienta mal
por lo que pasó? ¿Y si ha conocido a alguien? ¿Y si ya no me desea como antes?
-
Prima, te estás rallando. ¿Por qué no le preguntas y ya está? O mejor aún, ¿Por
qué no la acorralas en algún sitio y le haces el amor como si no hubiera un
mañana?
-
¡No puedo hacer eso! Y no sabes la de veces que he tenido que contenerme para
ni siquiera abrazarla o besarla después de estar tocándola todo el día…
-
Un momento… ¿Me explicas eso mejor?
-
Max ha encontrado una nueva vocación…
***
- ¡Aunch!
-
No te he tocado.
-
Si lo has hecho, seguro que estoy sangrando.
-
Quejica.
- Torturadora.
– Aún tenía el ceño fruncido en una falsa mueca de enfado cuando sentí sus
dedos subir por mis muslos y parar justo antes de llegar a la entrepierna. Debió
sentir el escalofrío que me recorrió por entero porque paró lo que estaba haciendo
y me miró desde mi cintura.
-
Tranquila. No voy a volver a pincharte. – Sus ojos verdes estaban aún más
oscuros… siempre están oscuros ahora.
-
Lo sé. – Tragué.
-
Trisha y Melissa me han estado rondando últimamente haciéndome preguntas sobre
ti. – Murmuró, mientras volvía al trabajo. – Anya no me ha preguntado nada…
aunque claro. Raro es que no esté ahora mismo subida encima de ti.
-
Ayer estuve a punto de hacerle una llave… ¡me agarró del culo!
-
Muchas personas se sentirían halagados de que Anya les tocara el culo… - No me
estaba mirando, pero su voz sonaba algo ronca.
- ¿Y
eso no… te molesta?
-
¿Por qué tendría que molestarme? No es como si fueras tú la que le tocaras el
culo a ella.
-
Laura…
-
¿Qué?
-
Mírame. – Pedí con suavidad.
-
No quiero. – La respuesta, aunque negativa, me hizo sonreír. Era igual que Kyle
cuando estaba molesto. Lo más seguro es que tuviera los labios fruncidos y la
frente arrugada en un puchero. Con cuidado de no hacer que sus manos llenas de
alfileres llegaran hasta mi pierna derecha desnuda, la agarré de las muñecas y
la obligué a levantarse. – He dicho que no quiero… - Su queja murió en mis
labios. Hacía tanto tiempo que no nos besábamos que yo misma gemí cuando su
lengua buscó ansiosa la mía. Sin embargo, tan pronto como soltó los alfileres
de sus manos y agarró mi cintura, me separó de ella con brusquedad. - ¡No! ¡No
me hagas esto, por favor!
-
¿Qué? ¿Por qué? – Confusa, comencé a caminar hacia ella, pero no hacía más que
alejarse - ¡Laura!
-
Serénate Laura… esto no está bien. – Estaba huyendo de mí, dando vueltas sin
parar por la sala. Al seguirla, parte de mi vestido se descolgó. - ¡No te
muevas! ¡El vestido se está descosiendo! – ¡Oh
claro! ¡Es el vestido! Ansiosa por tenerla de nuevo conmigo, me quité lo
que quedaba de vestido en mí con el mayor cuidado posible. Al verme, los ojos
de Laura se abrieron como platos. - ¿pero qué demonios haces? ¿Cómo puedes ser
tan cruel? – Ya en ropa interior, abrí mis brazos intentando morar mi confusión.
-
Pensaba que no querrías arruinar tu vestido… así ya no hay problema. – Intenté acercarme
pero ella levantó las manos, parándome en seco.
-
¡El vestido no es el problema! ¡Tú eres el problema!
-
¿Yo?
-
¡Sí! Bueno… supongo que el problema soy yo. En estos dos meses apenas me has
tocado y cuando te dije que te quedaras en mi casa hace dos meses preferiste
quedarte en un hotel mientras arreglaban tu piso. Claramente hay algo que no va
bien.
- ¡Claro
que no quería quedarme contigo! ¡Acababa de convertirte en viuda! Pensé que
necesitarías tiempo para asimilarlo y no veía correcto… no sé, aprovecharme de
ti…
-
¿Aprovecharte de mí? Max yo te quiero. No sabes lo duro que es para mí verte y
tocarte cada día y ver cómo te acabas alejando. Me estás matando.
-
¿Y crees que para mí es fácil? No sabía lo frustrante que podía ser que te
tomaran medidas…
-
¿Aún me deseas? – La voz de Laura tembló en la pregunta.
- ¡Por
supuesto que te deseo! – evitando que volviera a alejarse de mí, la atrapé
entre mis brazos y la obligué a mirarme a los ojos. – Ya te lo he dicho antes
pero volveré a decirlo todas las veces que quieras… Eres mi vida, Laura.
-
¿De verdad?
-
De verdad.
-
Bien. – Asombrada, dejé que Laura se separara de mí y fuera hasta la puerta
encajada. Con demasiada fuerza, cerró la puerta y puso uno de los taburetes de
la sala contra ella.
-
¿Qué haces?
-
Esta vez no pienso dejar que nadie nos moleste. – Casi gruñó, mientras se
acercaba a mí de nuevo. Un escalofrío recorrió mi columna cuando vi cómo los
pantalones se deslizaban por sus piernas. Llevaba unas preciosas braguitas de
corazones. – No sabes cuánto te deseo… - Rayando la violencia, nuestros cuerpos
se encontraron con un ansia nueva para mí.
-
Laura. – en vez de besarme, los labios y dientes de Laura se centraron en mi
cuello. Tanteándome con mordidas fuertes y controladas mientras subía, sentí su
aliento caliente en mi oído, empapando mis bragas por completo. – Joder… - Me
sentía tan sensible y palpitante que cualquier roce de Laura me hacía
enloquecer. – ¡Oh Dios, tócame ya! – Impulsándome hasta la mesa de medidas,
Laura apartó con brusquedad todos los objetos punzantes y me tumbó sobre ella. A
pesar de mi embriagada lujuria, pude sentir las telas de los vestidos en mi
espalda mientras Laura me arrancaba las bragas. – Lo vestidos…
- ¡A
la mierda los vestidos! – Laura se deshizo de top mientras pateaba su ropa
interior hasta el suelo. Si no hubiera estado tan caliente me habría reído de
su impaciencia, pero la necesitaba de una manera tan carnal que me daba hasta miedo.
– Eres tan jodidamente hermosa… - Gimió colocándose sobre mí.
-
Tú tamb…¡Ahhh! – El alivio fue tan abrumador, que casi me corro al sentir sus
dedos entrar profundamente en mí. Nublada en mis sentidos, sólo podía pensar en
sus labios devorando mi boca y el intenso verde que veía en sus ojos cuando me
miraba al tomar aire por unos segundos. Mi cuerpo llevaba tanto tiempo esperando
que parecía no saber cómo correrse de nuevo a pesar de las maravillosas
sensaciones…
-
Vamos mi amor… vente para mí. – Laura recorrí con besos húmedos mis mejillas
hasta encontrar el lóbulo de mi oído y morderlo con suavidad mientras gemía. Con
una voz ronca de deseo, pegó sus labios por completo a mi oído y gruñó en
exigencia. – Demuéstrame cuánto me amas…
-
¡Ahhh! – Mi cuerpo se dobló por completo al sentir el comienzo de los latigazos
de placer que recorrieron mi cuerpo hasta las manos de Laura, que no paró de
tocarme hasta que mi cuerpo se retrajo en su sensibilidad. – Dios… dios… - Con
brazos débiles, rodee el cuerpo de Laura tumbándola por completo sobre mí. – Me
siento tan… maravillosamente devastada. – Laura sopló una suave risa sobre mi
oído, haciéndome estremecer de nuevo.
- Parece que he dado con un punto sensible… -
Su lengua paseo por mi oído, obligándome a separarme de ella.
-
Quieta ahí fiera…necesito un poco de oxígeno para poder continuar aquí… -
Separándose un poco de mí, contemplé el torso desnudo de Laura mientras ella me
seguía observando con hambre.
-
Pues será mejor que respires hondo porque hoy pienso recuperar estos dos meses
de frustración contigo. – Corriendo mi mano por su estómago hasta amasar uno de
sus pechos, la sentí apretarse más contra mí mientras su cabeza se echaba hacia
atrás con un gemido de alivio.
-
Lo mismo digo. – Sin esperar más, atrapé uno de sus pezones entre mis dientes
hasta sentirlo duro contra mi lengua. – No sabes lo que las he echado de menos…
-
Max. – Gimió.
-
Vas a tener que rogarme que me detenga, porque no pienso dejar de tocarte, mi
amor. – Mientras mi boca se mantenía en sus pechos, mis manos viajaron suaves
por su espalda, provocándole escalofríos, hasta llegar a sus nalgas. Una vez
allí, las amasé al mismo ritmo en el que mis labios tomaban sus pechos.
-
Humm… será un placer. – Suspiró manteniendo mi cabeza en su lugar con manos
firmes.
Ya habría tiempo de hablar de la
comunicación de pareja más adelante, porque yo no pensaba pasarme ni un solo día
más lejos de su cuerpo… Tal vez después de verla temblar dos o tres veces hoy
le diga cuanto deseo irme a vivir con ella y con Kyle… aunque creo que me
guardaré el dato de que para mí eso es casi como una propuesta de matrimonio…
Sí, tal vez más adelante…
FIN
Nota de la Autora: Como ya os dije aún quedaría un último capítulo, especial, ambientado en la boda de Logan y Melinda, donde relataré lo ocurrido con todos los demás personajes y me meteré un poco más en el universo de Logan y Melinda. Recordad que en ese punto aún faltaría más de 8 meses para que Jackie y Amelia se conozcan y Logan y Tori trabajen con ellas. En fin, este especial será bastante más largo y puede, o no, que de pistas de por donde van a tirar las siguientes entregas de Wild & Wise. Espero que hayáis disfrutado de esta serie. ¡Un beso muy fuerte Bella's!
Gracias por permitirme disfrutar de esta historia tan maravillosa y llena de aventura, romance, erotismo y amor. Eres una excelente escritora, sigo tu blog desde el inicio y amo todas tus historias
ResponderEliminargracias Nati ss la mejor, siempre espero tus historias y una vez que empiezo no puedo parar
ResponderEliminarsos muy importante para mi jeje no me malinterpretes jajaja en fin ss la mejor y ojala nos entregues mas de tu talento besos desde Argentina!!!
by:Lourdes Avalos
Me encanto como desarrollasteis esta hermosa historia,llena de suspenso,de amor,de intriga, romance, amistad, etc. Tus ideas en cada capitulo son únicas y originales, eres una excelente escritora, sin duda eres genial. Sigue así. Gracias, Me gusto el final, ¿que encuentro entre las chicas?.
ResponderEliminarGuau no puedo creer que haya llegado al final... Ojalá sigas publicando ahora lo de jackie y Amelia... Saludos, María
ResponderEliminarBusco a alguien que tenga libros para compartir yo tengo algunos mi correo es sandra11arg@gmail.com
ResponderEliminar