CAPÍTULO 28
(SAM)
-
Muy bien… ahora intenta vamos a ver los pasos básicos. – Le dije a Kelly, en
otra de nuestras sesiones de baile. Hoy era la mañana de acción de gracias, y
habíamos quedado en su casa antes de ir al piso de Kate y las demás para cenar
todos juntos… Se me hacía raro no ir a ver a mi abuela a Vermont, pero lo
cierto es que tampoco podía tirar el dinero y menos tan cerca del final de mi
graduación en el bachelor. – Yo haré de hombre, y tú de mujer. Empieza andando
hacia atrás con la pierna derecha, dos pasos, así. – Agarré a Kelly por la
cintura y avancé un par de pasos hacia delante. – Eso es, lento, y ahora, un
paso rápido a tu derecha, así. – Ambas nos movimos juntas, en un movimiento más
rápido. – Y ahora, otros dos pasos lentos hacia atrás, ¿Ves? Es fácil. – Kelly me
miró con un mohín lastimero.
-
No veo el punto de aprender a bailar el foxtrot. – Dijo secándose la frente, a
pesar de estar seca.
-
Quién sabe, puede que alguna vez te ofrezcan un papel en una película de época…
quedarías muy bien en cualquier baile de sociedad si bailas de verdad y no sólo
das vueltas… además, la mayor parte de las canciones del foxtrot llaman al amor…
- Solté sin darme cuenta, captando su atención. – Quiero decir, en los años
veinte se lo consideraba el baile de los amantes… ya sabes… - Me callé antes de
meter aún más la pata. Kelly y yo llevábamos casi un mes practicando todas las
tardes en su casa, sin embargo, tampoco se podría decir que hubiéramos forjado
algún tipo de amistad. Yo era incapaz de relajarme a su lado si no estábamos bailando.
A veces veía como ella intentaba conocerme mejor, o incluso comportarse de
forma más natural a mi alrededor para que yo me relajara, pero me era imposible…
después de nuestras prácticas llegaba a casa sintiendo mis manos arder al recordar
de nuevo que habían pasado más de dos horas sobre ella… y además todas las
mañanas en la Academia, Kate nos tenía a todos exhaustos con la representación,
por no decir que la mía en solitario también estaba cerca… No se lo había
comentado a nadie, a excepción de Josh, dado que él también tenía la suya
propia.
Era
una representación privada, para evaluar al alumno en todos los ámbitos. Estaba
verdaderamente nerviosa con ella ya que me arriesgué muchísimo eligiendo una
música muchísimo más tranquila de lo que suelo bailar, pero definitivamente
mostraría mi evolución como bailarina, que era lo que querían ver los
profesores.
-
Bueno, terminemos con los pasos básicos y démonos prisa. Sí llegamos tarde Kate
puede arrancarnos la cabeza. – La suave risa de Kelly me relajó un poco y
continuamos practicando.
***
Dos
horas más tarde llegamos al bloque de pisos donde vivía, hablando de temas
banales para evitar la incomodidad del silencioso ascensor. Al llegar a mi piso
y bajarnos del ascensor, lo primero que vimos fue a Loren y a Susan enfrascadas
en una pelea fuera de su apartamento.
-
¿Qué ocurre? – Pregunté al llegar a su altura.
-
ESO OCURRE. – Gritó Susan señalando a la puerta de su apartamento.
- ¿Os
habéis quedado fuera o algo? Puedo ir a avisar al casero sí… - Comencé a decir,
pero Loren me cortó.
-
No es eso Sam, el problema no es la puerta, es que ni siquiera nos apetece
cruzarla.
-
¿Por qué? – Preguntó Kelly extrañada.
-
Comprobarlo por vosotras mismas… total, ni siquiera se dan cuenta de nada. –
Miré a Kelly antes de girar el pomo de la puerta y entrar, sin embargo, nada
más posar mis ojos en el apartamento, empujé a Kelly hacia atrás y me llevé las
manos a los ojos avergonzada, cerrando la puerta rápidamente. - ¿Veis?
-
Oh, señor… - Jadeé, aun con las manos en mis ojos, intentando quitarme la
imagen de Kate y Liz desnudas encima de la mesa del comedor.
- ¿Qué
ocurre? ¿Qué había ahí dentro, Samantha? – Preguntó Kelly agarrando mi brazo y
arrancando me débil gemido involuntario, antes de alejarme de ella.
-
Pues… yo… eh… no hay… - Comencé a decir, sintiendo mi cara ardiendo.
-
Lo que hay ahí dentro es el colmo de la desvergüenza. – Dijo Susan, gritando la
última palabra a la puerta. – Así es imposible… - Le susurró a Loren, que a
pesar de no mostrarse tan enfadada se notaba bastante molesta.
-
Verás… - Comencé a decir. – Kate y Liz… digamos que están ocupadas… con poca… -
Intenté hacer un gesto torcido con la mano, viendo como la expresión de Kelly
pasaba de incomprensión a vergüenza.
-
¿Es en serio? – Preguntó incrédula.
-
Por supuesto que es en serio. – Respondió Susan, alterada. – Puede que en
vuestro colegio para artistas se controlen un poco, ¡pero en el piso es
insoportable! No se quitan nunca las manos de encima y por si fuera poco les
importa un rábano si están solas o no para pasar a juegos mayores… me he
hartado de encontrármelas semidesnudas por toda la casa. – Loren asintió estando
de acuerdo.
-
Pero vosotras también sois pareja. – Dije algo extrañada. – Y sois sus mejores
amigas… sé que no es lo convencional, pero cada una puede hacer lo que quiera
con su novia en su habitación… ¿no?
- ¡Ese
es el problema! – Gritó Susan a la puerta. – ¡Que no se quedan en su maldita
habitación! ¿Cómo demonios voy a perder mi virginidad mientras escucho los
gemidos de otras personas? ¡Es absurdo! – Loren se puso como un tomate.
- ¡Cariño!
– Susurró Loren fuertemente.
-
Oh, mierda. – Dijo Susan tapándose la boca, también colorada. – Es que me saca
de quicio… ¿Cómo se supone que vamos a celebrar acción de gracias ahora?
-
Podemos hacerlo en mi piso… no es tan grande, pero entre las sillas y los sofás
habrá sitio suficiente… así podremos al menos comenzar a hacer el pavo. – Dije con
un sonrisa, pensando en que ya nunca más comería nada en la mesa de su
apartamento sin que mi libido se calentara.
-
Sí, creo que será buena idea. – Dijo Loren, con un suspiro. – Dadme un minuto,
voy a intentar sacar toda la comida que pueda sin traumarme demasiado. –
Cogiendo aire y mirando en dirección contraria a la mesa del comedor, Loren
entró en su apartamento cerrando la puerta.
-
Bueno, será lo mejor que la esperemos en tu…
El grito ahogado de Liz nos hizo saltar a todas. – Vaya, parece que por
fin se han dado cuenta de que había alguien más en la casa. – Dijo Susan,
sonriendo.
(KELLY)
Estaba
que no cabía en mis pantalones después de comer más de lo que debería. El ambiente
se había relajado bastante después de que Loren les lanzara a Katherine y a Elizabeth
un barreño lleno de agua mientras lo estaban haciendo.
Miré
al otro lado del sofá y empecé a sentirme mal. Elizabeth estaba sentada en el
regazo de Katherine, jugando con su pelo y mirándola con pasional adoración. La
pareja exudaba sexo por todas partes… pero no había lujuria en sus movimientos…
las caricias que se prodigaban mutuamente eran dulces y cariñosas, y sus
miradas parecían no querer despegarse la una de la otra.
En
la cocina, sin embargo, había otra clase de amor profundo, más contenido tal
vez, pero igual de grande. Loren estaba ayudando a Susan a limpiar las bandejas
de comida, acariciándose ligeramente cada vez que se pasaban un plato o un
cubierto lleno de espuma. Era obvio que ambas necesitaban estar solas en más de
un sentido. No entendía la espera, por mucho que Katherine y Elizabeth
estuvieran en su luna de miel no quería decir que ellas tuvieran que aplazar la
suya… veía el miedo en los ojos de Loren y la inseguridad en los de Susan. El primer amor… que dulce…
Y completamente
diferente a todo lo demás, están Josh y Scott, retirados en una esquina de la
casa, hablando sin parar sobre temas diversos. Desde que Josh vio a Scott, no
se apartó de él en toda la tarde. Se podía palpar la emoción del rubio por el
apuesto moreno. Esperaba de todo corazón que saliera bien… no conocía demasiado
a Josh, pero Samantha le tenía mucho cariño y no me gustaría verla triste…
Miré
a la ventana del apartamento, donde Samantha estaba apoyada mirando el cielo
encapotado de finales de noviembre, rasgando el cristal de manera ausente, pero
no había ni una sola expresión de tristeza en su rostro… solo calma.
Aun
después de verla cada día del último mes, la bailarina aún me parecía un
misterio entrañable. No actuaba acorde a su despampanante físico, y sus
muestras continuas de amabilidad me pillaban con la guardia baja. Sentía la necesidad de saber que había detrás de esa mirada tan clara y verde…
Algunas veces, tuve la sensación de que a Samantha yo le disgustaba de alguna
manera. Aun recordaba como hace apenas unas horas se había apartado de mi tacto
como si la estuviera pinchando. Había pasado otras veces… nunca cuando
estábamos practicando, pero sí cuando estábamos en la Academia, o a solas…
cuando ocurría sentía un dolor molesto en el pecho… quería que la bailarina
fuera mi amiga, quería que me dejara acercarme un poco a ella… por una vez en
mi vida, deseaba tener a alguien honesto y leal en el que poder confiar… y algo
me decía que Samantha era esa persona.
Mucho mas corto de lo que nos haz acostumbrado pero al igual que los demas me ha encantado :)
ResponderEliminarGracias por seguIr escribiendo.
ResponderEliminarSaludos
jajajaja me he reído de lo lindo imaginando la escenita de Kate y Liz :P qué pillinas
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