CAPÍTULO 35
Nota de la autora: Este capítulo es algo más corto que los demás, pero es que si no el siguiente se iba a cortar de una forma muy rara... y bueno... aunque sea corto, creo que es un capítulo que os gustará.
(SAM)
Esto es un sueño… Tiene que ser un
sueño…
-
Hmm… - Kelly gimió, haciendo que mis manos la apretaran aún más contra mí. La estoy besando, me está besando… espera…
¡ella me ha besado! Tengo que… intentar… averiguar por qué… - Samantha… -
Volvió a gemir. Oh, ¡a la mierda! Ya lo
averiguaré después.
Giré
nuestros cuerpos juntos en la cama hasta poner a Kelly completamente sobre mí.
Casi al instante, sus piernas se encajaron entre las mías, quemando la tela que
había entre nosotras. El pijama de Kelly era tan fino y suave que podía sentir
toda su piel bajo mis dedos con facilidad, y al estar ella encima, tenía todo
el espacio que quería para investigar su cuerpo.
Mientras
mis dedos viajaban arriba y abajo por su espalda y sus costados, Kelly
ronroneaba encima de mí como un gatito ansioso, y eso solo me hacía temblar aún
más de necesidad.
Mis
dientes jugaron con sus labios, pero por poco tiempo, ya que Kelly sólo parecía
querer ahogarse en mí, así que le di lo que quería… pero fue tan placentero y
demoledor… Nunca antes un beso había sido tan perfecto. Nuestras respiraciones
acompasadas, nuestros labios moviéndose en dulce armonía y nuestras lenguas
ancladas entre sí.
Sentía
mi entrepierna gritar por ser liberada de los gruesos pantalones pero estaba
tan absorta en sus labios. Era tan extraño… nuestros besos eran tan apaciguantes
que resultaban suficientes, pero a la vez prendían aún más el deseo de seguir
adelante con mis caricias. Estaba dividida entre continuar sin más tal y como
estábamos o arriesgarme a ir más lejos… pero Kelly decidió por mí.
Separándose
de mí unos segundos, tiró de mi camiseta y la tiró lejos, sin posibilidad de
ser recuperada, dejándome con el torso descubierto. El frío de la habitación me
puso de inmediato los pezones aún más duros de lo que ya estaban al ver como
Kelly también se desprendía de la parte de arriba de su pijama. A penas tuve esos
maravilloso pechos a la vista unos segundos, antes de notar como Kelly volvía a
besarme, pero esta vez en mi pecho.
La
lengua caliente y húmeda de Kelly jugó conmigo, volviéndome loca. Pasaba de un
pecho a otro dejándome una sensación agridulce en el pecho abandonado, ahora
húmedo y frío por la pérdida de contacto. Kelly parecía haber encontrado el
mejor de los manjares, ya que sus manos y sus labios nunca dejaron de mimar mis
pechos.
Alzándola
y sujetándola con firmeza, nos volví a girar en la cama, esta vez atrapándola debajo
de mí. Entre vuelta y vuelta, alcancé con mis dedos la cinturilla de mis
pantalones, bajándolos, con la mala, o buena fortuna, según se mire, de
llevarme con ellos también la ropa interior. Con la acción ya terminada y los
ojos de Kelly fijos en mi completa desnudez, agarré sus diminutos pantalones,
agarrando con ellos también la ropa interior. Me quedé quieta así, esperando su
permiso.
Sin
vacilar, Kelly alzó las caderas, así que bajé rápidamente lo que quedaba de su
ropa. Me hubiera encantado poder contemplarla a placer durante varios minutos,
pero el temblor de su cuerpo me decía que el frío le había llegado mientras nos
desnudábamos. Agarré la colcha sobre mis hombros y coloqué mi cuerpo con
cuidado encima del suyo, sintiendo como las manos de Kelly se posaban en mis
caderas y me guiaban justo al lugar adecuado entre sus piernas.
El
contraste de la piel fría y su entrepierna húmeda y caliente me hicieron gruñir
antes de volver a besarla y ahogar un nuevo gemido de su garganta al sentir
nuestros cuerpos por completo. Su tímido balanceo contra mi muslo me arrancó
toda la paciencia que me quedaba después de más de 4 años queriéndola… deseándola…
No
quería dejarla respirar, no podía… La seguí besando con insistencia mientras mi
mano bajaba haciendo pequeños círculos por su vientre, notándolo caliente y
receptivo a mis caricias. Casi pude sentir en mi misma una mano similar a la
mía, que se adentraba poco a poco en el pelirrojo y oscuro vello rizado y
húmedo, hasta encontrar los labios abiertos e hinchados esperándome.
Kelly
se apretó contra mis dedos curiosos, que disfrutaban del nuevo tacto suave y
sensible en sus yemas. Podía sentir sus temblores en mi lengua, cada vez que
mis dedos bajaban y subían en ella, acelerando cada vez más sus caderas… Estaba
tan embriagada por su entusiasmo y su disposición que entré sin más en ella,
con dos de mis dedos, hasta traspasar algo extraño… Espera… eso era… Mis dudas se resolvieron al ver la mueca de dolor
de Kelly cuando se apartó un poco de mí para respirar.
-
Kelly… tú… - Comencé, empezando a erguirme asustada. Pero Kelly me retuvo, con
una expresión de pánico.
-
Por favor no… - Me pidió, aun sosteniendo mis dedos dentro de ella.
-
Pero, te he hecho daño… yo no sabía que tú aun… - Tartamudeé nerviosa, sin
saber que hacer… Oh mi madre… he
desvirgado a Kelly… Oh, por favor, ¡no lo pienses así! Eres su primera vez… su
primera vez… oh mi madre… - No debería haberlo hecho así… debería ser
especial… - Kelly se irguió un poco y me calló con un beso dulce y lento. –
Vaya… - Suspiré cuando se apartó y me miró mientras me acariciaba la nuca con
suavidad.
-
Para mí es perfecto… Todo es perfecto… - Poco a poco, ambas nos fuimos tumbando
de nuevo y pude sentir como el interior de Kelly se relaja un poco, aunque aún
estaba algo tenso. – Yo… - Kelly comenzó a jugar con mi pelo mientras suspiraba
con fuerza. – Cuando te fuiste… se me derrumbó todo… yo… aún no lo sabía, pero
yo… yo te quería Samantha… - A pesar de la oscuridad, pude ver los ojos de
Kelly brillantes y sinceros. – Aún te quiero… - Noté como unas lágrimas
calientes corrían por mis mejillas sin poder evitarlo, por lo que hundí mi cara
en el cuello de Kelly, aun sabiendo que la vergüenza no tenía cabida en una
situación como aquella, donde mis dedos aún estaban en su interior. - ¿Samantha?
– Preguntó la voz preocupada de Kelly. Pude sentir su nerviosismo en mis dedos,
así que rápidamente cogí aire y me alcé, a pesar de saber que mis ojos seguían
llorando.
-
Kelly, llevo enamorada de ti desde el día en que te vi… - Admití, viendo como
los ojos de Kelly se abría con sorpresa y parpadeaban varias veces, dejando
pasar también dos grandes lágrimas. – Yo… me pasé un año entero chocándome y cayéndome
por todas partes cada vez que te veía… me sentía tan ridícula y torpe… que
hasta que Kate no me empujó a conocerte no lo hice… Y aun así estaba siempre
nerviosa a tu alrededor…
-
¿En serio? – Preguntó Kelly entrecortadamente. Yo asentí, mientras se formaba
una sonrisa tímida en mis labios. – ¿Te caíste tantas veces por mí? – Solté un
fuerte bufido mientras me reía.
-
Sí… todas esas veces fue por ti… Me diste muy fuerte. – Kelly sonrió
tristemente.
-
Tanto tiempo… Tal vez si yo no hubiera estado tan centrada en…
-
Ha ocurrido cuando tenía que ocurrir… - La corté, dándole un suave beso en los
labios. - ¿Sabes? Creo que este es el momento más feliz de mi vida. – Le dije
con otro beso más profundo, comenzando a mover un poco los dedos… ahora todo
volvía a estar caliente y húmedo, y Kelly no hizo ninguna mueca de malestar.
-
Samantha… eres la persona más condenadamente encantadora y dulce que he
conocido en mi vida… Y sí… también será el momento más feliz de mi vida… - Me
dijo, a la vez que me rodeaba con sus piernas.
-
¿Será? – Pregunté extrañada, dejando que volviera a besarme, cada vez con más
profundidad.
-
Sí… lo será si sigues moviéndote así. – Su voz tembló. Inconscientemente, había
comenzado a mover mis dedos despacio, dentro y fuera, mientras mi pulgar
acariciaba con mimo el exterior… era tan suave, que ni siquiera lo había
procesado… era sencillamente natural. – Por favor… no pares… - El súbito
temblor de Kelly me sorprendió, dejándome extasiada… Tan suave… fue una caricia tan suave… La sujeté entre mis brazos
mientras ella temblaba y se abrazaba a mí hasta que su cuerpo se relajó de
nuevo. – Yo no… Jesús es que… has estado dentro todo el rato… y cada vez que te
movías… uff… a lo mejor esto es lo que llaman eyaculación precoz. – Ambas nos
reímos mientras me dejaba caer a su lado, manteniendo nuestros cuerpos juntos.
-
Vamos a tener que estar muy juntitas si no quieres morirte de frío esta noche…
- Le susurré, mientras la besaba por todo la cara, recibiendo un suspiro de
felicidad.
-
Por mí eso es fantástico… ¿Pero mañana podrías prestarme ese pijama de repuesto
tuyo? Ya que no tengo que volver a seducirte con esa gasa de seda…
- ¿Así
que seducirme eh? – Le pregunté, mientras mordía el lóbulo de su oreja,
recibiendo una risa nerviosa en respuesta.
-
Aja…
-
Kelly… me sedujiste hace 4 años en vaqueros y tirantas verdes… la “gasa” sólo
me ha ayudado a entrar en calor en una noche fría. – Kelly me miró asombrada.
-
¿Te acuerdas de lo que llevaba ese día?
-
Pues sí. – Admití avergonzada, recibiendo varios pequeños besos en los labios. –
Cualquiera lo haría… estabas preciosa…
-
Ese día me caí de la cama y llegaba tarde… casi no tenía otra cosa limpia,
acababa de llegar de Escocia… Eres un sol… - Murmuró, esta vez besándome con
mayor insistencia. – Un sol muy sexy… - La lengua de Kelly invadió mi boca con
deleite y pasión, dejándome llevar de nuevo por el agradable hormigueo que se
dirigía entre mis piernas. Antes de darme cuenta, Kelly ya estaba entre mis
piernas arrancándome un gemido ahoga. – Samantha estás tan caliente… - Kelly
comenzó a jugar conmigo, o al menos eso me pareció cuando sus dedos tantearon
una y otra vez mi entrada. Estaba a punto de llegar y quería sentirla dentro de
mí…
-
Por favor Kelly… - Temblé… - Por favor… dentro de mí… lo necesito. – La lengua
de Kelly volvió a invadir mi boca, al mismo tiempo que unos agradables dedos
invadían una zona mucho más agradable. Kelly ni siquiera tuvo que moverse, ya
que nada más terminó de entrar, exploté en su mano, comenzando a temblar en
silencio. Notaba vagamente como Kelly me besaba el cuello y la cara mientras
susurraba mi nombre una y otra vez… Una
preciosa Diosa pelirroja me ha traído al cielo… seguro…
-
Te quiero Samantha… - Escuché por fin, cuando el sentido volvió a mí, y también
la pesadez del sueño. Me apreté más contra Kelly, aspirando su olor.
-
Yo también te quiero, Kelly. – Con un último beso suave y tranquilo, Kelly se apoyó
sobre mi hombro y enrollo una de sus piernas a mi alrededor, suspirando con
satisfacción antes de quedarse profundamente dormida.
Mirando
al techo de mi habitación, vi a Joan Jett en uno de los posters con una
expresión de triunfo y placer…
Sí Joan… ahora mismo me siento igual que
tú…
Porque esta pequeña pelirroja me quiere…
a mí… y esta vez no voy a ir a ninguna parte…
A valido la pena todos los segundos de espera que hemos tenido para este capitulo.... sencillamente hermoso... en todo... me fascina la forma en que escribes... lo haces sentir tan pero taannn belloooo... y me sorprendio bastante lo de kelly aunq me gusto esa parte también...
ResponderEliminarSolo puede reperir FANTASTICO!!!!
Gracias! Y bueno. Si te refieres a su virginidad, se dio a entender hace bastantes capítulos. . Cuando le dijo a Sam que entendia porque Lance le ponía los cuernos... ya que ella aun no quería hacerlo :) y bueno. . Después no hubo nadie más ^^
EliminarPues si se me habia olvidado esa parte..sorry ;p
EliminarDioss despues de tanta espera por fiiiin estas dos señoritas pudieron . *-* me emociona saber que viene en todas las series todas me gustan todas las leo, jeje.
ResponderEliminarSaludos desde Venezuela by Moreno Mex :3
Por fin !! , q capitulo mas bonito y tierno ... ya te lo tengo dicho escribes de maravilla y nos haces soñar con tus historias, sigue asi pero sin darnos muchos sustos ..... no te cargues a nadie :)
ResponderEliminarSaludos
M.S(galicia)
Si xd buen capi,saludos desde Perú
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