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sábado, 13 de febrero de 2016

STIGMA - Capítulo 8

Capítulo 8



Me rodeaba una bruma cegadora. No podía ver nada. No podía sentir nada. Notaba como mi cuerpo se movía sin poder evitarlo. Lo único que podía sentir era angustia. Angustia por no poder salir de mi propio trance.


Reconocía todas y cada una de las sensaciones, o la falta de ellas. Era lo mismo que hacía con mis víctimas. Las ahogaba en la nada y les ordenaba que hicieran todo lo que quisiera. A veces sencillamente era un permiso. Otras era un dolor torturador… Y muchísimas otras era para conseguir apaciguar mi propio placer…

Perdida en la nada, me reconocí a mí misma que nunca hubo nadie en mi cama que realmente quisiera estarlo… O al menos, yo era demasiado impaciente como para comprobarlo. Puede que algunos de ellos me quisieran por mi cuerpo o mi fama… Pero ninguno me quiso por mi personalidad, o por mi forma de ser… No creo que supieran nada de mí que no hubieran visto en un holograma… Soy una mala pécora… Lo sé. Pero a veces creo que si alguna de esas personas me conocieran de verdad, ninguna querría siquiera mirarme…

Fue entonces, cuando de improviso, sentí algo que atravesó esa bruma. Era… extraño, pero muy agradable. No conseguí averiguar de qué se trataba… Lo único que me importaba es que esa sensación no me abandonara. Tan turbadora…

Sin embargo, esa sensación desapareció de golpe al sentir un dolor punzante y frío que me recorrió por entero. El dolor fue tan intenso que la bruma se apartó por completo, dejándome ver por primera vez desde la fiera expresión de Natalie en la piscina. Y lo que vi me dejó helada.

- ¡Fuera! – Gritó Valentina debajo de mí. Mi cuerpo estaba paralizado no sólo por la sorpresa, sino también por el dolor. Un dolor que seguía anclado a mi cuerpo como un escalofrío, pero que, misteriosamente, comenzaba bajo las palmas de las manos de Valentina, que intentaba apartarme de ella con fuerza. - ¡Vete! – Con una fuerza increíble para una chica tan pequeña, Valentina me tiró de espaldas. En el momento en el que sus manos dejaron de tocarme, el dolor desapareció, aunque aún podía sentir una pequeña reminiscencia del mismo.

- ¿Cómo…? – Comencé a decir, pero lo que me rodeaba me dejó sin habla. Estaba en una habitación como la mía, aunque ligeramente distinta. Los colores eran más claros y en vez de ropa o complementos había herramientas y cables por todas partes. Perfectamente ordenados por colores y funciones al parecer… Sobre una mesa de trabajo que no había en mi habitación, había un esqueleto sintético con varios hologramas a su alrededor. Lo último en lo que me fijé, fue el lugar de donde fui literalmente arrancada. Valentina estaba agazapada en sí misma mientras jadeaba… pero sus jadeos me preocuparon. Parecían dolorosos. ¿Le habría hecho daño? - ¿Valentina…?

- ¡Márchate! – Volvió a gritarme, casi con angustia. Una de sus manos se apretaba fuertemente contra su pecho – Por favor… vete… - Casi suplicó en un susurro. Casi con timidez, abandoné su cuarto, que se cerró rápidamente en cuanto pisé el salón.

Me encontraba completamente confundida. ¿Qué había hecho? ¿Natalie me había ordenado hacerle daño a Valentina? No lo creo posible… Ella no parece tan cruel como para hacerle daño…Natalie es casi la única persona con la que Valentina habla con fluidez… ¡No lo entiendo!

Caminé hasta mi habitación y me metí en el cuarto de baño. Fue entonces cuando me vi. Tenía el pelo mojado, al igual que mi cuerpo, que se adhería sin pudor a la camiseta larga que me había llevado al Spa como muda. Pero nada más. No llevaba ropa interior…

¿Me he paseado así por todo el complejo? ¡Qué vergüenza!

Sólo había algo raro… mis labios estaban hinchados y rojos, como si hubiera…

- Oh, no… - Jadeé asustada, llevándome la mano a la boca y recibiendo al instante un calambre inesperado que enrojeció aún más mis labios…

***

- Está bien, ya hemos superados los quince mil pies. – Gritó Marcus por encima del sonido del reactor. Los seis nos encontrábamos enfundados en los trajes especiales para H.A.L.O*. Marcus también lo llevaba, pero antes de subir a la nave nos avisó de que sólo sería en caso de emergencia. – Este primer salto lo haremos en Tándem**. Los cadetes especializados en saltos especiales se colocarán detrás de su compañero. – Continuó. Yo sólo pude cruzar los dedos y esperar que no me tocara con ella… Pero claro, eso era mucho pedir. – Scott, Dupont y Barone serán los guías. – Marcus avanzó hasta nosotros y nos colocó los reactores a la espalda. Hice un par de comprobaciones en los enganches y las conexiones de las manos antes de asentir Marcus. Todos nos pusimos los cascos con filtro y comprobamos que la comunicación funcionaba. – Bien. Koch, con Dupont.

- El reactor no podrá con tanto peso. – Dijo J.J, molesto. – ¡Siempre me toca ir con esta betê! – Escupió. A pesar del casco, sentí el asco de Natalie hacia el suizo. Crétin…

- Koch lleva unas botas estabilizadoras. – Explicó sin más Marcus, colocando al silencioso Bruno enfrente de J.J. Tras un par de minutos de comprobaciones, J.J y Bruno se colocaron frente a la escotilla. Una vez abierta, vi como Bruno era casi empujado por J.J al vació. La escotilla volvió a cerrase. – Berg, con Barone. - ¡Mierda! Eso significa que tengo que ir con Natalie…vale Cassandra. Sólo respira e imagina que es  muñeco… Un muñeco estúpido e inútil…

Casi con miedo, vi como Brigitta se acercó a Valentina. La última semana la modelo había estado bastante silenciosa. Tal vez más de lo normal. Y lo cierto, es que me importaba muy poco… poquísimo. Si Natalie quería tirarse a esa descerebrada era cosa suya…

Mientras intentaba no mostrar demasiado mi enfado, vi como Valentina le colocaba los arneses a Brigitta, con un cuidado casi excesivo de no tocar a la rubia. Tal vez ella también sabía lo suyo con Natalie y se sentía asqueada… Aunque la idea resultaba un poco absurda. Cada día que pasaba Valentina parecía menos… ¿Real? Había algo en ella que me recordaba a alguien, pero no sabría decir a quién, y eso me frustraba. ¡A mí no se me olvidaba nada! Fuera como fuera, algo estaba claro. Fuera cual fuera el don de la señorita Barone, tenía que ver con su absoluta apatía. Las pocas emociones que había expresado parecían casi calculadas, medidas…

Con un poco más de tacto que J.J. Valentina sostuvo a una temblorosa Brigitta antes de saltar con ella del reactor. Esperé a que Marcus mandara a Natalie conmigo, pero no pasó. La escotilla del reactor seguía abierta por lo que miré a Marcus preocupada. El protocolo dictaba que la escotilla no podía estar más de 10 segundos abierta por la falta de oxígeno y la presión. Angustiada vi como Natalie se acercaba a ella, sin nada más que el mono y el casco.

- Scott… - Gritó Marcus al trasmisor de mi casco. – Usted va con Argent… - Mientras lo decía, Natalie se colocó de espaldas a la escotilla. Inconscientemente, di un paso hacia ella. – Debido al historial de Argent, la directora Guerrero ha pensado que lo mejor es una prueba algo más especial. – Miré alarmada a Natalie. Normalmente podía intuir lo que pasaba por su cabeza. Pero ahora no podía ver nada… Era como si Natalie estuviera en blanco… - ¡Cógela! – Gritó Marcus justo cuando Natalie se encogió sobre sí misma y se dejó caer hacia atrás.

Natalie despareció en el vacío.

El mismo vacío que se formó en mi estómago cuando procesé lo que había ocurrido y comencé a correr hacia la escotilla. Natalie estaba cayendo. Sin reactor, sin paracaídas… sin nada.

¡Natalie podía morir!

Y eso fue lo único que pensé cuando salté. Lo único que podía pensar cuando me tiré de cabeza para atraparla. Notaba la fuerza del aire frenarme por la cabeza y los hombros. Podía ver el punto negro y lejano de Natalie alejarse cada vez más de mí. Si ella no extendía cuerpo, jamás podría alcanzarla.

- ¡Natalie! – Grité por el comunicador pero no recibí ninguna respuesta. - ¡Natalie responde! – Volví a intentarlo sin ningún resultado.

- La señorita Argent ha sido sedada por el filtro de su casco. – Sonó la voz de Marcus por el comunicador.

- ¿Y cómo se les ocurre hacer algo así? – Grité alterada. La risa de Marcus me desquició. - ¡Ella podría morir! – Chillé.

- Ella ya ha pasado su prueba… Ahora te toca a ti pasar la tuya. – La comunicación con Marcus se cortó y casi estuve a punto de chillar de impotencia.

- ¡Natalie despierta! – Le volví a gritar, pero su cuerpo siguió cayendo sin la menor resistencia. – ¡Vamos despierta! – Mi sensor marcaba los diez mil pies. Si a la velocidad que iba no activaba el reactor antes de los cinco mil ni Natalie ni yo saldríamos de esta.

Apenas tenía unos cuarenta segundos para que la altura límite me alcanzara… treinta a Natalie. Necesitaba pensar. Marcus dijo que esta era mi prueba, asi que tendrá que ver en algo en lo que fallo.

¡Vamos Cassandra piensa! La vida de Natalie está en juego… Estás bajo mucha presión. La adrenalina no te deja apenas recordar nada. Tus entrenamientos ahora no sirven de nada. Estás sola, cayendo al vacío junto a una persona indefensa que no puede ayudarte porque está dormida…

Está dormida… ¡Claro!

Una prueba mental en un entrenamiento físico. No existe ninguna táctica y no tengo la preparación adecuada. La fe ciega en tu comandante…  Esa era la prueba de Natalie… Y la mía… La mía era decidir su destino. Así que cerré los ojos y usé lo único que creía que podía salvar a Natalie.

La llamé en silencio, con fuerza y casi desesperación. Le supliqué que despertara. Le supliqué que viviera. Mis gritos viajaban como el eco, de manera invisible… Ella siempre me decía que le gritaba mis pensamientos, que mis emociones eran  claras como el agua. Si de verdad era así, tal vez, si abría mi mente y la llamaba con todo lo que sentía. Ella despertaría. Ella me escucharía.

El sensor comenzó a sonar con fuerza. Acababa de cruzar el límite. Si no encendía el reactor ahora, moriría…Comencé a llorar desesperada.

Natalie ya estaba perdida.

***

Algo me traspasó con fuerza, despertándome de golpe. Sentí la tierra acercarse rápidamente a mi espalda, pero no fue eso lo que despertó mi instinto. No.

Fue su desesperación y su dolor los que despertaron la sombra. Esa sombra que posee mis sueños. La misma que tiró de mi cuerpo hasta encontrarse con el suyo. La misma a la que tanto temía y que ahora nos cubrió a ambas cuando alcanzamos el suelo.

***

Fue sólo un segundo. Pero sentí como si mi cuerpo se ahogara.

No necesitaba abrir los ojos para saber quién me rodeaba. Pero no podía ser. Ella estaba muy lejos  caía frente a mí… y ahora. Ahora ambas estábamos quietas. Mi cuerpo se encontraba sobre el suyo siendo abrazado con fuerza. Me sentía mareada y perdida, así que presioné el sensor de mi pecho y la escafandra se abrió para dejarme respirar el aire que me rodeaba.

Habíamos caído en un bosque y la hierba húmeda que nos rodeaba me recordaba demasiado a aquella noche. El frío, la humedad y su cuerpo cálido junto al mío.

El sonido sibilante a mi lado me dijo que Natalie también se había deshecho de su escafandra y pude sentir su mirada sobre mí. Yo había fracasado… me había rendido. Ella me había vuelto a salvar de mi soberbia y tuve la urgencia de huir de sus brazos.

- No… - Susurró. – Quédate así un poco más. – Me pidió. – Lo necesito. – Cuando giré mi rostro y me encontré con sus ojos vi a la pequeña niña del bosque de Kielder. Pero no la vi a ella… me vi mi misma. Insegura, temerosa y traicionada. Me vi llorar junto al lago desde un lejano y frondoso abeto y me sentí tan desolada cuando me giré y dejé de verme agazapada y sola.

Mi mano ahuecó su mejilla y vi como sus ojos plateados se cerraban por la caricia y suspiraba casi con alivio. Fue entonces cuando el pánico se adueñó de mí…

* Hi Altitude, Low Opening

**Salto que se realiza con doble arnés (para dos personas)

Nota de la Autora: Lo sé, voy hiper-mega tarde, pero esta semana he estado hasta arriba y no he podido subir nada antes. Mañana y pasado habrá publicación segura... No sé cuando, pero habrá :D
PD: Sé que esta historia aún parece un poco rara... pero ya se irá asentando. Si tenéis alguna duda, preguntad que os respondo seguro ;)

6 comentarios:

  1. De verdad esta historia tiene algo de terror?

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    Respuestas
    1. Sip.. aunque no llegará hasta que empiecen las misiones. .por ahora sólo es sci-fi
      :D

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  2. Realmente me gusta mucho la historia ya que es un poco bastante diferente a las q usualmente estamos acostumbradas a leer, me gusta la trama lo que si es que te deja con muchas mas ganas de saber hasta parece corto pero se que estas kyy ocupada y haces lo que esta a tu alcanzó de igual manera gracias por no abandonar los proyectos , seras una gran escritora espero algún día un libro y por que no una firma de libros ;)

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  3. Buen capitulo, aunque la verdad me esperaba que el beso fuera entre Cassandra y Natalie; pero igual fue toda una sorpresa saber que el beso en realidad era de Brigitta y Valentina... cada día se esta poniendo mas interesante esta historia.... Gracias por compartirla!!!

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  4. La Historia, "stigma", es fantastica....no he leido todo lo que has publicado en el blog, pero hasta ahora me ha parecido muy bueno...gracias por tomarte el tiempo para publicar...

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  5. La historia es interesante, el cambio de registro esta muy bien. Lo malo es que ya he leído todas tus historia y ahora qué hace mucho que no actualizas y quiero más.

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