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jueves, 28 de enero de 2016

Máscaras De Porcelana - Parte II

PARTE II


Sus labios… Sus labios están sobre mis labios… ¿Cómo demonios ha pasado esto? Esto no está bien. Yo no me puedo involucrar realmente con ella. Ella era mi pequeña gran fantasía. Algo imposible… ¿No?


- Shawn… - Susurró Rose sobre mis labios, al separarse un poco de mí y volver a besarme, esta vez con más insistencia. Antes sólo era un mero contacto continuo, sin apenas movimiento… Pero este era diferente. Más intenso… Más profundo. – Humm… - El gemido que brotó de sus labios fue suficiente para sacarme por completo de mi shock momentáneo.

Eso estaba mal. ¡Estaba fatal!

¡Pero que la colgaran por asesinato si no disfrutaba de este momento!

Sin saber si estaba usando más fuerza de la necesaria, estreché a Rose entre mis brazos y la apreté con fuerza contra mí. Tenía tantas ganas de sentirla por completo… Quería venerarla. Quería cubrir todo su cuerpo de besos… Pero me resultaba tan difícil separarme de sus labios una vez que los míos empezaron a reaccionar.

Con cuidado, casi con miedo. Bordeé ligeramente sus labios, tanteando su reacción. Y casi lloré extasiada cuando su boca no sólo se abrió ante la silenciosa pregunta, si no que cobijó mi lengua dentro de ella con absoluto placer.

Notaba el calor de mi cuerpo aumentar sin freno. Mis manos, cada vez más aventureras, comenzaron a bajar por sus muslos, y mis yemas se recrearon con la tela de algodón que me impedía disfrutar por completo de la seguramente suave y firme piel de Rose.

Rose me deseaba… Lo notaba. Pero mantenía sus manos cautas. Viajan arriba y abajo desde mis brazos a mi cuello pero no se atrevía a ir más allá. Las mías, por el contrario, aunque intentara ir despacio, hacían lo que ellas querían, por lo que no me sorprendió cuando Rose dio un respingo al sentir mis dedos aventurarse por la cintura de sus pantalones.

- ¡Sí! – Me sentía gruñir de placer al escuchar esa simple palabra de sus labios, así que continué sin miedo atravesando el elástico de su ropa interior. Mis dedos ya estaban descubriendo la suavidad de lo desconocido cuando el cuerpo de Rose saltó lejos de mí. -¡No! – Gritó levantándose del sofá, alejándose aún más de mí. – No, no, no… ¡Así no! – Rose se movía de forma nerviosa de un lado a otro de su apartamento, sin mirarme si quiera.

- No… - Musité descolocada. – Yo… - No sabía qué hacer. Mi cuerpo estaba ardiendo y la presión entre mis piernas era infernal. – No. – Dije de nuevo, esta vez mirando a mi entrepierna… como intentando mandarle un mensaje que ni siquiera mi cerebro terminaba de procesar. - ¡No! – Exclamé en silencio recogiendo mi cuerpo en el sofá.

- ¡Oh Dios! – Exclamó Rose, por fin mirándome de nuevo. – Lo siento… Yo… Lo siento mucho. – Empezó a decir, acercándose a mí. No pude evitar sentir una punzada de dolor al ver que lo hacía con cautela. – Yo no pretendía… es decir, Yo sólo quería agradecerte el cumplido… Yo no suelo… Yo no… ¡Joder, estoy nerviosa! – Rose parecía muy alterada, así que como buena profesional que sabía mentir con facilidad, respiré hondo y me levanté del sofá, intentando que no fuera tan evidente mi temblor.

- No te preocupes, Rose. Está bien, de verdad. – Carraspeé, mientras metía mis manos en los bolsillos traseros del pantalón. – Yo… Creo que lo mejor es que me vaya… - Me giré rápidamente para buscar mis cosas y escapar de allí cuando sentí de nuevo el tacto de Rose en mi brazo, reteniéndome.

- No. No te vayas por favor… No quise decir que…ahh… ¿Podemos sentarnos? Aún estoy temblando… - Yo también, quise decir. Sin embargo, de mi boca sólo salió un escueto;

- Vale. – Rose y yo nos volvimos a sentar en el sofá, sólo que esta vez cada una se sentó lo más alejada posible de la otra. No sabía la razón de Rose… Seguramente la incomodidad…Sin embargo, yo tenía muy claro de que si en mi estado volvía a estar a un palmo de ella, necesitaría nitrógeno líquido para volver a enfriarme.

- Shawn… - Empezó a decir, claramente nerviosa. – Tú, me gustas mucho. – Ahora es cuando viene el “pero” – Pero… - ¿Veis? Siempre hay un pero… - No quiero precipitarme.

- ¿Precipitarte? – Pregunté, extrañada ¿No se supone que deberías decir “yo no soy lesbiana” o “yo no podriá salir abiertamente con una mujer” o el mejor… “estoy casada”?

- Sí… veras. Yo… Yo no soy quien crees que soy… - Instintivamente, fruncí el ceño y mi cuerpo se puso alerta. ¿Sería esto algún tipo de trampa? – Es decir. Sí, yo soy así, no te he mentido en eso… Pero no podría empezar algo contigo sin que lo supieras todo… - Continuó. – Ni siquiera creo que quisieras volver a verme si o supieras todo… - Noté como Rose intentaba contener un llanto nervioso. Se veía muy alterada. – Tengo miedo de que una de las pocas personas que ha sido amable conmigo me repudie por algo… de lo que no puedo escapar. – Un pequeño gemido lastimero salió de la garganta de Rose.

- Ey… Rose,  nunca te repudiaría. – Dije, creyéndolo verdaderamente. – Eres una mujer maravillosa y sea lo que sea lo que te haya pasado puedes decírmelo. Yo no voy a dejar de pensar que eres un ángel… - Para mi sorpresa, Rose se burló, dejando escapar una risa corta y seca.

- Créeme. Sobretodo dejarías de pensar que soy un ángel. – se rió, negando con la cabeza. – Es una de las principales razones por las que nunca he podido tener una relación normal… una vida normal. – Rose comenzó a jugar con sus dedos de forma nerviosa. – Por una vez… me gustaría que no sólo fuera sexo. Por una vez… Me gustaría hacer el amor con alguien a quien verdaderamente le guste cómo soy yo y no sólo le atraiga mi cuerpo. – Rose encogió lo hombros. – Claro está que estoy dando por supuesto que alguien como tú querría comenzar una relación conmigo… ¿Qué ingenua no?

Yo me quedé momentáneamente sin habla.

Espera… Además de todo lo raro e incomprensible de esta situación… ¿Rose me está pidiendo salir? ¿A mí? Tenía ganas de gritar; ¡Sí, claro que sí!

Pero obviamente no podía hacer eso. Ni siquiera sabía cuánto tiempo más me quedaba en esta ciudad. Mañana tenía un encargo grande y ya llevaba allí más de cuatro meses… eso era mucho más tiempo de lo que solía quedarse en algún lugar. Una vez apenas estuvo un par de días en un lugar antes de que la llamaran para un encargo especial fuera del país. ¿Y si volvía a pasar algo así? Mira Rose, tengo que desaparecer… seguramente para siempre. Fue un placer… ¡No podía hacerle eso! Y me sentiría muy rastrera abandonándola por dinero… y mucho más saliendo con ella con ese gran secreto entre ambas. No podía funcionar… y aun así se lo pregunté.

- ¿Tú quieres… salir conmigo?

- Me gustaría… Aunque entendería que tú no quisieras. – Dijo con timidez. – Me gustaría tener una relación sincera y aunque aún no esté preparada para contártelo, me gustaría intentarlo… No sé. Conocernos de verdad la una a la otra…

- Oh Rose… Me encantaría poder decir que sí… de verdad… - Los ojos de Rose rápidamente se nublaron. – Quiero decir… Que yo no puedo prometerte ese tipo de relación. Hay cosas en las que no puedo ser del todo sincera contigo…

- ¿Ya estás… saliendo con alguien? – Preguntó ella, con la voz un poco rota.

- ¡No! No salgo con nadie… es sólo que… Bueno, yo también tengo algunas cosas en mi vida que no puedo contarte… Ni siquiera podría contártelo si saliéramos juntas, y por mucho que desee hacerlo. Porque créeme, deseo con todas mis fuerzas tener a alguien como tú en mi vida. – Rose sonrió con tristeza. – No podría hacerte eso… Contigo no podría desaparecer sin más… - Terminé casi en un susurro, mirándola intentando hacerla entender.

Estuvimos así, mirándonos en silencio durante mucho tiempo, como si ambas intentáramos afianzar nuestro tesón… algo, que al menos para mí, era muy difícil. Quería mandar a la mierda mi trabajo por primera vez en mi vida si eso significaba disfrutar de esta magnífica mujer aunque sólo fuera un instante. Pero obviamente, eso no quitaba el hecho de que era una asesina a sangre fría… y aunque yo nunca había sentido remordimientos por ello, sabía que la dulce Rose solo me vería como un monstruo…

Finalmente, Rose se levantó del sofá y se encaminó a su habitación.

- Creo que yo necesito irme a la cama… esto me ha dejado algo agotada. ¿Vienes? – Su voz denotaba algo de súplica, por lo que me resultó muy difícil negarme.

- Lo mejor será que esta noche me quede en el sofá… - Dije sin girarme. Si lo hacía temía que Rose viera mi debilidad e insistiera más.

- Lo entiendo. – La voz de Rose era triste. – ¿Shawn?

- ¿Sí?

- Seguiremos siendo amigas… ¿Verdad? – Oh vamos… no me hagas eso Rose… No me hagas eso…

- Por supuesto. – Escuché como Rose cerraba la puerta de su habitación y yo rápidamente me limpié una lágrima rebelde de mi mejilla. Ahora tendría que irme… Y no quería hacerlo.

No quería dejar de verla.

***

Al despertarme por la mañana, Shawn ya no estaba a pesar de ser las 9 de la mañana de un sábado.

Como una autómata, me dirigí a mi sofá y me dejé caer en él como un peso muerto, aferrándome al instante a un cojín para intentar contener nuevas lágrimas de frustración y tristeza. Esto era lo que le esperaba. La soledad.

La cruel y amarga soledad. Nadie nunca iba a quererme después de todo lo que había hecho. Los celos y el resquemor siempre estaría ahí, y si no lo estaban, la persona con la que compartiera  su vida no vería más que eso, un cuerpo con el que se acuesta por las noches…

Aún recuerdo con nitidez la primera vez que me ilusioné con alguien.

Yo apenas llevaba unos meses en la industria y él era uno de los ayudantes de iluminación. Fue agradable y tierno… Y en la cama parecía realmente sentir la pasión que deberían sentir dos amantes… Eso apenas duró un par de semanas, antes de encontrarlo en plena faena con otra de las actrices en uno de los decorados.

Al pedirle explicaciones el sólo se rió. “Estas últimas semanas te has tirado a tres tíos diferentes” decía “Y yo sólo me he acostado con una… No montes tanto escándalo” yo, dolida, le dije que era diferente. Que ellos sólo eran trabajo… ella no quería acostarse con ellos, ella sólo quería acostarse con él porque era su novio; “Vamos Barb, ya sabes cómo va esto. Sólo es sexo. Disfruta de tu juventud y folla con todo el mundo… Es lo que yo hago… Ya tendrás tiempo de asentarte cuando te despidan dentro de unos años. Cuando otra más joven y con las tetas más grandes llegue. Si quieres hacerlo conmigo por mi perfecto, aún estoy listo para otra ronda…Tal vez podamos jugar los tres juntos…” Fue una de las pocas veces en mi vida que he pegado a alguien. La otra chica se disculpó, pero tampoco parecía muy afectada, y él sencillamente me llamo puta y no volvió a hablarme. Me alegré cuando me enteré de que lo echaron por pegarle ladillas a una de las chicas. Al parecer no sólo se tiraba a las actrices, sino que también frecuentaba las fiestas de producción donde trataban a varias prostitutas de los bajos fondos. Nosotras vamos religiosamente a revisión cada dos semanas ya que un parón en la producción podría llegar a costar millones.

El camino que había tomado en su vida la había llevado hasta allí, y ya no podía hacer nada para cambiarlo. Y mucho menos ahora, con las nuevas tecnologías. Nunca escaparía de su pasado. Siempre habría alguien que la reconocería…

¿Y si lo dejo?

No tienes dinero suficiente para retirarte sin más. Ahora estás empezando a ganar dinero y si lo dejas ¿quién crees que va a contratar a un ex actriz porno sin experiencia laboral “normal”?

Pero tengo algo de dinero ahorrado. Tal vez si me apunto a algunos cursos… Soy organizada. Sería una buena secretaria…

¡Já! ¿Y crees que tus jefes serán buenos contigo? Seguramente sólo te contraten para poder echar un polvo de oficina cuando les venga en gana…

Pero… ¡yo no quiero seguir con esto! ¡Quiero una vida normal! Aunque la tenga que pasar sola… Si tengo que desfigurarme para que dejen de reconocerme lo haré… Pero no pienso vivir más tiempo en esta humillación… Yo sólo quiero tener una oportunidad de ser feliz…

Decidida. Me levanté del sofá y comencé a preparar mi vestido para esta noche. Hoy se daba la fiesta de celebración habitual de cada vez que se terminaba un rodaje. Normalmente no solía ir, pero tenía que hablar con su agente sin darle oportunidad a que escapara. Esa rata de Joe nunca la escuchaba y estaba empezando a hartarse.

Llamé a Marcy para preguntarle donde sería la fiesta y ella se alegró de que finalmente me hubiera decidido a ir.

- ¡Es genial que vengas! Giorgio ha conseguido una coca de primera… - No pude evitar un mueca de desagrado.

- Sabes que esos rollos no me van, Marcy… - Le dije.

- ¡Vamos! ¡Enróllate! ¡Será divertido! El sexo es muchísimo mejor estando colocado…

- Bueno, yo no tengo ninguna intención de follar en la fiesta así que gracias, pero no.

- ¡Aburrida! – Chilló Marcy, a cual, si no estaba ya colocada, tenía restos de haberlo estado la noche anterior. – Oh, casi se me olvidaba. La fiesta es de temática veneciana o como se diga… No te tienes que poner ningún traje pomposo pero si tienes que llevar una máscara… Una tontería que surgió tras una apuesta de Jim y Billy… creen que pueden identificarnos a todas por nuestro trasero. – Se rió.

- Genial, ¿y donde encuentro yo ahora una máscara? – Pregunté exasperada.

- Oh, no te preocupes. Entra por la puerta de atrás del segundo plató y ve directamente a Atrezo. Lucy a pedido una caja de 50 máscaras de porcelana blanca…

- Eso es… muy creepy. – Comenté. Ella sólo se volvió a reír.

- Lo sé, es parte del juego. Si Jim acierta quien eres te quitarás esa máscara y te pondrá una roja a cambio, si acierta Bill, te pondrá una azul. El color que más predomine se lleva el gran premio.

- ¿Qué sería…?

- Julia desnuda convertida en un postre. – Torcí el gesto con asco. Julia era el nuevo fichaje. Tan solo tenía 19 años y por ello obviamente todos querían degustarla antes de que “perdiera su estrechez”. Tenía ganas de gritarle a esa niña que corriera todo lo lejos que pudiera de ese mundo… Pero las drogas y el dinero mandan… y ella hace tiempo que se dejó engatusar por el – Nos vemos esta noche preciosa. – Marcy colgó y yo me quedé con una sensación extraña.

Tal vez no debería ir…

¡Ni en sueños! Vas a ir a conseguir el finiquito y luego… Luego no volverás a ver a ninguna de esas personas…


Con la determinación renovada, me fui a al baño darme un relajante baño de sales. Tenía que calmarme y pensar muy bien cómo conseguir ese cheque antes de soltarle la bomba a Joe…

Nota de la Autora: Sólo queda 1 parte más para terminar esta historia :D Como comenté en Facebook, esta historia debió haberse publicado sola ayer, pero bueno, yo y blogger, blogger y yo. No sé si mañana tendréis el último capítulo de esta historia, o decido continuar las demás... Según como esté mi cabecita ^^ ¿Sugerencias?
PD: Que por cierto.. ¿Quién dijo que esta historia iba sobre sexo? Es una historia absurda con dos personajes poco normales... Es más, desde el inicio la pensé como una historia in relaciones sexuales (al menos detalladas). Pero como luego me pedís avive el fuego... pues siempre os consiento un poquito xD

3 comentarios:

  1. Bueno cualquiera q publiques esta bien ,pero si me das a elegir...
    PLMDE-LEAE o wild y wise eso t lo dejó elegir a ti o a las demás lectoras
    ;)

    M.S

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  2. Me encantan tus historias y no importa cual publiques, yo me conformo con que publiques una

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  3. Me gusta esta historia...creo que da para muchos mas capítulos, incluso podría ser un libro fantástico creo.....lastima que solo tiene un solo capitulo mas y sobre todo lastima que cuando una de sus protagonistas sea acteiz porno jaja ( justo no tenga ninguna escena de alto voltaje ) je una opinión nomas! ....saludos Bella. Maria de Argentina

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