CAPÍTULO 12
***
“It’s Burlesque…”
Desde
detrás del escenario, vi a Elizabeth sonreír a esos estúpidos con suficiencia.
Estaba enfadada… muy enfadada. Elizabeth se despidió del público y agarró la
silla con la que había bailado tan sugerentemente hace tan sólo unos segundos y
se dirigió hacia donde yo estaba mirando hacia el suelo. Ya casi estaba a mi
altura cuando vi a Sabine dirigirse hacia mí.
No
me apetecía nada hablar con esa bruja ahora, así que aproveche a un grupo de
chicos que pasaba por allí para despistarla. Desde mi escondite, vi como Sabine
alzaba la cabeza buscándome durante unos segundos para finalmente ir en
dirección a la mesa donde se encontraban Ira y David. Suspiré con fuerza y
busqué con la mirada a Elizabeth, pero no la veía por ninguna parte, así que me
dirigí a la barra para preguntar a la camarera si la había visto.
-
Disculpa, ¿Sabes a donde ha ido mi amiga? – Le pregunté a la camarera. – Es la
chica que ha estado bailando ahora. – Ella pareció comprender y asintió con la
cabeza.
-
No la he visto, pero me pidió una silla y le dije que podía cogerla en el
almacén. – Dijo señalando a una puerta cercana a los baños. – Seguramente haya
ido a dejar la silla y cambiarse allí.
-
Gracias. – Me despedí de la camarera y me dirigí hacia la puerta, puede que ya
no tan furiosa, pero aun así quería explicaciones. No sabía porque me sentía
tan molesta con Elizabeth…pero lo estaba.
La
puerta del almacén estaba entreabierta y entré sin llamar, pero me paré en seco
ante la imagen de Elizabeth de espaldas a mí, quitándose el bombín y dejando
que su larga melena castaña cayera en cascada por su espalda semi-descubierta. Sus
dedos agitaron su pelo mientras se sentaba en la silla y estiraba una de sus
piernas para quitarse la liga roja. Esa
liga es mía… pensé. Nada más que mía…
cerré la puerta con fuerza y me dirigí hacía ella con la intención de… ¿Qué? ¿Desnudarla tú? La expresión
asustada de Elizabeth me devolvió a la realidad. ¿Qué carajos te pasa Alexia? Estaba nerviosa, y la mirada
interrogativa de Elizabeth no me ayudó demasiado. Me paré en seco y dije lo
primero que se me vino a la cabeza.
-
¿Se puede saber qué demonios estabas pensando? – Le grité. Sí, eso es… estas molesta Alexia, nada más… Elizabeth abrió más los
ojos de la sorpresa. – ¿Cómo se te ocurre comportarte así delante de todo el
mundo? ¡Esos idiotas sólo querían…!
-
Espera, Espera… ¿A qué viene todo esto? Soy bailarina, y esto es lo que me
gusta hacer… puede que no lo que acabas de ver, pero eso no quita que no sea
capaz de hacer este tipo de baile… - Eso
era… estaba enfadada por el Striptease que le ha hecho a toda la maldita
Academia.
-
No, ya… y vas y eliges una obra que trata sobre la prostitución musical, ¡No te
jode! Se supone que somos pareja, ¿Cómo crees que debo comportarme después de
verte bailar así? – Seguí gritando, moviéndome
de un lado a otro, alterada. Claro que sabía cómo me comportaría… como me
sentí. Con ganas de matar a todos los degenerados que se la comían con los ojos.
-
Pues si fueras mi novia estaríamos teniendo sexo salvaje en un almacén. – Me
dijo Elizabeth, con una descarada media sonrisa. Ella me dio la espalda para
coger su bolsa y tuve una perfecta visión de su trasero. Me quedé de piedra. Tuve
que sujetar mis manos para no agarrarle el trasero. ¿Qué…? Un momento… ¡Eso es! Escuché las voces de la gente fuera del
almacén… era tan sencillo, ¿Por qué no se me había ocurrido antes? Agarré a a
Elizabeth con rapidez, sujetándola con fuerza por la cintura. Tenía que ser
rápida si no quería que me diera una bofetada. - ¿Qué…?
-
Sí… - Dije, girándola bruscamente, haciendo que se quedara de cara a mí. –
Exactamente eso. – La alcé sobre mis brazos y la senté en unas cajas cercanas, colocándome
encajada entre sus piernas para evitar que se escapara, sujetando sus brazos
con firmeza.
-
¿¡Pero qué demon…!? – Le tapé la boca y miré hacia la puerta. Reconozco esa voz…
es David. Le pedí a Elizabeth que no hiciera ruido, y para mi sorpresa asintió
sin dejar de mirarme. Al mover su cabeza sentí el roce de sus labios en mi mano
y al apararla la miré. Ahora estaba manchada de carmín… Genial, no es permanente… va a funcionar…
-
Perfecto… - Dije sin más. La miré directamente a los ojos y respiré con
profundidad… Venga Alexia… no es tan difícil…
sólo ve y bésala rápidamente… mi fui acercando a ella lentamente, sin
apartar la mirada, manteniéndola sujeta y encerrada para evitar que se moviera…
pero ella no se movía… ¿Por qué no
intentaba apartarse?
Ya Alexia… deja de pensar y ¡ataca! La agarré por la nuca con ambas manos y me acerqué a
ella de manera salvaje, juntando nuestros labios por completo. La besé con
fuerza, consiguiendo así que su carmín me manchara por completo. Esperé el
golpe que nunca vino… Me está
respondiendo… ella está…
Sentí
mi corazón golpear con fuerza en mi pecho…
es esta ansiedad de nuevo…es…agradable… me dejé llevar por el beso, bajando
el ritmo y profundizándolo mucho más, jugando con sus labios, mordiéndolos y
lamiéndolos… rodee con mis brazos su cintura, apretándola contra mí… necesitaba
más… necesitaba…Humm…La lengua
curiosa de Elizabeth entró en mi boca y me sorprendí al gemir por ello. Era tan
fácil perderse en sus labios. Nuestras lenguas parecían conocerse por años. Jugando
entre ellas sin problema.
Un
escalofrío me recorrió al sentir sus manos enredarse en mi cabello, masajeándolo
y acercándolo más hacia ella, impidiéndome apartarme. Pero no lo haría…al
contrario… quería más. Quería sentirla más cerca y nuestros cuerpos ya estaban
completamente pegados. Sus piernas se enrollaron alrededor de mi cintura y
juraría que sentí el calor y el ansia de Elizabeth… para mí fue como una señal…
una señal que me daba permiso a más…
Recorrí
su espalda, buscando cómo quitarle el body, cuando sentí una pequeña bola de
tela en la parte alta del cuello. Lo solté y encontré la cremallera, que bajé
lentamente mientras acariciaba la nueva piel descubierta. Sentí el palpitar de
mi entrepierna… quería empotrar a Elizabeth salvajemente, lo necesitaba… lo
deseaba… lo har…
Escuché
el sonido de la puerta abrirse y sentí como un chorro de agua helada me caía
encima al recordar el porqué de todo esto. Me separé de golpe de Elizabeth,
sintiendo como mi interior se desgarraba por la falta de contacto, y miré hacia
la puerta, intentando situarme.
David,
Ira y Sabine estaban en la puerta, mirándonos con expresiones completamente
diferentes… vergüenza, diversión y… es mirada recelosa y furiosa de Sabine era
claramente de odio… ¿Pero por qué?
-
Eh… - Dije con la voz ronca. Carraspeé y miré de nuevo hacia Elizabeth, que
respiraba con dificultad y tenía la cara completamente roja… - ¿Nos buscabais para
algo? – Dije intentando sonar lo más confiada posible.
-
No, no… no os preocupéis – Dijo Ira divertida. – Os buscábamos porque “la
bailarina misteriosa” ha ganado el primer premio… pero nada, ya lo recojo yo. –
Ira tiró de David hacia afuera y miró a Sabine para que la siguiera. – Creo que
necesitan algo de intimidad… - Ira cerró la puerta y Elizabeth y yo nos
volvimos a quedar a solas.
Al
mirarla sentí la necesidad de volver al lugar que se había quedado libre entre
sus piernas… pero ya no había necesidad… ¿verdad? Me limpié el carmín de mis
labios con el dorso de mi mano y lo solté sin más.
-
Uf… menos mal que ha funcionado. – Dije nerviosa. Elizabeth me miró extrañada,
y me sentí rara al ver como volvía a cerrar las piernas. – Digo, tuviste una buena
idea y como escuché que nos estaban buscando yo simplemente… bueno… lamento eso…
- Elizabeth apretó las manos con fuerza sobre su regazo y bajó la cabeza, pero
no antes de que viera sus ojos brillar por las lágrimas contenidas. – Eli yo…
-
¿Genial, verdad? Se lo han tragado. – Dijo con la voz temblorosa. Levantó la
cabeza y me miró… pero sus ojos ahora eran fríos. – Yo siempre tengo buenas
ideas. – Se bajó de un salto y cruzó los brazos bajo su pecho, sujetando así el
body que ahora estaba suelto. - ¿Podrías marcharte? Me gustaría cambiarme…
-
C-claro. – Dije rápidamente, dirigiéndome hacia la puerta. – Te dejo sola. –
Salí del almacén y cerré la puerta con cuidado, apoyándome en ella después…
Esto era lo que yo quería, ¿verdad?
Ahora nadie dudará de nosotras, pero… ¿Por qué me siento tan mal? Siento como
si hubiera hecho algo horrible, pero el beso me resultó tan… natural… que hasta
incluso me asusta… y esa mirada… esa mirada fría tan diferente a la calidez y
la pasión de sus besos…
Me
dirigí hacia la mesa donde nos esperaban los demás con la angustiosa sensación
de que dejaba algo importante atrás…
Pero porq!!! Siempre te encanta enredar las cosas entre las dos... pero bueno gracias por poner los sentimientos de ambas de las mismas situaciones... y pues me imagino q Elizabeth esta super herida por lo q dijo alexia...
ResponderEliminarBueno será esperar el priproximo capítulo a ver como se desenvuelve todo eso.
Noooo pero es que Alexia es idiota o que, le acaba de dar un golpe muy bajo a Eli... Espero que reaccione y pronto.
ResponderEliminarSaludos, Luisa V.
ya esta ya se complico.... ahora una esta dolida la otra no se entera y aqui ninguna de las dos se dicen lo q sienten
ResponderEliminarM.S(galicia)
Como pudo haber dicho eso, yo siendo alex estaría sintiéndome como una cucaracha, bueno tambien esta el hecho de que no se han demostrado abiertamente sus sentimientos, alex sigue pensando que eli es creida y cosas asi, en cambio eli piensa que alex esta enamorada de la odiosa de sabine.
ResponderEliminarEn que quedara esta historia, solo queda a esperar pacientemente. Por que no toca sufrir
Gracias por la nueva entrega, besos!!!! atte. Maria Rene