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martes, 9 de junio de 2015

Oculta Entre Las Sombras Capítulo 6

CAPÍTULO 6

Elizabeth estaba sentada lo más alejada posible de mí en el coche que nos llevaba a la Academia. No me había mirado después de lo que le dijo su padre esta mañana en el desayuno.

- No quiero que le causes ningún problema a Alexia, ¿Me has entendido, Elizabeth? Si me entero de nuevo que te has dirigido hacia ella de forma inadecuada pienso meterte en el internado Prescott para que acabes tus estudios…

- ¡Pero Papá! ¡Eso es un internado militar! – Dijo Elizabeth, levantándose enfadada de la mesa.

- Así a lo mejor aprendes mejor lo que significa la palabra respeto, señorita… - Will tomó un sorbo de té y me miró intensamente. – Y tú Alexia, espero que respetes lo que te pedí el sábado… - Elizabeth me miró extrañada por un momento. Yo suspiré y asentí.


- Sí señor…

- ¿A qué se refiere, papá? – Preguntó elevando la voz Elizabeth.

- Pues que de ahora en adelante Alexia no va a separarse de ti… ni en clase, ni en fiestas, ni en nada…

- ¡Pero papá…!

- ¡Pero papá nada! O esto o el internado fuera de la ciudad… hasta que averigüe quienes son los responsables de tu intento de secuestro no pienso dejar que vuelvas a estar sola…

- ¡Argg! ¡Cómo quieras! – Gritó y se marchó del comedor. Una vez que Elizabeth cerró la puerta, Will quitó su semblante serio y empezó a reírse a pleno pulmón.

- Igualita que su madre… - Esta familia está ida de la olla…

El coche frenó delante de la puerta doble de hierro de la Academia y cuando iba a salir del coche, sentí como una mano presionaba por un instante mi hombro izquierdo. Me giré y vi una expresión en Elizabeth que nunca antes había visto. ¿Era miedo? No… parecía que estaba nerviosa

- Habrá que inventarse algo creíble para explicar el hecho de que a partir de ahora vengamos juntas a clase y no te separes de mí… - Dijo mirándose las manos. Si no supiera lo perra que es, la estaría tranquilizando… pero no.

- Humm… ¿Qué tal si decimos que tu padre me recogió de la calle y ahora soy tu nueva hermanastra… heredera de toda tu fortuna? – Elizabeth me miró con los ojos muy abiertos y la boca en forma de “O”.

- ¡Eso no se lo creerá nadie! – Dijo enfadada.

- ¡Claro que no se lo creerá nadie, Elizabeth! – Le dije con una sonrisa. Al final esto me va a acabar gustando. – La única razón para que tú y yo nos volvamos tan unidas de un día para otro es muy simple…

- ¿A sí? ¿Y cuál es? – Preguntó molesta, cogiendo su bolso del suelo del coche y cogiendo su móvil.

- Sexo. – Dije sin más. Vi como el móvil se le escurría de las manos y su rostro se volvía de un rojo intenso.

- ¿Cómo que… sexo? – Preguntó a trompicones, mientras intentaba recoger con manos temblorosas el móvil.

- Pues eso…sexo. Ya sabes, lo que hacen dos personas juntas cuando…

- ¡Sé lo que es el sexo! Lo que no entiendo es por qué demonios eso es una solución para mi problema…

- Muy sencillo “pastelito” – Le dije guiñándole un ojo. – Lo más lógico es que sea porque somos amantes…

- ¿Cómo qué amantes? – Gritó alterada. - ¿Cómo demonios se va a creer la gente semejante estupidez? – Siguió gritando, agitando las manos de un lado a otro.

- Yo que sé… diles que te metías tanto conmigo para llamar mi atención… que estabas tan locamente enamorada de mí que…

- ¡Está bien! – Gritó. ¿Qué? ¿Está aceptando? ¡Pero si lo decía de coña! – Pero ni se te ocurra pasarte de la raya… ¿Te enteras? – Me dijo, señalándome amenazadoramente con el dedo. Yo levanté ambas manos haciéndome la inocente y sonriendo de oreja a oreja.

Salí del coche primero y esperé a que saliera. Mientras ella salía pude sentir un centenar de ojos clavados a mi espalda… que les gusta el salseo… cerré la puerta y mientras Elizabeth se colocaba distraídamente el bolso, la rodee por la cintura sintiendo como de inmediato su cuerpo se quedaba tan rígido como una tabla. Me acerqué a su oído y le susurre…

- Sonríe querida…tenemos público. – Vi cómo se ponía roja de ira y temblaba, seguramente conteniéndose de pegarme un buen puñetazo.

- Me las pagaras por esto… te lo juro. – Me dijo en un susurro, mostrando una de las sonrisas más falsas que le he visto. Comenzamos a andar sonriendo a todos aquellos que nos miraban con la boca abierta y escuchando de vez en cuando los susurros descarados de los grupos que empezaron a formarse.

- Lo sé. – Dije pasando mi brazo alrededor de su cuello. – Tomate esto como una pequeña venganza personal por todos estos años… - Le dije al oído. – No será para tanto. – Sabía que muy probablemente pagaría todo esto con creces, pero para lo que quedaba de curso merecía la pena el riesgo.

***

Me sentía tan extraña teniendo tan cerca a Alexia. La culpabilidad y el placer se mezclaban provocándome un estado permanente de shock. Todos mis amigos, cotillas interesados, no habían parado de preguntar desde cuando estábamos saliendo y si todo había sido teatro. Cuando yo intenté convencerlos de que había sido algo fortuito Alexia siempre les afirmaba que así era… que yo estaba tan perdidamente enamorada de ella que no sabía otra forma de llamar su atención… sabía que lo estaba diciendo para molestarme…pero es que ella no se daba cuenta de cuan cierta era su afirmación. Sí Alexia, soy tan inepta románticamente hablando que caí en el acoso escolar para llamar tu atención, que maduro por mi parte ¿verdad?

Dios, esto era absurdo. Desde que la conocí siempre había soñado con que estuviéramos así. Juntas. De una forma u otra. Pero esto me dolía. Verla tan cómoda fingiendo me hacía sentir enferma. Yo sabía que ella me odiaba, sabía que todo esto no era real. Prefería mil veces que me tratara con indiferencia o con odio a que me diera esa falsa sonrisa y me mirara con esa mirada suya tan vacía y fría… ¿Qué te he hecho?...

- ¿Eli? ¿Me estás escuchando? – Me preguntó Ira, sacándome de golpe de mis pensamientos. Estábamos en el comedor y tenía enfrente de mí a Alexia, leyendo un libro de texto mientras comía pausadamente una manzana.

- Lo siento, estaba pensando en el baile… - Dije, para que Ira no preguntara más de la cuenta. La rubia era una de sus amistades más cotillas y por muy buena que fuera no iba a dejar que la pusiera en evidencia delante de Alexia.

- Cierto, estoy deseando verte bailar. ¿Qué pieza vas a bailar? – Preguntó, curiosa, como siempre.

- El Danubio Azul… es clásico y seguro…

-Y aburrido… - Dijo Alexia, levantando la vista del libro y mirándome, desafiante.

- ¡No es aburrido! Todos los años hay una representación del Danubio Azul y la coreografía que hemos planeado Stephen y yo es más moderna.

- Sí, lo sé, pero eso no significa que vayas a destacar… y sé perfectamente que eso es lo que quieres… Si quieres entrar en la RAD tendrás que impresionar a la dirección con algo más…

- ¿En serio? ¿Y qué sabes tú de baile si se puede saber? Por mucho que sepas de música clásica eso no demuestra nada… - Dije molesta.

- Eli, el padre de Alexia fue un gran coreógrafo de la RAD y su madre era primer violín en la orquesta sinfónica. – Dijo Ira en mi oído, pero pude ver como la expresión de Alexia se volvía dura y fría. – Creía que todo el mundo lo sabía…

- Si me disculpáis… - Dijo Alexia, marchándose de la mesa. La seguí con la mirada hasta que salió del comedor y entonces me giré hacia Ira con expresión reprobatoria.

- Lo siento Eli, no pensé antes de hablar… - Dijo Ira, bajando la cabeza.

- No, si tú nunca piensas antes de hablar Ira… - Le dije, empezando a recoger mis cosas.

- Tiene que ser horrible perder así a tus padres… - Dijo en apenas un susurro.

- ¿A qué te refieres? – Pregunté extrañada.

- Bueno, según mi madre sus padres murieron en un accidente de coche después de un viaje a Francia…existen rumores de que ella también iba con ellos en el coche y que vio como como ellos…Ya sabes. – Dijo Ira, con una mirada triste. – Cuando lo oí no me lo creí… ya que siempre era tan tierna y amable con todo el mundo cuando llego aquí…pero últimamente, no sé…

- Sí… lo sé. – Dije, pensando en lo triste que la había visto el último mes. – Me voy a clase. Ya nos veremos luego.

- Ok… por cierto. – Dijo Ira, agarrándome de la muñeca. – No se te olvide que este fin de semana celebro mi cumpleaños en Troopers, he alquilado el local sólo para nosotros… no se te olvide traer a Alexia, ¿ok? Me gustaría que viniera…

- ¿Y eso? – Pregunté, de nuevo extrañada.

- Pues… bueno, aparte de que empezaron a salir… me gustaría conocerla más. Creo que es una chica muy interesante, ¿No te parece? – Dijo con una sonrisa.

- Sí… lo es. – Dije, sonriendo también.

- Tienes suerte de salir con ella… a pesar de todos los piques que tenéis, tenéis una química muy buena… sois guapísimas, talentosas e inteligentes… me dais envidia.

Sonreí de manera cómplice, pero en cuanto salí del comedor, la sonrisa se borró de mi rostro y una gruesa lágrima corrió por mi mejilla. Aún estaba limpiándome la cara cuando escuché una voz que me resulto desagradablemente familiar.

- Vaya, vaya… pero si es la princesita de cuento de la Academia Hamilton. – Dijo Sabine, mientras pasaba un lápiz entre los casilleros del pasillo, haciendo un desagradable sonido de traqueteo continuo. – Y dime, Kensington, ¿cuánto dinero has tenido que usar para conseguir llevarte a la buena de Buckley a la cama? – Apreté con fuerza los puños a mis costados para no ceder a mis deseos de darle un buen puñetazo en esa geta francesa suya.

- No sé de qué hablas Sabine… De todas formas, ¿no deberías preguntárselo tú? Al fin de al cabo… vosotras sois amigas… ¿Me equivoco? – Le dije, marchándome de allí.

- Oh, cierto… me divertí mucho jugando con ella… era tan adorable… - Susurró. – Si no hubiera conocido a David seguro que me lo habría pasado muy bien con ella en la cama. – Me frené en seco y me giré para encararme con ella. – Total… no es como si se hubiera negado. ¿Verdad? – Dijo con una sonrisa maliciosa.


No pude aguantarme más y me lancé hacia ella con un puño en alto. Vi como la expresión de Sabine cambiaba en un segundo de fanfarronería a miedo. Estaba a tan solo unos centímetros de su cara cuando sentí otra mano rodeando mi puño, desviando mi golpe hacia el aire. No me hacía falta girarme para saber de quién se trataba.

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5 comentarios:

  1. Maldita Sabine, espero que Alex la escuchara y la ponga en su sitio por *$%#
    Espero que ellas puedan tener pronto un momento íntimo en el que puedan hablar sin tanto odio y reproches de por medio.
    Saludos :)
    Luisa V.

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  2. Ahhhh!!!! Siempre igual nos dejas picadas.... hay dios espero q alexia haya escuchado todo... y no solo visto la ultima parte... asi odiaria mas a Elizabeth...
    Gran capitulo... se van entendiendo mejor las cosas

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  3. Noooooo, por qué lo dejas ahí, serás mala:(
    Bueno, espero con ansias el próximo capítulo((:

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  4. Awwwwwwwwwwwwwwwwwww que capitulo , me dejo con ganas de leer mas, a esperar a la proxima entrega, gracias por publicar diariamente ^^

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  5. ya te vale dejarnos con este suspense.... te gusta hacernos sufrir, eh ..? esto va a traer mas complicaciones entre ellas seguro q no escucho nada de lo q dijo esa zorra .no nos hagas sufrir
    mucho :)
    M.S (galicia)

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