Oculta Entre Las Sombras Capítulo 23

CAPÍTULO 23

(En algún lugar de mi memoria)

Me sentía… rara.

Sí, puede que rara se la palabra que busco. Notaba mi cuerpo muy entumecido, y me movía sin saber muy bien a donde ir…

La primera vez que me pasó, había mucho ruido alrededor… lo que pensé fue que quería dormir, pero el ruido no me dejaba. Así que intenté taparme los oídos para evitar escuchar los gritos y las quejas… pero mis brazos eran muy pesados y no tuve más remedio que abrir los ojos.

Poco a poco, fui distinguiendo unos contornos borrosos a mi alrededor… eran como sobras altas y ruidosas que no paraban de moverse y agitarse. Algunas se cernían sobre mí… otras se cernían sobre varias sombras más alejadas…

Conseguí alejarme de las sombras que estaban más cerca de mí e intenté escuchar que era lo que gritaban… pero sólo podía distinguir ruidos incomprensibles y voces apagadas…

Me di cuenta de que no todas las sombras eran iguales. Algunas eran más nítidas que otras… unas pocas eran casi por completo como un borrón oscuro… otras eran más perfiladas, dejando ver perfiles cada vez más nítidos…

De repente, un ruido ensordecedor retumbó en la sala en penumbra y dos de las sombras que estaban más cerca de mí, soltaron gritos agónicos mientras sus sombras se volvían completamente corpóreas. Pude ver como uno de ellos estaba muy confundido y asustado… y el otro estaba furioso…

La figura del hombre que estaba furioso se hizo cada vez más sólida… y comenzó a intentar tocar a las demás sombras, pero estas se escurrían entre sus manos… enfadado, agarró al hombre asustado de su lado, y lo zarandeo y empujó con desagrado, hasta que el hombre asustado se hizo cada vez más traslucido, hasta desaparecer por completo…

Intenté alejarme del hombre furioso, pero antes de poder alejarme lo suficiente, me miró con unos ojos inyectados en sangre. El miedo se apoderó de mí al ver como se acercaba y levantaba uno de sus puños. Cerré los ojos esperando que me hiciera desaparecer… como al otro… pero un dolor intenso me encogió el estómago… sentía como algo tiraba de mí con fuerza… yo intenté resistirme… pero no podía… abrí los ojos de nuevo, viendo al hombre furioso intentar tocarme y no poder hacerlo…

Sin que mis pies se movieran, sentí como me arrastraban hacia el suelo… tal vez desapareciera como el hombre asustado… bueno, si ha de ser así… que así sea… mientras mi mente volvía a quedarse dormida a pesar del dolor cada vez más desagradable, vi como algo de un tamaño descomunal, agarraba al hombre furioso y se lo llevaba a cuestas hasta el otro lado de la habitación… ¿Qué sería…? Su sombra era muy diferente a las demás…

Mi mente, volvió a quedarse sumergida en la oscuridad…

Los fuertes ruidos fueron desapareciendo… hasta permanecer sólo susurros inconexos… de vez en cuando, junto al desagradable dolor que acompañaba mi inconsciencia, había algo cálido y suave que me envolvía… un sentimiento agradable que me hacía soportar el dolor… cuando de repente… los fuertes ruidos volvieron y el dolor volvió a desvanecerse…

Pero esta vez fue distinto… las sombras ya no eran tan difusas, y poco a poco, tras forzar la vista, pude ver a varias personas rodearme de nuevo… pero no era yo… ¿O sí?

Recordaba vagamente quien era la persona postrada en la cama… pero me parecía tan extraña… tan desconocida… varias personas de verde y blanco la rodeaban preocupados y alterados… cada vez llegaban más, hasta que finalmente decidieron llevársela…

Curiosa, los seguí fuera de la austera habitación… pero algo me retuvo en la puerta… había varias personas fuera que la seguían con la mirada, postrada en esa cama… nadie se movió, hasta que una persona, una chica, intentó seguirla, pero nadie la dejó… un hombre alto y fornido la rodeo entre sus brazos y la meció mientras la chica lloraba desconsolada… verla llorar me provocó un insoportable dolor en el pecho, así que levanté mi mano con la intención de consolarla, pero unos fieros ojos verdes me miraron desde lo alto.

“Lucha” Dijo con fuerza. ¿Me ve? ¿Me habla? ¿Qué soy? ¿Quién soy? “Lucha” Volvió a repetir el alto hombre. “Lucha por ella”. Miré de nuevo a la chica entre sus brazos, que le golpeaba con fuerza en el pecho y lloraba contra su jersey oscuro, gritando y diciendo cosas que no entendía… pero sí sabía algo… Ella… lucha por ella… ¿Pero cómo?

Volví a sentir el dolor, pero esta vez era muy débil… no quería volver a esa agonía… no poder moverme y sentir ese horrible dolor…

Miré al hombre de nuevo, pero ya no me veía… y sus palabras volvieron a ser ilegibles… el dolor volvió, algo más fuerte, pero por muy poco tiempo. Cada vez me sentía más firme sobre mis pies… con más control de mi misma… eso es bueno, ¿No? Pero una voz retumbó en mi cabeza “El dolor forma parte de la vida”… Dolor… ¿El dolor es bueno? ¿Y sí…?

La próxima vez que sentí el dolor en mi pecho me aferré a él sin saber cómo, me centré solamente en el dolor, que poco a poco se fue haciendo más intenso, hasta llegara a ser casi insufrible… quería dejar de sentirlo, me sentía cada vez más cansada y entumecida… quería dejarlo ir… ¿Qué más da? ¿Qué merece tanto sufrimiento…?

“No me dejes…” Dijo una voz muy dulce. “Alexia…” La escuché, antes de que el dolor desapareciera por completo y la oscuridad me tragara.

Elizabeth…