Wild & Wise - Blood Rivers: Final

PARTE VIII: FINAL

20/03/15 (23:34h)

(Amelia)

- ¿A qué altura de Glover St se hizo la foto? – Preguntó de nuevo Logan, nada más entrar en la calle.

- Justo aquí, en este semáforo… pero no debe estar por aquí, hay demasiadas casas por aquí cerca… tiene que haberse dirigido más hacia el Norte… el Lago no está lejos de aquí… y entre Medford y Winchester, si se ha parado seguro que está por ahí… ¿Pero dónde? Puede estar en cualquier parte del Mystic Valley Pkwy…  - Dije frustrada, mientras recargaba las pistolas y las enfundaba.

- Si esa zona es una carretera secundaria con menos transito seguro que ha ido por ahí… esto está demasiado concurrido… enviaré un par de patrullas para que suban por aquí y nosotras y un apoyo iremos por el valle. – Dijo Logan girando a la izquierda en el cruce y entrando en la carretera secundaria. Dio las órdenes por radio. Tori respondió desde otro coche patrulla, ella junto con otro policía las seguirían por el valle. – Perfecto, por aquí apenas hay espacio para aparcar… si tenemos suerte el coche será visible desde la carretera…

Con las luces largas y a una velocidad prudencial, avanzamos hacia el norte por Pkwy mirando detenidamente la calle, buscando algún coche blanco que coincidiera con el de la asesina… sería fácil verlo, ya que no había ningún coche en esa calle… entonces, en un pequeño saliente a la izquierda con un aparcamiento para tres o cuatro coche, un Chrysler 180 blanco estaba aparcado de lado.

- ¡Para! Allí está. – Dije con el corazón en vilo. – Apaga las luces… si está cerca no podemos permitirnos que se asuste si tiene a Jackie. – Logan apagó las luces y mando un corto mensaje a Tori, para que hiciera lo mismo. Bajamos del coche y comprobamos el Chrysler. Estaba vacío. – No pueden haber ido muy lejos, el motor aún está caliente. – Susurré, al tocar la parte delantera del coche. Tori y otro agente de paisano se reunieron con nosotras, los cuatro llevábamos puestos los chalecos, pero con un revolver del 44 tendríamos suerte si sólo nos lleváramos unas costillas rotas del golpe. – Bien… Lo mejor será que Tori y Dan bajen por aquí y Logan y yo vayamos un poco más adelante… el camino de tierra se adentra un poco más por allí… - Nos dividimos y Logan y yo comenzamos a bajar más adelante, teniendo mucho cuidado de no hacer demasiado ruido con las ramas. Entonces, junto al sonido del río, unas voces sonaron lejanas…

20/03/15 (23:40h)

(Jackie)

Ya apenas nos separaba del río unos metros, así que, por simple instinto de supervivencia, comencé a hablar, de cosas sin sentido, intentando que Lily “la loca” aplazara un poco más su “misión”… A lo mejor con suerte algún vecino pasaba paseando su perro y llamaba a la policía… yo que sé, sin embargo, no fue hasta que estaba al borde del río, que dije algo que sí la detuvo.

- ¿Quién es Paul, Lily? Al menos podrías decirme por qué voy a morir… así Dios será misericordioso conmigo… – Me había dado cuenta hace rato, que Lily no veía más allá del bulto entre mis piernas, así que decidí no malgastar mis energías diciéndole que era una mujer.

- Puede que tengas razón… - Lily pareció dudar a mi espalda. – Paul era mi prometido… creo que es así como lo llamáis… Nosotros somos del Condado de Lancaster y cada vez hay menos Amish puros de familias fundadoras…desde que éramos pequeños nos emparejaron a mí y a mi hermana mayor con los hermanos Dayer… Mary se casó con Eugene hace tres años y yo… yo tendría que casarme cuando vuelva a casa…

- ¿Con Paul? – Bien, por lo menos podré escuchar un “gaydrama” Amish antes de morir…

- Sí… con él… pero él… él… no volvió a la comunidad el año pasado, cuando terminaba su Rumspringa… Dijo que… que no le gustaban las mujeres y que prefería vivir en pecado con los hombres a volver a casa conmigo… - A Lily se le rompió la voz. – Yo al principio no lo entendía… él era un buen hombre… era todo lo que la comunidad esperaba, y entonces eso… Dos meses más tarde de comunicar a su familia que no volvería, volvió… Sus padres no lo aceptaron en su casa… ni nadie de la comunidad… yo, sin embargo, iba a verle al hospital comunitario del pueblo vecino… se estaba muriendo de la enfermedad de los pecadores…

- ¿SIDA?

- Sí… - Dijo Lily, con voz temblorosa, no podía verla, pero se notaba que estaba llorando. – Murió a las dos semanas de volver… eso fue lo que le hicieron… los demonios lo engatusaron y lo mataron… a mi Paul… ahora, cuando vuelva a casa, tendré que esperar 6 años hasta que el hijo de los Quill se convierta en hombre para poder casarnos… lo que no entienden es que yo amaba a Paul… lo amaba… y si la única forma de honrar su muerte y limpiar su alma era terminar con los demonios que lo engañaron y lo mataron, así lo haría… Antes de morir, Paul me contó muchas historias sobre las ciudades del pecado a las que había ido… me dijo, que después de probar por primera vez… “eso”, no pudo parar… consiguió un trabajo, y con su salario compraba los servicios de los hombres de la calle… cada mes… el pecaba… mostrando un falso interés, le pregunté por los hombres con los que se…se… argg…

- Tranquila… sigue… - Yo no estaba tranquila… Lily se estaba enfadando…

- Conseguí las direcciones y algunos de los nombres… alguno de ellos fue el culpable de su muerte… pero yo sabía que fue el primero… su enfermedad estaba muy avanzada cuando llegó… y él me dijo que los hombres de la calle siempre usaban protección… así que como castigo, pensé en dejarlo para el final…

- ¿El pequeño Toby García…?

- Él fue el demonio que engatusó a Paul, para luego dejarlo a merced de la muerte… me alegro que él no consiguiera la purificación… no se lo merecía…

- El río… por eso los tiras al río… ¿Para qué sus almas se purifiquen?

- Sí… pero tranquilo… contigo lo haré bien… eres un buen hombre que va a sacrificarse por mis pecados… tu alma será recompensada por Jesús… - Lily me giró y comenzó a orar palabras en el maldito alemán antiguo de los Amish, sin dejar de apuntarme… poco a poco, me fue empujando hacia el río, hasta que estuve con el agua hasta la cintura. – Que Jesús se apiade de tu alma…

20/03/15 (23:50h)

(Amelia)

Fue todo tan rápido que apenas pensé lo que hacía. Vi a Jackie, metida en el Lago, con la asesina recitando alguna especie de ritual, sin dejar de apuntarle con el arma. Por el rabillo del ojo vi a Logan a mi izquierda, pidiéndome que rodeáramos a la mujer armada, pero cuando salimos de los arbustos, la mujer dejó de hablar.

Fueron tres segundos… tres segundos en los que la apunté con el arma, viendo como Jackie cerraba los ojos y recibía el primer disparo, poco después de que mi bala le diera a la asesina en el brazo. Vi caer a Jackie al lago y sin preocuparme si la asesina pudiera dispararme o no, corrí hacia ella y me hundí en el agua.

El agua estaba helada y oscura, y no veía por ninguna parte a Jackie… Por favor, por favor, por favor… Tanteé con mis manos todo lo que abarcaban mis brazos mientras iba hundiéndome más y más… hasta que sentí algo duro bajo mi mano… ¡Una bota! Apenas sin aire, agarré con fuerza el tobillo de Jackie y comencé a nadar hacia arriba… no habíamos bajado tanto, pero el frío y la oscuridad hacía casi imperceptible la superficie.

Nada más salir, tiré del cuerpo de Jackie, inerte, hacia la superficie. Tenía los ojos cerrados y no reaccionaba a mis agitados movimientos en el agua. Le grité varias veces, pero no reaccionaba.

Nada más llegar a la orilla, la tumbé bocarriba y le levanté la barbilla. Un, dos, tres… aire… un, dos, tres… aire… ¡Vamos! Un, dos, tres… aire… Jackie escupió una gran cantidad de agua mientras la ayudaba a ponerse de lado, tosía y se movía con dolor, así que me preocupe de que la bala la hubiera tocado. En el suelo no había sangre, sin embargo pude ver un enorme agujero de bala en la parte interior de los pantalones. A lo mejor la bala aún sigue dentro… Me asusté, y comencé a abrirle a Jackie los pantalones, pero nada más meter mi mano, Jackie soltó un  grito de dolor… Oh no, no es posible…

Entonces Jackie metió su propia mano en sus pantalones, sujetó mi mano un momento, antes de sacarla y volverse a meter entre los pantalones. Después de varios quejidos de dolor, Jackie se sacó un objeto extraño de color carne… No me lo puedo creer…

- Bendito seas amigo… - Le dijo Jackie, al largo dildo completamente deforme, en el que se podía ver una bala incrustada casi a la altura de la base. - Creo que te voy a enmarcar después de lo de hoy… - Sin mediar palabra, Jackie dejó el juguete a un lado y me abrazó, tirándonos a ambas al suelo. – Nunca pensé que me alegraría tanto de verte, Barbie…

- ¡Estúpida! – Le dije, mientras la abrazaba con fuerza e intentaba no llorar… La adrenalina estaba abandonando mi cuerpo y ahora me sentía cada vez más asustada y cansada.

- Yo también te quiero, compañera… - Me separé un poco de Jackie, y la observé. Temblaba de frío y tenía una expresión desvalida. Ha estado a punto de morir… Dios… Casi mueres…

- ¿Cómo se te ocurre quedarte sola en medio de una investigación? ¡Y encima para ligar! ¿Es que no tienes más que serrín en esa cabeza tuya? Si no me hubiera dado por ir a la comisaria después de la cena yo no… - La voz se me rompió y me puse a llorar a moco tendido.

- Shh… tranquila Amelia. – Jackie volvió a abrazarme… ¿No se supone que soy yo la que debería abrazarla a ella? – Estoy bien… gracias a ti… al final resulta que no eres tan Barbie como yo pensaba… - Sonreí en su cuello, pero sin dejar de llorar. – Por cierto… ¿Y tú vestido? ¿No es esta mi ropa?

- Si morías y yo estuviera usando tacones no sería capaz de vivir con tu espíritu rondándome y diciéndome “ya te lo dije”. – Dijo contra su cuello. Sentí como Jackie se reía y su cuerpo temblaba. Cielos… está aquí de verdad…

- Tienes razón… lo que no entiendo es que hacías en la comisaria de noche… ¿No se suponía que hoy era la gran noche? – Me erguí y la miré extrañada.

- ¿A qué te refieres? – Pregunté extrañada.

- Pues… eso… que… Tori me dijo que hoy era la pedida de mano… - ¿Te acabas de poner colorada detective Wild?

- Sí, era hoy… pero fue un desastre… Le dije a Troy que era una estupidez… que a Cammie no le gustaría…

- ¿Cammie? ¿Quién es Cammie?

- Cammie es la novia de Paul, el mejor amigo de Troy, que hoy se ha llevado calabazas… - Jackie frunció el ceño y me miró confundida.

- Entonces… ¿No era tu pedida de mano? ¿Y qué demonios hacíais en una pedida de mano ajena? – No pude evitar reírme.

- A eso precisamente se debe casi todo… - Durante un instante casi fugaz, tanto Jackie como yo estábamos riendo, muy cerca la una de la otra… era extraño. Seguía cayéndome fatal pero… me gustaba estar así… sin darnos cuenta, nos quedamos calladas mirándonos… a lo mejor ella también piensa lo mismo…

- ¡Eh tortolitas! – Gritó alguien a nuestra espalda, sacándonos de nuestro atolondramiento. – Dos ambulancias han llegado. Tu disparo le dio en el hombro, así que habrá que tratarla antes de llevarla a comisaría… pero está bien… ¿Alguna herida Wild? – Preguntó Logan.

- Sólo un dolor en la entrepierna que no me dejará sentarme en un mes… - Jackie levantó el juguete justo cuando Tori llegaba a la altura de Logan. Para mi sorpresa, fue Tori la que abrió los ojos como platos y Logan la que empezó a reírse a pleno pulmón.

- Ay cielos, eso tienes que enmarcarlo… - Dijo Logan, haciendo que Jackie y yo nos miráramos y nos riéramos también. – Cuando puedas tienes que darnos tu testimonio…

- Claro… pero necesito que alguien después me lleve a beber, no creo que pueda dormir con este dolor si no estoy borracha.

- Le diré a Taylor que llevé suficiente alcohol a la comisaria para que la arresten en la entrada. – Dijo Tori, sacando su teléfono. Logan también se marchó, dejándonos de nuevo a solas a Jackie y a mí.

- Y bien… ¿Te quedas con nosotras o son demasiadas emociones para una sola noche, Barbie? – Jackie me miraba socarronamente, pero en sus ojos se podía ver que la invitación era real…

- Sólo si hay vodka suficiente… - Le dije. Jackie sonrió de oreja a oreja.

- ¡Así se habla!…al final vas a resultar una buena compañera y todo… – Jackie se agarró a mí y la ayudé a levantarse.

- Lo mismo digo, cascarrabias… ¿Quién sabe? Algún día a lo mejor hasta nos hacemos grandes amigas…

- Ni lo sueñes… - Sujetada a mis hombros, Jackie y yo avanzamos hasta la ambulancia, riéndonos, algo nerviosas y deseando que ese futuro fuera posible… ¿Quién sabe?

Continuará…

IR A WILD & WISE (II)