PARTE
VI
Nota de la Autora: Perdonad, es que mi hermana no podía cerrar hasta que no saliera el último cliente. Aquí está el primer capítulo. en cuanto puedo subo el segundo.
1/1/16
(00:50h)
(JACKIE)
- ¡Bien! ¡Hora de
repartir a los sospechosos! —
Dijo Logan, frotándose de nuevo las manos. A esta cría parece que le ha tocado
la lotería. Si no fuera por Melinda, se habría dejado de frivolidades y habría
empezado a interrogar a punta de pistola a todos los presentes… Menudo
entusiasmo.
—
Lo dices como si esto fuera un sorteo de verano… — La riñó Melinda.
—
Bueno, tal vez no es un sorteo, pero algo de esto me recuerda al Cluedo… ¿Por
qué no lo echamos a suertes y vamos en parejas? Yo me quedo con la señorita Escarlata
— Dije, señalando a las dos morenas del fondo. Amelia gimió molesta.
—
¡Eres incorregible! — Dijo furiosa. — A ver, Logan sabe algo que puede usar con
la perra Escarlata, así que ella debería ir a interrogarla. — Logan asintió conforme.
— Melinda, se que le tienes mucho aprecio a Winnie, pero precisamente por eso
no conviene que seas tú quién la interrogue… no debemos involucrarnos. Tenemos que
escuchar sus testimonios siendo objetivos… Así que irás a hablar con la Señora
Peacock…
—
Lo entiendo pero…¿Quién es Peacock? — Reí sin poder evitarlo.
—
Es la viuda… — Dije, siguiendo el juego de Amelia con los personajes de Cluedo.
—
Está bien… Pero apenas la conozco…
—
Precisamente. — Dijo Amelia. — Creo que el reverendo se pondría nervioso si
Cammie o yo vamos a hablar con él…
—
¿En serio? Yo lo veía más como el profesor Plum… — Reí, recibiendo un fuerte
manotazo en el brazo. — Ay…
—
En fin, creo que Annie debería encargarse de él. Siempre y cuando prometa no
morderle o asustarle…
—
¡Oye! — Se quejó Annie, volviendo a nuestro lado. — Te he oído maldita…
—
Creo que es mejor que Cammie la acompañe… — Propuse, ganándome una mirada
afilada de Annie. — Ese hombre parece a punto de tener un ataque… vosotras sois
sanitarias… más o menos. Lo ayudaréis a calmarse…
—
¡Está bien! – Gruñó Annie, volviendo al lado de Cammie.
—
Bueno… después de esta pequeña pérdida de tiempo absurda, nos quedan la Señora
White y el Comandante Mustard… — Siguió Amelia.
—
Yo me quedo con el niñito de papá. — Dije rápidamente. — No creo que fuera
capaz de decir nada coherente con semejante escote delante de él… — Le guiñé un
ojo a Amelia consiguiendo que se ruborizara ligeramente antes de volver a
fruncir el ceño, nerviosa.
—
¡Vete a la mierda Jackie! — Y sin más, comenzó su camino hacia donde estaban
Winnie y Enora. Algo incómoda, Melinda hizo lo mismo dirigiéndose a la viuda
del difunto, dejándome a solas con Logan.
—
Bueno, parece que nos han tocado los malos… Eso me gusta. — Dijo Logan con una
sonrisa. — Aunque creo que yo me lo voy a pasar mejor que tú…
—
Al menos tú tendrás buena vista… No tengo muchas ganas de que ese malcriado me
mire con cara de estreñido… — Comencé mi camino, pero la mano de Logan me
retuvo del brazo.
—
Oye… sé que no me incumbe pero… Entre tú y Amelia ha pasado algo. ¿Verdad? —
Incómoda, desvié mi mirada de los intensos ojos verdes de Logan. — Jackie… —
Soltando un suspiro prolongado, me giré y me enfrenté a ella, sabiendo que
estaba roja como un tomate.
—
Yo… Nosotras… ¡No tengo ni puta idea! — Gemí, desordenando mi pelo, frustrada.
—
¿Cómo que no tienes idea? — Preguntó confusa Logan. — Si no lo sabes tú…
—
Yo que sé… todo fue muy raro... ¡Yo no sé qué demonios quiere! Pero indudablemente
quiere algo.
—
A ver, desde el principio. ¿Qué ha pasado?
—
Pues… ¿Recuerdas cuando salí enfadada del salón? — Logan asintió. — Intenté
alejarme de todo porque estaba dolida y entonces viene Annie e intenta
presionarme de nuevo para que volvamos juntas… — Logan hizo una mueca.
—
Oh sí, es tan desagradable que una mujer hermosa te pida salir con ella…
—
Ya sabes por qué no puedo volver con ella… — Suspiré. — Mira, lo de Annie fue
muy importante para mí. Realmente estuve enamorada de ella, pero me hizo daño y
el tiempo pasó… Y ahora… Bueno. Ahora todo ha cambiado.
—
Claro que ha cambiado. Has conocido a Amelia. Esas cosas pasan. La gente
cambia. Vuelve a enamo-
—
¡No lo digas! —
Gruñí, incómoda.
—
Jackie… Es obvio que estas completamente loca por Amelia…
—
Ya lo sé ¿vale? Es sólo que… Dios, le dije que la quería. ¡Que la quería! — Poco a poco, los
labios de Logan se abrieron y dieron paso a una enorme sonrisa. — ¡No! ¡No sonrías!
—
¿Por qué no? ¡Es una fantástica noticia! ¡Te has declarado! ¿Qué hay de malo en
eso?
—
Pues que ella… No lo sé. No me ha respondido. O al menos no me ha respondido
nada coherente…
***
(Hace
2 horas)
Entumecida,
llevé mis manos al cuerpo de Amelia, completamente pegado al mío, mientras sus
labios se movían con violencia contra los míos.
Sus
golpes me habían atontado tanto, que tardé varios segundos en dejar de mover
mis labios de forma mecánica por el asombro. El beso era húmedo y furioso. Sabía
a sangre. Y aun así, me pareció el mejor beso que me habían dado en la vida.
Mis
manos, al principio posadas tímidamente en sus caderas, fueron subiendo valientemente,
ansiando tocar sus pechos. Tan blandos y calientes… Mi memoria aún podía recordar cuando había tenía
el cuerpo desnudo de Amelia contra mí, y mi clítoris se tensó en respuesta,
apretando sus pechos con urgencia.
Amelia
cogió aire con fuerza apartándose un poco de mí, para luego volver a besarme
con insistencia. Sin embargo, cuando mis dedos alcanzaron la apertura de su
vestido, las manos de Amelia se detuvieron bruscamente y formaron una barrera
sobre mi pecho, antes de apartarse de mí.
—
¡No! —
Jadeó, entrecortadamente. Confusa y con mi entrepierna gritando por misericordia,
di un paso tambaleante hacia ella.
—
¿No?
—
Sí, ¡No! —
Dijo, temblando. Cogiendo su bolso, que estaba tirado en el suelo.
—
¿Sí o no? —
Pregunté, dando un paso más cerca. Pero Amelia se alejó.
—
¡Pues claro que no! —
Casi gritó, alterada, mientras abría como podía un pequeño espejo de mano. — Esto no puede ser… — Susurró, casi para ella misma,
mientras se retocaba con el dedo el maquillaje alrededor de los labios a pesar
de no tener el pintalabios corrido. Un milagro de la ciencia, seguro.
—
¿Por qué no…? —
Cerrando el espejo de golpe, me miró de nuevo, con una mirada intensa y oscura,
que no supe identificar. Sentí miedo y deseo al mismo tiempo.
—
¡Es obvio por qué no! Sigo enfadada contigo…
—
Pero me has besado y yo te he…
—
¡Pues no debería haberlo hecho! La última vez también pasó lo mismo… No puedo
estar con alguien que sólo habla de sus sentimientos cuando está ebria y
enfadada…
—
Yo no estoy enfadada… —
Me defendí, casi tímidamente.
—
¿Y entonces por qué discutíamos? —
Cielos… Tenía miedo de decirle que era ella la que se había puesto a
maltratarme. No sabía qué hacer.
—
Yo… supongo que porque yo soy… ¿Una cobarde? — Probé, con cuidado.
— ¡Pues claro que lo eres! ¡Y yo no
puedo estar con alguien que cuando la cosa se complica sale corriendo! — Amelia
se alisó furiosamente el vestido mientras mi corazón se hundía rápidamente en
mi pecho.
— Yo siento…
— ¡Cállate! Cada vez que lo dices me
pones de los nervios. — Mordí mi labio inferior sin saber qué hacer. Me sentía
como una cría siendo regañada y esperaba que no hubiera una nueva tunda de
golpes por portarme mal. — Quiero que mandes a Annie a paseo… — Demandó, mirándome
con fiereza. Parpadeé un par de veces antes de procesar correctamente la
petición.
— Pero… ella es mi compañera…
— ¡Me importa un pito quién sea! ¡Quiero
que le quede muy claro que no vas a estar con ella! ¿Entendido? — Gritó, hincando
un dedo de uñas esmaltadas en mi pecho
— ¡Sí señora!
— ¡Y que te quede muy claro que no te
mereces mi perdón! ¡Y mucho menos a mí! — Tragándome con fuerza mi dolor, le
respondí en un susurro.
— Lo sé…
— Bien. — Zanjó, avanzando hacia mí con
una sonrisa y besando mis labios con dulzura. — Ahora volvamos que pronto es
media noche…
***
—
¡Jajajajajaja! — ahogué rápidamente la fuerte risa de Logan antes de que los
demás invitados nos miraron con más odio aún.
—
¡Quieres callarte! ¡No tiene gracia! — Gruñí en su oído mientras sonreía
forzadamente a los invitados que nos miraban molestos. Algunos que otros “Irrespetuosas” y “Desvergonzadas”
fueron susurrados lo suficientemente alto para que Logan al fin se callara. Al fin
de cuentas, había un muerto a tan solo unos metros de distancia.
—
¡Claro que lo es!
—
¿Me dan las calabazas más raras y dolorosas de mi vida y tu vas y te ríes?
Gracias por ser una buena amiga… — Gruñí enfadada, intentando irme, pero Logan
me lo impidió.
—
No tan rápido furia. ¿Es que no lo ves? — Preguntó divertida, cosa que me
enfureció aún más.
—
¿Y qué demonios tengo que ver? — Más calmada, Logan me giró y me puso de cara
al ala este del salón, donde Amelia estaba inclinada sobre una desvalida Winnie
y su hija.
—
Pues que ahora estás comprometida, amiga… — Logan soltó, dejándome allí, como
una estatua estúpida, antes de dirigirse a su testigo.
—
No… Eso no… — Como si nos hubiera estado escuchando. Amelia alzó la vista un
momento y curvó despacio sus labios en una cálida sonrisa mientras asentía
ligeramente. — Oh vaya…
Me ENCANTA esta historia xfa Bella q dure muchooooo y massss de todo entre Jackie y Amelia¡¡¡¡¡¡ y q no tarden mucho los siguientes caps. Muchas Gracias x tu tiempo y talento,nos das muy buenos momentos. Carmen
ResponderEliminarhahahaha la amoooo! definitivamente esta se convirtió en mi historia número 1 escrita por ti, me encanta Logan la quiero de amiga XD Por cierto muchas felicidades en tu cumpleaños, espero que la hayas pasado genial! Besos
ResponderEliminarQue buen capitulo!!...me gusta la interacción que tienen Jackie y Amelia en la intimidad, como Amelia saco ese lado mandon jaj y Jackie tan fuerte y seria delante de todos se convirtió en un dulce gatito jaj... fantástico, justamente lo que puede hacer el amor, transformarte en alguien que ni siquiera sabias que podías. Ojala no demoren tanto los capítulos son fantasticos! Saludos desde Agentina!
ResponderEliminarEnhorabuena! que bueno que vuelvan con esta historia. A la espera de masssss...beshos
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