PARTE I
Puede
que lo más importante ahora sea presentarme. Me llamo Veronica Crawford, aunque
todos mis amigos me llaman Ronnie, y tengo 23 años. Vivo sola en la ciudad en
un pequeño pisito del centro. El por qué, principalmente porque la pequeña
cafetería donde trabajo todas las mañanas está a solo 100 metros del portal y
mi universidad, donde termino a trompicones una carrera que no me realiza, está
a solo dos estaciones de distancia de la parada de metro más cercana. Eso,
junto con algunos que otros alicientes más, hacen que el piso destartalado y
minúsculo donde vivo sea lo mejor para mí.
Pero
puede que lo más importante que debáis saber de mí es que soy escritora. Puede
que no de esas escritoras a las que las grandes editoriales echan el guante,
no. Pero soy escritora porque eso es lo que me hace feliz. Pienso en escribir
al levantarme y antes de dormirme tengo miles de historias pululando por mi
cabeza.
Hace
poco más de un año que creé un Blog donde ir subiendo mis historias, completas
o por capítulos, para así poder mostrar algo de mi obra al mundo. Siempre fui
sincera y honesta con todos mis escritos y lo que más buscaba de los escasos
lectores que me seguían era apoyo y crítica. Creé el Blog para mejorar como escritora
y también para comprobar si tenía el talento suficiente para al menos complacer
con mis historias a tantas personas como pudiera. Al principio, sólo algunas
personas seguían mis historias, pero poco a poco, mi Blog fue ganando
seguidores y hoy en día hay miles de personas visitando mi Blog a diario. Puede
que para algunas personas esto no sea demasiado, pero para mí es un grata
responsabilidad mantener y entretener a estas personas con mis historias.
En
mi Blog sólo escribo novelas, pero estas son de toda clase y temática.
Policíacas, románticas, comedias… hablan de relaciones entre mujeres, entre
hombres, de ambos o incluso de ninguno. Mis personajes son siempre diferentes e
intentan superar sus vidas como pueden. Hay héroes perfectos e imperfectos, hay
mujeres anodinas y sensuales, hay hombres crueles y amables… personajes con
identidades sexuales y románticas grises y complejas… me gusta pensar que cada
uno de mis personajes es único, ya haya habido o no cientos de miles igual a él
en otras historias, porque nadie, ni siquiera el lector, puede verlo como lo
veo yo… nadie más que yo ha soñado despierta con ese personaje a todo color en
su imaginación… desearía poder tener el talento para poder dibujar y plasmar
cada uno de mis personajes y así que mis lectores vieran lo mismo que vi yo al
crearlos…
Sea
como sea, ahora no tengo claro hacia dónde llevará todo esto. El Blog lo
escribí bajo el seudónimo de Viola Murray y se me hace muy extraño ver como
todos se dirigen a mí con ese nombre… y cuando digo todos, me refiero a todos
mis lectores, ya que nadie sabe que yo soy Viola. El anonimato me da seguridad
y me ayuda a la hora de publicar los capítulos de mis novelas. Puede que haya
quien lo llame cobardía… pero yo lo llamo ser una persona privada.
Ya
llevaba algo más de un año viviendo en aquel pisito del centro cuando bajé las
escaleras y vi a un montón de hombres, aunque más bien podrían ser chavales de
quince años por la ropa que llevaban, cargando cajas y muebles por las
estrechas escaleras del edificio. Pantalones cagados y rasgados, camisetas
anchas de grupos de rock y metal y un sinfín de gorras de ala plana coronaban
sus grandes y probablemente huecas cabecitas. Arrugué la nariz al bajar por las
escaleras cuando uno de ellos pasó a mi lado y un intenso olor a humanidad
llegó a mi nariz… el mismo que te abraza cuando pasas cerca de un vagabundo…
bueno, pues ese olor, pero más agrio… señor,
¡date una ducha! Cuando acabé de bajar las escaleras, recé con todas mis
fuerzas a ese Dios en el que no creo para que me concediera la gracia divina de
evitar que fuera ese el nuevo inquilino que se mudaba al piso de arriba.
Tras
atravesar el portal, me choqué con otro de ellos. Éste, que llevaba una caja de
mayores dimensiones de lo que sus brazos seguramente abarcaban, se encontraba
sujetando la caja con las caderas y los dedos hincados en los extremos. Al ver
que por mi choque la caja estuvo a punto de caer, la agarré por el otro lado y
lo ayude a ponerla en el suelo.
-
Lo siento mucho – Dije, inclinando ligeramente la cabeza, antes de marcharme
hacia la cafetería. El chico moreno imitó mi expresión a la vez que agitaba la
mano a modo de “No hay problema” y modificaba la dirección del ala de su gorra.
No pude evitar sonreír al ver que a ese chico la ropa le quedaba por lo menos
tres tallas más grande de lo normal, lo que quedaba bastante cómico en su
cuerpo delgado y alto.
Al
llegar al trabajo y atarme el peto a la cintura, pensé en el tímido y
tradicional Paul, mi nuevo personaje con un trastorno de personalidad
disociativo, que lo hacía pasar un día sí y otro también a ser Pauline, un
travesti demisexual y mejor amiga de Rose, la novia de Paul, que conoce e
intenta convivir con la doble personalidad del amor de su vida.
***
La
chica que me acaba de ayudar se adentró en la pequeña cafetería de la esquina y
muy a mi pesar, seguí con la imagen de su pequeño y respingón trasero en mi
cabeza. Jake llegó y me ayudó a subir la gran caja llena de peluches a mi nuevo
piso.
Nada
más entrar, pude notar el hedor desagradable de Hugo, el mejor amigo de Jake, y
me apresuré a abrir de par en par todas las ventanas y pedirle que bajara a por
más cosas… no puedo permitir que su esencia conviva conmigo las próximas
semanas… Ese chico tiene que tener un
problema muy grande… Realmente no sé cómo los chicos pueden ponerse a jugar
con él a Dragones y Mazmorras sin llorar por la fuerza de su olor…
Mientras
los chicos subían el resto de cajas, comencé a montar las torres y colocar
todas las pantallas en la habitación de juegos, que era la habitación con el
ventanal más grande, aunque no necesariamente el que tenía más luz, ya que daba
a un patio interior. Al asomarme por la ventana, volví a suspirar con fuerza… Voy a tener muchos problemas con los vecinos…
y es que, aun siendo un patio interior, daba con el otro piso casi de bruces…
si utilizaba un palo de escoba podría llegar a tocar la ventana del vecino y
aunque cerrara la ventana, sé perfectamente que mis gritos se escucharán en
todo el edificio hasta que consigan cambiar el cristal de la ventana por uno
doble. Sólo espero que los vecinos sean tan agradables como esa rubita de
antes…
-
Oye Bell… - Dijo Jake, entrando en la que sería la sala de juegos. – Ya hemos
terminado de subirlo todo y los chicos quieren saber si para comer vamos a
pedir pizza o chino…
-
Sí sólo son las 9:30 de la mañana Jake… - Dije exasperada.
-
Ya, ya… pero ya sabes cómo es Tommy. Necesita recrearse con su próxima comida.
– Reí ante el comentario sobre mi gran oso panda al que siempre se le veía con
algo en la boca.
-
Seguramente pida pizza, pero no antes de la una… que acabamos de desayunar. –
Dije, pareciéndome a mi madre. Quien iba a decirlo.
Nos
pasamos toda la mañana desempaquetando todas mis cosas y montando los muebles
del salón y la sala de juegos. Hasta la semana que viene, no traían la cama,
así que tendría que dormir en mi viejo sofá mientras tanto…
Está
era la primera vez que vivía sola. Hasta entonces, siempre había compartido
piso con Jake y Tommy, pero como recientemente ambos habían encontrado pareja,
ya no era tan divertido vivir todos juntos, así que decidí mudarme por mi
cuenta, ya que ahora mis ingresos habían crecido bastante y me lo podía
permitir.
Elegí
este piso por varias razones, la primera, que estaba cerca de la casa de Jake y
Tommy, por lo que podríamos seguir viéndonos a menudo sin necesidad de ver el
amor que les profesaban sus respectivas parejas y segundo… era el más barato
que encontré en el centro. Y no es que no gane dinero suficiente como para
vivir en otro lugar más grande y caro, lo gano, pero mi trabajo no es un
trabajo por así llamarlo “seguro”.
Soy
Bellini Chiancone y me dedico a subir videos a internet. Soy una friki que
desde hace unos años es llamada Gamer o YouTuber, según les dé. Realmente no
planeé dedicarme a esto, yo simplemente me lo pasaba bien jugando online con
mis amigos riéndonos unos de otros con nuestras reacciones. Hace tres años, a
Jake se le ocurrió grabarnos a todos mientras jugábamos en grupo a un juego de
terror y lo subió a internet. El video tuvo varias visitas y muy buenos
comentarios ya que era un juego que muy poca gente se atrevía a jugar, así que
nos retamos entre nosotros a grabarnos por separado intentando pasarnos el
juego hasta el final. Nos creamos una cuenta de YouTube y nos pusimos manos a
la obra. Sólo yo y Tommy conseguimos pasarnos el juego después de un mes de
sudor y gritos. Yo realmente no prestaba mucha atención a la cantidad de
personas que veía mis videos, yo ni siquiera los editaba, pero al parecer
tuvieron mucho éxito.
Fue
así como Tommy, Jake y yo nos introducimos en este mundo con el que ahora
podemos mantenernos. Ciertamente, yo me mantengo mejor que ellos y aunque las
razones no me gusten demasiado, me han colocado ahora en el primer puesto del
ranking del país. Las razones, supongo que la primera es por mis reacciones a
los juegos, ya que la mayoría de ellos son de terror, juegos que en realidad,
no me gustan y por ello, lo paso tan mal haciendo los videos que a la gente les
encanta. Y la segunda, que es la que más odio, por mi aspecto. Puede que ahora
en este saco de patatas que me ha prestado Tommy no se note demasiado, pero
mucha gente me suele comparar con Barbara Palvin. Yo ni siquiera sabía quién
era ella hasta que varios miles de personas comenzaron a publicar fotos
nuestras con la palabra gemela subrayada en rojo. Y sí, bueno, se podría decir
que me parezco un poco a ella, pero en serio, la gente se flipa.
Sé
perfectamente que entre todos los callos malayos que hay por internet, a todos
les gusta ver a una chica guapa antes que a un gordo barbudo, y más si la chica
juega a videojuegos. Todo esto me hace mucha gracia, porque ahora con 25 años
tengo más pretendientes de los que me gustaría. Yo, que con 15 años estaba
leyendo mangas y jugando a la gameboy escondida en los pasillos del instituto.
Sé que todo el acné y el cuerpo andrógino se quedaron hace tiempo atrás, pero a
veces preferiría volver a esa época, donde las pocas personas a las que podría
considerar amistades me querían de verdad y no a las tropecientas personas que
dicen que estoy muy buena y soy la monda.
Cuando
todo empezó había algunas personas jóvenes que me reconocían por la calle, pero
ahora ha llegado a ser insufrible. No puedo ir de fiesta con mis amigos como
una persona normal por culpa de la cantidad de adolescentes que me atosigan. Ni
siquiera puedo comer fuera sin que me
reconozcan. Y joder, no soy actriz ni nada de eso, no entiendo tanto
entusiasmo. Pero supongo que es lo que conlleva esta clase de fama…
dos palabras:ME ENCANTA,segui porfaa es qe una youtuber,gamer es como verme a mi misma solo por hacer lo que mas me gusta jejeje pero no por la fama y eso xD pero esta ree buenoo!!! segui plisss Natuu!!!
ResponderEliminarby:Lourdes Avalos
Curioso, me parece un tema muy original. Gracias por la nueva historia Bella!
ResponderEliminarG.A