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domingo, 20 de diciembre de 2015

STIGMA - Capítulo 6

Capítulo 6



- Levanta los brazos, por favor… Sí, así está mejor. – La doctora volvió a pasar el sensor sobre mi cuerpo. – ¡Listo! Vamos a ver que nos muestra el equipo. – Antes de seguir a Claire, volví a ponerme de nuevo el mono, sintiéndome algo más cómodo con la ropa puesta. – A la izquierda, tienes una imagen reciente sacada del sensor visual de la Directora Guerrero, y a derecha tienes la imagen que acabo de sacarte con el sensor. – La imagen de la izquierda parecía el negativo de una foto antigua. Una luz fina pero intensa contorneaba todo mi cuerpo mientras que el interior estaba completamente opaco. A la derecha, una imagen mucho más moderna en la que se podían ver músculos y huesos, mostraba intensos surcos rojos en varias zonas de la piel. – Cómo puedes ver, el GEN recubre todo tu cuerpo, aunque de forma casi exclusivamente externa. En los flexores del brazo es donde más se concentra… también es fuerte en los deltoides, bíceps y tríceps. Deberás tener cuidado con los tendones de la palma y el separador del pulgar, es donde es más débil… En el resto del cuerpo me temo que sólo es superficial… eso te impedirá soportar grandes cantidades de peso. Aunque tus brazos sean fuertes, son tus piernas las que acabaran sujetando el peso, así que evita cargar mucho peso. Tus fuertes serán los golpes horizontales y el lanzamiento de objetos grandes y ligeros. Aun así, por tu apariencia, “ligero” tal vez no sea la palabra adecuada. Me gustaría ver tus resultados en los entrenamientos de los próximos meses… Calculo que serás capaz de levantar entre 700 y 800 kilos de peso… en lanzamiento tal vez 300 a grandes distancias y casi 500 a cortas… Le pasaré estos datos a Marcus para que redirija mejor tus entrenamientos… Ya puedes irte Bruno. – Estaba empezando a marcharme de la consulta cuando la doctora me llamó otra vez. – Por cierto, me gustaría que a partir de ahora hasta que termine tu entrenamiento fueras a esta sala a la hora indicada. – Entonces, la pulsera de mi mano pito y pude ver una nota apuntarse automáticamente. – Me temo que padeces una timidez extrema… casi rozando la fobia social. – Baje la cabeza, algo incómodo. – No te preocupes, te vamos a ayudar… sin embargo, me temo que si al final de tu entrenamiento no consigues mejorar serás invalidado. Necesitas la comunicación continua, no sólo con tus compañeros de equipo, sino también con central y otros ciudadanos para poder estar de servicio. – Asentí y la doctora me dejó marchar. Me caía bien y seguro que de verdad quería ayudarme… Aun así cuando llegué con el resto de mis compañeros no fui capaz de hablar de nuevo por culpa de esa presión en el pecho… sencillamente señalé a la puerta con la cabeza y me dirigí de nuevo a mi habitación hasta que fuera el momento de ir a donde fuera que me mandara la pulsera.

***

- ¡Oh, Cassandra! – Exclamó Claire en cuanto entre. – Estaba deseando que vinieras… Tu caso es muy interesante…

- Pensaba que los “casos” interesantes eran Natalie y Valentina. – Dije, internamente molesta.

- Cierto, cierto… Pero tú también eres sin duda alguna alguien a quien tener en cuenta… - Comentó Claire, mientras me guiaba hasta los sensores. – Quítate el uniforme y te lo enseñaré…

Los próximos veinticinco minutos estuvieron llenos de idas y venidas de Claire mientras pasaba varios tipos de sensores por mi cuerpo parcialmente desnudo… La palabra “Interesante” salía de sus labios de vez en cuando, aunque no tanto como “maravilloso” o “Increíble”. Estaba a punto de decirle que no se pasara tanto tocando mi cuerpo cuando por fin paro.

- ¡Listo! – Exclamó entusiasmada. – ¡Ven, ven! Voy a enseñarte a lo que me refiero… En principio no debería hacerlo, pero creo que ya eres suficientemente capaz de asimilarlo como es debido… y será interesante ver como actúas a partir de ahora sabiéndolo… Ya sabes… como un pequeño experimento sociológico… - Mientras Claire seguía hablando sin parar, me coloqué de nuevo el uniforme y la seguí. Me estaba empezando a marear de tanto que movía las manos… - Bueno… A ver si se cargan las imágenes… - Susurraba… - ¡Listo! Mira… A la izquierda…

- Se muestran las imágenes sacadas de la memoria visual de la Directora Guerrero con los negativos que recibe su retina sin filtros de adaptación y a la derecha están las que acabas de sacarme con el Escáner de termodinámica donde se muestras las fluctuaciones de masa, volumen, densidad, presión y temperatura… Una máquina que estudia a un ser humano como a otra máquina… Muy tranquilizante. – Solté de manera automática.

- Sí, así es… Como puedes ver el Gen es bastante intenso en ti, sobre todo en los ojos y el cerebro… También es bastante fuerte en la zona del recto abdominal y los cuádriceps, así como el trapecio y los dorsales en la parte posterior del cuerpo… - Continuó Claire, entonces, apartó la imagen de la derecha y dos imágenes más aparecieron. Mi mente se crispó. – Esta imagen que ves aquí fue la primera que Isabel captó de ti. Debías tener seis o siete años…
- Siete… Tenía siete. – Tragué con fuerza, cenándome en la imagen oscura que me mostraba. – En esta se puede ver que el GEN aún no ha evolucionado…

- Aja… Sin embargo, esta otra. – Dijo señalando la del otro lado. – Fue tomada cinco años más tarde… - La miré, confusa…

- Sigue igual… - Susurré.

- Sí… Este – Dijo tendiéndome un informe. – es el informe de tu evaluación a los 12 años… - Leí rápidamente el informe y lo cerré devolviéndoselo, enfadada. – Fuiste clasificada como Beta…

- ¿Y qué? El GEN fue tardío, pero como bien ha dicho, es muy fuerte en mí… - Exclamé.

- Sí… lo es. Ahora… - Entonces otra imagen más salió delante de nosotras. – Y entonces… Esta imagen fue captada tan solo 7 meses más tarde que la anterior. Como puedes comprobar, es muy interesante…

- Pero… - Dije, cogiendo la imagen que acababa de sacarme Claire hoy y colocándola al lado de la última que apareció. Menos por la diferencia de estatura y volumen, el GEN estaba repartido por mi cuerpo de la misma manera… La misma intensidad… - Son iguales…

- Sí…  ¿No te parece increíble? – Exclamó Claire.

- ¿Cuándo fue tomada esta foto? – Pregunté.

- Según los archivos fue tomada el día después de que te encontraran en el bosque de Kielder. – Dijo Claire, consiguiendo que mi cuerpo se pusiera a temblar. – Lo que sugiere que fuera lo que fuera la pasó allí, despertó el GEN en ti…

- ¡Eso es imposible! – Grité. – ¡Yo me esforcé por mejorar! Entrené muchísimo para llegar aquí… ¡Estoy en el equipo de élite por una razón!

- Cassandra, debes entender que tus habilidades, aunque antes fueran enormes, lo sucedido aquel día condicionó tu futuro. – Empezó a decir Claire. – Isabel y yo creemos que ver la evolución del GEN de una manera más aislada sería conveniente… Por eso compartís barracón… - Me giré hacia Claire y la miré con intensidad.

- Lo saben… - Le dije, algo avergonzada. – Saben que ella estuvo allí… - Claire sonrió y asintió.

- Sí… Fue Isabel quien os encontró primero… - Noté como mi cara se ponía tan roja como mi pelo hasta que comprendí algo…

- Espera, dices que nos encontró… ¿Natalie seguía allí cuando lo hizo?

- Sí, fue Isabel la que la obligó a irse antes de que los demás llegaran. No era conveniente que nadie supiera que estuviste en contacto con ella en aquellos tiempos…

- ¿Por qué?

- Me temo que eso es algo que no puedo decirte… De momento. Sin embargo, me gustaría saber algo a cambio de este pequeño descubrimiento que te he ofrecido. – Dijo Claire, sonriendo lobunamente.

- ¿Qué quieres saber?

- ¿Qué fue lo que pasó en el bosque de Kielder? Tengo una teoría, pero siempre puedo equivocarme… - Sin poder evitarlo, comencé a balbucear…

- Esto… eso no es… Yo…

- Sabes… Existen varias teorías que opinan que el despertar sexual de una persona es el momento en el que verdaderamente llega a la madurez tanto mental como física… - La boca se me abrió de golpe.

- ¡Pero si solo fue un beso! – Claire sonrió, y yo me sentí como una idiota por haber caído con algo tan fácil.

- Vaya… entonces estaba en lo cierto… Será interesante saber qué pasaría si ocurriera algo más… - Molesta, me giré y me dirigí a la salida de la clínica.

- ¡Nunca más! – Exclamé antes de salir.

***

Sin poder evitarlo, sonreí al escuchar la respuesta colérica de la joven señorita Scott.

Ah… el amor joven. Quien volviera a tener 21 de nuevo…

Aunque ahora que  pienso, mejor no…

Y como siempre, me reí de mi propio chiste y mi risa retumbó en la clínica vacía.

***

La pequeña Bellatora se entretenía en mi regazo intentando capturar con sus dientes mis rápidos y juguetones dedos. De vez en cuando un pequeño gruñido divertido salía de su garganta cuando tenía que esforzarse en mover sus patas sobre mi pecho. Se lo estaba pasando en grande… y como resultado yo también me lo estaba pasando genial…

La puerta del barracón se abrió y Cassandra entró en la habitación cambiando por completo la energía del lugar. La pequeña Bellatora también pareció darse cuenta y miraba alternativamente entre Cassandra y yo, confusa y preocupada. Casi sin querer, el animal mandó un mensaje bastante claro a mi mente y sin poder evitarlo, lo dije en voz alta.

- Bellatora se pregunta qué cosa mala le ha pasado a su otra mamá… - Dije, consiguiendo que Cassandra se girara y nos mirara a ambas por primera vez.

- ¡No me ha pasado nada! – Exclamó. – ¡Y dile que yo no soy su madre! – Dijo con dureza, consiguiendo que Bellatora soltara un gemido lastimero.

- Eah eah… No le hagas caso pequeña. – La acaricié. – Mami solo ha tenido un mal día…

- ¡Yo no he tenido un mal día! – Gritó, acercándose más a mí. Estaba muy alterada. Inestable.

- Si no has tenido un mal día… ¿Por qué gritas? ¿Tal vez Claire se pasó de la raya y tocó más de la cuenta? – Me burlé. Y obviamente, Cassandra explotó.

- ¡Me sacas de quicio! Todo esto es culpa tuya… ¡Todo! Ojalá no te hubiera conocido aquel día… ¡Ojalá no te hubiera conocido nunca! – Y se marchó su habitación, no antes de poder ver las lágrimas en sus ojos…

Mami triste…

Oí que pensaba con pena Bellatora.


- Sí… mami está triste. – Le dije. – Y yo soy tan tonta que no soy capaz de ayudarla… al menos por ahora… - La pequeña Bellatora se irguió como pudo en sus temblorosas patas y se acercó más a mi rostro, comenzando a dar pequeños lametones bajo mis ojos, que como siempre, iban parejos a los de ella. – Sólo han pasado dos días y mira como estamos… Tendré suerte si consigo contenerme unos meses más sin volver a abrazarla… - Miré a la puerta de la habitación de Cassandra. – Por favor… No tardes mucho en dejarte llevar.

1 comentario:

  1. Esperamos con ansias la continuación guapa :* sigue así!

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