Capítulo 4
De
camino a casa de Laura, volví a pensar que era mala idea. Yo no tengo la
experiencia necesaria para ayudar a Laura… ¡Apenas acababa de empezar en el
cuerpo de policía por el amor de Cristo! Pero cuando me pidió ayuda no pude
negarme… Maldita mujer hermosa…
Aparqué
mi Suzuki en el mismo lugar que la última vez que estuve en su casa. Aún tenía
pesadillas con los gritos de Laura ese día… Jesús,
le hice tanto daño…
Subí
los escasos escalones que daban a la puerta principal y llamé a la puerta con
un par de golpes secos. Eran más de las ocho de la tarde y no sabía si Kyle
estaría dormido… Sin embargo, a los escasos segundos, el inconfundible sonido
de unos pequeños pasos corriendo hacia la puerta me sacaron de toda duda.
La
puerta se abrió de par en par mostrando a un sonriente niño en un mono
atigrado. Parecía ser un pijama, adornado con unas zapatillas gigantes que
imitaban las garras del animal y una capucha con orejas peludas de color
naranja.
-
¡Max! – Grito el pequeño Kyle, rodeando mis piernas rápidamente en un fuerte
abrazo.
-
Hola tigre… ¿Sabes que deberías preguntar antes de abrir la puerta, verdad? –
Le reñí, pero el negó con la cabeza.
-
No, vi tu moto desde la ventana de mi habitación… - Sin poder evitarlo, levanté
al pequeño tigrillo y lo coloqué sobre mis caderas.
-
Ah… ¿Y no se supone que tú deberías estar en la cama a estas horas? – Un leve
rubor cubrió las mejillas de Kyle.
-
Estaba… - Murmuró avergonzado.
-
Bueno… entonces será mejor que te lleve de vuelta, ¿No te parece? – Cerré la
puerta con un golpe de cadera y avancé sin problemas con Kyle en brazos. Subí
con cuidado la escalera y al llegar al rellano del primer piso le pregunté a
Kyle cuál era su habitación.
-
Esa de allí. – Me señaló la del final del pasillo. – Pero cuando papá no está
duermo con mami.
-
Pues a la habitación de mami. – Me dirigí sin problemas a la habitación al otro
lado del pasillo, donde había entrado el día de Halloween. Supuse que Kyle
dormiría en el lado donde la mesita de noche tenía un enorme despertador negro
y un par de libros de contabilidad… Es
cierto… él prefería el lado derecho de la cama… Supongo que para sentirse como
en casa… Solté a Kyle en la parte baja de la cama mientras abría las
sábanas para que pudiera meterse dentro. Como respuesta silenciosa, Kyle saltó
dentro de la cama y me dejó taparle hasta el cuello. No pude evitar colocarle
la capucha y jugar un rato con las orejas de tigre. – Bueno hombrecito,
¿Quieres que te cuente un cuento antes de dormir?
-
¡Sí! – Gritó entusiasmado.
-
Está bien… esto era…
-
¡De piratas! ¡Quiero un cuento de piratas! – No pude evitar reírme.
-
Vale… un cuento de piratas. – Modifiqué un poco el cuento en mi cabeza y
comencé. – Érase una vez una temible pirata con ojos como el hielo…
***
Me
aparté de la puerta de mi dormitorio intentando contener las lágrimas, pero me
fue imposible… ¿Cómo pude pensar que una mujer como Max había atentado contra
mi matrimonio de forma consciente?
Nada
más sonar la puerta, dejé apartada la cena y me asomé al vestíbulo, para
comprobar, asombrada, como Kyle se abrazaba a la joven policía… pero lo que más
me sorprendió, fue el comportamiento de Max. Cómo alzó a Kyle en sus brazos,
como le hablaba, como lo llevó a la cama… William nunca había mostrado ese
cariño por Kyle, y Max apenas conocía al niño y lo trataba como si fuera su
propio hijo… Cielo Santo, si hasta se ofreció para contarle un cuento… Aunque
resultara irónico, Max era el tipo de padre que quería para Kyle…
Bajé
las escaleras y me escondí en la cocina. Intentando dominar mis emociones antes
de que Max bajara. Después de empolvarme un poco de nuevo para que Max no
notara que había estado llorando, continué batiendo los huevos y la nata.
Cuando Max entró por la puerta de la cocina, la Quiche ya llevaba algunos
minutos en el horno.
-
Huele muy bien. – Comentó Max, manteniéndose en la puerta de la cocina. –
Siento haber entrado así en tu casa. No te vi y Kyle…
-
No te preocupes… creo que mi hijo se ha enamorado de ti. – Admití, sonriendo al
recordar lo nervioso que había estado Kyle todo el día esperando la llegada de
la joven policía.
-
El sentimiento es mutuo… Es una ricura. – Algo parecido al alivio se asentó en
mi estómago al escuchar esas palabras. Me alegraba saber que Max le había
cogido verdadero cariño a Kyle.
-
Será mejor que no lo digas muy alto, o si no mañana te pedirá que te cases con
él… El año pasado se lo pidió a su nueva maestra con intenciones muy serias. –
Max se rio.
-
No lo dudo. Parece un chico valiente, debes estar muy orgullosa de él. – Fue
entonces cuando miré directamente a los ojos de Max, intentando hacer que mis
palabras le llegaran correctamente.
-
Lo estoy. Él es mi vida. – Dije con seguridad. Max comenzó a caminar hacia mí,
pero se paró en seco a un par de cuerpos de distancia.
-
Has estado llorando. – Parpadeando asombrada, intenté sonreír.
-
Parece que no se te puede esconder nada. – Dije, pasándome los dedos
nerviosamente por debajo de mis ojos… A
lo mejor aún tenía algo de maquillaje corrido…
-
Tus ojos están algo rojos y brillantes… A parte de eso, no creo que nadie lo
notara. Estás tan preciosa como siempre. – Esta vez sonreí de verdad, algo
avergonzada.
-
Sin duda sabes como tratar a una mujer… Si hubieras sido un hombre habrías sido
toda una rompe corazones. – Comenté, extrañándome por la ligera mueca de Max.
-
Bueno, no me enorgullezco mucho de mi época en el instituto, pero creo haber
robado un par de corazones sin necesidad de ser un hombre…
-
Eso es distinto… los chicos en el instituto eran muy fáciles de engatusar… y
apuesto lo que quieras que tu aspecto con 17 años era tan impresionante como
ahora. No me extrañaría que rompieras más de un par de corazones… - Max se rio.
-
Si bueno… los chicos eran otro cantar… pero yo hablaba de mujeres. – Frunció el
ceño extrañada. - ¿Hm?
-
Aún recuerdo la cara de Jodie Hustin cuando la besé bajo las gradas. – Se rio.
– Creo que después de ese día dejó de salir con chicos. Y Melissa, la animadora
más guapa del instituto, quiso experimentar conmigo en el baile de graduación…
Aún no estoy muy segura, pero creo que tenía más que curiosidad… - Yo me había
quedado de piedra. Espera ¿Qué?
-
Quieres decir… que tú… ¿Experimentaste con chicas en el instituto? – Casi
susurré, sintiendo mis mejillas ardiendo. Max alzó una ceja divertida.
-
No Laura, no experimenté. Soy bisexual. – En ese momento, el pitido del horno
me hizo saltar en mi sitio.
-
La Quiche ya está. – Dije en voz alta, ligeramente agradecida por la
distracción. – Espero que te guste vegetal… champiñones, calabacín y
espárragos… ¿Está bien? – Max asintió, antes de ayudarme a poner los cubiertos
en la mesa de la cocina. Le serví un pedazo en silencio, sintiéndome un poco
incómoda… ¡Por Dios, es bisexual! Nos
sentamos una enfrente de la otra, y ya no sabía que mirar que no fuera el fondo
de la copa de vino… va a pensar que soy una alcohólica.
-
Laura… - Me llamó Max.
-
¿Hm? – gemí levantando la mirada para encontrarme con una expresión entre
divertida y preocupada.
-
Siento haberte incomodado, pero normalmente es algo que no escondo. – Me dijo.
-
¿Qué no escondes? – Intenté hacerme la ingenua.
-
Mi sexualidad. Es algo que forma parte de mí y espero que eso no te resulte un
problema. – Negué rápidamente con la
cabeza.
-
No, no… para nada. La mayor parte de mis modelos son… tienen… quiero decir… En
el mundo de la moda hay de todo. – Dije nerviosa.
-
Ya. Pero eso es tu trabajo, no tu vida personal. Puede que ahora que sepas eso
no quieras que esté tan cerca de Kyle… - Dijo algo apenada.
-
No. Por supuesto que no. Kyle te adora y cada quién es libre de amar a quién
quiera… es sólo que… me ha pillado con la guardia baja… No me lo esperaba. –
Admití. Max me miró con sus profundos ojos azules, poniéndome nerviosa, hasta
que finalmente asintió y continuó con su comida.
-
La Quiche está buenísima, por cierto. Tienes que decirme como te sale tan
ligera. – Suspiré agradecida por el cambio de tema. Continuamos la cena
hablando de temas sin mucha importancia. Resultaba agradable. Entre mi trabajo
y Kyle apenas tenía tiempo de ver a mis amigos, y siempre que quedaba con ellos
hablaban del trabajo. Me apasiona la moda, pero a veces resulta refrescante
salir de esa burbuja y aprender otras cosas.
Después
de mucho insistir, dejé que Max fregara los platos mientras yo recogía la mesa
y guardaba las sobras en la nevera. Preparé la chimenea artificial en el salón
y cogí la carpeta con los archivos de William antes de que Max entrara.
-
Estas son las copias de todos los documentos que he encontrado con el nombre de
Félix. – Le dije al tendérsela. – Pero en ninguno de ellos aparece el nombre de
William, al menos, no el real. No sé si podréis rastrear los números de cuentas
que aparecen ahí y que sea suficiente para encarcelar a Félix pero…
-
No lo será. –Dijo muy seriamente. – Estos papeles son copias, y seguramente las
cuentas estén limpias. Esto puede servirnos para vincular a William con El
Gato, pero si no tenemos pruebas visuales no servirá de nada. – Max se sentó
pesadamente en un sillón, ojeando los papeles. – Llevo pensando todo el día en
ello, y realmente en la única persona en la que confío en el cuerpo es Jimmy,
mi compañero. De los demás… no sé cuánto valen sus almas. – Me estremecí
ligeramente.
-
¿Entonces es cierto que hay corrupción policial? Siempre pensé que eso era cosa
de las películas. – Los labios de Max dibujaron una mueca.
-
Por desgracia, el dinero es mucho más poderoso que el honor. Puede que sean
buenas personas, pero tienen sus vidas, sus familias… Si un hombre te amenaza
con un arma y te da a elegir entre el silencio y la muerte o hablar y el
dinero… sueles elegir el dinero.
-
Tú…
-
Nunca lo haría. – Dijo secamente. – Y mucho menos después de saber lo que te
podría pasar a ti y a Kyle.
-
Lo siento. No quería ser grosera, es sólo que… tengo miedo. – Dije sintiendo un
escalofrío recorrer mi columna.
-
Tranquila Laura, puedes confiar en mí. – Sonreí con pesar.
-
Lo sé.
-
La semana que viene tengo algunos días libres por las vacaciones de navidad,
así que quiero que me digas todo lo que vayas averiguando de William. Qué
planes tiene, cuando va a salir, a donde… Aunque luego no vaya donde dice que
va a ir, yo estaré siguiéndole. Si es cierto que está… viendo a otra mujer. –
Dijo entrecortadamente. – Conseguiré fotos para la demanda de divorcio. Pero si
da la casualidad de que va a algún viaje de negocios y queda con algunos
lugartenientes de Félix, todas las pruebas que consiga mandarán a William a la
cárcel… Lo sabes ¿Verdad? – Después de unos segundos en silencio, asentí
lentamente.
-
Sí, lo sé. Pero es lo correcto. – Max respiró con fuerza.
-
Está bien. Ten. – Max sacó una pequeña libreta y escribió en ella algunos
datos. – Ahí tienes mi número de móvil, mi correo electrónico y la dirección de
mi casa, por si hay algún problema. – Acepté el papel y lo guardé en mi
bolsillo con cuidado. – Quiero que me llames en cuanto William ponga un pie en
la casa y también cuando se vaya. Si yo no puedo seguirle, lo hará Jimmy. Hasta
que no tengamos pruebas contra él, no hablaré con el FBI…
-
¿Y tus jefes en la policía? ¿No deberías avisarles de que vas a seguir a un
sospechoso? Sería más seguro… - Max negó con fuerza.
-
No me fío. No los conozco lo suficiente. No sé cuántos de los agentes de mi
departamento trabajan para El Gato de encubierto o para algún que otro mafioso.
En esta ciudad hay demasiadas bandas rivales, y si los mejicanos o los rusos
averiguan que El Gato está siendo vigilado, podremos vernos en medio de una
Guerra de Bandas y lo primero que hará Félix será eliminar los cabos sueltos. Y
eso significa eliminar a William y todos los documentos que lleve… y no quiero
que pisen esta casa.
-
Gracias. – Susurré, intentando contener las lágrimas. – Gracias por intentar
ayudarnos. – Max se levantó y se arrodilló a mi lado, apretando mi pierna con
gentileza mientras me cogía la mano con decisión.
-
No dejaré que os pase nada a ti y a Kyle. Haré todo lo que esté en mi mano por
conseguir las pruebas sin que Kyle y tú os involucréis. – La pureza cristalina
de sus ojos azules fue como un bálsamo calmante en mi nervioso corazón, y fue
asombrosamente fácil acercarme a ella y besarle la mejilla con dulzura.
-
Eres una bellísima persona, Maxine. – Noté como Max se ponía nerviosa y se
levantaba casi al instante.
-
Em… gracias… será mejor que me vaya. Ya es muy tarde y mañana tengo que
trabajar temprano. – Fue divertido ver como Max se giraba varias veces hacia la
puerta y luego me miraba a mí, como intentando decirme algo. – Esto… llámame
cuando quieras e intenta conseguir un móvil de prepago para nuestras llamadas…
por si acaso. – Asentí levantándome.
-
Claro. Te acompañaré hasta la puerta… - Max negó con la mano.
-
No es necesario. – Dijo rápidamente, caminando hacia atrás. – Buenas noches,
Laura.
-
Buenas noches, Max. – Vi como Max salió del salón y poco después oí el sonido
de la puerta principal cerrarse. El suave rugido de su moto alejándose me dejó
una sensación extraña de vacío.
Recogí
el salón y apagué la chimenea. Puse la alarma y me dirigí a mi habitación en
silencio. Después de ponerme el pijama me metí en la cama y abracé a Kyle… ¿Qué
pensaría Max si supiera que soy yo la que necesita dormir con él cuando estoy
sola?
-
Más alto Max, más alto… - Susurró Kyle en sueños. Una incontenible sonrisa se
formó en mis labios antes de besar la cabeza de Kyle y cerrar los ojos,
intentando encontrarle el sentido a la necesidad de volver a ver a la joven
policía, que en tan poco tiempo se había vuelto tan indispensable en nuestras
vidas…
Esto se por interesante...... ,ahora a ver lo q pasa.creo q el peque hará de las suyas para juntar a las dos, es un amor de niño
ResponderEliminarSaludos
M.S(galicia)
Hola bella.... tus historia me.llenan las escribes como.si de una película se tratase... pero me eh dado cuenta de un error y es que mexicanos es con x no con j. Pero quizá es una banda a algo así
ResponderEliminarOh... gracias ^ ^
EliminarAquí en España ep uso correcto es con J... con X es en inglés. Pero si quieres lo cambio xD
De hecho el uso correcto en México y Latinoamérica es con X al provenir México de Mexica (Aztecas), es por eso el uso de la X aunque como bien dices suena con J.
EliminarBella... has una publicación con las caras de laura. Mas. Kyle. William. La verdad es q no me los término de imaginar. Creo q está es la historia q mas me ha gustado por la parte amorosa de la familia de laura y kyle. Es sencillamente hermosa.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. .. hacia falta una historia con algo entrañable. ..
EliminarY bueno. .. buscare por ahí, a ver si consigo encontrar personas reales que se parezcan. ..
PD: necesito un dibujante xD
Yo podría dibujarte lo que necesites t.t bueno según lo que sea porque tampoco soy Picasso ni nada de eso pero me defiendo bien.
ResponderEliminarDime por aquí aver mas o menos y me pongo en contacto contigo.
Mandame un correo por gmail y hablamos. Me interesa bastante :)
EliminarHola me gusta esta historia y me gustaría saber con que frecuencia la actualizas por favor?
ResponderEliminarNormalmente se publica los lunes. Pero esta semana se publicara el martes. Todas las historias se publican semanalmente ^^
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