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lunes, 14 de septiembre de 2015

Por Las Mentiras de Él, La Encontré a Ella - Capítulo 4

Capítulo 4



De camino a casa de Laura, volví a pensar que era mala idea. Yo no tengo la experiencia necesaria para ayudar a Laura… ¡Apenas acababa de empezar en el cuerpo de policía por el amor de Cristo! Pero cuando me pidió ayuda no pude negarme… Maldita mujer hermosa…


Aparqué mi Suzuki en el mismo lugar que la última vez que estuve en su casa. Aún tenía pesadillas con los gritos de Laura ese día… Jesús, le hice tanto daño…

Subí los escasos escalones que daban a la puerta principal y llamé a la puerta con un par de golpes secos. Eran más de las ocho de la tarde y no sabía si Kyle estaría dormido… Sin embargo, a los escasos segundos, el inconfundible sonido de unos pequeños pasos corriendo hacia la puerta me sacaron de toda duda.

La puerta se abrió de par en par mostrando a un sonriente niño en un mono atigrado. Parecía ser un pijama, adornado con unas zapatillas gigantes que imitaban las garras del animal y una capucha con orejas peludas de color naranja.

- ¡Max! – Grito el pequeño Kyle, rodeando mis piernas rápidamente en un fuerte abrazo.

- Hola tigre… ¿Sabes que deberías preguntar antes de abrir la puerta, verdad? – Le reñí, pero el negó con la cabeza.

- No, vi tu moto desde la ventana de mi habitación… - Sin poder evitarlo, levanté al pequeño tigrillo y lo coloqué sobre mis caderas.

- Ah… ¿Y no se supone que tú deberías estar en la cama a estas horas? – Un leve rubor cubrió las mejillas de Kyle.

- Estaba… - Murmuró avergonzado.

- Bueno… entonces será mejor que te lleve de vuelta, ¿No te parece? – Cerré la puerta con un golpe de cadera y avancé sin problemas con Kyle en brazos. Subí con cuidado la escalera y al llegar al rellano del primer piso le pregunté a Kyle cuál era su habitación.

- Esa de allí. – Me señaló la del final del pasillo. – Pero cuando papá no está duermo con mami.

- Pues a la habitación de mami. – Me dirigí sin problemas a la habitación al otro lado del pasillo, donde había entrado el día de Halloween. Supuse que Kyle dormiría en el lado donde la mesita de noche tenía un enorme despertador negro y un par de libros de contabilidad… Es cierto… él prefería el lado derecho de la cama… Supongo que para sentirse como en casa… Solté a Kyle en la parte baja de la cama mientras abría las sábanas para que pudiera meterse dentro. Como respuesta silenciosa, Kyle saltó dentro de la cama y me dejó taparle hasta el cuello. No pude evitar colocarle la capucha y jugar un rato con las orejas de tigre. – Bueno hombrecito, ¿Quieres que te cuente un cuento antes de dormir?

- ¡Sí! – Gritó entusiasmado.

- Está bien… esto era…

- ¡De piratas! ¡Quiero un cuento de piratas! – No pude evitar reírme.

- Vale… un cuento de piratas. – Modifiqué un poco el cuento en mi cabeza y comencé. – Érase una vez una temible pirata con ojos como el hielo…

***

Me aparté de la puerta de mi dormitorio intentando contener las lágrimas, pero me fue imposible… ¿Cómo pude pensar que una mujer como Max había atentado contra mi matrimonio de forma consciente?

Nada más sonar la puerta, dejé apartada la cena y me asomé al vestíbulo, para comprobar, asombrada, como Kyle se abrazaba a la joven policía… pero lo que más me sorprendió, fue el comportamiento de Max. Cómo alzó a Kyle en sus brazos, como le hablaba, como lo llevó a la cama… William nunca había mostrado ese cariño por Kyle, y Max apenas conocía al niño y lo trataba como si fuera su propio hijo… Cielo Santo, si hasta se ofreció para contarle un cuento… Aunque resultara irónico, Max era el tipo de padre que quería para Kyle…

Bajé las escaleras y me escondí en la cocina. Intentando dominar mis emociones antes de que Max bajara. Después de empolvarme un poco de nuevo para que Max no notara que había estado llorando, continué batiendo los huevos y la nata. Cuando Max entró por la puerta de la cocina, la Quiche ya llevaba algunos minutos en el horno.

- Huele muy bien. – Comentó Max, manteniéndose en la puerta de la cocina. – Siento haber entrado así en tu casa. No te vi y Kyle…

- No te preocupes… creo que mi hijo se ha enamorado de ti. – Admití, sonriendo al recordar lo nervioso que había estado Kyle todo el día esperando la llegada de la joven policía.

- El sentimiento es mutuo… Es una ricura. – Algo parecido al alivio se asentó en mi estómago al escuchar esas palabras. Me alegraba saber que Max le había cogido verdadero cariño a Kyle.

- Será mejor que no lo digas muy alto, o si no mañana te pedirá que te cases con él… El año pasado se lo pidió a su nueva maestra con intenciones muy serias. – Max se rio.

- No lo dudo. Parece un chico valiente, debes estar muy orgullosa de él. – Fue entonces cuando miré directamente a los ojos de Max, intentando hacer que mis palabras le llegaran correctamente.

- Lo estoy. Él es mi vida. – Dije con seguridad. Max comenzó a caminar hacia mí, pero se paró en seco a un par de cuerpos de distancia.

- Has estado llorando. – Parpadeando asombrada, intenté sonreír.

- Parece que no se te puede esconder nada. – Dije, pasándome los dedos nerviosamente por debajo de mis ojos… A lo mejor aún tenía algo de maquillaje corrido…

- Tus ojos están algo rojos y brillantes… A parte de eso, no creo que nadie lo notara. Estás tan preciosa como siempre. – Esta vez sonreí de verdad, algo avergonzada.

- Sin duda sabes como tratar a una mujer… Si hubieras sido un hombre habrías sido toda una rompe corazones. – Comenté, extrañándome por la ligera mueca de Max.

- Bueno, no me enorgullezco mucho de mi época en el instituto, pero creo haber robado un par de corazones sin necesidad de ser un hombre…

- Eso es distinto… los chicos en el instituto eran muy fáciles de engatusar… y apuesto lo que quieras que tu aspecto con 17 años era tan impresionante como ahora. No me extrañaría que rompieras más de un par de corazones… - Max se rio.

- Si bueno… los chicos eran otro cantar… pero yo hablaba de mujeres. – Frunció el ceño extrañada. - ¿Hm?

- Aún recuerdo la cara de Jodie Hustin cuando la besé bajo las gradas. – Se rio. – Creo que después de ese día dejó de salir con chicos. Y Melissa, la animadora más guapa del instituto, quiso experimentar conmigo en el baile de graduación… Aún no estoy muy segura, pero creo que tenía más que curiosidad… - Yo me había quedado de piedra. Espera ¿Qué?

- Quieres decir… que tú… ¿Experimentaste con chicas en el instituto? – Casi susurré, sintiendo mis mejillas ardiendo. Max alzó una ceja divertida.

- No Laura, no experimenté. Soy bisexual. – En ese momento, el pitido del horno me hizo saltar en mi sitio.

- La Quiche ya está. – Dije en voz alta, ligeramente agradecida por la distracción. – Espero que te guste vegetal… champiñones, calabacín y espárragos… ¿Está bien? – Max asintió, antes de ayudarme a poner los cubiertos en la mesa de la cocina. Le serví un pedazo en silencio, sintiéndome un poco incómoda… ¡Por Dios, es bisexual! Nos sentamos una enfrente de la otra, y ya no sabía que mirar que no fuera el fondo de la copa de vino… va a pensar que soy una alcohólica.

- Laura… - Me llamó Max.

- ¿Hm? – gemí levantando la mirada para encontrarme con una expresión entre divertida y preocupada.

- Siento haberte incomodado, pero normalmente es algo que no escondo. – Me dijo.

- ¿Qué no escondes? – Intenté hacerme la ingenua.

- Mi sexualidad. Es algo que forma parte de mí y espero que eso no te resulte un problema. – Negué  rápidamente con la cabeza.

- No, no… para nada. La mayor parte de mis modelos son… tienen… quiero decir… En el mundo de la moda hay de todo. – Dije nerviosa.

- Ya. Pero eso es tu trabajo, no tu vida personal. Puede que ahora que sepas eso no quieras que esté tan cerca de Kyle… - Dijo algo apenada.

- No. Por supuesto que no. Kyle te adora y cada quién es libre de amar a quién quiera… es sólo que… me ha pillado con la guardia baja… No me lo esperaba. – Admití. Max me miró con sus profundos ojos azules, poniéndome nerviosa, hasta que finalmente asintió y continuó con su comida.

- La Quiche está buenísima, por cierto. Tienes que decirme como te sale tan ligera. – Suspiré agradecida por el cambio de tema. Continuamos la cena hablando de temas sin mucha importancia. Resultaba agradable. Entre mi trabajo y Kyle apenas tenía tiempo de ver a mis amigos, y siempre que quedaba con ellos hablaban del trabajo. Me apasiona la moda, pero a veces resulta refrescante salir de esa burbuja y aprender otras cosas.

Después de mucho insistir, dejé que Max fregara los platos mientras yo recogía la mesa y guardaba las sobras en la nevera. Preparé la chimenea artificial en el salón y cogí la carpeta con los archivos de William antes de que Max entrara.

- Estas son las copias de todos los documentos que he encontrado con el nombre de Félix. – Le dije al tendérsela. – Pero en ninguno de ellos aparece el nombre de William, al menos, no el real. No sé si podréis rastrear los números de cuentas que aparecen ahí y que sea suficiente para encarcelar a Félix pero…

- No lo será. –Dijo muy seriamente. – Estos papeles son copias, y seguramente las cuentas estén limpias. Esto puede servirnos para vincular a William con El Gato, pero si no tenemos pruebas visuales no servirá de nada. – Max se sentó pesadamente en un sillón, ojeando los papeles. – Llevo pensando todo el día en ello, y realmente en la única persona en la que confío en el cuerpo es Jimmy, mi compañero. De los demás… no sé cuánto valen sus almas. – Me estremecí ligeramente.

- ¿Entonces es cierto que hay corrupción policial? Siempre pensé que eso era cosa de las películas. – Los labios de Max dibujaron una mueca.

- Por desgracia, el dinero es mucho más poderoso que el honor. Puede que sean buenas personas, pero tienen sus vidas, sus familias… Si un hombre te amenaza con un arma y te da a elegir entre el silencio y la muerte o hablar y el dinero… sueles elegir el dinero.

- Tú…

- Nunca lo haría. – Dijo secamente. – Y mucho menos después de saber lo que te podría pasar a ti y a Kyle.

- Lo siento. No quería ser grosera, es sólo que… tengo miedo. – Dije sintiendo un escalofrío recorrer mi columna.

- Tranquila Laura, puedes confiar en mí. – Sonreí con pesar.

- Lo sé.

- La semana que viene tengo algunos días libres por las vacaciones de navidad, así que quiero que me digas todo lo que vayas averiguando de William. Qué planes tiene, cuando va a salir, a donde… Aunque luego no vaya donde dice que va a ir, yo estaré siguiéndole. Si es cierto que está… viendo a otra mujer. – Dijo entrecortadamente. – Conseguiré fotos para la demanda de divorcio. Pero si da la casualidad de que va a algún viaje de negocios y queda con algunos lugartenientes de Félix, todas las pruebas que consiga mandarán a William a la cárcel… Lo sabes ¿Verdad? – Después de unos segundos en silencio, asentí lentamente.

- Sí, lo sé. Pero es lo correcto. – Max respiró con fuerza.

- Está bien. Ten. – Max sacó una pequeña libreta y escribió en ella algunos datos. – Ahí tienes mi número de móvil, mi correo electrónico y la dirección de mi casa, por si hay algún problema. – Acepté el papel y lo guardé en mi bolsillo con cuidado. – Quiero que me llames en cuanto William ponga un pie en la casa y también cuando se vaya. Si yo no puedo seguirle, lo hará Jimmy. Hasta que no tengamos pruebas contra él, no hablaré con el FBI…

- ¿Y tus jefes en la policía? ¿No deberías avisarles de que vas a seguir a un sospechoso? Sería más seguro… - Max negó con fuerza.

- No me fío. No los conozco lo suficiente. No sé cuántos de los agentes de mi departamento trabajan para El Gato de encubierto o para algún que otro mafioso. En esta ciudad hay demasiadas bandas rivales, y si los mejicanos o los rusos averiguan que El Gato está siendo vigilado, podremos vernos en medio de una Guerra de Bandas y lo primero que hará Félix será eliminar los cabos sueltos. Y eso significa eliminar a William y todos los documentos que lleve… y no quiero que pisen esta casa.

- Gracias. – Susurré, intentando contener las lágrimas. – Gracias por intentar ayudarnos. – Max se levantó y se arrodilló a mi lado, apretando mi pierna con gentileza mientras me cogía la mano con decisión.

- No dejaré que os pase nada a ti y a Kyle. Haré todo lo que esté en mi mano por conseguir las pruebas sin que Kyle y tú os involucréis. – La pureza cristalina de sus ojos azules fue como un bálsamo calmante en mi nervioso corazón, y fue asombrosamente fácil acercarme a ella y besarle la mejilla con dulzura.

- Eres una bellísima persona, Maxine. – Noté como Max se ponía nerviosa y se levantaba casi al instante.

- Em… gracias… será mejor que me vaya. Ya es muy tarde y mañana tengo que trabajar temprano. – Fue divertido ver como Max se giraba varias veces hacia la puerta y luego me miraba a mí, como intentando decirme algo. – Esto… llámame cuando quieras e intenta conseguir un móvil de prepago para nuestras llamadas… por si acaso. – Asentí levantándome.

- Claro. Te acompañaré hasta la puerta… - Max negó con la mano.

- No es necesario. – Dijo rápidamente, caminando hacia atrás. – Buenas noches, Laura.

- Buenas noches, Max. – Vi como Max salió del salón y poco después oí el sonido de la puerta principal cerrarse. El suave rugido de su moto alejándose me dejó una sensación extraña de vacío.

Recogí el salón y apagué la chimenea. Puse la alarma y me dirigí a mi habitación en silencio. Después de ponerme el pijama me metí en la cama y abracé a Kyle… ¿Qué pensaría Max si supiera que soy yo la que necesita dormir con él cuando estoy sola?


- Más alto Max, más alto… - Susurró Kyle en sueños. Una incontenible sonrisa se formó en mis labios antes de besar la cabeza de Kyle y cerrar los ojos, intentando encontrarle el sentido a la necesidad de volver a ver a la joven policía, que en tan poco tiempo se había vuelto tan indispensable en nuestras vidas…

10 comentarios:

  1. Esto se por interesante...... ,ahora a ver lo q pasa.creo q el peque hará de las suyas para juntar a las dos, es un amor de niño

    Saludos
    M.S(galicia)

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  2. Hola bella.... tus historia me.llenan las escribes como.si de una película se tratase... pero me eh dado cuenta de un error y es que mexicanos es con x no con j. Pero quizá es una banda a algo así

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    1. Oh... gracias ^ ^
      Aquí en España ep uso correcto es con J... con X es en inglés. Pero si quieres lo cambio xD

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    2. De hecho el uso correcto en México y Latinoamérica es con X al provenir México de Mexica (Aztecas), es por eso el uso de la X aunque como bien dices suena con J.

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  3. Bella... has una publicación con las caras de laura. Mas. Kyle. William. La verdad es q no me los término de imaginar. Creo q está es la historia q mas me ha gustado por la parte amorosa de la familia de laura y kyle. Es sencillamente hermosa.

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    1. Me alegro de que te guste. .. hacia falta una historia con algo entrañable. ..
      Y bueno. .. buscare por ahí, a ver si consigo encontrar personas reales que se parezcan. ..
      PD: necesito un dibujante xD

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  4. Yo podría dibujarte lo que necesites t.t bueno según lo que sea porque tampoco soy Picasso ni nada de eso pero me defiendo bien.
    Dime por aquí aver mas o menos y me pongo en contacto contigo.

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    1. Mandame un correo por gmail y hablamos. Me interesa bastante :)

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  5. Hola me gusta esta historia y me gustaría saber con que frecuencia la actualizas por favor?

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    1. Normalmente se publica los lunes. Pero esta semana se publicara el martes. Todas las historias se publican semanalmente ^^

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