PARTE VII
4/05/15 (18:35h)
(AMELIA)
Cuando
Jackie me contó que el FBI se iba a hacer cargo del caso no supe si enfadarme o
dar las gracias. Yo sabía que como investigadora lo daría todo por encontrar al
desalmado que hizo eso… pero también sabía lo mucho que iba a sufrir en el
proceso.
Intuía,
por lo que me dijo Jackie, que no estábamos ni mínimamente cerca de encontrar
al asesino. Ni nosotros, ni el FBI.
Poco
antes de que saliéramos de la comisaria, dos hombres trajeados se detuvieron
cerca de nuestros escritorios y llamaron a Jackie para hablar en privado. Me
molesté. Somos compañeras… y el caso era nuestro. Si tienen que decir algo
sobre el caso que nos lo digan a las dos.
Sin
embargo, permanecí en mi escritorio, viéndolos hablar desde lejos. Veía la
expresión dolida y enfadada de Jackie, así que supuse que no eran buenas
noticias.
A
pesar de que estos últimos días seguí quedándome en casa de Jackie, no volvimos
a compartir la cama. Después de mi revelación, entendí su reticencia a dormir
conmigo. Más que molesta, me sentía algo sola en la cama… Jackie había dejado
las puertas abiertas de ambas habitaciones por si volvía a tener pesadillas,
pero yo misma me contuve de comentarle que sí las había tenido. La primera
noche que dormí sola, fui en busca de Jackie a su dormitorio, pero no pude ir
más allá de la puerta.
Era
extraño como el miedo y el anhelo se mezclaban cuando estábamos juntas. Sabía
que estaba mal, pero a veces deseaba que Jackie viniera a ver si estaba bien…
ayer incluso pensé en fingir una fuerte pesadilla para que se quedara conmigo…
Oh Troy… ¿Dónde estás cuando te necesito?
El
sonido de mi móvil dio un respiro a mis pensamientos y sonreí al ver de quien
se trataba.
-
Vaya… pero si es la chica perdida… ¿Dónde andas? Hace semanas que no sé nada de
ti. – Saludé.
-
Tengo que hablar contigo, Amelia. – Me dijo Cammie, en un susurro tembloroso.
-
Ey, ey, ey… ¿Estás bien? – Pregunté preocupada.
-
No… no lo sé… llevo todo el día llorando…
-
¿Es por Paul? Sabes que él te quiere con locura Cammie, pero si aún no lo
tienes claro no tienes que…
-
No, no es por él… bueno… Sí es por él… Amelia… he hecho algo horrible. –
Escuché como Cammie se sonaba la nariz al otro lado del teléfono.
-
Puedes hablar conmigo de lo que quieras, Cammie. Eres mi mejor amiga y sabes
que siempre estaré ahí para ti… - El fuerte llanto de Cammie me asustó. - ¿Cariño?
Por favor, dime por qué lloras…
-
Yo… lo siento tanto… lo siento de veras… Yo no esperaba que… Señor, lo siento…
- La llamada se cortó.
-
¿Cammie? – Pregunté a la nada. Intenté llamarla de nuevo, pero el móvil estaba
desconectado.
-
¿Todo bien? – Preguntó Jackie al llegar junto a mí.
-
No… no lo sé. – Dije preocupada. – Era Cammie, parecía estar destrozada pero no
me ha dicho por qué…
- Ella
era la novia a la fuga ¿no? – Asentí. – Tal vez esté pasando por un bajo… a lo
mejor había estado en Shock hasta ahora y necesitaba oír una voz familiar…
-
Puede ser… pero ella a dicho que ha hecho algo horrible… - Abrí los ojos ante
lo que pasó por mi cabeza. - ¿No habrá matado a nadie, verdad?
-
No exageres, Amelia. Seguro que no es nada. – Comentó Jackie, al sentarse en su
escritorio.
-
Ellos… - Comencé, cambiando de tema. - ¿Eran los Federales?
-
Ajam. – Respondió, mirando unos archivos en su ordenador.
-
¿Qué te han dicho? ¿Han encontrado algo? – Jackie suspiró con fuerza.
-
No, precisamente no han encontrado nada. Vuelven a Washington para trabajar en
un perfil del asesino con algún cuatro ojos de Quantico… creen que así al menos
serán capaces de averiguar cuál es la próxima localización del escenario. –
Jackie bufó molesta. – No sé de qué servirá saber que el próximo asesinato se
realice en Vertmont o en Maine. Cuando lo encuentren esas personas ya estarán
muertas… - Jackie lanzó con furia un bolígrafo a la papelera, volcando así el
recipiente de metal. - ¡Es jodidamente absurdo!
-
Jackie, no podemos hacer nada… a veces está fuera de nuestro alcance… por mucho
que nos duela admitirlo. – Jackie asintió y me pasó un informe. - ¿Qué es esto?
-
Esto, es el informe de la no tan perfecta familia Morrison. – Abrí la pequeña
carpeta, y lo primero que vieron mis ojos fue una imagen del señor Morrison con
una chica joven, en la entrada de un Motel cercano. – La mujer contrató a un
detective privado para que siguiera a su marido. Descubrió que le ponía los
cuernos y le obligó a dejar de ver a la chica si no quería un divorcio muy
doloroso. Esa fue la razón por la que se mudaron aquí a Boston… La mujer creía
que alejándolo de la tentación dejaría de engañarla… - La siguiente foto, era
una imagen de el señor Morrison entrando en un prostíbulo a las afueras de
Boston. – Pero parece que el señor Morrison no era exclusivo ni para las
amantes… Más adelante encontraras un informe médico de Margaret. Tomaba
antidepresivos en grandes cantidades. Por otro lado está Stephanie… su historia
es un poco confusa, pero su supuesto novio afirma que cuando era pequeña su
madre la pegaba. Nunca ha tenido muchos amigos y su relación con él tampoco era
muy profunda… él afirma que ella tenía miedo de que él fuera como su padre… y
que ella acabara convirtiéndose en un alcohólica depresiva como su madre… -
Cerré el informe asombrada. – La perfecta familia Morrison no era tan perfecta
como parecía… Y eso al parecer, es el patrón del asesino… coge a familias o
personas en una relación disfuncional y los convierte en una perfecta estampa
macabra. Horripilante.
- ¿Quieres
decir que se cree una especie de maquetador? – Pregunté confusa. – ¿Arregla a
la gente? Eso es enfermizo…
-
Por supuesto que lo es… hay más de una teoría interesante sobre cómo pudo ser
la infancia de este tío… que eso sí, al menos es casi seguro que es un hombre…
o eso, o es una mujer muy grande.
-
Sea como sea… nosotras ya no podemos hacer nada. – Susurré.
-
Con respecto a eso… - Mi móvil volvió a sonar, así que levanté un dedo disculpándome
y me aparté un poco para responder.
-
¿Diga?
-
¿Cariño? Soy Troy… ya estoy en casa, cielo.
-
¿Ahora? ¿Pero no volvías dentro de un par de días? – Pregunté extrañada.
-
Los últimos días eran sólo para hacer contactos… y yo quería volver a casa para
estar contigo… hay algo de lo que quiero hablarte. ¿Podrías venir ahora a casa?
-
Emm. – Miré a Jackie y luego miré mi reloj. – Tengo que ir a recoger mis cosas
en casa de Jackie… así que puedo estar en casa en una hora más o menos.
-
¿Te quedaste en casa de tu compañera? ¿La lesbiana que se viste de hombre? –
Preguntó algo molesto.
-
Sí y no. Eso sólo fue para un caso. Nos vemos en casa.
-
Te estaré esperando impaciente… Te quiero. – Me dijo con cariño.
-
Yo también te quiero. – cerré el móvil sintiendo la mirada de Jackie sobre mí. –
Necesito ir a tu casa a recoger mis cosas… Troy ya ha vuelto. – Jackie asintió
y rebuscó en uno de sus cajones, sacando un llavero con una chica en topless.
Al tendérmela mantuve el llavero a plena vista. - ¿En serio? – Jackie se
encogió de hombros.
-
No tenía otro llavero de repuesto. Devuélvemelas cuando quieras. – Me guardé el
descarado llavero en el bolso y cogí mi chaqueta cuando me acordé.
-
Por cierto… ¿Qué ibas a decirme? – Jackie desvió la mirada.
-
Nada importarte… Ya hablaremos mañana. Saluda a Troy de mi parte. – Algo extrañada
por su comportamiento, me despedí de ella y caminé de camino a su apartamento…
***
4/05/15 (20:05h)
- ¡Ya
estoy en casa! – Grité nada más cruzar la puerta. Antes incluso de poder soltar
mi maleta, unos largos brazos me estrecharon con fuerza. – Vaya… alguien me ha
echado de menos… - Troy se separó un poco y me besó lenta y profundamente. Rodeé
su cuello acariciando su nuca como sabía que le gustaba. Ni siquiera sé cuánto
tiempo estuvimos así… sólo recuerdo lo querida que me sentía entre sus brazos.
Al separarnos suspiré y le miré a los ojos… Había algo extraño en ellos… algo
que no sabía identificar… - ¿Estas mejor? Pareces nervioso…
-
Sí… estoy algo nervioso… pero quiero hacerlo antes de que tenga demasiado
miedo. – Le miré extrañada, mientras me dejaba llevar al sofá. Troy estaba
temblado y me preocupó bastante.
-
Troy cariño… ¿Estás bien? – Troy tragó con fuerza y comenzó a dar vueltas
delante de mí.
-
Sí… bueno… lo estaré, supongo. Yo…. – Troy se arrodilló delante de mí y me cogió
la mano. – Amelia, eres una mujer increíble y te quiero con todo mi corazón…
-
Es como si ahora viniera un gran “pero”… - Dije con una sonrisa nerviosa. - ¿Me
vas a dejar? ¿Es eso? – Troy abrió mucho los ojos.
- ¡No!
Por supuesto que no… Yo te quiero Amelia. Nunca antes he querido tanto a una
mujer… Eres el amor de mi vida. – Dijo con seguridad. – Amelia, quiero casarme
contigo…
***
4/05/15 (22:25h)
(JACKIE)
Estaba
algo mareada, aunque tampoco creía haber bebido tanto como para tambalearme
subiendo las escaleras. Al llegar por fin al piso, llamé a la puerta
suavemente. Unos segundos más tarde, unos familiares ojos castaños me dieron la
bienvenida con calidez.
-
Jackie…
-
Lo siento… sé lo que hablamos… pero yo… - Vivian puso uno de sus dedos sobre
mis labios antes de atraerme hacia ella y besarme con la dulzura que
necesitaba.
-
Lo sé Jackie… una noche más… - La próxima vez que nuestros labios se juntaron
no había dulzura. Sólo la necesidad de estar juntas.
-
Una noche más… - gruñí de necesidad antes de cerrar la puerta del apartamento.
***
Mientras tanto… en Nueva York…
4/05/15 (22:30h)
(TORY)
Intentaba
llevar con el mayor cuidado que podía la enorme tarrina de helado de chocolate
y la pizza de queso esquivando a los abundantes transeúntes que pasaban por la
calle. Aun recordaba con claridad la llamada de Taylor a la comisaria, diciendo
que tenía antojo de pizza y helado…
- Cariño… se supone que los antojos los
tienes las mujeres embarazadas… No las novias antes de su boda… ¿No deberías
estar histérica por no caber en tu vestido y esas cosas? – Le respondí en
cuanto me dio las instrucciones para llegar a la Pizzería y al indio que vendía
la tarrina de helado que quería.
- ¿Bromeas? El vestido me quedo holgadísimo
todavía… Creo que soy la única novia que se compró un vestido pensando en
engordar un poco… ¡Necesito un pecho más grande para el escote de pico! – No pude
evitar reírme.
- Cariño… Tienes unas tetas preciosas…
Yo no necesito que sean más grandes…
- ¡Pero yo sí lo necesito! No pienso
aparecer en las fotos como una niña haciendo la comunión… Tengo que parecer una
mujer… - Pude imaginarme perfectamente el enorme puchero que formarían los
labios de Taylor…
- Amor… eres toda una mujer… y una mujer
increíble… aun así, te compraré la cena que quieres… a mí también me apetece
comer chocolate esta noche… - ronroneé…
- Oh… ¿De alguna forma en particular? –
Susurró Taylor a través del teléfono.
- Puede… sólo sé que tengo antojo de
lamer mi postre favorito… - Suspiré en el teléfono, intentando que ninguno de
mis compañeros me escuchara. Un escalofrío me recorrió cuando escuché gemir a
Taylor.
- ¿Cuándo vuelves ésta noche? – Preguntó
impaciente.
- Salgo de aquí sobre las 10… puedo
estar en casa media hora más tarde con la cena.
- Perfecto… No tardes…
Ya
estaba ansiosa por llegar cuando crucé el último paso de cebra. El portal del
apartamento estaba a tan solo unos cuantos pasos cuando escuché algo a mi
espalda. Me giré extrañada, no viendo nadie a parte de algunas parejas paseando
de la mano y algún que otro señor mayor con las manos cruzadas en su espalda.
Me encogí de hombros y entré en el piso.
Subí
las escaleras de dos en dos hasta el segundo piso, donde me esperaba una puerta
abierta. Entré rápidamente y metí la pizza en el horno y el helado en el
congelador. No me hacía falta preguntar dónde estaba Taylor, sabía que iba a
encontrarla en el dormitorio.
-
Llegas tarde… - Dijo Taylor, saliendo del baño con una sencilla toalla
cubriendo su cuerpo. Mientras la veía echarse crema en las piernas, fui deshaciéndome
de mi camisa y mis pantalones.
-
Llego justo a tiempo. – Rugí, ya completamente desnuda, deshaciéndome de la
toalla que cubría su cuerpo. – Ñam, ñam…
Nota de la Autora: Aquí termina este caso de Wild & Wise. La semana que viene haré un pequeño parón ya que quiero publicar ese epílogo que me falta de Oculta Entre Las Sombras, así que la siguiente semana comenzará Bleeding Day, quién lo pille ya se dará cuenta de que va el próximo capítulo de Wild & Wise ya que es un pequeño juego de palabras. Esto no significa que el coleccionista de muñecas no vuelva a aparecer... he intentado que fuera lo más real posible (Y sí, a esta clase de asesinos suelen perseguirlos el FBI, así que nuestras queridas policías no podían hacer mucho más) En el próximo capítulos nuestras protagonistas se trasladaran a Nueva York para la boda de sus queridas amigas... sin embargo, algo ocurrirá que ponga las habilidades de nuestras detectives a prueba. ¿Qué le respondió Amelia a Troy? ¿Jackie y Vivian han vuelto? ¿Qué ocurrirá en la boda de Tory y Taylor? ¡Todos esos interrogantes se resolverán en el próximo capítulo de Wild & Wise!
Vale, vale y luego dices q no nos haces sufrir..... tendremos q esperar aunque yo sospecho algo de lo q podría pasar. Lo q si espero esque le diga q no a troy
ResponderEliminarM.S(galicia)
Ta ta tan!!!
ResponderEliminarNo me gusto para nada la actitud de Troy u la extraña llamada de Cammie, eso esta muyyy sospechoso.
Bella traviesa, espero pronto otra de tus travesuras (capítulo)... Abrazos ;)
Luisa V.
ouch!! crei que estaba completa waaaaaaaaaaaa!!! demasiado para mi kokoro, digo corazon, pero muy bueno hay que tener paciencia
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