CAPÍTULO 37
(Algunos años después)
(SAM)
Años
bajo los focos… Conciertos, sesiones de fotos, grabaciones, pases de prensa,
desfiles… Había pasado por innumerables escenarios donde mis nervios estuvieron
siempre a flor de piel… Y nunca había tenido tanto miedo como el que tenía
ahora…
-
Adelante. – Dijo la voz detrás de la gran puerta de madera frente a mí.
Tragando con fuerza, fui a abrir la puerta, pero un mayordomo me la abrió desde
dentro. Carraspeé un poco, avergonzada, y agradecía el gesto al hombre en Kilt
que estaba servilmente inclinada. Yo
creía que esa falda solo se la ponían en las bodas… ay señor… dame fuerzas.
Avancé
poco a poco por la enorme estancia hasta llegar a la zona central, donde dos
personas me esperaban levantadas. Era la primera vez que los veía en persona y
me parecieron mucho más imponentes que en las fotos. Con un pelirrojo mucho más
oscuro, casi rozando el caoba, estaban los gemelos McLean. Ella, algo más baja
que yo, vestía un elegante traje de ejecutiva gris y no pude evitar pensar en
lo hermosa que eran las mujeres McLean. Si ahora Kelly ya era absolutamente
hermosa, tenía claro que dentro de 8 años no dejaría atrás la belleza clásica
de su hermana mayor, que poseía unos ojos tan azules como el cielo despejado de
verano… Pero prefiero el azul tormentoso
del océano… A su lado él, algunos centímetros más alto que yo, era la
versión masculina de su hermana. De mandíbula mucho más profunda y pelo corto y
peinado hacia atrás, clavaba sus ojos azules idénticos a los de su hermana en
mí, analizándome de arriba abajo con mirada acerada.
-
Bienvenida a nuestra residencia de verano, señorita Campbell. Esperamos que
haya tenido un vuelo agradable hasta aquí. – Dijo ella, tendiéndome la mano, dándome
un apretón suave pero firme. – Yo soy Bronen, la hermana mayor de Kelina. Y
este de aquí es Broderick, mi hermano gemelo. – Él me dio la mano también,
aunque manteniéndola durante muchísimo más tiempo, tanto, que me resultó
incómodo.
-
Un placer, sin duda… déjeme decirle que es usted muchísimo más hermosa en
persona. – Ronroneó él, provocándome un escalofrío.
-
Sin duda lo es, Broderick, pero creo que la causa de su visita la elimina de tu
lista de posibles conquistas. Así que por favor, compórtate. – Dijo Bronen,
duramente.
-
Como quieras, hermana… pero por una mujer así hasta yo me asentaba. – Vi como
Bronen le echaba una mirada condescendiente a su hermano antes de hablar de
nuevo.
-
Por favor, siéntese. Supongo que el tema a tratar debe ser importante si ha
decidido venir hasta escocia a tratarlo en persona con nosotros… Aunque bien
podría haber esperado un par de meses. Solemos viajar a Estados Unidos de forma
habitual en Otoño y Primavera…
-
Lo lamento, pero esto no podía esperar más. – Comencé, tragando con fuerza y
respirando hondo. – Sé por su hermana que conocen la naturaleza de nuestra
relación mucho antes de que se hiciera pública a los medios. También sé que las
costumbres de su familia son muy estrictas y quería empezar de una vez con buen
pie… - Él se rio.
-
Eso habría sido mucho más creíble hace años… ¿Mi hermana y usted llevan
saliendo por cuánto? ¿6 años? ¿7? Y en todo ese tiempo ni ella ni usted se han
dignado a presentarse a la familia adecuadamente…
-
Lo sé. Lo lamento muchísimo. Kelly y yo creíamos que no sería conveniente
formalizar nuestra relación con su familia por… - Me paré, sin saber cómo
seguir…
-
Por la vieja… - Terminó él, ganándose una dura mirada de su hermana.
-
Su, bueno… Sabíamos que la matriarca de la familia no iba a estar de acuerdo
con nuestra relación, así que decidimos esperar. Sin embargo, Kelly decidió
hace bastante que fuera lo que fuera lo que pensara su familia ella haría lo
que pensara conveniente para su felicidad… Y aunque admiro eso, no quiero que
pierda a su familia por nuestra relación. Yo sé lo que es no tener a nadie más
que ella, pero me gustaría que en nuestra familia también estén presentes
ustedes dos. Sé que fueron quienes básicamente criaron a Kelly después del
fallecimiento de sus padres, y no me gustaría que la familia se separase por mi
culpa.
-
Entonces, dinos… ¿Qué es lo que te ha traído hasta aquí? – Preguntó Bronen, con
la voz algo más dulce.
-
Vine a pediros vuestro consentimiento para contraer matrimonio con vuestra
hermana. – Pedí, con la voz más solemne que pude y sin apartar la mirada de
ellos en ningún momento.
-
¿Y si nos negamos? – Preguntó él, frunciendo el ceño.
-
Entonces ella será la que decida si decide casarse o no conmigo en contra de
los deseos de su familia. Pero nadie me impedirá pedírselo… La respuesta a la
pregunta no impide que sea formulada.
-
¿Quiere eso decir que aún no se lo has dicho a ella? – Preguntó ella,
extrañada.
-
No, aún no se lo he pedido. Quería esperar a saber vuestra respuesta primero. –
Admití, viendo que él se tapaba la boca.
-
Entonces… ¿Qué piensa Kelina que haces aquí? ¿Conocernos? – Preguntó ella de
nuevo.
-
No, ella… ella no sabe que he venido. – Entonces, él comenzó a reírse a pleno
pulmón mientras que su hermana tenía cara de preocupación. - ¿Qué…? ¿Por qué se
ríe? – Le pregunté, señalando a su hermano. Sin embargo, fue él quien respondió.
-
Kelly te va a matar cuando se entere. – Dijo riendo mientras golpeaba sus
piernas. – Tienes suerte de que ella no esté a… - Un fuerte golpe en la puerta
principal y un conjunto de gritos sordos nos hicieron levantarnos a los tres. –
No me lo creo… - Comentó cuando la voz se hizo cada vez más fuerte. Se
escuchaba furiosa, femenina y muy, muy familiar…
La
puerta de la estancia se abrió de par en par con fuerza, mostrando a una
enervada pelirroja avanzar con decisión con el dedo señalando acusadoramente a
las tres personas de la habitación.
-
¿Se puede saber qué demonios hacéis vosotros tres juntos? ¿Aquí? – Gritó,
mirando primero a sus hermanos y luego a mí. – Con que una sesión de fotos en
París ¿Eh? ¿Sabes lo mal que lo he pasado las últimas horas pensando que
estabas con algún amante en algún lugar perdido de Europa? ¡Y resulta que estás
aquí! No sólo me has mentido… sino que además has venido tú sola a la boca del
lobo… A saber que te han dicho estos metiches mientras yo no estaba presente… -
Kelly miró a sus hermanos. - ¿Qué le habéis dicho?
- ¡Nada!
– Dijeron ambos al instante, pareciendo de repente niños asustados.
- ¡No
me lo creo! ¿Por qué le habéis dicho a Samantha qué viniera? ¿Qué queréis de
ella? – Volvió a gritar.
-
Nosotros no… - Comenzó Bronen, pero yo la detuve.
-
Kelly, ellos no han tenido nada que ver. Yo vine aquí por voluntad propia. – Le
dije, consiguiendo que Kelly me mirara extrañada.
-
¿Tú? No Samantha, tú nunca me mentirías así… - Dijo Kelly negando repetidamente
con la cabeza. - ¿Por qué vendrías tu sola? ¡No tiene sentido!
- ¿No
es obvio? Vino a pedirnos permiso para… - Broderick gritó al recibir un fuerte
golpe en la cabeza de su hermana.
- ¡Calla
estúpido, te la vas a cargar más! – Dijo Bronen. Señor, parecen dos niños pequeños en traje… Kelly los ha amedrantado en
segundos…
-
¿Permiso? ¿Permiso para qué? – Preguntó Kelly molesta y confusa. - ¿Samantha?
-
Nosotros mejor nos vamos. – Dijo Bronen, tirando de su hermano con ella. Ambos
se dirigieron a la puerta, intercambiando algunos susurros. Antes de salir por
completo, Bronen gritó. – Ah, y Samantha… - Ambos gemelos respondieron juntos. –
Tienes nuestro permiso. – Y la puerta se cerró, al contrario que mi boca, que
se ensanchó hasta formar una amplia sonrisa.
-
¿A qué demonios ha venido eso? – Preguntó Kelly. - ¿Y por qué sonríes? No
deberías sonreír… Estoy enfadada… me has mentido y digan lo que digan esos
estúpidos aquí la única que puede darte permiso a algo soy yo… pero que se
habrán creí… - Agarré las manos errantes y enfades de Kelly y la acerqué a mí, dándole
un beso en el que volqué toda la felicidad y amor que sentía en ese momento. La
reticencia de Kelly duró poco, y se abrazó a mí con fuerza, hasta acabar con un
beso dulce mientras le acariciaba la cara. – Esto… esto no significa… que te
haya perdonado… - Jadeo sobre mis labios.
-
Lo sé cariño. Lo siento… Pero ahora mismo soy muy feliz. – Dije dándole pequeños
bocados a su labio inferior.
-
¿Y por qué eres feliz? – Me preguntó Kelly en un susurro.
-
Porque estás aquí… y al fin podré saber la respuesta… - Me estaba perdiendo en
los besos de Kelly, y no podía evitarlo…
- ¿La
respuesta a qué, mi amor? – Los ojos de Kelly me miraron, dilatados y
anhelantes, mientras sus dedos jugaban con mi pelo.
-
La respuesta a una pregunta muy importante… Pero primero, déjame besarte de
nuevo… - El suave gemido de Kelly se ahogó bajo mis labios cuando nuestras
lenguas se encontraron con frenesí una vez más…
Unos minutos más… la pregunta puede
esperar unos minutos más…
Nota de la Autora: Siento que este capítulo sea tan cortito, pero hoy es el cumpleaños de mi hermana pequeña y me toca hacer de mamá canguro con un montón de niñas de ocho años. A cambio, os dejaré probar un poco de una historia corta que aún no he acabado, pero poco le falta... se publicará hoy a las 22:30, estad pendientes!
Noooooo no quiero que termine tan pronto me encanta la historia de amor de las 3 parejas
ResponderEliminarAdemás me quedé con ganas de una escena de celos y de pasional reconciliación de cada pareja