BELLA'S

¡NO OLVIDÉIS SEGUIR LA PÁGINA EN FACEBOOK!
¡CUANTOS MÁS SEGUIDORES HAYA EN EL BLOG Y EN FACEBOOK, MÁS FACILIDAD TENDRÉ PARA ESCRIBIR A DIARIO!

Para poneros en contacto conmigo, no dudéis en escribirme al correo: belladonnaliteraria@gmail.com


HISTORIA MÁS POPULAR

sábado, 11 de julio de 2015

Rivales - Parte V

PARTE V



Estaba completamente arriba. El alcohol, la María… y ella, en esta pequeña habitación oscura. Resistiéndose débilmente a mis besos. Lo deseas, sé que lo deseas… no te resistas…

Puedo sentirlo en tus manos temblorosas, en los pequeños gemidos contenidos que salen de tu garganta y la lengua que te cuesta contener dentro de tu boca. Deseas dejarte llevar por esto… porque estas tan obsesionada conmigo como yo lo estoy contigo rubita… y esta noche… esta noche no te escaparas…


La apreté contra mi cuerpo, apoyándola con firmeza en la puerta del armario, e invadí su boca con ansia y deseo. No tardó mucho en responderme. Primero con timidez, y luego con el mismo ardor con el que yo la besaba.

Alzó sus manos y me agarró del pelo, evitando que mis labios dejaran de torturarla. Ya era imposible parar… sentía mi entrepierna apretarse más contra ella, buscando un mayor contacto… y cuando sus piernas se separaron dejándome espacio entre sus piernas, se me nubló por completo el juicio.

Bajé mis manos y acaricia sus suaves piernas bajo su falda. Agradecí en silencio que no llevara medias y alcanzara rápidamente la costura de su ropa interior. Gimió al sentir mis manos acariciar tentativamente la humedad de la tela, separando ligeramente nuestros labios para coger aire profundamente.

Aproveché el momento para agacharme y llevarme conmigo sus bragas y sacarla sin miramientos de sus piernas. En la oscuridad, sentí como Natalia se avergonzaba y cerraba ligeramente las piernas. Pero no la dejé. Sujeté con delicadeza sus piernas, manteniéndolas abiertas, y hundí mi cabeza bajo su falda, deslizando rápidamente mi lengua entre sus rizos de color rubio.

- ¡Dios! – Gimió Natalia, agarrando mi cabeza entre sus piernas. Sabía tan bien. La mezcla perfecta entre dulce y salado. Deslicé mi lengua con voracidad por todas partes, sintiendo como sus caderas se movían ligeramente buscando más… atrapé su clítoris con cuidado entre mis dientes y succioné una y otra vez, hasta sentir como Natalia comenzaba a temblar entre mis brazos… estaba cerca, pero aún no había acabado.

Me levanté, ignorando el gruñido de frustración que salió de su garganta, exasperado, y la alcé entre mis brazos, apoyando su espalda contra la puerta y llevando mi mano a su entrepierna. Instintivamente, rodeo mi cintura con sus piernas y arqueó su espalda dándome un mejor acceso.

Cuando mis dedos encontraron ese suave terciopelo húmedo, no dudé en adentrarme dentro de ella y gruñir de placer al sentir su firme y estrecho interior aferrarse a mis dedos. El cálido aliento de Natalia me acarició la oreja mientras entraba y salía de su interior. Aferrada con fuerza alrededor de mi cuello, se apretó más a mí y comenzó a empujar con rapidez sus caderas contra mi mano. Respondiendo a su petición muda, en cada acometida entraba aún más hondo, aún más profundo… y cuando mis dedos se encerraron en su interior, la sujeté con firmeza entre mis brazos hasta que su cuerpo dejó de convulsionarse de placer.

Justo cuando dejaba de nuevo a Natalia en el suelo y me inclinaba para besarla, un par de golpes en la puerta del armario nos sorprendió a ambas.

- Toc, Toc. Se acabaron los 7 minutos en el paraíso. – Dijo Laura desde el vestíbulo, antes de marcharse para que saliéramos. En ese instante, se me aclaró la mente por completo, y me invadió una vergüenza muy poco corriente en mí. Estaba excitada y acababa de hacer el… de follarme a Natalia en un armario… ¿Pero qué demonios me pasa?

- Yo… - Comencé a decir avergonzada. – Yo… siento… - En ese momento Natalia abrió la puerta del armario, y la luz entró por fin. Parpadee un par de veces hasta que por fin mis ojos se adaptaron de nuevo a la luz y cuando miré de nuevo a Natalia dejé de respirar.

Tenía el pelo rubio completamente revuelto y la falda y la blusa estaban muy arrugadas. Respiraba con dificultad y tenía los labios hinchados y rojos. Pero fueron sus ojos los que me dejaron sin respiración. Sus pupilas dilatadas hacían casi imperceptible el azul cada vez más oscuro de sus ojos y su mirada… oh Dios, su mirada me decía que aún no habíamos acabado.

- Ven. – Me dijo, agarrándome la mano y tirándome fuera del armario. Pensé que íbamos al salón de nuevo, así que me sorprendí de que me arrastrara escaleras arriba.

- ¿Qué…?

- Ahora. A mi habitación. – Dijo Natalia sin más, de manera autoritaria. La seguí sin rechistar hasta llegar a su habitación. Entramos y nada más pasar oí como cerro el pestillo de su puerta. Al girarme, las manos de Natalia  me alzaron la camiseta sin permiso y cuando la tiró al suelo de la habitación dirigió sus manos directamente al cierre de mis pantalones. – Desnúdate.

Como si hubiera apretado un botón, comencé a desnudarme con prisa mientras ella hacia lo mismo. Ahora todo era diferente. La estaba viendo desnudarse delante de mí… y ella me estaba viendo a mí… ya no había oscuridad que nos protegiera de nuestras miradas… ahora podía ver el deseo en sus ojos, recorriéndome con ansia y quemando cada nueva parte de piel que quedaba al descubierto. Ya no había dudas… el en armario Natalia podía hacer como si no se estuviera liando con una chica… pero ahora me veía y no había ninguna duda. Deseaba acostarse conmigo… una mujer… y no tenía miedo.

Como dos imanes, en cuanto nuestros cuerpos estuvieron completamente desnudos, nos encontramos en medio de la habitación y nos dejamos caer sobre la cama, juntando por fin nuestras pieles por primera vez. Ella estaba sobre mí, deleitándose con mi cuello y con mis pechos, sin pudor alguno. Lamía, mordía y gemía disfrutando del buffet libre de mi cuerpo. Sabía que no era virgen pero nunca lo había hecho con una mujer, así que me sorprendió lo rápido que supo tocar en los lugares adecuados, acabando con su cabeza entre mis piernas.

Al sentir por primera vez su cálida lengua sobre mi coño no pude evitar gemir con fuerza, sin importarme demasiado quién llegara a oírme. Agarré las sábanas con fuerza mientras miraba con deleite como Natalia subía y bajaba con su lengua una y otra vez, buscando el ritmo perfecto para mí, mirándome con los ojos de un león hambriento. Mirándola a esos ojos de perdición, no pude aguantar el potente orgasmo que me recorrió por entero en cuanto sus labios se cerraron sobre mi clítoris con una leve presión.

Aun estando agitada, Natalia se tumbó sobre mí y me besó con mi sabor en sus labios. Semi adormecida y sensible, noté como juntaba su centro con el mío arrancándonos un nuevo gemido a ambas. Estaba tan sensible que en cuanto comenzó a mecerse sobre mí estuve a punto de dejarme llevar de nuevo, pero al mirar a sus ojos vi que ella también estaba cerca, así que aguanté todo lo que pude hasta que ya fue inevitable y me dejé llevar de nuevo por el éxtasis, aferrándome a su cuerpo, también tembloroso y febril.

Natalia se dejó caer sobre mí y la abracé con cariño, intentando calmar los latidos agitados de mi corazón, tan parecidos a los suyos. Poco a poco, sentí como el cuerpo sobre mí se relajaba y la respiración de Natalia se volvía más lenta y profunda. Se había quedado dormida.

Acaricie con cuidado el pelo rubio de Natalia mientras hacía pequeños círculos en su espalda. Ella se aferró aún más a mí sin despertarse y me arrancó un suspiro involuntario. Se estaba tan bien sintiendo su cuerpo desnudo sobre el mío… y en este momento no era nada sexual, aunque aún podía sentir el latido de la excitación en mi entrepierna… no, era distinto… era cálido y agradable… una sensación de placidez y calma muy extraños pero que a su vez me hacía condenadamente feliz…

Intenté poner el freno a esa clase de pensamientos. Natalia no es como yo… estábamos borrachas y colocadas. Lo que ha pasado esta noche no volverá a pasar por mucho que tú lo desees… ¿Verdad?


Y fue así, con un tumulto de emociones contrapuestas atormentando mi cabeza, que me dejé llevar por el sueño, deseando que al despertar, ella aun siguiera conmigo…

6 comentarios:

  1. Hay por dios al fin lo hicieron... q bien!!!!...
    Ahora solo espero q no le hechen la culpa al trago y se digan lo que sienten...

    ResponderEliminar
  2. Oh por dios!!! Natalia salio mas atrevida de lo que yo pensé...jajajajaja
    Muy bno espero y no se lo achaquen al alcohol, aunque a Cristina después de que salio del closet se le quito cualquier cosa.
    Bella espectacular como siempre, espero estés descansando muchísimo y con mucha tranquilidad para que regreses con fuerzas y ánimos renovados. Saludos ;)
    Luisa V.

    ResponderEliminar
  3. El alcohol y sus locuras y como las mas burras seguro ocultaran su sentir. Ojala y este equivocada. Excelente entrega de fin de semana

    ResponderEliminar
  4. por dios !!! q capitulo mas ...... ya era hora q espabilaran espero q no se arrepientan cuando despierten

    M.S(galicia)

    ResponderEliminar
  5. Hola Bella querida! tenia mi notebook estropeada y desde mi movil no se subian los comentarios. Agradecida por las entregas diarias que nos regalas...Feliz descanso merecido!!!! Monica desde Cordoba Argentina

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siii hicieron el amor que emocion es mutua la atraccion encantada de leer esta hermosa historia

      Eliminar

Entradas populares