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martes, 4 de agosto de 2015

El Ritmo Del Deseo Capítulo 21

CAPÍTULO 21



 (KATE)

Cuando el despertador sonó lo tiré al suelo sin mucho cuidado y el incesante pitido se convirtió en un incesante chirrido. Genial Kate, te acabas de cargar el despertador…

Nada más erguirme en la cama, sentí un dolor de cabeza de mil demonios. Pastillas… ¿Dónde están las pastillas para el dolor de cabeza? Ah… el mueble del baño…


Salí de mi habitación saltando los pequeños montones de ropa limpia que aún no había metido en su correspondiente lugar dentro de mi armario, y sufrí un pequeño colapso mental al descubrir el desastre que había en el salón… Creo que hoy no me toca a mí la limpieza… pensé sonriente, abriendo la puerta del baño. Obviamente, mi dolor de cabeza era magnifico para molestarse por un sonido como el del despertador, pero no fue lo suficientemente considerado como para avisarme de que la duña estaba abierta…

- ¡AAHHHH! – Gritó alguien dentro de la mampara.

- Lo siento, lo siento, lo siento… - Dije rápidamente volviendo a cerrar la puerta del baño. No había visto nada, aunque si había logrado distinguir que la ocupante de la ducha tenía el pelo rubio… Por favor señor… que sea Susan… Mi autoestima no aguantaría no haber disfrutado de Liz desnuda dentro de la ducha…

Una vez calmada, me dirigí a la cocina, recolectando botellines vacíos a mi paso. Logré coger 7 botellines… y aun había muchos más desperdigados por la casa… Panda de borrachas… y tú la primera. Metí todos los botellines en una bolsa grande y comencé a preparar café para despertar a las bestias.

Sólo un minuto después de haber terminado de servir el café en la mesa, la desmelenada cabeza de Loren se asomó de la habitación de Susan, lo que me recordó que había algunos datos morbosos que preguntar.

- Buenos días fierecilla… Supongo que querrás un poco de café después de la noche de ayer. – Le dije, mientras su despeluchada melena se dirigía hacia el café como un zombie.

- Y que lo digas… - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, sentándose y sirviéndose café en su taza de ACDC. – Uh… ¡donuts! – Cierto, la caja de Donuts de Kelly estaba aún en la cocina, olvidada después de las pizzas, ¿Habrá alguno relleno de chocolate? Bingo… Loren y yo comimos en silencio sin dejar de mirarnos. Yo tenía una sonrisa socarrona en la cara y ella me respondía con una igual de grande y desvergonzada.

- ¿Y bien…? – Pregunté nada más terminarme el café.

- ¿Y bien qué?

- Loren… - Dije molesta. – Ya sabes qué… ¿Cómo es eso de acostarse con el amor de tu vida?

- Bien… supongo. – Respondió desviando la mirada.

- ¿Cómo que supones? Loren, no fastidies, somos amigas… ¡me has descrito innumerables veces como le harías el amor a Susan y ahora que lo haces de verdad no me lo quieres contar!

- No es eso Kate…

- ¿Y entonces qué es?

- No lo hemos hecho. – Abrí los ojos como platos y me levanté de un saltó.

- ¿Cómo qué no? Si Liz y yo os oímos gemir desde la puerta.

- ¿Qué demonios hacíais escuchando desde la puerta? – Preguntó Loren muy molesta.

- Entiéndenos Loren, era el acontecimiento del año, ambas llevabais años derritiéndoos la una por la otra y a Liz y a mí nos teníais en medio… por cierto, felicidades, y muchísimas gracias, de la euforia que nos dio nos abrazamos y todo… fue condenadamente agradable. – Dije con una sonrisa bobalicona. – Y ahora dime, ¿Cómo cojones no te acostaste con Susan? Precisamente por eso quisiste acostarte conmigo ¿recuerdas? Para que cuando llegara el momento no te entrara el canguele.

- Me entró el canguele… - dijo Loren en un suspiro derrotado.

- ¿Y me puedes decir cuándo? Porque los sonidos que yo recuerdo no daban a entender precisamente eso…

- Ya, ya… no fue exactamente pánico ¿vale? Estábamos desnudas en la cama y antes de ir más lejos nos dijimos lo que sentíamos… fue… maravilloso Kate, como si de repente mi cuerpo se echara a volar… Susan me quería y estaba desnuda debajo de mí…

- No jorobes Loren, si yo estuviera en esa situación querría meterme entera en el cuerpo de Liz y fundirme con ella, y eso que sólo llevo con la frustración sexual casi dos años… ¡Tu llevas cinco melona!

- ya veremos qué haces en una situación así listilla… además, por mucho que quieras ocultarte tras el sexo, sé que bebes los vientos por esa chica, estás enamorada hasta las trancas…

- No me lo recuerdes, ¿Vale? Aun intento convencerme de que es un calentón… así es mucho más fácil… en fin, no es pánico, ¿entonces qué?

- Yo, quiero que sea perfecto… es Susan, Kate, y es su primera vez… yo simplemente no pude hacerlo así… nos quedamos abrazadas hablando hasta que nos dormimos…

- ¿Desnudas? – Pregunté interesada.

- Desnudas.

- Joder tía… eres mi nueva superhéroe favorita… desnuda… yo me habría corrido sólo como una lagartija encima de… - La puerta del baño se abrió y la imagen de Liz con el pelo mojado y la toalla blanca rodeándole las partes más importantes del cuerpo me dejaron sin respiración. Fue bastante obvio mi estado de embriaguez cuando Liz me habló y tuve que preguntarle de nuevo como una idiota.

- ¿Disculpa?

- Digo que siento haberte gritado antes… No me esperaba que hubiera alguien despierto tan temprano así que no puse el pestillo. Siento haberte asustado. – Mis neuronas intentaron por todos los medios formar una frase coherente, pero lo único que salió de mis labios fue un entrecortado.

- No te preocupes. – Liz se marchó a su habitación y en cuanto cerró la puerta Loren comenzó a reírse de mí.

- ¿Qué? ¿Cuántas veces?

- Mi cerebro ha procesado más de diez… en serio Loren, yo no puedo seguir así… intento mostrarme normal a su lado… pero entonces me aparece así y me vuelvo idiota. – Suspiré. -  Puede que no fuera tan buena idea venir a vivir todas juntas… No sé si aguantaré más ataques al corazón como el de esta mañana…

- No digas chorradas Kate. Desde que vivimos aquí os he visto muy bien juntas… cada vez os tratáis más y para nada se te notan todos y cada uno de los pensamientos pervertidos que te pasan por tu cabeza… yo creo que ha sido una idea fantástica venir todas juntas a Nueva York…

- No sé Loren… ahora todo será diferente… supongo que tú y tu palomita estaréis amorosas todo el tiempo, y sencillamente, por mucho que me alegre por vosotras, no quiero tener que verlo… no por ustedes, créeme, nunca me ha molestado ver a dos pibones darse el lote delante de mí… el problemas es veros y después ver a Liz a mi lado… huyendo de vosotras como la peste y sintiéndose incómoda… o peor… tener que verla con alguno de los chicos que se la comen con los ojos en la Academia… yo que sé… tal vez, cuando acabe el semestre, me vaya a vivir con Sam… creo que Josh termina su bachelor y vuelve de donde quiera que haya venido…

- ¿Estás segura de esto? Tal vez dentro de un par de meses ya lo hayas superado… al menos las ganas de tirarte encima de ella…

- Ese no es el problema Loren… tienes razón, estoy loca por ella… en todos los sentidos… Yo, sencillamente, no creo que sea un buen momento para tener el corazón roto… esta es mi oportunidad, y sabiendo lo que va a pasar prefiero simplemente alejarme un poco… al fin y al cabo, seguiríamos viéndonos todos los días… pero podría evitarla si lo necesitara… viviendo juntas, es imposible…

- Haz lo que quieras Kate. – Dijo Loren enfadada. – Pero creo que estás equivocada… No deberías dar por sentado que acabaras con el corazón roto.

- No todas tenemos tanta suerte, Loren. A veces un amor de instituto es simplemente eso… de instituto… y esto no es una película… la chica rebelde no se lleva a la capitana de las animadoras. La capitana de las animadoras va a la universidad, encuentra al marido perfecto y tienen hijos perfectos… la chica rebelde tendrá suerte si no va a la cárcel y cae en las drogas… es así, aunque me guste soñar lo contrario…

- Con lo inteligente que eres para algunas cosas y las gilipolleces que dices a veces… - Dijo Loren, llenando la taza de flores de Susan y llevándosela a su habitación. – Y por cierto, haz lo que veas, pero que sepas que si dejas de vivir con nosotras por eso, pienso decírselo a Liz.

- ¡No serías capaz! ¡Sería humillante! – La amenacé.

- No lo que tú piensas… le diré que te has mudado porque no puedes soportar vivir con ella… y créeme, puede que no conozca mucho a Liz… pero es lo suficientemente cabezota como para perseguirte por una respuesta.

- ¡Le diré que mientes!


- Yo nunca miento. – Respondió, cerrando la puerta de Susan.

Maldita seas Loren…

(KELLY)

Al escuchar el sonido del despertador de mi móvil, estiré la mano para apagarlo, extrañándome de la altura de la mesita de noche. Es cierto, estoy en el piso de Samantha y Josh… en la cama de Samantha…Instintivamente, estiré el brazo hacia el otro lado, sintiendo las sábanas frías y vacías a mi lado. ¿Cuándo se ha marchado? Apenas me he dado cuente y mira que estaba… Me llevé mis manos a mi cara, para luego girarme sobre la almohada y ahogar un pequeño grito.

Dios, que vergüenza… me he puesto a llorar en la cama con una completa desconocida… Seguro que en cuanto me quedé dormida se escapó corriendo de la loca pelirroja que sólo sabe llorar por su novio… bueno, exnovio…

Suspiré pesadamente y me levanté de la cama. Tenía el tiempo justo para llegar a mi casa, darme una ducha y llegar a la primera clase de la mañana. Me puse la ropa de anoche y cogí las pocas pertenencias que tenía esparcida por la mesilla, pero antes de abrir del todo la puerta del dormitorio, la puerta principal se abrió y como una vulgar ladrona, me escondí con miedo de que me vieran.

Por la pequeña ranura que dejé en la puerta, pude ver la figura sudorosa de Samantha, que parecía haber vuelto de una maratón. Tenía la camiseta de algodón gris completamente mojada de sudor y su pelo negro estaba casi por completo pegado a su piel de lo húmedo que estaba. Jadeaba pesadamente, dejando los labios entreabiertos y sus claros ojos verdes parecían mirar a la nada mientras recuperaba el aliento…

A pesar de la ropa y el aspecto, Samantha estaba arrebatadora. Una mezcla de interés y envidia pasaron por mi cabeza… Yo después de correr un kilómetro me estoy muriendo de asma y tengo la cara completamente roja… como un cochino antes de ir al matadero… Cualquier mujer mataría por un cuerpo como el…

Mi mente se quedó en blanco al ver como en un rápido movimiento, Samantha se sacaba los zapatos y la camiseta empapada de sudor. Estaba colocando todas las prendas en un pequeño tendedero con más ropa deportiva masculina… pero estar allí, escondida, viendo como una tras otra las piezas de ropa de Samantha salían de su cuerpo, despertó algo que no supe identificar… Jesús, eres preciosa… cada vez que una zona íntima se mostraba, me sentía más culpable… Samantha era perfecta… levanté el móvil con la intención de hacer una foto, cuando Samantha entró en el cuarto de baño…

Agité un par de veces mi cabeza…

¿En qué demonios estabas pensado Kelly? Eres peor que un viejo pervertido… estabas a punto de sacarle una foto desnuda después de lo bien que se portó contigo anoche… no eres mejor que Lance…

Rápidamente, salí del apartamento sintiéndome sucia y avergonzada… Nunca había sido tan descarada, y todo ¿por qué?

Deseo…

Al llegar al ascensor cerré los ojos y volví a ver la imagen de Samantha en mi cabeza… Por favor… no estoy lista para esto…

1 comentario:

  1. Quien viera a la Kelly, ya esta sacando a relucir sus deseos más profundos.
    La verdad yo pensé que había pasado algo más entre Loren y Sussan, pero igual me gustaron los argumentos de Loren.
    Bella porfis haz que pase algo pronto, así sea chiquito entre Liz y Kate, se merecen algo de felicidad... Jajajajaja
    Saludos y espero no te estén escurriendo mucho en el trabajo ;)
    Luisa V.

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