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lunes, 31 de agosto de 2015

Wild & Wise: Doll House - Parte V

PARTE V



(JACKIE)

30/04/15 (06:55h)
La luz que entraba por un pequeño resquicio de la ventana me dio directamente en los ojos, y cuando intenté moverme para evitar la desagradable luz del amanecer me encontré aprisionada contra un cuerpo caliente y blando.


Parpadeé con fuerza varias veces intentando recordar cómo había acabado metida en la cama con Amelia…

Pesadillas…

Es cierto… estaba en el salón sin poder dormir cuando escuché el grito de Amelia desde el pasillo. Me alegré de haber dejado la puerta del salón abierta… Verla temblar sobre la cama con la cara descompuesta de terror había sido una agonía… Cuando la abracé ni siquiera estaba pensando en lo que estaba haciendo… sencillamente necesitaba hacerlo… y cuando me pidió que me quedara, no pude negarme.

Asombrosamente, al intentar calmarla a ella, yo misma me relajé y pude dormir sin pesadillas. Pero ahora, Amelia estaba plácidamente dormida sobre mí, con una de sus piernas puesta entre las mías con naturalidad y la cara hundida en mi cuello, haciéndome sentir su pausada respiración a escasos centímetros de mi piel… Amelia llevaba un pijama bastante ligero, y normalmente estaría alegrándome de que mis manos estuvieran sobre el trasero de una mujer tan atractiva, pero había algo en Amelia dormida sobre mí que me encogía el corazón…

Una alarma sonó cerca de nosotras y rápidamente cerré los ojos, intentando parecer dormida. Noté como Amelia se apretaba contra mí con un gruñido de molestia, poco antes de escuchar como cogía aire con fuerza… Acaba de abrir los ojos… Esperé a que se deslizara lejos de mí, pero después de un ligero movimiento que acabó con el sonido estridente del despertador, Amelia volvió a colocarse en su lugar, suspirando con placer. Con todas mis fuerzas, evité sonreír complacida al saber que mi presencia seguía siendo tan bienvenida como la noche anterior.

Unos minutos más tarde, Amelia finalmente se deslizó fuera de la cama, intentando hacer el menor ruido posible, y salió de la habitación. A lo lejos, escuché como la puerta del baño se cerraba. Abrí los ojos al fin y me dejé rodar por la cama hasta hundir la cara en la almohada. No te acostumbres a esto Jackie… no es real…

Me levanté de la cama y abrí por completo la ventana, dejando que la habitación se aireara. Abrí la puerta del armario y cogí unos pantalones cortos y una camiseta de deporte. Estaba terminando de atarme los cordones de las deportivas cuando Amelia volvió al cuarto, también en ropa deportiva.

- Buenos días. – Dijo con la voz aun ronca por el sueño.

- Buenos días… ¿Lista para una carrera? – Pregunté, pasando junto a ella y dirigiéndome al cuarto de baño.

- Por supuesto.

Después de hacer mis necesidades y lavarme la cara y los dientes, salí con Amelia del apartamento, llevándome únicamente las llaves del apartamento.

Para mi horror, noté que había perdido mi fondo. Me costó mantener el ritmo de Amelia los treinta minutos que duró nuestra carrera. Tenía que dejar de hacer tantas pesas y empezar a correr más… suerte tengo de que no me dé flato. Corriendo, ninguna de las dos habló. Yo por mi falta de costumbre de respirar a la carrera y Amelia parecía no tener la necesidad de comenzar ninguna conversación.

Cuando llegamos de nuevo al apartamento, usé toda mi fuerza de voluntad para no mostrar mi alivio y mi cansancio. Mañana voy a tener unas agujetas de caballo en las piernas…

Cedí la ducha a Amelia mientras yo preparaba el café y algunas tostadas. Melinda y Logan aparecieron recién duchadas y cogieron sus cafés en silencio, aún con el sueño presente en sus movimientos aletargados. Me eché un poco de café en mi taza y preparé una taza de algo parecido para Amelia… Tres cuartos de leche y cinco azucarillos…Señor…

Me acababa de terminar mi café cuando Amelia apareció en la cocina con el pelo mojado y algo más despierta que las demás. Le tendí su taza de café y me dirigí a la ducha a quitar los restos de ejercicio de mi cuerpo…

(AMELIA)

30/04/15 (08:10h)

No pude evitar sonreír mientras bebía el primer sorbo de café. Exactamente como a mí me gusta… ¿Jackie se dará cuenta de lo dulce y detallista que es?

Aunque empezáramos con mal pie, desde que somos compañeras ha ido aprendiendo y memorizando todas mis manías y costumbres. Siempre que llega tarde al trabajo me trae un café como disculpa… aguarda siempre pacientemente a que realice todos mis rituales de limpieza personal y de vez en cuando me regala algún que otro comentario halagador sobre mi ropa… justo antes de tacharla de inapropiada para el trabajo… Sí, sin duda la detective Wild era toda una ricura.

Mientras lavaba las tazas de café de todas, no pude evitar pensar en anoche. Me había sentido tan cómoda abrazada a Jackie… Y ese sueño… Dios, la simple idea de que eso pueda llegar a pasar me pone enferma… ¿Jackie se molestará si le pido que esta noche duerma de nuevo conmigo?

***

30/04/15 (10:45h)

- Bien Melinda, este interrogatorio es voluntario, así que si hay alguna pregunta que no te sientas cómoda de responder, me lo haces saber a mí o a Amelia, ¿De acuerdo? – Dijo Jackie, cuando las tres entramos en la sala de interrogatorios del departamento.

- De acuerdo. – Respondió Melinda.

- El interrogatorio será grabado como prueba así que evita mentir todo lo que puedas… ¿Lista? – Melinda sonrió.

- Adelante.

- Interrogatorio de Melinda Ross por el asesinato de Harry, Margaret y Stephanie Morrison. – Comenzó Jackie, una vez que la luz roja se encendió en la grabadora. – Dirigen el interrogatorio la Detective Amelia Wise y la Detective Jackie Wild como locutora principal a 30 de Abril de 2015, 10:48 de la mañana. – Dijo mirando su reloj. – Señorita Ross, ¿Conocía personalmente a las víctimas?

- No, sólo conocía a Stephanie. Nunca he conocido a sus padres. – Jackie asintió.

- ¿De qué conocía a Stephanie Morrison?

- Era una de mis compañeras para el trabajo de fin de proyecto en el post-grado de derecho en la Universidad de Penn.

- ¿Hace cuánto que se conocen?

- Poco más de un año.

- ¿Qué tipo de relación mantenía con ella?

- Éramos compañeras de clase. Hablábamos de vez en cuando y quedábamos todas las semanas para perfilar el trabajo final. Poco más.

- ¿Definiría su relación de amistad?

- No. No nos llevábamos mal, pero Stephanie apenas se relacionaba con la gente. Era una chica muy privada.

- Defina privada.

- Pues… Iba a clase, hablaba sobre la materia y los profesores algunas veces, pero nunca ha mantenido una conversación personal con nadie. Yo podría considerarme la chica más cercana a ella ya que era la única a la que veía fuera de clase… Sabía que sus padres vivían en Boston, pero apenas hablaba de ellos.

- Que puede decirnos de lo poco que habló con ella sobre sus padres.

- Sabía que antes vivían en Filadelfia y que se mudaron hace poco. No sé mucho más… aunque una vez escuché a Stephanie hablar por teléfono con su madre… parecía muy enfadada.

- ¿Cuándo fue eso?

- Hace unos dos meses…

- ¿Recuerda algo de la conversación?

- Recuerdo que Stephanie estaba muy alterada, por eso escuché la conversación. Llamó… a su madre… algunas cosas desagradables. – Dijo Melinda tímidamente.

- ¿Cómo cuáles?

- Pues… la llamó cobarde y… escoria… también mencionó algo sobre no valorarse como mujer o algo así… no lo recuerdo muy bien. – Jackie asintió mientras yo apuntaba algunas notas en mi bloc. “mala relación con la madre”

- ¿Alguna otra vez la escuchó hablar con sus padres?

- No lo sé… lo único que sé, es que el sábado pasado estaba con ella en la biblioteca pública cuando sonó su móvil y ella se fue fuera a hablar.

- ¿El sábado? ¿A qué hora?

- Diría que eran cerca de las seis de la tarde… aunque no estoy segura.

- ¿Qué pasó después de la llamada?

- Stephanie volvió corriendo y me dijo que tenía que irse por una urgencia y que me llamaría al día siguiente para enviarme el resto del trabajo.

- ¿Stephanie parecía alterada en algún sentido?

- No… sólo parecía tener prisa.

- Bien… ¿Recibió la llamada al día siguiente?

- No. Es más, intenté llamarla un par de veces pero me saltaba el contestador automático.

- ¿Cómo descubrió que Stephanie había muerto? El cuerpo se encontró ayer por la mañana y usted llegó a Boston esa misma tarde.

- La universidad ya había informado de que Stephanie no había vuelto a aparecer en su residencia desde el sábado por la noche. Normalmente tienes que avisar de tus entradas y salidas más allá de los fines de semana. Cuando fui a la residencia femenina y pregunté por ella el martes por la mañana, me dijeron que no había aparecido.

- ¿Por qué fue a verla?

- Exponíamos nuestro trabajo mañana por la mañana.

- ¿Mañana?

- Sí… sin embargo el miércoles por la mañana el tutor de nuestra tesis me comunicó que la presentación se aplazaba. Me extrañó muchísimo, así que intenté que me dijera por qué, pero él sencillamente me dijo que Stephanie no iba a poder hacer la presentación.

- ¿Cómo se llama tu tutor?

- Alfred Goldwing.

- De todas formas, eso no explica cómo averiguó lo de su muerte.

- Sí, después de hablar con él, fui a administración y hable con Beatrice, que es la encargada de la organización de las residencias. Después de mucho insistir al final me dijo que constaba como desaparecida desde el lunes.

- Sólo había pasado dos días desde que se fue, ¿Cómo pudieron añadirla a personas desaparecidas?

- Al parecer, el novio de Stephanie había llamado varias veces a la universidad preguntando por ella. También habló con la policía, aunque no le prestaron mucha atención, porque aún no había pasado el tiempo necesario.

- ¿Cómo se llama el novio de Stephanie?

- No lo sé… ni siquiera sabía que tenía uno.

- En la policía no constaba que Stephanie Morrison estuviera desaparecida.

- No, pero en la universidad había enviado un comunicado desde administración para avisar a todos los profesores, entonces llamé a mi esposa para que intentara averiguar si Stephanie realmente había desaparecido.

- ¿Su esposa? – Jackie alzó una ceja divertida. Obviamente tenía que preguntarlo aunque ya lo sabía.

- Sí, es inspectora de homicidios en Filadelfia. Ella investigó un poco y el miércoles por la mañana me llamó diciéndome que Stephanie y sus padres había muerto.

- ¿Sabe cómo murieron?

- No. Mi esposa no me lo dijo.

- Está bien. Eso es todo por ahora señorita Ross. Si recordara algo más sobre la señorita Morrison no dude en ponerse en contacto con nosotros. – La grabación se detuvo.

- ¿Cómo murieron? – Preguntó Melinda.

- Fueron asesinados. – Respondió sencillamente Jackie saliendo de la sala.

- Sé que no estaba muy unida a Stephanie, aun así pensar que ha muerto de una forma desagradable me hace sentir miserable por no haberme acercado más a ella… tal vez así hubiera insistido más en que me dijera por qué se iba o la relación con sus padres… ni siquiera sabía que tenía pareja… - Dijo Melinda tristemente.

- ¿Cómo sabes que ha sido desagradable? – No pude evitar preguntar. Melinda sonrió con tristeza.

- Te escuché gritar anoche… - Desvié la mirada avergonzada. – Y Jackie tampoco parecía muy alegre cuando llegamos… Sólo he visto unos ojos así cuando Logan volvió de encontrar a una madre y a su hijo de dos años asesinados por un hombre que no quería aceptar que ella se marchara… tampoco me dijo mucho… pero yo sabía que ella estaba así porque sabía que esas pobres almas había muerto con mucho sufrimiento, así que supongo, que Stephanie también sufrió…

- Eso nunca se puede saber… sólo podemos esperar que no fuera así.

- Cierto.

***

30/04/15 (22:35h)

El día había sido un infierno y estaba verdaderamente cansada, aun así, estaba dando vueltas en la cama sin poder dormir. Leer el informe forense no me había ayudado mucho en quitarme esas imágenes de la cabeza… conocer cómo lo ha hecho lo hace incluso más espeluznante… y por si fuera poco, mañana tenemos que ir con el taxidermista a la casa de los Morrison para que nos dé su opinión…

Un escalofrío me recorrió por entero por la mera idea de volver a pisar esa casa y contemplar de nuevo la macabra imagen de una familia feliz. En el departamento ya se llamaba a la residencia de los Morrison “La casa de Muñecas”. Aun no entiendo cómo hay personas capaces de hablar tan tranquilamente de algo tan enfermizo… pero claro, ninguno de los agentes que se mofaban había pisado esa casa… entonces seguro que sería diferente…

Rendida, me levanté de la cama y fui al baño a echarme algo de agua en la cara. Volviendo a la habitación, noté la luz de la televisión encendida y avancé hasta el salón, encontrándome a Jackie despierta haciendo zapping con el mando.

- ¿No puedes dormir? – Me preguntó, mientras yo me apoyaba en el marco de la puerta del salón.

- No… ¿Tú? – Jackie negó con la cabeza.

- No… - Avancé hasta el sofá y me senté a su lado, guardando las distancias.

- No quiero volver a esa casa. – Solté. – Pero hay que hacerlo…

- Sí, hay que hacerlo… es nuestro trabajo. – Miré a Jackie, sorprendiéndome al encontrarla mirándome. – Puedo ir sola, Amelia. No tienes porque…

- No. – Dije rápidamente. – Tenemos que ir juntas… eres mi amiga y nunca te dejaría ir sola a un lugar como ese… - La boca de Jackie se curvó en una pequeña sonrisa.

- ¿Amigas? – Oh, demonios… quería decir compañeras pero me ha salido tan natural decir que ella… Lo somos… ¿Verdad?

- Sí… bueno… al menos yo ya te considero una amiga… sé que nos llevamos un poco como el perro y el gato pero me gusta mucho trabajar contigo y cada vez eres menos gruñona… - Jackie se rio.

- Y tú sigues siendo tan Barbie como al principio… - Me incliné un poco y le di un suave puñetazo a Jackie en el hombro, ganándome con ello una risa fácil. – Pero no lo haces mal para ser una Barbie… Sin duda eres mucho más que una cara bonita. – Noté como mis mejillas se calentaban. ¿Eso era un piropo? Carraspeé y aireé un poco la mano.

- Y tú eres más que un enano gruñón y malhablado. – Sonreí.

- ¿Cómo qué enano?

- Así que admites que lo de gruñona y malhablada sí es cierto… - Reí, ganándome un cojinazo en la cara.

- Sí, pero no soy enana… - Dijo molesta.

- Lo sé… pero puedo imaginarte como uno perfectamente… una bruta, gruñona y borde enana que amenaza a todo el mundo con su enorme porra… - Esta vez el cojinazo fue más fuerte y acabe completamente tumbada en el sofá. - ¡Eh!

- Te lo mereces… Te digo que eres guapa y tú vas y me pones verde. – Dijo con el ceño fruncido. Me alcé de nuevo con una sonrisa en la cara… pero rápidamente se desvaneció. - ¿Qué te ocurre? – Asombrada por lo rápido que había notado mi cambio de humor, le respondí con sinceridad.

- No quiero ser molesta pero… ¿Podría volver a dormir contigo? No quiero parecer un niña pequeña pero…

- Por supuesto. – Miré a Jackie con asombro, pero ella sencillamente se levantó del sofá y apagó la tele. – Vamos… ya es muy tarde. – Sonreí tímidamente y la seguí hasta la habitación de invitados. Jackie apartó las sábanas y se metió en la cama por el mismo lado en el que durmió ayer.

Con algo de pudor, me metí en la cama por el otro lado y me puse bocarriba, sin saber muy bien donde poner mis manos.

- ¿Amelia? – Me llamó Jackie. Al girar la cabeza, vi a Jackie con el brazo en alto, mirándome con una invitación. Rápidamente, me abracé a ella y hundí la cara en su cuello, suspirando aliviada.

- Gracias. – Dije, sintiendo como el sueño empezaba a vencerme.

- No hay de qué. – Escuché justo antes de caer en un sueño profundo.

(JACKIE)

No te acostumbres Jackie… esto, no es real… Me dijo una voz en mi cabeza.

Aun así… me gustaría disfrutarlo todo el tiempo posible…


Apoyé la mejilla en el pelo de Amelia, aspirando el olor de mi propio champú en su cabello… era extraño como el mismo aroma, olía diferente en ella… Estreché su cuerpo con delicadeza y dejé que el sueño me llevara… un sueño que sabía, estaría libre de pesadillas…

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