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sábado, 29 de agosto de 2015

El Ritmo Del Deseo Capítulo 31

CAPÍTULO 31



(SAM)

Fue tan repentino que no supe lo que estaba ocurriendo hasta tener a Kelly completamente pegada a mí, besando mis labios. Casi por inercia, la apreté aún más contra mí sujetando con fuerza su trasero. Oh señor… estoy soñando… esto tiene que ser un sueño…  Pero mis ojos estaban completamente abiertos y ella seguía contra mí… Sus labios no se movían, sencillamente estaban apretados contra los míos…


Era una tortura demasiado dulce…

Podía escuchar a los guardias de seguridad llegar hasta nuestra puerta. Sabía por qué Kelly estaba haciendo esto… sabía que lo estaba haciendo por mi bien, por evitarme problemas… pero no tenía ni idea del daño que me estaba haciendo con este simple beso… tan frío y falto de sensaciones…

Calculaba que me quedaban menos de quince segundos de dulce agonía. Sam… seguramente, esta sea la última vez que puedes sentir sus labios… así que sé egoísta por una vez en tu vida y saca el máximo provecho de ello…

Tomándola por sorpresa, me abrí paso entre sus labios hasta sentir el delicioso y suave sabor de su saliva. Hice oídos sordos del leve quejido que salió de sus labios al sentir mi invasión y continué con mi voraz exploración. La pasión amarga de mis besos se hizo casi dolorosa al sentir sus dedos aferrarse a mi pelo, incitándome a llegar más profundo… Podía sentir su vientre liso y desnudo contra el mío cuando sus vaqueros se bajaron aún más… me sentía en la gloria… Tan fuerte era mi nirvana que no oí el fuerte carraspeo en la puerta.

- ¡Disculpen! – Gritaron en algún lugar lejos de la neblina. – Harían el favor de vestirse y salir de aquí… esta zona es sólo para empleados. – Kelly se agazapó, respirando con dificultad, contra mi pecho, ocultando su rostro. En la puerta, dos guardias del centro comercial, un hombre y una mujer, nos miraban con los ojos como platos… él con placer y ella con molestia. La mujer fue la que nos llamó la atención. – Deprisa si no quieren que llame a la policía… - La guardia entrecerró la puerta para darnos algo de intimidad y luego se puso a gritarle a su compañero.

De forma mecánica, me separé de Kelly y me puse mi camiseta de nuevo. Me importaba bastante poco que me reconocieran, aun así, me puse el abrigo de Kelly por encima. Terminé de ponerme el cinturón y salí con la cabeza baja de la pequeña habitación seguida de Kelly. Después de más de cinco minutos de pulla indiscriminada, la guardia nos dejó marchar.

En silencio, andamos una al lado de la otra hasta salir del centro comercial. Pude ver a Kate y a Liz cerca de la parada de bus, así que me quité el abrigo de Kelly y se lo tendí, apretando con fuerza los dientes para evitar el frío.

- No, quédatelo yo no… - Comenzó a decir Kelly.

- Hace frío, y yo tengo que ir corriendo a un sitio. – Kelly cogió el abrigo y se lo puso. – Gracias por lo de antes, me has salvado el cuello… Bueno, tengo que irme… ya nos veremos… - Y así, sin más, como una cobarde, me marché corriendo de allí. A cualquier lugar donde poder estar sola y olvidar lo que acababa de ocurrir…

(KELLY)

- Samantha… - Grité. Pero Samantha ya se había echado a correr. – Nos vemos… - Susurré, viendo cómo se alejaba a toda velocidad. Cuando Samantha se perdió de vista, me giré y vi a Katherine y a Liz no muy lejos de donde yo estaba… pero no me apetecía nada estar con ellas ahora mismo, así que pedí un taxi y me dirigí a casa.

Nada más entrar en mi apartamento, me dejé caer en el sofá, percibiendo un olor peculiar… ¿Qué…? Mi cara estaba apoyada en las sábanas que había dobladas sobre el sofá… Es cierto… Samantha durmió aquí anoche… huele a ella…

Inconscientemente, pase la yema de mis dedos sobre mis labios… He besado a Samantha… no… Samantha me ha besado a mí… yo sencillamente estaba allí… sin saber que hacer… y ella… Cerré los ojos con fuerza intentando recordar cómo… en un instante, Samantha estaba nerviosa y rígida como una tabla para luego… luego… convertirse en eso… Suspiré de una forma que hasta me pareció vergonzosa… sentía mis mejillas calientes y mi corazón estaba revotando con fuerza en mi pecho… Oh señor… que no sea lo que creo que es…

***

A la semana siguiente, Katherine me dijo que el grupo de Samantha había ganado la competición. Estaba tan feliz por ella, que fui a buscarla antes de nuestro ensayo con los demás para felicitarla.

- ¡Felicidades! Os lo merecíais… bailasteis muy bien… - Samantha asintió azorada, pero apenas me miraba.

- Gracias… oye, tenía que decirte algo…

- ¿Sí? – Mi corazón se apretó en mi pecho. ¿Querrá Samantha hablar de lo que pasó el viernes? A lo mejor también estuvo dándole vueltas todo el fin de semana como yo…

- Verás… no voy a poder seguir yendo a tu casa por las tardes… tengo que ensayar muy duro para mi proyecto de fin de carrera y con la representación de Kate en un par de semanas, no estoy segura de…

- Tranquila. – Dije rápidamente, intentando que no se me notara demasiado la desilusión. – Lo entiendo.

- Genial… será mejor que nos vayamos ya al ensayo si no queremos que Kate se ponga nerviosa… - Asentí sonriente siguiéndola por el pasillo, aunque en mi interior una alarma desconocida comenzó a pitar sin parar…

***

Las próximas dos semanas estuvieron llenas de sentimientos contradictorios. Los ensayos de Katherine eran cada vez más agobiantes. Ya habíamos grabado los dos videoclips musicales pero la representación aún se nos atoraba a todos. Cada uno tenía sus propios proyectos y quehaceres… y por muchos créditos que nos concedieran por ello, al final iba a ser el trabajo de Katherine.

El cansancio solía coincidir con el desasosiego de intentar ver a Samantha algunos minutos después de los ensayos… cada vez que le preguntaba si quería venir a quedarse en casa conmigo o salir a dar una vuelta, ella siempre respondía lo mismo… que lo siente, pero está muy ocupada… Yo no era la única que la veía algo extraña… Josh estaba muy preocupado por ella… dos días antes de la representación le oí hablar con Katherine sobre la salud de Samantha… según él, apenas comía y llegaba a casa muy tarde después de ensayar en la Academia… no quería hablar con él ni de la representación ni de su abuela… Creo que Katherine intentó hablar con ella ayer, pero sin mucho resultado.

Hoy, por fin haríamos la representación, antes de las vacaciones de navidad, para que no coincidiera con las representaciones oficiales del curso en enero. Todos estábamos como motos tras el telón. Nuestra ropa, a mi parecer, era bastante escueta y llena de demasiado cuero y pinchos… pero teníamos que parecer chicos duros… y eso parecíamos… bueno… Floyd y Josh parecían más bien mecánicos engrasados de cintura para arriba… incluso la inocente Elizabeth iba más atrevida de lo normal… Mi atuendo, junto con el de Katherine, tenían motivos más militares, en verde oscuro y camuflaje… ella en pantalones y yo en falda corta y botas altas… éramos las principales cantantes mientras que los demás sólo hacían los coros… sin embargo, la mayor presión recaía en Samantha, pues era la bailarina central y en ningún momento dejaría de moverse. Tenía los movimientos más arriesgados y ella, Elizabeth y los chicos estarían a nuestro alrededor en todo momento…

Sin poder evitarlo, desvié por veinteava vez la mirada hacia Samantha… al contrario que los chicos, ella se había embadurnado el torso con aceite de bebé… y el contraste del olor infantil y la visión adulta y arrebatadora de Samantha me ponía la piel de gallina. Llevaba un top de cuero negro a juego con los pantalones pegados al cuerpo… El pelo, completamente engominado hacia atrás, le hacía parecer más dura de lo que era en realidad… era horrible admitirlo… pero la imagen de chica dura le quedaba endiabladamente bien.


- Bien… ¿Todos listos? – Gritó Katherine. – Un “sí” general se escuchó tras el telón y después de unos saltos de relajación y alguna que otra gárgara para afinar la voz, salimos al escenario bajo las intensas luces de los focos…


***

(SAM)

Al terminar, mi corazón estalló en mi pecho al escuchar los vítores de nuestros compañeros. Kate y Kelly habían cantado genial y ni un solo paso de baile había salido mal… Pude ver al pie del escenario a Loren, Susan, Lola y Scott aplaudir con fuerza y silbar con entusiasmo. Kate tenía que estar extasiada.

Los bailarines nos apartamos un poco para dejar que Kate y Kelly saludaran al público. Después, Kate nos fue presentando uno a uno mientras avanzábamos y nos inclinábamos ante el público. Casi me caigo al ser nombrada y recibir las mismas ovaciones que Kate y Kelly. Pero lo más asombroso de todo, fue ver como una chica de primero a la que había enseñado la Academia, subía el escenario y sin decir nada, se me lanzó al cuello y me besó delante de todo el mundo. Obviamente, no respondí al beso, pero la chica se fue gritando como una loca fuera del escenario “he besado a Samantha Campbell” ¿Pero qué demonios? No pude hacer otra cosa que sonreír como una idiota… era la primera vez que me pasaba algo así… como si fuera una estrella de cine… era halagador y aterrador a partes iguales.

Los bailarines salimos por la derecha y Kate y Kelly por la izquierda. Sorteamos a los próximos en salir, que también nos felicitaron por nuestra actuación y salimos de las concurridas bambalinas hasta llegar a los pasillos.

- ¿Samantha Campbell? – Me giré ante la voz desconocida y me encontré con una mujer rubia de mediana edad, bastante atractiva, en traje de ejecutiva.

- ¿Sí? – Pregunté, acercándome a ella y despidiendo a los demás… ¿Sería la mujer del seguro médico? Mi abuela lo tenía todo en regla… La mujer me tendió una mano con una manicura perfecta.

- Soy Patricia Pendergast y estaría bastante interesada en ser tu Agente. – Abrí los ojos como platos.

- ¿Mi… Agente? ... – La mujer sonrió con dulzura.

- Que hermoso es ver la inocencia de vez en cuando… creo que eres la primera de todos mis clientes que no salta con garras y dientes sobre mí. – Rio. – Verás, me dedico sobre todo a actores y algún que otro modelo… pero por ti… entraría también en la categoría de bailarines… y ten por seguro que conmigo no será lo único que harás… - Me entregó una tarjeta. – El día de tu representación individual, vendrá un director muy conocido que busca bailarines para su nueva película… y puedo asegurarte, Samantha, que encajas perfectamente en la idea que tiene para el personaje principal femenino… Piénsatelo, ¿De acuerdo? Hagas o no la película, quiero trabajar contigo… llámame y hablaremos de negocios. – Antes de irse, deslizó una de sus uñas por mi mejilla con delicadeza, arrancándome un escalofrío. – Sí… sin duda inocente.

Miré la espalda de la señora Pendergast hasta que dobló la esquina y volvió a entrar en el auditorio. Joder… joder… joder… Me dejé caer hasta el suelo y me quedé mirando la tarjeta negra con las letras doradas y tuve que taparme la boca para no gritar en medio del pasillo.

(KELLY)

Escondida al otro lado del pasillo, había escuchado toda la conversación y no pude evitar sonreír con tristeza al ver la emoción contenida en el rostro de Samantha.

- Enhorabuena Samantha. – Susurré sin que me oyera. – Te lo mereces…

Me fui de allí antes de que Samantha me viera…

No quería que me viera llorar… estas lágrimas estúpidas y sin sentido…

2 comentarios:

  1. Ya estamos otra vez , a ver si espabilan y se confiesan q se gustan y eso q en un principio no me gustaba kelly pero no es lo q aparentaba

    M.S ( galicia)

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  2. ombe, ¿será que así pasa en la vida, ambas con ganas pero se lo pierden por pensar que no son del agrado de la otra persona?
    En esta parejita creo que le tocará a Kelly dar el paso y confesarse

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