Me estaba lavando los dientes cuando escuché la puerta de Kate cerrarse... Oh... eso es bueno... sí Liz y Kate se quedan en el otro lado del apartamento significa que Loren y yo no escucharemos sonido ambiental extra si nosotras... escupí rápidamente la pasta dental y me quité el pijama rápidamente, decidiendo que este era un buen momento para una ducha rápida.
Apretando con fuerza los dientes al sentir el agua fría tocar mi cuerpo, me froté rápidamente en todos los lugares adecuados hasta que me sentí segura y limpia... no es que antes no lo estuviera, pero sin duda así me sentiría mejor sí...
Solté aire con fuerza y salí de la ducha, envolviéndome en mi toalla unos segundos antes de pararme desnuda delante del espejo y evaluarme con ojo crítico. Comparada con Loren, yo no era nada. Mis pechos eran muy pequeños... incluso los tacharía de minúsculos... no tenía apenas caderas y mi trasero era inexistente... si no fuera por el pequeño triangulo de bello rubio entre las piernas, cualquiera pensaría que soy una niña pequeña...
Loren, por el contrario, era exuberante... Sus pechos eran tan blanditos y grandes que apenas cabían en mis manos... y el contraste de su cintura estrecha con sus curvas caderas le proporcionaban una figura femenina de infarto... ella era toda una mujer... y yo sólo parezco un prototipo de barbie sin gracia...
Loren había estado con Kate... por mucho que me doliera, no podía cambiar el pasado. Fue culpa mía por no decirle lo que sentía antes... pero Kate era indudablemente mucho más atractiva que yo... tenía curvas en los lugares adecuados y exudaba esa sensualidad rebelde que atrae a todo el mundo... Tal vez no fuera tan buena idea hacerlo esta noche... aún estaba demasiado insegura conmigo misma... ¿Pero por cuanto tiempo más? ¿Y si Loren se cansa de esperar? Llevamos más de dos meses saliendo y siempre que estamos a punto de hacerlo una de las dos se retracta por cualquiera motivo...
Entiendo mis motivos... ¿Pero los de Loren? ¿No me considera lo suficientemente atractiva? A lo mejor está enamorada de una idea de mí y por no hacerme daño sigue conmigo...
Agité mi cabeza con fuerza, intentando enviar todos esos pensamientos fuera... Exceso de comida Susan. Volví a ponerme el pijama, dejando de lado la ropa interior... Total, en mí era puramente decorativa, y salí del cuarto de baño. Nada más salir, escuché las risas y los gorjeos de Liz y Kate... Lo cierto es que sus muestras de amor no me molestaban en absoluto... lo que me molestaba es que me recordaran mi situación con Loren... y bueno... es que lo suyo no fue normal...
Perder la virginidad en el palco de un teatro, con un musical de fondo y con la mujer de tus sueños siendo ardiente y delicada a la vez... Para mi sonaba como que había decorado algunas cosas... pero ciertamente volvieron de su cita un tanto revueltas... ¡Qué fácil! Pensé, Kate le pide salir, Liz acepta, van a su cita y esa misma noche follan como locas en un lugar público... ¡Es absurdamente fantástico!
Cuando me paro a pensarlo siempre pienso que Loren y yo deberíamos haberlo hecho cuando nos confesamos... Fue tan fácil dejar que nuestras manos avanzaran en ese momento... nerviosas, inexpertas... pero valientes... y luego, cuanto más avanzaba nuestra relación, parecía que nos conteníamos más... Las manos de Loren ahora eran demasiado prudentes, demasiado cohibidas... y las mías más impacientes. Notaba su excitación, eso no me lo imaginaba... Pero en cuanto mis manos bajaban de su vientre se apartaba de mí como se le hubiera quemado...
Se acabó. Decidí... esta noche, sea como sea, voy a hacer el amor con Loren... Aunque tenga que encerrarla en mi habitación... de esta noche no pasa. Caminé con decisión hasta mi puerta, pero al agarrar el pomo, mi fuerza pareció abandonarme por completo... bueno, si no es esta noche, tampoco pasa nada, pensé nerviosa.
Sin embargo, entrar en mi habitación y contemplar a Loren, en su atuendo habitual para dormir, que consistía en un tanga oscuro y una camiseta de tirantes ajustada, fue como recargar mis fuerzas. Estaba tumbada bocabajo y apoyaba la cabeza en sus brazos, dándome una visión perfecta de su culo. Sin poder contenerme, me subí a la cama con cuidado e incliné mi cabeza hasta dar una pequeña mordida en él. Con un grito ahogado, Loren se levantó y me miró con ojos enturbiados.
- Jesús, Susan, me has asustado... - Sin esperar su permiso, me deslicé sobre ella, uniendo nuestros labios con necesidad. Al instante, Loren me agarró de la cintura, uniendo nuestros cuerpos mientras nuestras lenguas se deslizaban la una con la otra con perfección ensayada... Sí, son sus besos los que me mantienen viva cada día... Puedo aguantar sin sexo... pero no sin sus labios... jamás... Sin separarme de ella, bajé mis manos hasta el borde de su camiseta, levantandosela despacio, hasta encontrar sus pechos llenos con mis dedos. - Susan... - Ver sus reacciones a mi caricias era siempre tan embriagador... Contemplé con placer como se retorcía bajo mis manos... y cuando mis labio tocaron la cumbre de uno de sus pechos, la vibración de su garganta me hizo saber que le gustaba... pero necesitaba más fuerza... apreté un poco con mis dientes, antes de succionar con fuerza y finalmente, Loren gimió con fuerza. Volví a subir por su garganta, mordiendo con cuidado el camino, hasta soplar con un ronroneo en su oído.
- Hazme el amor... - Cuando alcé mi mirada y vi los ojos de Loren, por un momento sentí pánico. Parecía tan hambrienta y a la vez tan enjaulada... Mi bestia salvaje...
- Susan... estás... - Aun temblando, deslicé mi camiseta fuera de mi cuerpo, notando al instante como sus ojos quemaban en mi piel. Con malicia, me senté a horcajadas justo sobre su entrepierna, deleitándome con el sonido que salió de su garganta.
- Lo estoy. - En apenas un instante, Loren se alzó y me agarró por mis caderas, apretándome con fuerza contra ella, sin embargo, cuando sus labios se encontraron con los míos, no estaba preparada para el beso lento y abrasador. Sentí sus manos recorrer mis espalda con mimo y dulzura, avanzando lentamente hacia mis costados hasta tener sus manos tocando completamente mis pechos. Se recreó con ellos con mortal parsimonia, hasta que finalmente su lengua se deslizó sobre mis pezones, mandando ráfagas eléctricas a mi entrepierna... Estaba tan sensible... era la primera vez que me sentía tan mojada...
Con delicadeza, Loren deslizó los pantalones fuera de mí, asombrándose de encontrarme completamente desnuda. Sin decir una palabra, ella misma se deshizo de su tanga, volviendo a colocarme de nuevo en mi lugar. A pesar de estar ambas completamente desnudas, Loren siguió besándome como siempre lo hacía, estrechándose con fuerza contra mí. Me sentí casi abrumada de sentir sus pechos grandes y blandos apretados a los míos y el estar sentadas a horcajadas sobre ella me hacía muy consciente de mi humedad... Loren recorría mi cuello con besos delicados y lentos mientras sus manos bajaban y subían por todo lo que podían abarcar. Ella estaba haciendo esto por mí... estaba siendo tan delicada para que yo me sintiera segura...
- Te amo tanto... - Suspiré sobre su boca, antes de besarla profundamente y hundir mis dedos en su largo y oscuro pelo castaño.
- Yo también te amo Susan... con todo mi corazón... - Tuve que respirar profundamente para no dejar salir las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos. Era tan feliz de estar con ella...
Con una petición silenciosa, cogí su mano derecha y la deslicé entre nosotras. En ningún momento aparté mi mirada de la suya, ni siquiera cuando mis ojos quisieron cerrarse al sentirla por primera vez en mi intimidad... Ver sus labios abrirse ligeramente al encontrarme húmeda y lista para ella... Sus ojos marrones oscurecerse hasta llegar a ser del negro más oscuro al oírme gemir en voz alta por primera vez, cuando sus dedos se deslizaron sobre mí... y el gemido que ahogó en mi boca, junto al mío, cuando sus dedos entraron con cuidado en mí...
Cuando Loren estuvo cómoda en mi interior desee que no se moviera jamás... quería sentirla siempre así... tan cerca... tan dentro de mí... pero cuando se retiró un poco para volver a entrar con algo más de fuerza, desee que siguiera haciéndolo... poco a poco, perdí la vergüenza, y yo misma marqué un ritmo para ella. Conforme mis caderas se movían más rápido, mis manos se volvieron más errantes... viajando por sus pechos, por su vientre... y finalmente alcanzar su humedad...
La fuerza de sus dedos la abandonó en el instante en el que la toqué... tan suave y delicado... a pesar de mi propia necesidad, me centré atónita de su rápida respuesta... su respiración era agitada e irregular... Loren estaba muy cerca, y ni siquiera me había movido, sencillamente estaba ahí... Estaba tan abstraída por ella que no comprendí del todo la sensación sobrecogedora que empezó a formarse en mi vientre... Sin darme cuenta, me moví sobre ella como si me estuviera dando placer a mi misma... en ese momento, no me preocupaba ser torpe o estar haciéndolo mal... sólo quería que esa sensación estallara dentro de mí, como estaba haciendo en Loren en ese momento...
Su torso tembló contra mí, anclándose con fuerza en mi interior... Sólo tuve que moverme contra su mano una vez más para llegar a un orgasmo intenso y arrasador... El letargo de mi cuerpo me avisó demasiado tarde de la ausencia de los dedos de Loren y de los infinitos besos que recorrían con amor toda mi cara.
- Lo siento... ¿He sido muy brusca? - Preguntó Loren con voz ronca.
- Fue perfecto... tú eres perfecta... - Jadeé, besándola de nuevo en los labios, a pesar de la falta de oxígeno. - Pero a penas te he tocado... - Dije con tristeza, ahora que la borrosa lujuria no empañaba mis sentidos. Loren, que ya estaba colorada por el esfuerzo, enrojeció un par de tonos más.
- Lo siento... llevo tanto tiempo queriendo que me toques que apenas me he podido controlar. - Me reveló.
- Pero si cada vez que yo intentaba tocarte tu salías corriendo. - Le dije contra su boca.
- Eso es porque quería esperar a que estuvieras lista... de verdad... y cuando estoy contigo, siempre estoy así... me moriría de la vergüenza si me llagas a tocar sobre los pantalones y me corro ahí mismo... - La besé con fuerza al escuchar aquello.
- Conmigo no tienes que ser vergonzosa... y menos en eso... Me abría sentido mucho más segura de mi misma si hubiera sabido eso. - Confesé.
- ¿Por qué no estabas segura cariño?
- Yo... puede que estuviera un poco insegura con mi cuerpo... Todas vosotras sois tan femeninas... y tu eres tan condenadamente sexy que me sentía como una niña pequeña a tu lado... No tengo tetas, ni culo... ni siquiera me considero una persona inteligente, y ni mucho menos tengo talento. Tu eres lista, guapa y una de las mejores personas que he conocido en mi vida y yo... bueno, mírame...
- Ya lo hago. - Susurró Loren. - Y veo a una chica preciosa, con un cuerpo de infarto que atrae las miradas de todos con los que se cruza... Una chica dulce y cariñosa a la que le gusta hablar por los codos, curiosa y sensible... que ha veces es insegura pero valiente y que no se deja menospreciar por nadie... Susan... Lo único que veo es al amor de mi vida, desnuda y preciosa sobre mí, brillar con luz propia después de hacer el amor. - Esta vez, me fue imposible evitar llorar mientras sentía como Loren besaba las lágrimas que iban saliendo de mis ojos. - Shh... no llores... - Detuve a Loren y la besé con insistencia, separándome de ella jadeante.
- Quiero que esta vez aguantes por mí... - Le dije. - Quiero que esta vez me dejes entrar dentro de ti mientras te pruebo con mis labios, amor mío...
Apretando con fuerza los dientes al sentir el agua fría tocar mi cuerpo, me froté rápidamente en todos los lugares adecuados hasta que me sentí segura y limpia... no es que antes no lo estuviera, pero sin duda así me sentiría mejor sí...
Solté aire con fuerza y salí de la ducha, envolviéndome en mi toalla unos segundos antes de pararme desnuda delante del espejo y evaluarme con ojo crítico. Comparada con Loren, yo no era nada. Mis pechos eran muy pequeños... incluso los tacharía de minúsculos... no tenía apenas caderas y mi trasero era inexistente... si no fuera por el pequeño triangulo de bello rubio entre las piernas, cualquiera pensaría que soy una niña pequeña...
Loren, por el contrario, era exuberante... Sus pechos eran tan blanditos y grandes que apenas cabían en mis manos... y el contraste de su cintura estrecha con sus curvas caderas le proporcionaban una figura femenina de infarto... ella era toda una mujer... y yo sólo parezco un prototipo de barbie sin gracia...
Loren había estado con Kate... por mucho que me doliera, no podía cambiar el pasado. Fue culpa mía por no decirle lo que sentía antes... pero Kate era indudablemente mucho más atractiva que yo... tenía curvas en los lugares adecuados y exudaba esa sensualidad rebelde que atrae a todo el mundo... Tal vez no fuera tan buena idea hacerlo esta noche... aún estaba demasiado insegura conmigo misma... ¿Pero por cuanto tiempo más? ¿Y si Loren se cansa de esperar? Llevamos más de dos meses saliendo y siempre que estamos a punto de hacerlo una de las dos se retracta por cualquiera motivo...
Entiendo mis motivos... ¿Pero los de Loren? ¿No me considera lo suficientemente atractiva? A lo mejor está enamorada de una idea de mí y por no hacerme daño sigue conmigo...
Agité mi cabeza con fuerza, intentando enviar todos esos pensamientos fuera... Exceso de comida Susan. Volví a ponerme el pijama, dejando de lado la ropa interior... Total, en mí era puramente decorativa, y salí del cuarto de baño. Nada más salir, escuché las risas y los gorjeos de Liz y Kate... Lo cierto es que sus muestras de amor no me molestaban en absoluto... lo que me molestaba es que me recordaran mi situación con Loren... y bueno... es que lo suyo no fue normal...
Perder la virginidad en el palco de un teatro, con un musical de fondo y con la mujer de tus sueños siendo ardiente y delicada a la vez... Para mi sonaba como que había decorado algunas cosas... pero ciertamente volvieron de su cita un tanto revueltas... ¡Qué fácil! Pensé, Kate le pide salir, Liz acepta, van a su cita y esa misma noche follan como locas en un lugar público... ¡Es absurdamente fantástico!
Cuando me paro a pensarlo siempre pienso que Loren y yo deberíamos haberlo hecho cuando nos confesamos... Fue tan fácil dejar que nuestras manos avanzaran en ese momento... nerviosas, inexpertas... pero valientes... y luego, cuanto más avanzaba nuestra relación, parecía que nos conteníamos más... Las manos de Loren ahora eran demasiado prudentes, demasiado cohibidas... y las mías más impacientes. Notaba su excitación, eso no me lo imaginaba... Pero en cuanto mis manos bajaban de su vientre se apartaba de mí como se le hubiera quemado...
Se acabó. Decidí... esta noche, sea como sea, voy a hacer el amor con Loren... Aunque tenga que encerrarla en mi habitación... de esta noche no pasa. Caminé con decisión hasta mi puerta, pero al agarrar el pomo, mi fuerza pareció abandonarme por completo... bueno, si no es esta noche, tampoco pasa nada, pensé nerviosa.
Sin embargo, entrar en mi habitación y contemplar a Loren, en su atuendo habitual para dormir, que consistía en un tanga oscuro y una camiseta de tirantes ajustada, fue como recargar mis fuerzas. Estaba tumbada bocabajo y apoyaba la cabeza en sus brazos, dándome una visión perfecta de su culo. Sin poder contenerme, me subí a la cama con cuidado e incliné mi cabeza hasta dar una pequeña mordida en él. Con un grito ahogado, Loren se levantó y me miró con ojos enturbiados.
- Jesús, Susan, me has asustado... - Sin esperar su permiso, me deslicé sobre ella, uniendo nuestros labios con necesidad. Al instante, Loren me agarró de la cintura, uniendo nuestros cuerpos mientras nuestras lenguas se deslizaban la una con la otra con perfección ensayada... Sí, son sus besos los que me mantienen viva cada día... Puedo aguantar sin sexo... pero no sin sus labios... jamás... Sin separarme de ella, bajé mis manos hasta el borde de su camiseta, levantandosela despacio, hasta encontrar sus pechos llenos con mis dedos. - Susan... - Ver sus reacciones a mi caricias era siempre tan embriagador... Contemplé con placer como se retorcía bajo mis manos... y cuando mis labio tocaron la cumbre de uno de sus pechos, la vibración de su garganta me hizo saber que le gustaba... pero necesitaba más fuerza... apreté un poco con mis dientes, antes de succionar con fuerza y finalmente, Loren gimió con fuerza. Volví a subir por su garganta, mordiendo con cuidado el camino, hasta soplar con un ronroneo en su oído.
- Hazme el amor... - Cuando alcé mi mirada y vi los ojos de Loren, por un momento sentí pánico. Parecía tan hambrienta y a la vez tan enjaulada... Mi bestia salvaje...
- Susan... estás... - Aun temblando, deslicé mi camiseta fuera de mi cuerpo, notando al instante como sus ojos quemaban en mi piel. Con malicia, me senté a horcajadas justo sobre su entrepierna, deleitándome con el sonido que salió de su garganta.
- Lo estoy. - En apenas un instante, Loren se alzó y me agarró por mis caderas, apretándome con fuerza contra ella, sin embargo, cuando sus labios se encontraron con los míos, no estaba preparada para el beso lento y abrasador. Sentí sus manos recorrer mis espalda con mimo y dulzura, avanzando lentamente hacia mis costados hasta tener sus manos tocando completamente mis pechos. Se recreó con ellos con mortal parsimonia, hasta que finalmente su lengua se deslizó sobre mis pezones, mandando ráfagas eléctricas a mi entrepierna... Estaba tan sensible... era la primera vez que me sentía tan mojada...
Con delicadeza, Loren deslizó los pantalones fuera de mí, asombrándose de encontrarme completamente desnuda. Sin decir una palabra, ella misma se deshizo de su tanga, volviendo a colocarme de nuevo en mi lugar. A pesar de estar ambas completamente desnudas, Loren siguió besándome como siempre lo hacía, estrechándose con fuerza contra mí. Me sentí casi abrumada de sentir sus pechos grandes y blandos apretados a los míos y el estar sentadas a horcajadas sobre ella me hacía muy consciente de mi humedad... Loren recorría mi cuello con besos delicados y lentos mientras sus manos bajaban y subían por todo lo que podían abarcar. Ella estaba haciendo esto por mí... estaba siendo tan delicada para que yo me sintiera segura...
- Te amo tanto... - Suspiré sobre su boca, antes de besarla profundamente y hundir mis dedos en su largo y oscuro pelo castaño.
- Yo también te amo Susan... con todo mi corazón... - Tuve que respirar profundamente para no dejar salir las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos. Era tan feliz de estar con ella...
Con una petición silenciosa, cogí su mano derecha y la deslicé entre nosotras. En ningún momento aparté mi mirada de la suya, ni siquiera cuando mis ojos quisieron cerrarse al sentirla por primera vez en mi intimidad... Ver sus labios abrirse ligeramente al encontrarme húmeda y lista para ella... Sus ojos marrones oscurecerse hasta llegar a ser del negro más oscuro al oírme gemir en voz alta por primera vez, cuando sus dedos se deslizaron sobre mí... y el gemido que ahogó en mi boca, junto al mío, cuando sus dedos entraron con cuidado en mí...
Cuando Loren estuvo cómoda en mi interior desee que no se moviera jamás... quería sentirla siempre así... tan cerca... tan dentro de mí... pero cuando se retiró un poco para volver a entrar con algo más de fuerza, desee que siguiera haciéndolo... poco a poco, perdí la vergüenza, y yo misma marqué un ritmo para ella. Conforme mis caderas se movían más rápido, mis manos se volvieron más errantes... viajando por sus pechos, por su vientre... y finalmente alcanzar su humedad...
La fuerza de sus dedos la abandonó en el instante en el que la toqué... tan suave y delicado... a pesar de mi propia necesidad, me centré atónita de su rápida respuesta... su respiración era agitada e irregular... Loren estaba muy cerca, y ni siquiera me había movido, sencillamente estaba ahí... Estaba tan abstraída por ella que no comprendí del todo la sensación sobrecogedora que empezó a formarse en mi vientre... Sin darme cuenta, me moví sobre ella como si me estuviera dando placer a mi misma... en ese momento, no me preocupaba ser torpe o estar haciéndolo mal... sólo quería que esa sensación estallara dentro de mí, como estaba haciendo en Loren en ese momento...
Su torso tembló contra mí, anclándose con fuerza en mi interior... Sólo tuve que moverme contra su mano una vez más para llegar a un orgasmo intenso y arrasador... El letargo de mi cuerpo me avisó demasiado tarde de la ausencia de los dedos de Loren y de los infinitos besos que recorrían con amor toda mi cara.
- Lo siento... ¿He sido muy brusca? - Preguntó Loren con voz ronca.
- Fue perfecto... tú eres perfecta... - Jadeé, besándola de nuevo en los labios, a pesar de la falta de oxígeno. - Pero a penas te he tocado... - Dije con tristeza, ahora que la borrosa lujuria no empañaba mis sentidos. Loren, que ya estaba colorada por el esfuerzo, enrojeció un par de tonos más.
- Lo siento... llevo tanto tiempo queriendo que me toques que apenas me he podido controlar. - Me reveló.
- Pero si cada vez que yo intentaba tocarte tu salías corriendo. - Le dije contra su boca.
- Eso es porque quería esperar a que estuvieras lista... de verdad... y cuando estoy contigo, siempre estoy así... me moriría de la vergüenza si me llagas a tocar sobre los pantalones y me corro ahí mismo... - La besé con fuerza al escuchar aquello.
- Conmigo no tienes que ser vergonzosa... y menos en eso... Me abría sentido mucho más segura de mi misma si hubiera sabido eso. - Confesé.
- ¿Por qué no estabas segura cariño?
- Yo... puede que estuviera un poco insegura con mi cuerpo... Todas vosotras sois tan femeninas... y tu eres tan condenadamente sexy que me sentía como una niña pequeña a tu lado... No tengo tetas, ni culo... ni siquiera me considero una persona inteligente, y ni mucho menos tengo talento. Tu eres lista, guapa y una de las mejores personas que he conocido en mi vida y yo... bueno, mírame...
- Ya lo hago. - Susurró Loren. - Y veo a una chica preciosa, con un cuerpo de infarto que atrae las miradas de todos con los que se cruza... Una chica dulce y cariñosa a la que le gusta hablar por los codos, curiosa y sensible... que ha veces es insegura pero valiente y que no se deja menospreciar por nadie... Susan... Lo único que veo es al amor de mi vida, desnuda y preciosa sobre mí, brillar con luz propia después de hacer el amor. - Esta vez, me fue imposible evitar llorar mientras sentía como Loren besaba las lágrimas que iban saliendo de mis ojos. - Shh... no llores... - Detuve a Loren y la besé con insistencia, separándome de ella jadeante.
- Quiero que esta vez aguantes por mí... - Le dije. - Quiero que esta vez me dejes entrar dentro de ti mientras te pruebo con mis labios, amor mío...
Siiiiii , ya era hora q se animaran ,ahora faltan las otras dos que ya va siendo hora q se animen :-P
ResponderEliminarM.S(galicia)
Pooor fiiiin!!
ResponderEliminarSiiiiii.....
Me encantó!!!
SIN PALABRAS FUE HERMOSO, ESPERO CON ANSIAS EL PROXIMO CAPITULO
ResponderEliminarAl fin!!... me alegra que concretaran las niñas jejej....
ResponderEliminarTengo que decir que siempre me quedo con ganas de leer mas, y bueno me mata la ansiedad de esperar por el proximo capitulo. Gracias por compartir!! Abrazo desde Argentina
Qué es toda esa dulzura!! casi me haces llorar, qué capítulo tan hermoso!!!
ResponderEliminarPor fin, un encuentro muy adecuado para ellas, ahora solo faltan sam y kelly espersre ansiosa el proximo capitulo.
ResponderEliminarAG, México