PARTE I
Acababa
de salir de la Academia de Policía. Era una novata recién salida del horno
esperando con ansias mi primer día en la Comisaria de la 37. Hoy recibiría mi
placa, mi compañero y daría mis primeros pasos para convertirme en la primera Capitán
femenina del distrito 37 de Ocean’s Wave, en Yellow County. El distrito 37 era
el distrito más desfavorecido de Ocean. Tenía el mayor índice de criminalidad
de todo el condado y era uno de los más altos del país. Y, ante todo, era el
distrito del barrio en el que crecí.
Me
quedé huérfana de madre a los 2 años, cuando mi madre tuvo una sobredosis de
heroína y mi padre estaba tan borracho que ni siquiera se dio cuenta hasta que
estuvo tan hambriento como para ir a buscarla al dormitorio. 5 años más tarde,
mi padre fue encontrado una noche tirado en una calle del barrio comercial.
Sufrió un coma etílico y murió de frio el día de navidad. Desde ese día el Estado
se encargó de mí. Cuando cumplí los 16 me fui del orfanato y conseguí un
trabajo de tiempo completo en un bar del centro de la ciudad. Era un bar de
policías y durante 2 años estuve escuchando a escondida a todos los agentes que
pasaban por allí. Historias tristes, historias emocionante, historias
peligrosas… al cumplir los 18 hice las pruebas para entrar en la Academia de
Policía. Entrené y estudié durante más de 8 meses y conseguí entrar en mi
primer intento. Ahora, 3 años más tarde, estaba enfundándome en mi nuevo
uniforme y lista para mi primer cometido; poner señales de tráfico.
Dos
meses más tarde, ya estaba empezando a odiar con todo mí ser el silbato que
colgaba de mi cuello. Por suerte, a Pete, mi compañero, y a mí, nos ascendieron
a patrulleros nocturnos del polígono industrial y la zona portuaria del este.
Llevábamos un mes dando vueltas como idiotas con el culo cuadrado cuando vimos
como una banda conocida de narcotraficantes descargaba varias cajas de un
carguero extranjero. Dimos el aviso a la central y nos dispusimos a cerrar la
salida del puerto con el coche patrulla cuando se dieron cuenta de nuestra
presencia. Pete casi se caga en los pantalones cuando escuchamos las Thompson
acribillar el coche patrulla intentando eliminarnos. Agarré a Pete y lo llevé
hasta los containers más alejados por si el coche llegaba a explotar y me
dirigí al puerto por detrás de los grandes barriles de combustible, ahí era
poco probable que dispararan a menos que quisieran saltar por los aires. Eran
4. 2 de ellos llevaban armas mientras los otros 2 parecía maleantes. Apunté mi
arma hacía sus brazos, para así evitar que siguieran disparando. Cuando ambos
narcos estaban en el suelo gritando de dolor, los marineros echaron a correr
despavoridos lejos del coche, así que apunté a sus piernas para evitar su
huida.
5
minutos más tarde, 3 patrullas más llegaron a la escena y se encontraron a Pete
con los pantalones mojados cerca del coche y a mi contando los paquetes de
cocaína, después de haber esposado a los 4 delincuentes. La investigación nos
llevó hasta uno de los capos de la droga más importantes de la ciudad, así que
me convertí en la Trooper más joven en conseguir una medalla al mérito. El
capitán me ascendió a investigador y tras un par de semanas de calibrar mis
opciones, me decidí por homicidios. Al principio me ofrecieron un puesto en el
departamento de estupefacientes debido a los últimos acontecimientos, pero no
me llamaba demasiado la atención. Ya tuve bastante con mis padres como para
querer ver cada día los estragos de las drogas en las familias del distrito.
Además, en homicidios era mucho más probable mi ascenso a Inspectora y más
adelante, a Teniente.
Con
mis recién cumplidos 22 años, cambie el uniforme negro por unos vaqueros
cómodos y una americana. Estaba subiendo las escaleras hasta la tercera planta,
donde se encontraba homicidios, cuando un montón de agentes me obstruyeron el
paso en el descansillo. Al principio pensé qué había ocurrido algo malo, así
que me zafé de algunos de ellos hasta que vi el núcleo de la congregación.
Alrededor de 7 agentes de uniforme y un par más de paisanos, rodeaban un
escritorio de recepción en el que se encontraba una rubia que más que
recepcionista parecía una stripper. Tenía el pelo de un rubio platino largo
hasta la cintura, brillantes ojos azules y despampanantes curvas que se
insinuaban por los apretados vaqueros bajos y la blusa ajustada de un blanco
casi transparente. La chica parecía bastante azorada con toda la atención que
concentraba. Supongo que era la nueva carnaza para la testosterona de la
comisaria.
Carraspeé
con fuerza y varias cabezas se giraron a verme con hastío. No es que hubiera
hecho muchas migas con los demás agentes, a fin de cuenta, la mayoría no eran
más que un puñado de niñatos creídos que no pensaban que una mujer pudiera
hacer mejor de policía que ellos. Ahora, después de mi último mérito, había
quién me tenía miedo, quién creía que me tiraba al capitán y quién simplemente
creía que tenía una flor en el culo.
-
¿Aquí nadie trabaja o es que hace falta una orden de alejamiento por acoso
sexual para que eso pase?
Poco
a poco, los agentes uniformados fueron a sus respectivas plantas y los agentes
de paisano entraron en las oficinas del tercer piso. Estaba por entrar también
en las oficinas cuando escuche en un suave susurro;
-
Gracias…
Me
giré y me amonesté internamente por sentir
una punzada de excitación tras la imagen de la joven rubia, que me
miraba entre tímida y agradecida. Me enfadé tanto conmigo misma que fui muy
brusca en mi respuesta.
-
No tendrías que darme las gracias si dejarás de coquetear en el trabajo.
-
Yo no…
Pero
no llegué a escuchar nada más porque entré en el despacho de mi Inspector, el
cual era uno de los babosos de antes. Me entraron arcadas al descubrir que se
trataba de un hombre que podría ser su abuelo.
-
Detective Logan Patterson, señor. Hoy empiezo mi servicio en homicidios junto
al Detective Lane en el grupo del Inspector Saiz. – Le tendí la mano al que
obviamente era el Inspector Saiz por su tez oscura y sus ojos negros.
-
¿Eres una mujer? – Dijo este con escepticismo.
-
Lo era esta mañana cuando me miré al espejo, señor. – Saiz se rio del mordaz
comentario a su pregunta misógina.
-
Lo siento, es que creía que Logan era nombre de tío. – Me estrechó la mano con
decisión. – Inspector Juan Saiz. ¿Así que tú eres la niña prodigio de la
comisaría?
-
No lo sé, ¿Lo soy?
-
Los agentes tardan años en llegar a detectives, y más a homicidios y tú sólo
tardaste tres meses. – Cogió un expediente de su mesa. – Te graduaste con
honores en la academia, fuiste la mejor de tu curso tanto en los entrenamientos
cuerpo a cuerpo como en tiro estático y en movimiento y batiste el récord de
velocidad campo a través. ¡Demonios niña deberías estar en asalto, no
investigando asesinatos! – Saiz soltó el expediente de nuevo. – Por no decir
que estás de toma pan y moja…
-
Preferiría que se excluyeran de todas las conversaciones los comentarios
sexistas. – Dije mirándole seriamente. Por mucho que fuera mi superior, no iba
a permitir que me trataran de damisela y se recrearan la vista. – Y yo decido
donde quiero estar y en lo que quiero gastar mi tiempo.
La
puerta se abrió y entró un hombre joven, de unos treinta y pocos años.
-
¡Joder como está la nueva recepcionista! Se me ha puesto dura sólo de… - Se
calló nada más verme en medio de la sala. – ¡Ups! Lo siento si he interrumpido
algo. – Aún con la puerta abierta, pude ver como su mirada bajaba y subía por
mi cuerpo de manera más que apreciativa. Pude notar por el rabillo del ojo como
Saiz le hacía un gesto horizontal en el cuello mandándole a callar.
-
La próxima vez que te atrevas a mirarme así o a hacer algún estúpido comentario
de machito hormonado sobre mí o alguna mujer me encargaré de presentar tus
huevos junto a mi placa cuando me obliguen a dimitir tras agredir a un agente
de la Ley.
El
hombre se quedó blanco como la tiza mientras se llevaba una mano
inconscientemente a la entrepierna. Saiz se dobló de la risa al presenciar la
escena.
-
¡Dios! Esto va a ser interesante. Phil, te presento a tu nueva compañera, la
Detective Logan Patterson, Logan, te presento al Detective Phillip Lane.
***
Llevaba
más de tres meses trabajando de recepcionista en la sección de homicidios de la
comisaría del distrito 37 y desde el primer día, ella no había vuelto a
dirigirme la palabra.
Había
dejado mi trabajo de camarera a tiempo parcial porque estaba harta de los
borrachos que intentaban ligar conmigo y por eso acepté el trabajo que mi tío
me ofreció de recepcionista en la comisaría del distrito donde trabajaba. Mi
tío, concejal del distrito, no apoyaba que quisiera trabajar mientras me sacaba
la carrera de derecho. Me dijo: ¿Para qué
quieres trabajar si yo te puedo costear la carrera? Además, cuando acabes
trabajaras para mí en el ayuntamiento… Mi tío nunca me gustó mucho, nunca
me gustó como me miraba, como tantos hombres hacen, como ella no hace…
Estaba
intentando luchar para evitar por todos los medios tener que trabajar para mi tío,
pero tras varios meses de búsqueda tuve que pedir su ayuda. Él intentó meterme
de secretaria en el ayuntamiento, pero yo me negué en redondo. Después de
insistir, me ofreció este puesto en la comisaria. Al principio pensé que
estaría mejor que en el bar, pero aquí era mucho peor. En el bar al menos podía
golpear a los borrachos que me metían mano. Aquí, sin embargo, cada 20 minutos
tenía que declinar alguna oferta para tomar una copa o las constantes
insinuaciones y comentarios sexuales de los agentes de policía, los cuales sólo
cesaban cuando ella estaba presente. Desde ese día no había vuelto a decirles
nada, pero los miraba a cada uno de ellos hasta que salían despavoridos en
todas direcciones. Sin embargo, a mí ni siquiera me miraba.
Era
tan atractiva que cuando pasaba junto a mí, aunque sólo fuera un instante, me
dejaba sin respiración. Su largo y espeso pelo castaño, que le caída de forma
salvaje sobre los hombros. Sus penetrantes ojos verdes, siempre listos para la
pelea. Sus voluptuosos labios rojos en contraste con la pálida piel como la
porcelana. Su cuerpo alto y fuerte, con los pechos justos y firmes. ¡Cielos!
Babeaba por ella igual que todos los hombres que ella más detestaba. Y lo peor
de todo es que cada vez que estaba cerca mi libido me nublaba el juicio y me
volvía una patosa. Ya había roto 4 tazas, había derramado 7 cafés y dejado caer
innumerable expedientes. Debe pensar que soy la mujer más torpe del planeta.
Lo
único bueno que he sacado de todas las sanguijuelas que me persiguen por aquí
es información sobre ella. Se apellida Patterson, aunque aún no he podido
averiguar su nombre, al parecer a ninguno de ellos le cae bien. Sé que no
admite los comentarios contra las mujeres y es bastante explicita en sus
métodos contra ellos. Para mi sorpresa tiene mi edad, lo que me lleva a pensar
que es bastante inteligente. El Inspector Saiz la llama “La niña prodigio” cuando ella no está. Hubo rumores sobre su
sexualidad, aunque muchos de los agentes descartaron su homosexualidad debido a
la falta de interés que tiene por mí. Ellos la suelen llamar “Frígida” o “Perra Psicótica”. Más de una vez la he visto quedarse en las
oficinas después de que todos se marcharan investigando para algún caso y todos
saben que los casos que resuelve su equipo suelen resolverse gracias a ella,
aunque Lane presuma que el mérito es suyo… y hablando del rey de roma…
-
Hola Mindy, preciosa. – el Detective Lane hablaba con ella todos los días
intentando que aceptara salir con él. Y, aquí viene… - Oye, mañana por la noche
los Phantoms juegan contra los Blue Lancers y he pensado que tal vez, tú y yo
podríamos…
-
Lo siento Phil, tengo que estudiar para los exámenes de la universidad. – Ya
había usado antes esa excusa, pero no sabía que más decir para librarme da
salir un sábado por la noche.
-
¡Vamos! ¡Es sábado y eres joven! Deberías disfrutar de la vida.
-
Lo siento Phil, la verdad es que… - Venga Mindy, dilo de una vez. – Si saliera
mañana por la noche, no lo haría…contigo. – Puse la mejor sonrisa de disculpa
que pude, aunque Phil parecía algo molesto.
-
¿Por qué no? ¿Qué tengo de malo?
-
Vamos a ver, eres 15 años mayor que ella, tus entradas se están volviendo
acuciantes al igual que tu barriga cervecera y eres un arrogante y baboso
misógino que sólo quiere una mujer que le limpie la casa, le haga de comer y a
la que pueda tirarse cuando no le quede calderilla para pagar a todas esas
prostitutas a las que ves.
Me
quedé sin aliento a verla apoyada en la barandilla de las escaleras observando
a Phil como si fuera una presa de caza. Por su parte, Phil había sufrido un
cambio bastante rápido en los tonos de su cara. De su rosa habitual, había
pasado del verde vómito, al blanco fantasma y terminó en un rojo violáceo
debido a la cantidad de aire que no había respirado debido a la ira.
-
¡Maldita niñata! ¡Soy tu superior! ¿Cómo te atreves a hablarme así? Pienso
hablar con el teniente para…
-
No será necesario que lo hagas, Phil... Acabo de hablar con el capitán sobre
unas misteriosas desapariciones en el almacén de pruebas los últimos meses. Al
parecer, alguien ha estado registrando la cantidad equivocada de dinero y
marihuana incautada de las últimas redadas de estupefacientes. Varios nombres
han salido a la luz y yo que tú estaría ahora lamiéndole el culo a alguien para
no pasarse los próximos días en los calabozos por fumarse y gastarse las
pruebas del delito…
Phil
desencajó su mandíbula de tal manera que creí que se la había dislocado.
-
¡Me las vas a pagar Logan! – Tras lo dicho, salió corriendo escaleras arriba,
supongo que dirigiéndose al despacho del Teniente Jackson. ¡Logan! Se llama
Logan.
Logan
se giró para marcharse escaleras abajo cuando me levanté de un saltó y la
agarré del brazo antes si quiera de darme cuenta de lo que estaba haciendo.
Logan se giró y me miró por un instante de manera interrogativa antes de volver
a desviar la vista hacia las escaleras.
-
Esto… - ¡Venga Mindy! ¡Ahora o nunca! – Humm…yo…me preguntaba si… te apetecería…tomar
un café o algo…conmigo. – Dios, ya está dicho. Prepárate para el golpe. Cerré
los ojos con fuerza esperando la pulla.
- ¿No
se suponía que tenías que estudiar para los exámenes? – Dijo, por lo que abrí
los ojos, y vi que aún seguía sin mirarme. ¿Tanto asco le doy? Dios, qué
vergüenza…
-
No… bueno sí, pero no tengo nada para la semana que viene… sólo lo dije para
que Phil me dejara en paz. Pero entiendo que tú no…
-
¿Terminas a las 8 no?
-
Emm… sí. Sí, termino a las 8. - ¿Sabe cuándo me voy?
-
Bien, te esperaré en el aparcamiento subterráneo a las 8. – Y sin más, se fue.
Tengo
una cita… ¡Tengo una cita con Logan! Me dejé caer en mi silla y miré mi reloj
de pulsera. Eran poco más de las 6. Me dirigí rápidamente al baño y miré mi
atuendo. No era mi mejor ropa, pero serviría. Un bonito top azul que dejaba ver
lo justo de mis pechos, unos levi’s pitillos oscuros y unas botas de tacón
azules a juego con el top. Antes de salir debería retocarme el maquillaje, pero
sobretodo, antes de salir debería conseguir un respirador y una bombona de
oxígeno, porque sin duda me estaba dando el mayor ataque de asma de la
historia.
***
¿Qué
coño estás haciendo Logan? ¿Cómo se te ocurre aceptar? Seguro que la pobre
chica sólo te quería agradecer quitarle del medio al moscón de Phil, nada más.
¡Así que deja de pensar en pajaritos y dile a tu corazón que suba de nuevo a su
sitio que ya está empezando a incordiar en la entrepierna!
Justo
después de hablar con Melinda… o Mindy, como la llaman todos sus babosos acosadores,
me dirigí al gimnasio de la comisaria en el sótano 1 y me puse a correr como
una posesa en la cinta, hasta que mi corazón pasó de ir rápido por sus enormes
pechos a ir rápido por la falta de aire de tanto correr. Después de algunos
abdominales y unos cuantos golpes a los sacos de boxeo, me dirigí a las duchas
a ahogar mis pensamientos en agua fría…más bien helada.
Cuando
acabé empecé a planear la noche… tal vez ir a alguna cafetería tranquila…o tal
vez algún restaurante bonito… ¿Pero qué coño? No es una cita… ¡No lo es! Un
café… eso es. Me fui a las taquillas y me enfundé mis pantalones vaqueros
negros y mi camiseta roja ajustada… al darme cuenta de la cantidad de pecho que
dejaba a la vista y lo ajustada que me quedaba en el estómago pensé en cambiármela,
pero ya no me quedaba ninguna muda más. Levanté los brazos y comprobé que, en
efecto, se me veía toda la zona abdominal… menos mal que estaba en forma…me
perfilé los ojos con precisión para remarcarlos un poco y me coloqué mi
chaqueta de cuero negra. Cogí mi casco y el de repuesto de la taquilla. También
cogí mi chaqueta de cuero gris de repuesto, por si Mindy no tenía ninguna.
Miré
por última vez al espejo de los vestuarios y exhalé con fuerza. Venga
Logan…tienes que demostrar seguridad…seguridad… ¡Y una mierda, estoy cagada de
miedo!
***
Había
bajado corriendo al sótano de la comisaria para evitar miradas indiscretas,
pero supongo que no lo hice demasiado bien ya que Zack y Kyle, dos de los
agentes más jóvenes, me habían seguido abajo acribillándome a preguntas sobre
por qué me había maquillado, qué a donde iba tan guapa, qué quién había podido
llevarme al huerto era la pregunta que les faltaba. Estaba empezando a
mosquearme cuando sus preguntas pasaron a insinuaciones indiscretas debido a
que éramos los únicos en el aparcamiento.
-
¡Venga Mindy! Deja a ese capullo tirado y vente con nosotros. Seguro que te lo
pasas mejor que con el pringado que deja a este bellezón sólo aquí abajo ¿eh? –
Zack empezó a invadir mi preciado especio personal mientras Kyle me cerraba el
paso por detrás. Estaba a punto de darle una patada en los huevos a Zack cuando
un fuerte estallido nos asustó a los tres.
Una
gran moto metalizada frenó a sólo un par de centímetros de los pies de Zack, el
cual se apartó bruscamente de mí y de la moto, llevándose una mano rápidamente
a la pistola de su funda. Antes de que la sacara, el motorista ya había
levantado la suya. Zack y Kyle se quedaron de piedra y dieron un par de pasos
hacia atrás. Dejándome sola a merced del motorista.
El
motorista se bajó de la moto sin dejar de apuntar a los dos agentes y fue
entonces cuando me fijé en las botas cortas de tacón negro. ¡Es una mujer! La
motorista se quitó el casco mientras agitaba la abundante melena castaña.
Logan…
-
A ver… señores. ¿Se puede saber dónde demonios han aprendido a ser tan nenazas?
Habéis dejado sin protección a una civil por no hablar de que si no os apunto
con la pistola capaz me habríais pegado un tiro por estúpidos cuando en este
sótano sólo se puede entrar con autorización policial, por lo tanto, aquí abajo
sólo puede haber ¡Polis!
-
¿Y qué te esperabas? ¡Casi me atropellas Patterson!
-
Será que no me gusta que un par de idiotas babeen encima de una chica. – Dijo,
a lo que Zack y Kyle se envararon a responder.
-
¡Eso es mentira! Sólo le hacíamos compañía porque el capullo con el que ha
quedado seguro la dejó plantada, y como buenos caballeros nos ofrecíamos a
acompañarla. – Dijo Kyle con autosuficiencia.
-
Vaya… ¿Es eso cierto? – Sólo pude sonreír ante su pregunta. – Eso no puede ser…
sí que debe ser un verdadero capullo dejando a una preciosidad como Melinda
sola aquí abajo con un par de trogloditas, aunque sí llegara tarde seguro que
se disculpa por llegar tarde y por las molestias que le causaron a tan preciosa
dama dos paletos miembros del género masculino. – Ambos fueron a protestar pero
Logan levantó una mano para callarlos, me tendió una cazadora de cuero gris que
me puse sin más y me tendió un casco del mismo color. - ¿Nos vamos preciosa?
-
Por supuesto. – Dije antes de colocarme el casco y subirme a la moto. - ¿Es una
K. z1000? Es preciosa.
-
Exactamente. – Dijo Logan mientras se colocaba su casco y se subía a la moto
delante de mí. – Agárrate fuerte, vamos a ir bastante rápido. – Me agarré con
fuerza a su cintura disfrutando del completo estado de nirvana que me producía
tenerla tan cerca de mí. – ¡Nos vemos idiotas! – Tras lo cual, arrancó dejando
rápidamente atrás a Zack y Kyle con la boca desencajada, aun rumiando que mi
cita fuera Logan.
***
Después
de pasar la seguridad de la entrada del sótano de la comisaria, me centré lo
mejor que pude en la velocidad, la carretera y el primer destino de la noche.
Todo con tal de no extasiarme sobremanera con la sensación de tener sus manos
sobre mi estómago. Al principio, las manos se habían quedado aferradas una a la
otra, pero cuanto más avanzábamos, sus manos se habían vuelto algo más
exploratorias. ¡Teníamos que llegar ya!
Un
par de minutos más tarde, habíamos llegado a mi restaurante favorito de la
ciudad. No era ni lujoso ni un cuchitril, pero Tina, la cocinera, preparaba
todos sus platos como una madre los prepararía a sus hijos, y eso me encantaba.
Mientras nos bajábamos de la moto, respiré profundamente antes de quitarme el
casco para recobrar la compostura. La moto era una delicia y una tortura. Casi
doy un traspiés al verla sacudir su larga melena rubia tras quitarse el casco.
Dios, dame fuerzas…
-
Espero que tengas hambre, porque yo estoy hambrienta… - ¡Idiota! ¡Ahora encima
vas de gorda! Me tendió el casco de la moto mientras un leve rubor cubría sus
mejillas.
-
Comida…sí. – Se fue caminando delante de mí hacia el restaurante contoneando
inconscientemente su trasero… ¡Dios, quién te muerda!
Ambas
entramos en el restaurante donde Tina me saludó de manera efusiva desde la
barra, justo antes de plantarse delante de nosotras.
-
¡Ay mi niña linda estás muy flaca! ¡No vienes a comer lo suficiente! Seguro que
en casa no tienes más que ese café asqueroso que no paras de tomar. Ai, ai, ai…
- Me abrazó y me dio un sonoro beso en la mejilla mientras me palpaba la
cintura. – ¡Ves! ¡En los huesos! Espero que ahora que has encontrado moza comas
más… porque así no se pueden hacer niños…
-
¡Tina, por el amor de Dios! – Mierda, esto no puede estar pasando.
-
No te preocupes mi niña… que si tú no puedes seguro que ella sí, esas hermosas
caderas y ni que hablar de sus grandes…
-¡¡¡TINA!!!
Madre,
quería meter la cabeza en un agujero y no sacarla jamás. Empuje a Tina de
vuelta a la cocina mientras esta decía algo de menú especial y me giré con toda
mi fuerza de voluntad para encarar a Mindy. Pero al verla mirar hacia el suelo
con la cara completamente roja no sabía si saltarle encima de deseo o salir
huyendo.
-
Siento mucho lo de Tina…es muy…efusiva. – se le había pasado un poco el rubor
pero aún seguía persistiendo. – Será mejor que nos sentemos antes de que vuelva
y empiece a planear nuestro plan de jubilación o nuestra luna de miel… - ¿Pero
qué coño…? ¿Tú estás ida de la olla no? ¿De perdidos al río verdad? ¡Pues tú te
has ido directa al MAR!
Por
suerte Mindy parecía encontrarle la gracia al asunto y empezó a reírse. Que
dulce. Nos sentamos en un reservado en una de las esquina del restaurante y
empezamos a hablar de banalidades. El tiempo, el trabajo, la universidad… poco
a poco, sin darme cuenta, ambas estábamos hablando de nuestras respectivas
vidas. Me confesó que le encantaba mi sentido del humor ácido y que más de una
vez tuvo que ir al baño para poder reír a pleno pulmón después de que azotara
con mis pullas a alguno de mis compañeros. Comimos lo justo para que Tina se
quedara contenta y que a nosotras no nos diera un colapso por la cantidad de
grasas ingeridas en una noche y salimos del restaurante. Ya eran cerca de las
11… casi 3 horas hablando…increíble.
-
Bueno… ya es tarde y no sé si tienes toque de queda o…
-
No, no tengo… - Mindy se puso algo nerviosa. – Vivo sola en un piso en el
centro…antes lo compartía con un par de chicas más, pero se graduaron el año
pasado y ahora estoy…sola. – Vale…está sola en el piso, desde hace poco…pero lo
último lo ha dicho como una insinuación ¿no? Sola de…Sola…sin nadie…sola…sin
pareja…Soltera. Bien.
-
Entonces, si no estás cansada, conozco una discoteca en el polígono que no está
nada mal… y como no la conoce mucha gente hoy no estará muy llena…supongo…
-
¡Me encantaría!
-
¡Genial!
Nota de la Autora: ¿Qué? ¿Os está gustando la historia de Logan y Mindy? No os olvidéis de seguir la historia principal de Wild & Wise y descubrir que está pasando con nuestras detectives ¡(con todas)!
Si me gusta la nueva Historia lo unico malo es q es los fines de semana... :( pero sera seguir esperando los nuevos capítulos
ResponderEliminarme encanta pero me va a costar esperar por el proximo
ResponderEliminarM.S(galicia)
Un buen inicio ~ como siempre desde el primer capitulo nos tienes enganchada sos una niña con increible talento . Besos!!!
ResponderEliminarQue excelente inició de la historia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.