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domingo, 28 de junio de 2015

Falsas Apariencias - Parte I

PARTE I



Acababa de salir de la Academia de Policía. Era una novata recién salida del horno esperando con ansias mi primer día en la Comisaria de la 37. Hoy recibiría mi placa, mi compañero y daría mis primeros pasos para convertirme en la primera Capitán femenina del distrito 37 de Ocean’s Wave, en Yellow County. El distrito 37 era el distrito más desfavorecido de Ocean. Tenía el mayor índice de criminalidad de todo el condado y era uno de los más altos del país. Y, ante todo, era el distrito del barrio en el que crecí.


Me quedé huérfana de madre a los 2 años, cuando mi madre tuvo una sobredosis de heroína y mi padre estaba tan borracho que ni siquiera se dio cuenta hasta que estuvo tan hambriento como para ir a buscarla al dormitorio. 5 años más tarde, mi padre fue encontrado una noche tirado en una calle del barrio comercial. Sufrió un coma etílico y murió de frio el día de navidad. Desde ese día el Estado se encargó de mí. Cuando cumplí los 16 me fui del orfanato y conseguí un trabajo de tiempo completo en un bar del centro de la ciudad. Era un bar de policías y durante 2 años estuve escuchando a escondida a todos los agentes que pasaban por allí. Historias tristes, historias emocionante, historias peligrosas… al cumplir los 18 hice las pruebas para entrar en la Academia de Policía. Entrené y estudié durante más de 8 meses y conseguí entrar en mi primer intento. Ahora, 3 años más tarde, estaba enfundándome en mi nuevo uniforme y lista para mi primer cometido; poner señales de tráfico.

Dos meses más tarde, ya estaba empezando a odiar con todo mí ser el silbato que colgaba de mi cuello. Por suerte, a Pete, mi compañero, y a mí, nos ascendieron a patrulleros nocturnos del polígono industrial y la zona portuaria del este. Llevábamos un mes dando vueltas como idiotas con el culo cuadrado cuando vimos como una banda conocida de narcotraficantes descargaba varias cajas de un carguero extranjero. Dimos el aviso a la central y nos dispusimos a cerrar la salida del puerto con el coche patrulla cuando se dieron cuenta de nuestra presencia. Pete casi se caga en los pantalones cuando escuchamos las Thompson acribillar el coche patrulla intentando eliminarnos. Agarré a Pete y lo llevé hasta los containers más alejados por si el coche llegaba a explotar y me dirigí al puerto por detrás de los grandes barriles de combustible, ahí era poco probable que dispararan a menos que quisieran saltar por los aires. Eran 4. 2 de ellos llevaban armas mientras los otros 2 parecía maleantes. Apunté mi arma hacía sus brazos, para así evitar que siguieran disparando. Cuando ambos narcos estaban en el suelo gritando de dolor, los marineros echaron a correr despavoridos lejos del coche, así que apunté a sus piernas para evitar su huida.

5 minutos más tarde, 3 patrullas más llegaron a la escena y se encontraron a Pete con los pantalones mojados cerca del coche y a mi contando los paquetes de cocaína, después de haber esposado a los 4 delincuentes. La investigación nos llevó hasta uno de los capos de la droga más importantes de la ciudad, así que me convertí en la Trooper más joven en conseguir una medalla al mérito. El capitán me ascendió a investigador y tras un par de semanas de calibrar mis opciones, me decidí por homicidios. Al principio me ofrecieron un puesto en el departamento de estupefacientes debido a los últimos acontecimientos, pero no me llamaba demasiado la atención. Ya tuve bastante con mis padres como para querer ver cada día los estragos de las drogas en las familias del distrito. Además, en homicidios era mucho más probable mi ascenso a Inspectora y más adelante, a Teniente.

Con mis recién cumplidos 22 años, cambie el uniforme negro por unos vaqueros cómodos y una americana. Estaba subiendo las escaleras hasta la tercera planta, donde se encontraba homicidios, cuando un montón de agentes me obstruyeron el paso en el descansillo. Al principio pensé qué había ocurrido algo malo, así que me zafé de algunos de ellos hasta que vi el núcleo de la congregación. Alrededor de 7 agentes de uniforme y un par más de paisanos, rodeaban un escritorio de recepción en el que se encontraba una rubia que más que recepcionista parecía una stripper. Tenía el pelo de un rubio platino largo hasta la cintura, brillantes ojos azules y despampanantes curvas que se insinuaban por los apretados vaqueros bajos y la blusa ajustada de un blanco casi transparente. La chica parecía bastante azorada con toda la atención que concentraba. Supongo que era la nueva carnaza para la testosterona de la comisaria.

Carraspeé con fuerza y varias cabezas se giraron a verme con hastío. No es que hubiera hecho muchas migas con los demás agentes, a fin de cuenta, la mayoría no eran más que un puñado de niñatos creídos que no pensaban que una mujer pudiera hacer mejor de policía que ellos. Ahora, después de mi último mérito, había quién me tenía miedo, quién creía que me tiraba al capitán y quién simplemente creía que tenía una flor en el culo.

- ¿Aquí nadie trabaja o es que hace falta una orden de alejamiento por acoso sexual para que eso pase?

Poco a poco, los agentes uniformados fueron a sus respectivas plantas y los agentes de paisano entraron en las oficinas del tercer piso. Estaba por entrar también en las oficinas cuando escuche en un suave susurro;

- Gracias…

Me giré y me amonesté internamente por sentir  una punzada de excitación tras la imagen de la joven rubia, que me miraba entre tímida y agradecida. Me enfadé tanto conmigo misma que fui muy brusca en mi respuesta.

- No tendrías que darme las gracias si dejarás de coquetear en el trabajo.

- Yo no…

Pero no llegué a escuchar nada más porque entré en el despacho de mi Inspector, el cual era uno de los babosos de antes. Me entraron arcadas al descubrir que se trataba de un hombre que podría ser su abuelo.

- Detective Logan Patterson, señor. Hoy empiezo mi servicio en homicidios junto al Detective Lane en el grupo del Inspector Saiz. – Le tendí la mano al que obviamente era el Inspector Saiz por su tez oscura y sus ojos negros.

- ¿Eres una mujer? – Dijo este con escepticismo.

- Lo era esta mañana cuando me miré al espejo, señor. – Saiz se rio del mordaz comentario a su pregunta misógina.

- Lo siento, es que creía que Logan era nombre de tío. – Me estrechó la mano con decisión. – Inspector Juan Saiz. ¿Así que tú eres la niña prodigio de la comisaría?

- No lo sé, ¿Lo soy?

- Los agentes tardan años en llegar a detectives, y más a homicidios y tú sólo tardaste tres meses. – Cogió un expediente de su mesa. – Te graduaste con honores en la academia, fuiste la mejor de tu curso tanto en los entrenamientos cuerpo a cuerpo como en tiro estático y en movimiento y batiste el récord de velocidad campo a través. ¡Demonios niña deberías estar en asalto, no investigando asesinatos! – Saiz soltó el expediente de nuevo. – Por no decir que estás de toma pan y moja…

- Preferiría que se excluyeran de todas las conversaciones los comentarios sexistas. – Dije mirándole seriamente. Por mucho que fuera mi superior, no iba a permitir que me trataran de damisela y se recrearan la vista. – Y yo decido donde quiero estar y en lo que quiero gastar mi tiempo.

La puerta se abrió y entró un hombre joven, de unos treinta y pocos años.

- ¡Joder como está la nueva recepcionista! Se me ha puesto dura sólo de… - Se calló nada más verme en medio de la sala. – ¡Ups! Lo siento si he interrumpido algo. – Aún con la puerta abierta, pude ver como su mirada bajaba y subía por mi cuerpo de manera más que apreciativa. Pude notar por el rabillo del ojo como Saiz le hacía un gesto horizontal en el cuello mandándole a callar.

- La próxima vez que te atrevas a mirarme así o a hacer algún estúpido comentario de machito hormonado sobre mí o alguna mujer me encargaré de presentar tus huevos junto a mi placa cuando me obliguen a dimitir tras agredir a un agente de la Ley.

El hombre se quedó blanco como la tiza mientras se llevaba una mano inconscientemente a la entrepierna. Saiz se dobló de la risa al presenciar la escena.

- ¡Dios! Esto va a ser interesante. Phil, te presento a tu nueva compañera, la Detective Logan Patterson, Logan, te presento al Detective Phillip Lane.

***

Llevaba más de tres meses trabajando de recepcionista en la sección de homicidios de la comisaría del distrito 37 y desde el primer día, ella no había vuelto a dirigirme la palabra.

Había dejado mi trabajo de camarera a tiempo parcial porque estaba harta de los borrachos que intentaban ligar conmigo y por eso acepté el trabajo que mi tío me ofreció de recepcionista en la comisaría del distrito donde trabajaba. Mi tío, concejal del distrito, no apoyaba que quisiera trabajar mientras me sacaba la carrera de derecho. Me dijo: ¿Para qué quieres trabajar si yo te puedo costear la carrera? Además, cuando acabes trabajaras para mí en el ayuntamiento… Mi tío nunca me gustó mucho, nunca me gustó como me miraba, como tantos hombres hacen, como ella no hace…

Estaba intentando luchar para evitar por todos los medios tener que trabajar para mi tío, pero tras varios meses de búsqueda tuve que pedir su ayuda. Él intentó meterme de secretaria en el ayuntamiento, pero yo me negué en redondo. Después de insistir, me ofreció este puesto en la comisaria. Al principio pensé que estaría mejor que en el bar, pero aquí era mucho peor. En el bar al menos podía golpear a los borrachos que me metían mano. Aquí, sin embargo, cada 20 minutos tenía que declinar alguna oferta para tomar una copa o las constantes insinuaciones y comentarios sexuales de los agentes de policía, los cuales sólo cesaban cuando ella estaba presente. Desde ese día no había vuelto a decirles nada, pero los miraba a cada uno de ellos hasta que salían despavoridos en todas direcciones. Sin embargo, a mí ni siquiera me miraba.

Era tan atractiva que cuando pasaba junto a mí, aunque sólo fuera un instante, me dejaba sin respiración. Su largo y espeso pelo castaño, que le caída de forma salvaje sobre los hombros. Sus penetrantes ojos verdes, siempre listos para la pelea. Sus voluptuosos labios rojos en contraste con la pálida piel como la porcelana. Su cuerpo alto y fuerte, con los pechos justos y firmes. ¡Cielos! Babeaba por ella igual que todos los hombres que ella más detestaba. Y lo peor de todo es que cada vez que estaba cerca mi libido me nublaba el juicio y me volvía una patosa. Ya había roto 4 tazas, había derramado 7 cafés y dejado caer innumerable expedientes. Debe pensar que soy la mujer más torpe del planeta.

Lo único bueno que he sacado de todas las sanguijuelas que me persiguen por aquí es información sobre ella. Se apellida Patterson, aunque aún no he podido averiguar su nombre, al parecer a ninguno de ellos le cae bien. Sé que no admite los comentarios contra las mujeres y es bastante explicita en sus métodos contra ellos. Para mi sorpresa tiene mi edad, lo que me lleva a pensar que es bastante inteligente. El Inspector Saiz la llama “La niña prodigio” cuando ella no está. Hubo rumores sobre su sexualidad, aunque muchos de los agentes descartaron su homosexualidad debido a la falta de interés que tiene por mí. Ellos la suelen llamar “Frígida” o “Perra Psicótica”. Más de una vez la he visto quedarse en las oficinas después de que todos se marcharan investigando para algún caso y todos saben que los casos que resuelve su equipo suelen resolverse gracias a ella, aunque Lane presuma que el mérito es suyo… y hablando del rey de roma…

- Hola Mindy, preciosa. – el Detective Lane hablaba con ella todos los días intentando que aceptara salir con él. Y, aquí viene… - Oye, mañana por la noche los Phantoms juegan contra los Blue Lancers y he pensado que tal vez, tú y yo podríamos…

- Lo siento Phil, tengo que estudiar para los exámenes de la universidad. – Ya había usado antes esa excusa, pero no sabía que más decir para librarme da salir un sábado por la noche.

- ¡Vamos! ¡Es sábado y eres joven! Deberías disfrutar de la vida.

- Lo siento Phil, la verdad es que… - Venga Mindy, dilo de una vez. – Si saliera mañana por la noche, no lo haría…contigo. – Puse la mejor sonrisa de disculpa que pude, aunque Phil parecía algo molesto.

- ¿Por qué no? ¿Qué tengo de malo?

- Vamos a ver, eres 15 años mayor que ella, tus entradas se están volviendo acuciantes al igual que tu barriga cervecera y eres un arrogante y baboso misógino que sólo quiere una mujer que le limpie la casa, le haga de comer y a la que pueda tirarse cuando no le quede calderilla para pagar a todas esas prostitutas a las que ves.

Me quedé sin aliento a verla apoyada en la barandilla de las escaleras observando a Phil como si fuera una presa de caza. Por su parte, Phil había sufrido un cambio bastante rápido en los tonos de su cara. De su rosa habitual, había pasado del verde vómito, al blanco fantasma y terminó en un rojo violáceo debido a la cantidad de aire que no había respirado debido a la ira.

- ¡Maldita niñata! ¡Soy tu superior! ¿Cómo te atreves a hablarme así? Pienso hablar con el teniente para…

- No será necesario que lo hagas, Phil... Acabo de hablar con el capitán sobre unas misteriosas desapariciones en el almacén de pruebas los últimos meses. Al parecer, alguien ha estado registrando la cantidad equivocada de dinero y marihuana incautada de las últimas redadas de estupefacientes. Varios nombres han salido a la luz y yo que tú estaría ahora lamiéndole el culo a alguien para no pasarse los próximos días en los calabozos por fumarse y gastarse las pruebas del delito…

Phil desencajó su mandíbula de tal manera que creí que se la había dislocado.

- ¡Me las vas a pagar Logan! – Tras lo dicho, salió corriendo escaleras arriba, supongo que dirigiéndose al despacho del Teniente Jackson. ¡Logan! Se llama Logan.

Logan se giró para marcharse escaleras abajo cuando me levanté de un saltó y la agarré del brazo antes si quiera de darme cuenta de lo que estaba haciendo. Logan se giró y me miró por un instante de manera interrogativa antes de volver a desviar la vista hacia las escaleras.

- Esto… - ¡Venga Mindy! ¡Ahora o nunca! – Humm…yo…me preguntaba si… te apetecería…tomar un café o algo…conmigo. – Dios, ya está dicho. Prepárate para el golpe. Cerré los ojos con fuerza esperando la pulla.

- ¿No se suponía que tenías que estudiar para los exámenes? – Dijo, por lo que abrí los ojos, y vi que aún seguía sin mirarme. ¿Tanto asco le doy? Dios, qué vergüenza…

- No… bueno sí, pero no tengo nada para la semana que viene… sólo lo dije para que Phil me dejara en paz. Pero entiendo que tú no…

- ¿Terminas a las 8 no?

- Emm… sí. Sí, termino a las 8. - ¿Sabe cuándo me voy?

- Bien, te esperaré en el aparcamiento subterráneo a las 8. – Y sin más, se fue.

Tengo una cita… ¡Tengo una cita con Logan! Me dejé caer en mi silla y miré mi reloj de pulsera. Eran poco más de las 6. Me dirigí rápidamente al baño y miré mi atuendo. No era mi mejor ropa, pero serviría. Un bonito top azul que dejaba ver lo justo de mis pechos, unos levi’s pitillos oscuros y unas botas de tacón azules a juego con el top. Antes de salir debería retocarme el maquillaje, pero sobretodo, antes de salir debería conseguir un respirador y una bombona de oxígeno, porque sin duda me estaba dando el mayor ataque de asma de la historia.

***

¿Qué coño estás haciendo Logan? ¿Cómo se te ocurre aceptar? Seguro que la pobre chica sólo te quería agradecer quitarle del medio al moscón de Phil, nada más. ¡Así que deja de pensar en pajaritos y dile a tu corazón que suba de nuevo a su sitio que ya está empezando a incordiar en la entrepierna!

Justo después de hablar con Melinda… o Mindy, como la llaman todos sus babosos acosadores, me dirigí al gimnasio de la comisaria en el sótano 1 y me puse a correr como una posesa en la cinta, hasta que mi corazón pasó de ir rápido por sus enormes pechos a ir rápido por la falta de aire de tanto correr. Después de algunos abdominales y unos cuantos golpes a los sacos de boxeo, me dirigí a las duchas a ahogar mis pensamientos en agua fría…más bien helada.

Cuando acabé empecé a planear la noche… tal vez ir a alguna cafetería tranquila…o tal vez algún restaurante bonito… ¿Pero qué coño? No es una cita… ¡No lo es! Un café… eso es. Me fui a las taquillas y me enfundé mis pantalones vaqueros negros y mi camiseta roja ajustada… al darme cuenta de la cantidad de pecho que dejaba a la vista y lo ajustada que me quedaba en el estómago pensé en cambiármela, pero ya no me quedaba ninguna muda más. Levanté los brazos y comprobé que, en efecto, se me veía toda la zona abdominal… menos mal que estaba en forma…me perfilé los ojos con precisión para remarcarlos un poco y me coloqué mi chaqueta de cuero negra. Cogí mi casco y el de repuesto de la taquilla. También cogí mi chaqueta de cuero gris de repuesto, por si Mindy no tenía ninguna.

Miré por última vez al espejo de los vestuarios y exhalé con fuerza. Venga Logan…tienes que demostrar seguridad…seguridad… ¡Y una mierda, estoy cagada de miedo!

***

Había bajado corriendo al sótano de la comisaria para evitar miradas indiscretas, pero supongo que no lo hice demasiado bien ya que Zack y Kyle, dos de los agentes más jóvenes, me habían seguido abajo acribillándome a preguntas sobre por qué me había maquillado, qué a donde iba tan guapa, qué quién había podido llevarme al huerto era la pregunta que les faltaba. Estaba empezando a mosquearme cuando sus preguntas pasaron a insinuaciones indiscretas debido a que éramos los únicos en el aparcamiento.

- ¡Venga Mindy! Deja a ese capullo tirado y vente con nosotros. Seguro que te lo pasas mejor que con el pringado que deja a este bellezón sólo aquí abajo ¿eh? – Zack empezó a invadir mi preciado especio personal mientras Kyle me cerraba el paso por detrás. Estaba a punto de darle una patada en los huevos a Zack cuando un fuerte estallido nos asustó a los tres.

Una gran moto metalizada frenó a sólo un par de centímetros de los pies de Zack, el cual se apartó bruscamente de mí y de la moto, llevándose una mano rápidamente a la pistola de su funda. Antes de que la sacara, el motorista ya había levantado la suya. Zack y Kyle se quedaron de piedra y dieron un par de pasos hacia atrás. Dejándome sola a merced del motorista.

El motorista se bajó de la moto sin dejar de apuntar a los dos agentes y fue entonces cuando me fijé en las botas cortas de tacón negro. ¡Es una mujer! La motorista se quitó el casco mientras agitaba la abundante melena castaña. Logan…

- A ver… señores. ¿Se puede saber dónde demonios han aprendido a ser tan nenazas? Habéis dejado sin protección a una civil por no hablar de que si no os apunto con la pistola capaz me habríais pegado un tiro por estúpidos cuando en este sótano sólo se puede entrar con autorización policial, por lo tanto, aquí abajo sólo puede haber ¡Polis!

- ¿Y qué te esperabas? ¡Casi me atropellas Patterson!

- Será que no me gusta que un par de idiotas babeen encima de una chica. – Dijo, a lo que Zack y Kyle se envararon a responder.

- ¡Eso es mentira! Sólo le hacíamos compañía porque el capullo con el que ha quedado seguro la dejó plantada, y como buenos caballeros nos ofrecíamos a acompañarla. – Dijo Kyle con autosuficiencia.

- Vaya… ¿Es eso cierto? – Sólo pude sonreír ante su pregunta. – Eso no puede ser… sí que debe ser un verdadero capullo dejando a una preciosidad como Melinda sola aquí abajo con un par de trogloditas, aunque sí llegara tarde seguro que se disculpa por llegar tarde y por las molestias que le causaron a tan preciosa dama dos paletos miembros del género masculino. – Ambos fueron a protestar pero Logan levantó una mano para callarlos, me tendió una cazadora de cuero gris que me puse sin más y me tendió un casco del mismo color. - ¿Nos vamos preciosa?

- Por supuesto. – Dije antes de colocarme el casco y subirme a la moto. - ¿Es una K. z1000? Es preciosa.

- Exactamente. – Dijo Logan mientras se colocaba su casco y se subía a la moto delante de mí. – Agárrate fuerte, vamos a ir bastante rápido. – Me agarré con fuerza a su cintura disfrutando del completo estado de nirvana que me producía tenerla tan cerca de mí. – ¡Nos vemos idiotas! – Tras lo cual, arrancó dejando rápidamente atrás a Zack y Kyle con la boca desencajada, aun rumiando que mi cita fuera Logan.

***

Después de pasar la seguridad de la entrada del sótano de la comisaria, me centré lo mejor que pude en la velocidad, la carretera y el primer destino de la noche. Todo con tal de no extasiarme sobremanera con la sensación de tener sus manos sobre mi estómago. Al principio, las manos se habían quedado aferradas una a la otra, pero cuanto más avanzábamos, sus manos se habían vuelto algo más exploratorias. ¡Teníamos que llegar ya!

Un par de minutos más tarde, habíamos llegado a mi restaurante favorito de la ciudad. No era ni lujoso ni un cuchitril, pero Tina, la cocinera, preparaba todos sus platos como una madre los prepararía a sus hijos, y eso me encantaba. Mientras nos bajábamos de la moto, respiré profundamente antes de quitarme el casco para recobrar la compostura. La moto era una delicia y una tortura. Casi doy un traspiés al verla sacudir su larga melena rubia tras quitarse el casco. Dios, dame fuerzas…

- Espero que tengas hambre, porque yo estoy hambrienta… - ¡Idiota! ¡Ahora encima vas de gorda! Me tendió el casco de la moto mientras un leve rubor cubría sus mejillas.

- Comida…sí. – Se fue caminando delante de mí hacia el restaurante contoneando inconscientemente su trasero… ¡Dios, quién te muerda!

Ambas entramos en el restaurante donde Tina me saludó de manera efusiva desde la barra, justo antes de plantarse delante de nosotras.

- ¡Ay mi niña linda estás muy flaca! ¡No vienes a comer lo suficiente! Seguro que en casa no tienes más que ese café asqueroso que no paras de tomar. Ai, ai, ai… - Me abrazó y me dio un sonoro beso en la mejilla mientras me palpaba la cintura. – ¡Ves! ¡En los huesos! Espero que ahora que has encontrado moza comas más… porque así no se pueden hacer niños…

- ¡Tina, por el amor de Dios! – Mierda, esto no puede estar pasando.

- No te preocupes mi niña… que si tú no puedes seguro que ella sí, esas hermosas caderas y ni que hablar de sus grandes…

-¡¡¡TINA!!!

Madre, quería meter la cabeza en un agujero y no sacarla jamás. Empuje a Tina de vuelta a la cocina mientras esta decía algo de menú especial y me giré con toda mi fuerza de voluntad para encarar a Mindy. Pero al verla mirar hacia el suelo con la cara completamente roja no sabía si saltarle encima de deseo o salir huyendo.

- Siento mucho lo de Tina…es muy…efusiva. – se le había pasado un poco el rubor pero aún seguía persistiendo. – Será mejor que nos sentemos antes de que vuelva y empiece a planear nuestro plan de jubilación o nuestra luna de miel… - ¿Pero qué coño…? ¿Tú estás ida de la olla no? ¿De perdidos al río verdad? ¡Pues tú te has ido directa al MAR!

Por suerte Mindy parecía encontrarle la gracia al asunto y empezó a reírse. Que dulce. Nos sentamos en un reservado en una de las esquina del restaurante y empezamos a hablar de banalidades. El tiempo, el trabajo, la universidad… poco a poco, sin darme cuenta, ambas estábamos hablando de nuestras respectivas vidas. Me confesó que le encantaba mi sentido del humor ácido y que más de una vez tuvo que ir al baño para poder reír a pleno pulmón después de que azotara con mis pullas a alguno de mis compañeros. Comimos lo justo para que Tina se quedara contenta y que a nosotras no nos diera un colapso por la cantidad de grasas ingeridas en una noche y salimos del restaurante. Ya eran cerca de las 11… casi 3 horas hablando…increíble.

- Bueno… ya es tarde y no sé si tienes toque de queda o…

- No, no tengo… - Mindy se puso algo nerviosa. – Vivo sola en un piso en el centro…antes lo compartía con un par de chicas más, pero se graduaron el año pasado y ahora estoy…sola. – Vale…está sola en el piso, desde hace poco…pero lo último lo ha dicho como una insinuación ¿no? Sola de…Sola…sin nadie…sola…sin pareja…Soltera. Bien.

- Entonces, si no estás cansada, conozco una discoteca en el polígono que no está nada mal… y como no la conoce mucha gente hoy no estará muy llena…supongo…

- ¡Me encantaría!


- ¡Genial!

Nota de la Autora: ¿Qué? ¿Os está gustando la historia de Logan y Mindy? No os olvidéis de seguir la historia principal de Wild & Wise y descubrir que está pasando con nuestras detectives ¡(con todas)!

4 comentarios:

  1. Si me gusta la nueva Historia lo unico malo es q es los fines de semana... :( pero sera seguir esperando los nuevos capítulos

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  2. me encanta pero me va a costar esperar por el proximo

    M.S(galicia)

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  3. Un buen inicio ~ como siempre desde el primer capitulo nos tienes enganchada sos una niña con increible talento . Besos!!!

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  4. Que excelente inició de la historia.
    Me ha gustado mucho.

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