CAPÍTULO 6
(SUSAN)
Llegué a casa lo más rápido que pude. Por fin habían acabado todos los exámenes. Subí a mi habitación y vi el vestido perfectamente colocado sobre la cama con un par de tacones en línea en el suelo. No me apetecía nada ir a ese estúpido baile. El vestido era de un lila precioso, a juego con los tacones, y mi madre ya había dispuesto toda clase de maquillaje y bisutería en mi cuarto de baño.
Escuche la puerta de la entrada cerrarse de un suave golpe y unos rápidos pasos subir las escaleras. Mi madre ya había llegado.
- ¡Vamos Susan! ¡Jake vendrá a recogerte en poco menos de dos horas! No nos dará tiempo a prepararte…
Fueron unas de las dos peores horas de mi vida. Mi madre contrató a una peluquera para que viniera a casa a hacerme la manicura y arreglar mi cabello en un perfecto recogido de trenza francés. Eso ya no se lleva.
Mientras mi madre y la peluquera luchaban contra mi cuerpo, yo pensé de nuevo en esa noche. Liz y yo nos fuimos al jardín de Rob y nos pusimos a emborracharnos como locas lejos de todos los idiotas del equipo de fútbol que querían meternos mano. No recuerdo muy bien cuál de las dos lloró más. Lo que sí recuerdo fue cuando Liz se desmoronó al contarle lo que me dijo Loren. Siempre supe que le gustaba Kate, pero nunca creí que fuera tan fuerte como lo que sentía yo por Loren… Loren. Apenas habíamos hablado durante esta semana. Creo que ambas nos evitábamos conscientemente. Lo que más me reconcomía es que…si realmente está con Kate, ¿Por qué nunca me lo dijo? ¡Creí que era mi mejor amiga! Y si yo hubiera sabido que por alguna extraña razón a ella también le gustaban las mujeres habría dejado de tontear con chicos para tontear con ella… bueno, lo cierto es que sí tonteaba con ella… ¿Verdad?
Aguanté la sonrisa más grande y falsa posible mientras mi madre nos atosigaba a Jake y a mí para que posáramos en diferentes sitios de mi patio delantero para hacer un álbum de nuestra “noche especial”. Subimos a la limusina y no tardamos en llegar a la casa de Liz, donde nos esperaba en la puerta con un precioso vestido azul, a juego con sus ojos. Liz estaba preciosa. Salimos de la limusina y sufrimos un nuevo ataque de fotomanía por parte de su padre, el cual estaba encantadísimo de que Liz no fuera con ningún chico al baile. Suertuda. Al entrar de nuevo en la limusina me incliné hacia Liz para susurrar en su oído.
- Te tengo preparada una sorpresa. Espero que te guste. – le dije, mientras le giñaba un ojo. Ella se quedó curiosa, pero no preguntó nada. Pasamos cerca de la calle donde vivía Loren, pero pasamos de largo. No sabía siquiera si Loren iba a asistir o no al baile. Yo sólo quería verla…
***
(LIZ)
- Bien chicas, ya estamos todas aquí. – Dijo Cindy, acicalándose su largo cabello. – Oh, no, esperad. Loren me dijo que iba a hablar con alguien del grupo y que volvería pronto. Espero que no tarde porque Peter ya está algo impaciente.
Miré de reojo a Susan, la cual estaba mirando hacia las puertas del gimnasio. Loren y ella aún no habían hablado desde la semana pasada, y sinceramente, las pocas veces que la he visto siempre estaba con Kate… sentí como se formaba un incómodo nudo en mi garganta. La culpa es mía y sólo mía… tal vez, si me hubiera acercado a ella, habría tenido alguna oportunidad…
Las puertas del gimnasio se abrieron y Loren salió con un despampanante vestido de cóctel rojo perfectamente ajustado a su cuerpo. Dios, estaba preciosa. No me extraña que Kate salga con ella. Sentí, más que ver, como Susan aguantaba la respiración. Aún me asombraba que siguiera de pie después de ver a Loren con el vestido más sexy que se podía poner. Loren camino directa hacia nosotras sin apartar la mirada de Susan, sin embargo, Cindy se le adelantó y nos juntó a todas para la foto.
- Dios mío Loren, ¡estas como el infierno de buena! – Gritó Georgina.
- Tú tampoco estás mal Georgie. – Dijo Loren giñándole un ojo.
- Bueno, bueno chicas, venga, vamos a colocarnos. Tú Liz, en el centro, que eres la capitana, las bases detrás en alto, Jane y yo en las esquinas y Susan y Loren justo detrás de Liz…así, perfecto. – Dijo Cindy mientras nos íbamos colocando.
- ¡Sí, mi sargento! – Dijo Loren haciendo el saludo con la mano.
- Ya, ya… ¿Listas?
Los dos minutos que estuvimos posando para las fotos pude sentir la rigidez de Susan a mi espalda y en cuanto la sesión acabó Loren me llevó a un lado cuando Jake vino a llevarse a Susan al baile.
- Oye Liz, sé que esta última semana no he estado muy comunicativa contigo y me gustaría disculparme.
- No te preocupes por mí, Loren. Estoy bien. Además, creo que con quién deberías hablar es con Susan. Ha estado algo deprimida esta semana.
- Lo sé. Es que pensé que no querría hablar conmigo después de lo que le dije. – Loren bajo la mirada y empezó a jugar con sus manos de manera nerviosa. – Es que ya estaba harta…eso es todo.
- ¿Harta de qué Loren? – Loren me siguió rehuyendo la mirada, así que la agarré suavemente de la barbilla y alcé su cabeza, para que pudiera mirarme a los ojos. – Loren… puedes confiar en mí. – Loren cogió aire profundamente.
- Dios…es qué… no me gusta verla con Jake. Eso es todo. Y, bueno…estoy harta que me diga lo cansada que está de él para luego ver como besa el suelo por donde pisa o como falda con todo el mundo sobre…sobre sexo. Dios, esto me está costando más de lo que pensaba…
- Ey Loren, no te preocupes. Te entiendo. Susan puede ser muy contraproducente en ese sentido. No te imaginas cuánto. Pero creo que deberías hablarlo con ella. – Loren asintió lentamente, aunque no parecía muy convencida.
- Está bien. Esta noche intentaré hablar con ella si Jake no la acapara demasiado. – Loren y yo nos encaminamos juntas hacia el gimnasio, donde la música ya había empezado a sonar.
- Oye…suena muy bien, parece que Susan contrató a un buen DJ. – Loren comenzó a reírse.
- Este año no hay DJ, ¡Tendremos música en directo! Además… vas a conocer a la mejor cantante de todo EEUU y mi mejor amiga… - ¿Su mejor amiga? Pero Susan…
Entramos en el gimnasio y lo primero que captó mi atención fue la cantidad de personas que había rodeando el escenario mientras saltaban y bailaban al ritmo de Sun Goes Down de Schulz. El grupo de música tenía consigo a alguno de los chicos de la banda, un chico algo mayor que llevaba una mesa de mezclas y una cantante rubia vestida casi por completo de negro. Al principio no reconocí a la cantante debido al maquillaje oscuro y sus rápidos movimientos mientras bailaba encima del escenario. Imitaba a la perfección la voz de Jasmine Thompson y se movía ágilmente a pesar de las botas de tacón. ¡Kate!
Loren me arrastró tras ella hasta llegar al gentío que bailaba y silbaba a una muy sexy Kate encima del escenario. Mientras nos acercábamos Loren agitó los brazos haciendo señales a Kate, que, sin modificar ni un ápice su tono de voz, señaló las bambalinas con un movimiento rápido de cabeza. Loren me llevó detrás del escenario sin ni siquiera darse cuenta de mi incomodidad.
No quiero ver cómo están juntas. Se nota como Loren está muy emocionada por presentarme a Kate pero… ¿Su mejor amiga? Vamos… es mucho más que eso, no sé porque no lo dice sencillamente y ya está. Así las demás podemos llorar en las esquinas sin más…
- Ven vamos, Kate está a punto de terminar la canción y tendrá un descanso de 5 minutos…
- Vaya… te sabes su horario… - No pude controlar el toque ácido de mi voz, así que Loren se giró de inmediato.
- Oye Liz. Kate es una bellísima persona. Sé que no forma parte de ningún club refinado ni nada de eso. Pero este último año me ha estado apoyando mucho y quiero que os conozcáis como es debido antes de ir a Nueva York…
- Espera… ¿Nueva York?
- Claro, mi tía me ha dejado un piso bastante amplio en Nueva York y necesitaba al menos a tres personas más para poder pagar el alquiler. Ya sé que tú y Susan no vais a tener problemas, pero Kate y yo no tenemos tanto dinero, y a pesar de mi beca no puedo permitirme gastarme más de 500 dólares al mes y cómo Kate va a la misma Universidad que tú pues…
- ¿Cómo qué…? ¡Pensé que Kate iría al MIT! El mes pasado vino un captador de esa universidad y estuvo…
- Vaya, vaya Liz… No sabía que estuvieras tan al corriente de la vida de Kate. ¿Ya os conocíais?
- La verdad es que no nos conocemos…oficialmente. – Loren y yo nos giramos y nos encontrábamos con una ligeramente sudada Kate. Llevaba una camiseta de tirantes negras que se ajustaba perfectamente a su cuerpo y mostraba un par de pequeñas gotas de sudor que se perdieron de la vista adentrándose en el ajustado canalillo de su agitado pecho. Respiraba con ligera dificultad y era, sin duda, una de las pocas veces que me miró fijamente a los ojos durante tanto tiempo.
- ¡Kate! Has estado fantástica, como siempre. – Dijo Loren, agitándola bruscamente por los brazos. Se notaba cierta familiaridad entre ellas, pero más que amantes parecían hermanas… - Mira, sé qué ya os habréis visto por los pasillos y eso, pero me gustaría presentaros ya que pasaremos los próximos 4 años compartiendo piso. Elizabeth Bennett, te presento a Katherine Blake. Liz y Kate para los amigos. – Kate me tendió la mano y se la estreché lo más firmemente que pude. ¡La estoy tocando!
- Loren me dijo que íbamos a compartir también clases. No te había hecho como una chica AMDA.
- Estoy en el programa de baile del conservatorio y por lo que veo, seguramente estarás en el programa de música teatral ¿no?
- Más o menos, cursaré tres grados a la vez, aunque no sé si comparto clases con el programa del conservatorio o mis clases de danza será algo más moderno. En un principio pensé en realizar el de artes escénicas, que era el más completo. Pero al hablar con admisiones y presentar mi caso, mi hicieron un horario personalizado. – No había ningún deje de arrogancia o fanfarronería en su voz. Sabía que era muy inteligente, pero…
- Nuestra Kate no sólo es un coquito, es un verdadero genio de las artes. Sobre todo en música, es…
- Loren…
- Va, va… como puedes ver también es demasiado humilde.
Kate le dio un ligero empujo a Loren. Se las veía muy cómoda la una con la otra.
- Bueno, debo volver al escenario. Ha sido un placer Liz. – Asentí sin más y Kate volvió a salir al escenario.
- Es fantástica, ¿Verdad?
- Sí… lo es. – Ambas nos dirigimos a la mesa del ponche y nos servimos un par de vasos de una bebida que ya no se podría definir como tal. Loren bailó a mi lado suavemente cuando Kate comenzó a cantar Habits de Tove Lo y no le quitaba ojo de encima. Note como el gusanillo de la curiosidad se abría paso por mi garganta y antes de poder evitarlo le pregunté. - ¿Kate y tú salís juntas?
Loren escupió de golpe el ponche que tenía en la boca y tras disculparse con un chico que pasaba justo en ese momento por mancharle el esmoquin se giró hacia mí y me llevó a un rincón apartado donde no había nadie.
- ¿Qué has dicho? – Loren parecía muy alterada. Así que es cierto…
- Oye Loren. Sé que tú y yo nunca hemos sido muy cercanas en este sentido, pero puedes decírmelo. No voy a juzgarte, me parece bien. – Loren me miraba como un cervatillo mira los faros de un coche. Parecía aterrada.
- ¡Oh Dios! ¿Tanto se me nota? – Loren dejó el vaso con ponche en el suelo. – Cielos… ¿Susan lo sabe? Dime que no por favor, no lo soportaría…
- Créeme… no lo sabe. – Estaba sonriendo, pero lo cierto es que me estaba desmoronando por dentro.
- Menos mal…
- Loren no te preocupes por Susan. A ella tampoco le parecería mal. Además, sois las mejores amigas desde hace años, deberías decírselo…
- No puedo, sería demasiado vergonzoso…
- ¿Por qué?
- Pues porque… -Loren paró de hablar y miró de nuevo al escenario. Me giré algo molesta por si estaba babeando por Kate, pero lo que vi fue a Kate haciendo señales sutiles hacia la puerta de los vestuarios masculinos. Parecía intentar enviarnos algún mensaje a Loren y a mí… cuando lo vi.
Jake y Susan parecían tener una pelea cerca de los vestuarios bastante movidita. Jake se notaba bastante bebido y se estaba pegando demasiado a Susan. Ella intentaba zafarse de él pero Jake la agarraba con fuerza. Pudimos ver como Jake la agarraba firmemente de ambos brazos y la metía en el vestuario, el cual fue inmediatamente flanqueado por Rob.
- Será cerdo… - Loren se dirigió rápidamente hacia los vestuarios masculinos quitándose del medio a todo el que se encontraba. Yo la seguí lo más rápido que pude mientras la música seguía sonando. Ambas llegamos ante Rob que se hizo el despistado de una forma bastante pésima. – ¡Aparta!
- ¿Disculpa?
- ¡Qué te apartes! – Loren le empujó sin mucho resultado.
- Vamos señoritas. Los vestuarios están ocupados por los tortolitos, si esperáis después podemos usarlos nosotros… - Rob alzó una de sus grandes manazas intentando tocar uno de mis pechos cuando una barra de metal le golpeó en la mano, haciendo que profiriera un grito que no se escuchó por el alto volumen de la música, ¿música electrónica?
- ¡La próxima vez te daré en los huevos! – Dijo una Kate bastante enfadada.
- ¿Te has vuelto loca? ¡Me has roto la mano! – Gritó Rob encogiéndose mientras se sujetaba su mano derecha con fuerza.
- ¡Y más huesos que debería romperte! – Kate miró a Loren. – ¡Loren, ve! – Esta sin más se metió en los vestuarios masculinos con la barra de metal que le tendió Kate. Kate se giró hacia mí y me tendió la mano. – ¡Corramos! – Agarré su mano con fuerza y salimos corriendo entre los demás estudiantes mientras un malhumorado Rob nos seguía.
Salimos del gimnasio y casi nos llevamos por delante el trípode del fotógrafo que se encontraba en el vestíbulo recogiendo aun la decoración.
- ¡Oye! – Grito el fotógrafo agarrando el tambaleante trípode. Ambas nos giramos para disculparnos cuando las puertas volvieron a abrirse dando paso a un enfadado Rob, seguido de Josh y Óscar, otros dos jugadores casi igual de grandes que él.
- ¡Allí están!
- ¡Vamos Liz! – Seguimos corriendo hasta llegar a los pasillos del instituto, donde Kate cerró una de las puertas lo mejor que pudo. – ¡Quítate los tacones! correremos mejor. – Dijo, mientras ella hacia lo mismo con sus botas. Rob y los chicos golpearon la puerta con fuera y esta cedió levemente. – ¡Va, va, va!
- ¿A dónde vamos? –Pregunté cuando ambas llegamos al aparcamiento.
- ¡Lejos de aquí! – Dijo mientras nos acercábamos a una moto semi-escondida en unos matorrales. – Toma, ponte el casco. – Me tendió un casco y mientras me lo ponía escuchamos unos gritos que salían del instituto. – ¡Sube! – Me subí de lado a la moto y me agarré con fuerza a su cintura a la vez que ella arrancaba y ponía en marcha la moto. Rob y los demás casi nos alcanzan por unos segundos, hasta que la moto alcanzó mayor velocidad.
- ¡Verás cuando te coja puta! – Gritó Rob, alzando su mano sana con un gesto soez.
Sentí como Kate temblaba y me asusté. Al rato escuche como una risa sonaba por encima de la moto. ¡Kate se estaba riendo! Increíble…puede que la noche no vaya tan mal como había pensado.
El Ritmo del Deseo by Belladonna Literaria is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Jajajaja que risa de capítulo.... saltaste bastante y me parece super ese final de capítulo... por fa que pase algo entre ellas... plissss
ResponderEliminarSaludos
moto , dos chicas la tension y la adrenalina ......
ResponderEliminarM.S(galicia)