CAPÍTULO 15
Entré
en la biblioteca temblando como una hoja. Vi a Will sentado en el mismo sillón
donde lo conocí. Estaba cortándose un puro y echaba descuidadamente hielo en un
par de vasos bajos. Me acerqué a él despacio, como si me estuviera acercando a
una muerte segura. Él me miró y se rio de mí.
-
¡Por amor de Dios Alexia! No te voy a comer… - Sonreí de manera nerviosa y me
senté en el sillón contiguo. Will me tendió un vaso con Whisky y yo lo acepte…
no quería decirle que no después de que ya me lo hubiera echado, seguro que era
un vaso de 100 libras de alcohol al menos. – Bien. – Dijo sentándose de nuevo.
– ¿Me puedes decir de una vez como es posible que tengas toda la cara cubierta
del pintalabios de mi hija? – El trago que le estaba dando al Whisky me salió a
trompicones por la nariz de manera dolorosa.
Dejé
el vaso en la mesa de madera que tenía enfrente y comencé a secarme los restos
de whisky de la cara. Mi manga se llenó de inmediato de una mezcla del ámbar
del whisky y el rojo carmín del pintalabios de Elizabeth… ¡MIERDA! El pañuelo que me dio Ira era seco y no caí en que podrían
quedarme restos de pintalabios fuera de los labios… ¿Tanto habían viajado
nuestras lenguas? Dios… estoy muerta…
-
Yo… - Empecé a decir nerviosa. – Esto no es lo que parece… yo… - Mierda, mierda… ¿qué le digo? – Eh…había
una chica que… - Will me miró con dureza. No
está colando ¿verdad? – Yo… lo siento… Le aseguro que Elizabeth no tiene
nada que ver con esto…
- ¿Te
refieres a que no tiene nada que ver con que tengas toda la cara llena de su
pintalabios o que no ha sido la responsable de repartírtelo por toda la cara? –
Comencé a sentir un espantoso sudor frío en mi espalda… ¿Esta es esa famosa charla que le dan a los chicos antes de pegarles un
tiro con una escopeta? Miré a mí alrededor y vi demasiadas armas antiguas
colgadas de las paredes… Quien sabe, a lo
mejor me deja elegir entre la pica o el pistón… - Alexia, hija… no me
importa, pero me hubiera gustado que al menos me hubierais pedido permiso antes…
en eso aun soy de la vieja usanza. – Dijo riéndose.
-
¿Eh? - ¿A qué coño se está refiriendo? No
pensará que Elizabeth y yo somos… ¿o sí? Ay cielos…
-
Vamos hija, soy viejo pero no estúpido… puede que no sea una relación lo que se
diga… convencional. Pero mientras mi niña sea feliz no me importa. – Dijo encendiéndose
el puro. – Veras, yo lo que quería era hablar seriamente contigo… Me gustaría
saber que intenciones tienes con mi hija. - ¿Qué
que intenciones tengo con su hija? Ay mi madre… me va a dar un ataque…Este día
está siendo demasiado emocionante para mi gusto… ¿Y ahora que le respondo? “Mire
Will, lo cierto es que su hija y yo no tenemos nada y realmente no tengo
ninguna intención con ella, sólo que esta noche me entró algo raro y estuve a
punto de tirármela en un almacén de una discoteca entre cajas sucias y botellas
de alcohol”… sí, seguro que con eso me gano al menos morir a manos de la pica…
Mierda, mierda… Me está mirando, espera una respuesta… Joder, Joder, Joder…
- ¿Y bien?
-
Pues, la verdad es que… - Will me miraba expectante. Ay Dios, no me digas que
le voy a decir lo que le voy a decir… allá va…- estoy enamorada de ella… - Vaya…
no había sido tan difícil. Will se levantó del sillón y me alzó en un gran
abrazo de oso que casi me dejó sin respiración ¿respuesta…correcta?
-
¡Sí señor! Sabía que tú eras la elegida para mi niña… cómo se comportaba
contigo… cómo su madre me trataba a mi cuando la conocí… Estoy tan orgulloso de
tener una nuera tan brillante y talentosa… por no decir que eres toda una
belleza… seguro que mis nietos serán una preciosidad... - ¿Nietos?
¿Eh? Oh no… tengo que parar esto como sea…
-
Señor…por favor…yo em… - Will se apartó un poco del abrazo pero no me soltó y
pude ver sus ojos verdes tan claros como los de su hija brillar entusiasmados… Dios…merezco ir al infierno… - La verdad
es que Elizabeth aún… no lo sabe…quiero decir que aún… no es oficial, ¿Me
entiende? – Will se apartó molesto.
-
¿Cómo que no lo sabe? ¡Esta niña es espantosa! No, no… su madre me mantuvo en
vela más de dos años antes de admitir sus sentimientos… Y yo soy ya demasiado
viejo para estas tonterías… mañana hablaré con ella. No pienso dejar que por la
cabezonería de esa niña pierda al mejor partido que se podría encontrar en esta
sociedad llena de cuervos y sabandijas…
-
¿Qué? – Pregunté extrañada… en serio, Will era muy raro…
-
No te hagas la boba… ¿Vas a ese colegio de malcriados y aún no te has dado
cuenta? No sabes la cantidad de chicos que me han acorralado preguntándome por
mi hija en todas las fiestas de sociedad… Sabandijas aprovechadas… ¡todos ellos!
Sólo querían a mi princesa por el dinero y el título… por suerte mi hija es más
de damas que de galanes y me alegro de que te haya elegido a ti, Alexia… eres
honesta y jamás usarías a mi hija en beneficio propio…lo sé. – Estoy empezando a sentirme mal… es cierto
que no saldría con Elizabeth por su dinero, pero acabo de mentirle a su padre
para que no me echara de su casa… eso tampoco es muy honesto que digamos… tengo
que salir de aquí antes de que empiece a vomitar…
-
Bueno señor, es tarde, y después de todo lo que ha pasado necesito descansar…
-
Por supuesto, por supuesto… ya hablaremos mañana. – Sonreí como pude intentando
que no se notaran mis ansias por salir de la habitación. Sin embargo, al llegar
a la puerta, no pude evitar preguntar.
-
Señor… ¿Dieron con los dos hombres que intentaron secuestrarla? – Le pregunté
sinceramente preocupada. Will se rascó la barba y me dijo seriamente.
-
Me temo que no… cuando la policía llegó allí solo encontraron restos de sangre
y botellas rotas… van a analizar las pruebas para ver si hay alguna huella en
los registros, pero es poco probable que encuentren nada…
-
Humm… me temo que las huellas de las botellas son mías… yo le di con ellas en
la cabeza a uno de ellos… y creo que su hija le clavó los tacones al otro. –
Dije sonriendo. – No sé si le hacía falta ayuda…
-
Por supuesto que sí… mi niña parece dura, pero es muy sensible… y creo que ya
es la segunda vez que le abres la cabeza a alguien con una botella de cristal…
¿he de preocuparme?
-
No señor… pero si vuelven a intentarlo no me importará volver a abrir un par de
cabezas más. – Dije seriamente.
-
Y así debe ser… - Will rebuscó algo en sus bolsillos y se acercó hasta donde yo
me encontraba. – Toma. – Me dio un pin de la sociedad inglesa de golf y yo le
miré extrañada. – Esta noche contraté a una empresa de seguridad que os
vigilará a las dos de lejos… no quiero que Elizabeth se entere, pero no pienso
permitir que vuelvan a acercarse a ella… este pin tiene un localizador. Si
aprietas el interior, estarán con vosotras en menos de un minuto…
-
Un botón del pánico ¿eh? – Dije, mirando la pequeña luz roja que había en la
parte trasera del pin. – ¿Y por qué no le ponen un localizador a Elizabeth en
algo que use siempre? ¿Cómo un colgante o algo así?
-
Me temo que mi hija no es mucho de abalorios… y lo único que conserva de su
madre son unas pocas fotografías y viejo frasco de perfume…
-
¿Perfume? – Pregunté curiosa…Será el
mismo que…
-
No sé muy bien la historia… pero cuando mi hija era pequeña, antes de que mi
mujer enfermara, le regaló a mi hija un frasco de perfume con un olor… frutal
creo… no lo recuerdo muy bien… según mi mujer, estaba paseando por la calle
cuando se chocó con otra mujer que lo llevaba puesto, le preguntó cómo se
llamaba y ésta en vez de responderle le dio el frasco con una sonrisa y se
marchó. – Dijo Will nostálgico. – Creo que mi mujer sólo se lo puso una vez… a Elizabeth
le gustó tanto que Deborah se lo regaló… - La mirada de Will se tornó triste y
lejana – Pocos meses después, el cáncer se llevó a mi Deborah y Elizabeth cada
vez que lo necesitaba, se echaba el perfume para recordar a su madre… pero hace
mucho que no lo utiliza. Puede que se le haya terminado…
-
Es posible… - dije en un susurro. Me despedí de Will y me dirigí a mi
habitación… tenía una sensación extraña, como si estuviera olvidando algo.
Me
cambie rápidamente y me metí en la cama cansada. Intentando dormirme me fue
imposible quitar de mis labios el sabor de Elizabeth… se me había quedado
marcado a fuego y no pude evitar quedarme dormida rememorando los escasos
segundos de pasión que compartimos en la oscuridad del almacén…
jajajajaja genial, pobre alex acojonadita estaba ,me encanto solo le faltaba decirle ....si le haces algo a mi princesa te arranco la cabeza
ResponderEliminarsigue asi esta super emocionante,espero q no les ocurra nada malo
M.S (galicia)
Casi le da un infarto a la pobre Alex, lo que no me termina de cuadrar es tanto enredo entre ambas, y ps ojala que lo que Alex le dijo a Will sea verdad.
ResponderEliminarExcelente capitulo y espero con ansias el jalón de orejas que le va dar Will a Eli.
Saludos, Luisa V.
Un buen capitulo como siempre, me hizo reir la manera de como pensaba que moriria alex jajajaja.
ResponderEliminarHabra que ver el punto de vista de eliza, creo que con lo achicopalada que se fue, piensa que alex no la quiere y oajala que no haga una burrada, porque la pateo esta vez .
Gracias por estas entregas, besos, Maria Rene