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miércoles, 24 de junio de 2015

Oculta Entre Las Sombras Capítulo 15

CAPÍTULO 15



Entré en la biblioteca temblando como una hoja. Vi a Will sentado en el mismo sillón donde lo conocí. Estaba cortándose un puro y echaba descuidadamente hielo en un par de vasos bajos. Me acerqué a él despacio, como si me estuviera acercando a una muerte segura. Él me miró y se rio de mí.

- ¡Por amor de Dios Alexia! No te voy a comer… - Sonreí de manera nerviosa y me senté en el sillón contiguo. Will me tendió un vaso con Whisky y yo lo acepte… no quería decirle que no después de que ya me lo hubiera echado, seguro que era un vaso de 100 libras de alcohol al menos. – Bien. – Dijo sentándose de nuevo. – ¿Me puedes decir de una vez como es posible que tengas toda la cara cubierta del pintalabios de mi hija? – El trago que le estaba dando al Whisky me salió a trompicones por la nariz de manera dolorosa.


Dejé el vaso en la mesa de madera que tenía enfrente y comencé a secarme los restos de whisky de la cara. Mi manga se llenó de inmediato de una mezcla del ámbar del whisky y el rojo carmín del pintalabios de Elizabeth… ¡MIERDA! El pañuelo que me dio Ira era seco y no caí en que podrían quedarme restos de pintalabios fuera de los labios… ¿Tanto habían viajado nuestras lenguas? Dios… estoy muerta…

- Yo… - Empecé a decir nerviosa. – Esto no es lo que parece… yo… - Mierda, mierda… ¿qué le digo? – Eh…había una chica que… - Will me miró con dureza. No está colando ¿verdad? – Yo… lo siento… Le aseguro que Elizabeth no tiene nada que ver con esto…

- ¿Te refieres a que no tiene nada que ver con que tengas toda la cara llena de su pintalabios o que no ha sido la responsable de repartírtelo por toda la cara? – Comencé a sentir un espantoso sudor frío en mi espalda… ¿Esta es esa famosa charla que le dan a los chicos antes de pegarles un tiro con una escopeta? Miré a mí alrededor y vi demasiadas armas antiguas colgadas de las paredes… Quien sabe, a lo mejor me deja elegir entre la pica o el pistón… - Alexia, hija… no me importa, pero me hubiera gustado que al menos me hubierais pedido permiso antes… en eso aun soy de la vieja usanza. – Dijo riéndose.

- ¿Eh? - ¿A qué coño se está refiriendo? No pensará que Elizabeth y yo somos… ¿o sí? Ay cielos…

- Vamos hija, soy viejo pero no estúpido… puede que no sea una relación lo que se diga… convencional. Pero mientras mi niña sea feliz no me importa. – Dijo encendiéndose el puro. – Veras, yo lo que quería era hablar seriamente contigo… Me gustaría saber que intenciones tienes con mi hija. - ¿Qué que intenciones tengo con su hija? Ay mi madre… me va a dar un ataque…Este día está siendo demasiado emocionante para mi gusto… ¿Y ahora que le respondo? “Mire Will, lo cierto es que su hija y yo no tenemos nada y realmente no tengo ninguna intención con ella, sólo que esta noche me entró algo raro y estuve a punto de tirármela en un almacén de una discoteca entre cajas sucias y botellas de alcohol”… sí, seguro que con eso me gano al menos morir a manos de la pica… Mierda, mierda… Me está mirando, espera una respuesta… Joder, Joder, Joder… - ¿Y bien?

- Pues, la verdad es que… - Will me miraba expectante. Ay Dios, no me digas que le voy a decir lo que le voy a decir… allá va…- estoy enamorada de ella… - Vaya… no había sido tan difícil. Will se levantó del sillón y me alzó en un gran abrazo de oso que casi me dejó sin respiración ¿respuesta…correcta?

- ¡Sí señor! Sabía que tú eras la elegida para mi niña… cómo se comportaba contigo… cómo su madre me trataba a mi cuando la conocí… Estoy tan orgulloso de tener una nuera tan brillante y talentosa… por no decir que eres toda una belleza… seguro que mis nietos serán una preciosidad... -  ¿Nietos? ¿Eh? Oh no… tengo que parar esto como sea…

- Señor…por favor…yo em… - Will se apartó un poco del abrazo pero no me soltó y pude ver sus ojos verdes tan claros como los de su hija brillar entusiasmados… Dios…merezco ir al infierno… - La verdad es que Elizabeth aún… no lo sabe…quiero decir que aún… no es oficial, ¿Me entiende? – Will se apartó molesto.

- ¿Cómo que no lo sabe? ¡Esta niña es espantosa! No, no… su madre me mantuvo en vela más de dos años antes de admitir sus sentimientos… Y yo soy ya demasiado viejo para estas tonterías… mañana hablaré con ella. No pienso dejar que por la cabezonería de esa niña pierda al mejor partido que se podría encontrar en esta sociedad llena de cuervos y sabandijas…

- ¿Qué? – Pregunté extrañada… en serio, Will era muy raro…

- No te hagas la boba… ¿Vas a ese colegio de malcriados y aún no te has dado cuenta? No sabes la cantidad de chicos que me han acorralado preguntándome por mi hija en todas las fiestas de sociedad… Sabandijas aprovechadas… ¡todos ellos! Sólo querían a mi princesa por el dinero y el título… por suerte mi hija es más de damas que de galanes y me alegro de que te haya elegido a ti, Alexia… eres honesta y jamás usarías a mi hija en beneficio propio…lo sé. – Estoy empezando a sentirme mal… es cierto que no saldría con Elizabeth por su dinero, pero acabo de mentirle a su padre para que no me echara de su casa… eso tampoco es muy honesto que digamos… tengo que salir de aquí antes de que empiece a vomitar…

- Bueno señor, es tarde, y después de todo lo que ha pasado necesito descansar…

- Por supuesto, por supuesto… ya hablaremos mañana. – Sonreí como pude intentando que no se notaran mis ansias por salir de la habitación. Sin embargo, al llegar a la puerta, no pude evitar preguntar.

- Señor… ¿Dieron con los dos hombres que intentaron secuestrarla? – Le pregunté sinceramente preocupada. Will se rascó la barba y me dijo seriamente.

- Me temo que no… cuando la policía llegó allí solo encontraron restos de sangre y botellas rotas… van a analizar las pruebas para ver si hay alguna huella en los registros, pero es poco probable que encuentren nada…

- Humm… me temo que las huellas de las botellas son mías… yo le di con ellas en la cabeza a uno de ellos… y creo que su hija le clavó los tacones al otro. – Dije sonriendo. – No sé si le hacía falta ayuda…

- Por supuesto que sí… mi niña parece dura, pero es muy sensible… y creo que ya es la segunda vez que le abres la cabeza a alguien con una botella de cristal… ¿he de preocuparme?

- No señor… pero si vuelven a intentarlo no me importará volver a abrir un par de cabezas más. – Dije seriamente.

- Y así debe ser… - Will rebuscó algo en sus bolsillos y se acercó hasta donde yo me encontraba. – Toma. – Me dio un pin de la sociedad inglesa de golf y yo le miré extrañada. – Esta noche contraté a una empresa de seguridad que os vigilará a las dos de lejos… no quiero que Elizabeth se entere, pero no pienso permitir que vuelvan a acercarse a ella… este pin tiene un localizador. Si aprietas el interior, estarán con vosotras en menos de un minuto…

- Un botón del pánico ¿eh? – Dije, mirando la pequeña luz roja que había en la parte trasera del pin. – ¿Y por qué no le ponen un localizador a Elizabeth en algo que use siempre? ¿Cómo un colgante o algo así?

- Me temo que mi hija no es mucho de abalorios… y lo único que conserva de su madre son unas pocas fotografías y viejo frasco de perfume…

- ¿Perfume? – Pregunté curiosa…Será el mismo que…

- No sé muy bien la historia… pero cuando mi hija era pequeña, antes de que mi mujer enfermara, le regaló a mi hija un frasco de perfume con un olor… frutal creo… no lo recuerdo muy bien… según mi mujer, estaba paseando por la calle cuando se chocó con otra mujer que lo llevaba puesto, le preguntó cómo se llamaba y ésta en vez de responderle le dio el frasco con una sonrisa y se marchó. – Dijo Will nostálgico. – Creo que mi mujer sólo se lo puso una vez… a Elizabeth le gustó tanto que Deborah se lo regaló… - La mirada de Will se tornó triste y lejana – Pocos meses después, el cáncer se llevó a mi Deborah y Elizabeth cada vez que lo necesitaba, se echaba el perfume para recordar a su madre… pero hace mucho que no lo utiliza. Puede que se le haya terminado…

- Es posible… - dije en un susurro. Me despedí de Will y me dirigí a mi habitación… tenía una sensación extraña, como si estuviera olvidando algo.


Me cambie rápidamente y me metí en la cama cansada. Intentando dormirme me fue imposible quitar de mis labios el sabor de Elizabeth… se me había quedado marcado a fuego y no pude evitar quedarme dormida rememorando los escasos segundos de pasión que compartimos en la oscuridad del almacén…

3 comentarios:

  1. jajajajaja genial, pobre alex acojonadita estaba ,me encanto solo le faltaba decirle ....si le haces algo a mi princesa te arranco la cabeza

    sigue asi esta super emocionante,espero q no les ocurra nada malo

    M.S (galicia)

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  2. Casi le da un infarto a la pobre Alex, lo que no me termina de cuadrar es tanto enredo entre ambas, y ps ojala que lo que Alex le dijo a Will sea verdad.
    Excelente capitulo y espero con ansias el jalón de orejas que le va dar Will a Eli.
    Saludos, Luisa V.

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  3. Un buen capitulo como siempre, me hizo reir la manera de como pensaba que moriria alex jajajaja.

    Habra que ver el punto de vista de eliza, creo que con lo achicopalada que se fue, piensa que alex no la quiere y oajala que no haga una burrada, porque la pateo esta vez .

    Gracias por estas entregas, besos, Maria Rene

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