CAPÍTULO 7
Al
salir del comedor me sentía algo mareada y decidí ir al baño un momento para
aclarar un poco mis pensamientos. Ira no tenía la culpa. No había hablado con
nadie sobre mis padres, pero eso no significaba que su reputación no hubiera
delatado de quién era hija.
Me
lavé la cara y cuando fui a coger papel de uno de los reservados para
secármela, escuche como unas chicas entraban en el baño. La puerta del
reservado se entrecerró sola mientras yo me secaba la cara, y cuando iba a
salir para irme, escuché su voz.
-
No me puedo creer que la odiosa de Elizabeth haya conseguido salir con Alexia.
– Dijo Sabine con su característico acento francés. – Después de todos mis
intentos para conseguir fastidiar a esa presuntuosa…
-
¿A qué te refieres? – Preguntó la voz de una chica que no reconocí.
-
Conocí a Elizabeth hace años en una especie de fiesta que hizo su padre en su
casa. En el preciso instante en el que pisé su casa y descubrí que Kensington
tenía una hija de mi edad planeé acercarme a ella… y ¿sabes lo que me dijo nada
más verme? Dijo: Ni muerta pienso
relacionarme con una arpía como tú. ¡Será creída! Vale que me interesara su
dinero, pero esa no es manera para tratar a alguien sin ni siquiera conocerle.
– Escuché el sonido de un cepillo desenredar los enredos del cabello de alguna
de las dos. – Y bueno, en cuanto llegué aquí y vi como miraba a Alexia, no pude
resistirme… fue demasiado fácil.
-
Pero yo creía que tú y Alexia erais pareja… - Dijo la chica.
-
¿Yo? ¿Bollera? ¡Já! Sólo usaba a esa huérfana enfermiza para atraer a los
chicos…era increíble cómo podía desperdiciar su atractivo de esa manera… - Mi
corazón se detuvo… ¿Cómo pude ser tan estúpida? – Incluso el bobo de David se
me acercó para intentar conseguir su número. Pero en cuanto averigüe el dinero
que tenía, le convencí para que dejase de ir tras Alexia y le demostré porque
las francesas somos tan famosas en la cama… - La chica se rio ante el
comentario.
-
Dios, Sabine, eres mala…
-
Claro cariño… hay que serlo si se quiere vivir bien en la vida… en cuanto me
gradúe pienso conseguir que David me pida el matrimonio… y si no lo hace antes
de empezar la universidad, sabrá lo que pasa cuando se usan condones
agujereados…
-
¿Serías capaz de quedarte embarazada? – Preguntó la chica asombrada.
-
Por supuesto… ¿cómo crees que nací yo? Mi padre era casi veinte años mayor que
mi madre… y en cuanto nací y tuve la edad suficiente, mi madre le dejó y se fue
con su entrenador personal y la mitad de su dinero… pobre desgraciado…incluso
me da lástima…
Las
chicas salieron del baño y me quedé sola… ¿Cómo me había podido dejar engañar
por alguien así? Me sentía dolida y furiosa. Golpeé con fuerza a ambos lados
del reservado con mis puños cerrados. Sentí una fuerte punzada de dolor en
ambos puños pero no me importó, no me importó nada. Salí del reservado y vi mi
rostro en el espejo y sólo pude ver odio…pensé que vería un corazón hecho
añicos…pero sólo vi furia y un sentimiento parecido a la vergüenza… vergüenza
por haberme dejado engañar por una persona como ella. Quería enfrentarme a
ella. Quería decirle que se fuera a la mierda.
Salí
del baño y la busqué por los pasillos, por donde siempre solía estar a esa
hora. Estaba empezando a darme por vencida cuando escuché su voz.
-
Vaya, vaya… pero si es la princesita de cuento de la Academia Hamilton. – Dijo
Sabine. Escuché el sonido metálico de las taquillas ser golpeadas una y otra
vez y me asomé al pasillo de dónde provenía la voz – Y dime, Kensington,
¿cuánto dinero has tenido que usar para conseguir llevarte a la buena de
Buckley a la cama? – Vi a Elizabeth de espaldas a mí, apretando con fuerza los
puños a sus costados. No le veía la cara, pero sabía que la vibración de su
cuerpo se debía a la necesidad de estamparle un fuerte derechazo en la cara a
Sabine.
-
No sé de qué hablas Sabine… De todas formas, ¿no deberías preguntárselo tú? Al
fin de al cabo… vosotras sois amigas… ¿Me equivoco? – Dijo, mientras se giraba
y empezaba a caminar en mi dirección. Me escondí de nuevo para evitar que me
viera, pero entonces Sabine volvió a hablar.
-
Oh, cierto… me divertí mucho jugando con ella… era tan adorable… - Dijo Sabine,
en apenas un susurro. Oí como los pasos de Elizabeth se ralentizaban. – Si no
hubiera conocido a David seguro que me lo habría pasado muy bien con ella en la
cama. – Escuché el sonido de los zapatos de Elizabeth chirriar al pararse en
seco, y volví a asomarme, viendo como Elizabeth se había vuelto a acercar a una
Sabine con una sonrisa maliciosa marcada en el rostro – Total… no es como si se
hubiera negado. ¿Verdad? – Dijo sonriendo aún más.
Sentí
como empezó a hervir mi sangre y no pude frenar mis pasos. Estaba llegando a la
altura de Elizabeth cuando noté como alzaba el puño en dirección a Sabine, pero
había algo más. Por el rabillo del ojo pude ver como el director y la
coordinadora del curso salían de su despacho. Entonces comprendí el porqué de
la expresión de fanfarronería de Sabine. Tenía que detener a Elizabeth por
mucho que me gustara ver cómo le rompía la mandíbula a Sabine en ese momento.
Así
que me aferre a su cintura apretándola contra mí y rodeando su puño con mi
mano, absorbiendo el golpe. La palma de mi mano comenzó a picarme. Dios, quien iba a decir que pegara tan
fuerte… entonces atraje el puño hacia su regazo antes de que el director y
la coordinadora pasasen.
-
Director Kelley… señorita Elliott. – Dije, agachando ligeramente la cabeza.
Elizabeth se había quedado de piedra entre mis brazos.
-
Oh, señorita Buckley. – Dijo el director con una sonrisa, entonces se percató
de la expresión de Sabine y nos miró a todas de manera interrogante. - ¿Ocurre
algo?
-
Nada director, la señorita Kensington y yo estábamos hablando con la señorita
Devereux sobre nuestra participación en el baile de gala de final de mes.
Espero que asista. – Dije con una sonrisa.
-
Por supuesto que sí. Me complacerá mucho escucharte tocar en la gala…
-
Oh, no…esta vez no tocare. Seré una de las parejas de baile de la señorita
Kensington. – Dije, a lo que Elizabeth se giró entre mis brazos y me miró
extrañada.
-
Oh, vaya… No creí que volvería a ver bailar a un Buckley… será un placer veros
bailar entonces… si nos disculpáis, la señorita Elliott y yo debemos irnos. –
él y la coordinadora se marcharon de camino a la salida. Por lo que me giré
para mirar a una muy desubicada Sabine.
-
Vaya Alex… pensé que ya no bailabas. No me dijiste qué…
-
Sé lo que dije, Sabine… - Dije, pronunciando su nombre con retintín. – Pero
después de ver bailar a Elizabeth creo que será la perfecta compañera para
mostrar las coreografías de mi padre. – Me separé un poco de una aun asombrada
Elizabeth. – Y ahora, si nos disculpas, tenemos que ir a ensayar.
Arrastré
a Elizabeth conmigo hasta el aparcamiento y llamé al coche de los Kensington
para que viniera a recogernos.
-
¡Espera! – Gritó Elizabeth, zafándose de mí. - ¿A qué ha venido eso? Yo ya
tengo una pareja de baile y una coreografía… además… es imposible aprenderse
una coreografía nueva a estas alturas… ¡Estás loca!
-
Primero… he dicho que soy una de tus parejas de baile, no que sea la única.
Seguirás teniendo la coreografía que habéis ensayado Stephen y tú… es buena,
pero aburrida… por eso yo voy a mejorar el final y la puesta en escena… eso es
lo importante.
-
Pero…
-
Pero nada. Pienso hacer que entres en la RAD como sea. – Me giré y la miré
directamente a los ojos. – Y gracias… me habría encantado ver cómo le rompías
la cara a Sabine ahí dentro. – Vi como Elizabeth se ruborizaba antes de mirar
hacia otro lado.
-
No me las des, esa zorra se merecía que lo hiciera…pero gracias. Si no me
hubieras detenido seguramente estaría de camino a la escuela militar. – Dijo
cruzando los brazos bajo sus pechos y levantando ligeramente su aun ruborizada
cara. Me dolía admitirlo, pero en ese momento no pude evitar notar como sus
pechos se alzaban y su escote de pico se acrecentaba… su postura de indignación
le quedaba demasiado bien.
-
Supongo que entonces estamos en paz, ¿No te parece? – Le dije con una media
sonrisa. Ella me miró achicando los ojos.
-
¡Ni en sueños! … no he olvidado lo que te dije esta mañana. Pienso hacer que me
las pagues por hacerle creer a todo el mundo que salimos juntas… - Dijo
ligeramente molesta.
-
Vamos Eli… no soy tan mal partido, ¿O sí? – Pude notar como la mirada de
Elizabeth se dulcificaba justo antes de volver a apartar la mirada. ¿Quién habría dicho que Elizabeth Kensington
fuera una chica tan dulce?
-
¡Cállate Buckley! - Dijo, dirigiéndose
hacia la puerta de la Academia. El coche ya había llegado, así que se metió
rápidamente en él. Yo me dirigí hacia allí tranquilamente, hasta que vi mi
reflejo en las ventanillas del coche. Toqué mi pelo, largo y negro… y pensé en
que ya era hora de cambiar.
Oculta Entre Las Sombras by Belladonna Literaria is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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Siii!!!
ResponderEliminarQue bno que se dio cuenta la clase de víbora que era esa sabine y que las cosas entre ellas estén empezando a cambiar, ya quiero que empiecen las coreografías con ellas dos bailando... Por fis haz los capítulos mas largos que están demasiado baños.
Besos y saludos, por cierto eres demasiado puntual, gracias por eso, habla de tu compromiso, respeto y responsabilidad con el blog y con nosotras, eres un amor de persona.
Con una gran admiración, Luisa V.
Divino!!! Bien q alex haya escuchado todo... y veo q van a pasar mas tiempo juntas por el baile!!!
ResponderEliminarAhora viene lo bueno de las dos juntas...
Gracias por el capitulo y saludos..
Divino!!! Bien q alex haya escuchado todo... y veo q van a pasar mas tiempo juntas por el baile!!!
ResponderEliminarAhora viene lo bueno de las dos juntas...
Gracias por el capitulo y saludos..
bieeeeeen !! pena q no le partiera la cara a,hora q poco a poco se iran enamorando
ResponderEliminarespero el proximo capitulo
M.S (galicia)
Estos capitulos estan de infarto, me alegra que sabine ya le descubrieron. Ojala q se empieza a construir una hermosa relacion entre las chicas. Gracias por una nueva entrega.
ResponderEliminarP. D. Ojala q las chicas lleguen a bailar, no quisiera ser mala pero seria bueno que le secuestre un marciano al chico asi no.baila con elizabeth jijijiji
Jdkskslslslsla por qué nos dejas así?? Si pudieras escribir dos capítulos diarios de esta historia o hacerlo más largo plsssss:'(
ResponderEliminarSeguiré esperando hasta mañana por el próximo capítulo>. <
Saludos desde Perú ((:
Hola que tal, llevo leyendo tus historias desde que empezaste a publicarlas, te felicito eres muy buena en lo que haces, una persona muy comprometida y con una gran imaginación, no dudo que algún día, no solo escribas historias cortas, si no que también llegues a publicar un libro, mil gracias por compartir todo lo que haces.
ResponderEliminarMuy emocionantes y atrapadoras tus historias
Un abrazo, desde México