PARTE II
12º DÍA DE CASTIGO
Era lunes y por fin había decidido qué hacer. Después
de un fin de semana algo movidito había llegado a la conclusión de que toda
esta mierda no merecía la pena. Tenía la intención de cortar con Marcos hoy
mismo, pero al parecer no había venido hoy a clase, así que guardé mi discurso sobre
la infidelidad para el día siguiente.
Al llegar por la tarde al castigo me extrañé de que la
rubita aun no hubiera llegado, así que me senté en mi lugar y me puse a pensar
en otra rubita que se movía como una tigresa en la cama… supongo que mi cara no
dejaba lugar a dudas sobre mis pensamientos, porque al llegar Natalia, me miró
unos segundos antes de bajar la cara completamente ruborizada. Pensé en decirle
algo pero el profesor llegó y me centré en mis apuntes durante las próximas dos
horas… todo esto al final me va a servir para hacer unos exámenes finales de la
leche…
Al acabar el castigo, vi como Natalia recogía sus
cosas rápidamente evitando mirarme… ¿Sabrá lo mío con Marcos? Pensé en dejar
que la rubita descubriera por sí misma los engaños del rubio, pero mi
conciencia ganó la batalla y la alcancé en el pasillo antes de que se fuera.
- Oye rubita…
- ¿Qué quieres Cristina? – Me preguntó cortante. Ni
siquiera me miraba y casi me quita las ganas de decírselo.
- Sin morder rubia…sólo quería decirte que me retiro.
– Levantó la vista rápidamente.
- ¿Cómo qué te…retiras?
- Pues eso… que me retiro. Puedes quedarte con Marcos
para ti solita… - Le dije, avanzando por el pasillo con la intención de irme.
- ¡Marcos ya es sólo mío! – Dijo con firmeza. Casi me
reí, aunque mantuve la serenidad.
- ¿En serio? ¿Entonces porque ha estado saliendo
conmigo este último mes? Pero no te preocupes, desde que os vi el sábado en el
cine he estado pensando que los cuernos no me quedan bien, así que te los dejo
todos a ti…
- ¡Mientes! – Gritó Natalia.
- ¡No miento! Volví con Marcos después de que
cortarais… - Natalia me miró extrañada.
- ¡Yo no corté con Marcos! Nos peleamos y…
- Y tu “novio” corrió a mis brazos diciéndome que
había roto contigo porque me quería a mí… - Le dije exasperada. – Mira, no
importa, mañana cortaré con él y podrás disfrutar de su compañía todo el tiempo
que quieras…
- ¡No! ¡Mientes! ¡Marcos sólo me quiere a mí! este fin
de semana nos vamos juntos a celebrar nuestro aniversario… - Espera… ¿Qué?
- ¿Aniversario? Pero si estamos en Abril… - Le dije
extrañada.
- ¿Y? Empezamos a salir poco después de que le
destrozaras el corazón a finales de marzo… - Me puse a reír histérica. Dios,
¿cómo he podido ser tan estúpida?…y que decir de la Barbie ésta… que se cree
que el imbécil de Marcos está enamorado de ella… - ¿De qué coño te ríes?
- Me río, rubita, porque al parecer las dos somos más
idiotas de lo que pensaba… - Natalia se extrañó y me miró enfadada. – Dejé a
Marcos a finales de Junio…
- No…eso no puede ser… yo ya…
- ¿Qué? ¿Qué ya salías con él? Dime… ¿dónde estaba
todos los sábados tu enamorado?
- Jugando al…
- ¿Al qué? ¿Al fútbol? Hace años que Marcos dejó el
equipo de fútbol… los sábados se los pasaba en mi casa metiendo otra clase de goles
rubita… y supongo que los domingos por la tarde los marcaba contigo…
- ¡No! ¡Es mentira! – Gritó Natalia, empujándome. –
¡Sólo intentas separarnos, bollera de mierda! – La sonrisa que llevaba en toda
nuestra conversación se borró al instante.
- ¿Qué coño me has llamado? – Le dije, acorralándola
en las taquillas con mi cuerpo. Natalia estaba nerviosa pero no dejó de mirarme
con decisión.
- Te vi este fin de semana en The White Lily enrollándote con una rubia y saliendo con ella del
local…
- Primero, rubia estúpida. La palabra bollera es una
palabra muy fuerte para venir de alguien que estaba allí igual que yo… -
Natalia parecía querer rebatir eso, pero le tapé la boca con la mano. – y
créeme, me importa una mierda lo que hicieras allí, como si estuvieras allí
para practicar una orgía con un trillón de hombres gays por morbo, ¡me da
igual! ¡Pero no soy Lesbiana! ¡Soy Bisexual y a mucha honra! Así que antes de
juzgar a la gente podrías intentar preguntar primero… - Me largué de allí
enfadada y preocupada…ahora, si Natalia quería, podía decirles a todos en el
instituto que también me gustan las mujeres… pero no voy a tener miedo, si es
así como tengo que salir del armario, pues muy bien, pero primero, a dejar a
ese imbécil de Marcos…
13º DÍA DE CASTIGO
Llegué a clase bastante alicaída. Ayer, al llegar a
casa, no pude contenerme y miré todos los mensajes que Marcos y yo nos mandamos
cuando empezábamos a salir, y, efectivamente, no pasó ni un solo sábado conmigo
hasta finales de junio, que fue cuando comenzamos a pasar más tiempo juntos… me
sentía con ganas de vomitar… si Cristina no hubiera dejado a Marcos él hubiera
seguido saliendo con ambas… y este último mes volvía a ausentarse bastante…
¡Espera!
Me paré antes de entrar en clase. Este sábado Marcos me
dijo que tenía partido…pero Cristina estaba en la discoteca conmigo y se machó
con esa chica…entonces, ¿Por qué mentir? ¿Me estaba dejando llevar por las
acusaciones de una chica que se ha pasado un año intentando que deje a mi novio
tan fácilmente?
Vi como Cristina estaba tranquila como siempre en
clase, así que me propuse encontrar a Marcos para hablar con él sobre lo que me
había dicho ésta al final de las clases, antes de ir al castigo.
Después de hablar con el profesor sobre la nota de mi
último examen salí rápidamente hasta la clase de Marcos, pero Pedro me dijo que
ya había salido, que le había visto ir al comedor. Así que fui hacía allí
esperando hablar con él, pero no llegue a entrar… ya que con él se encontraba
Cristina.
- Vamos Cris,
cariño, sabes que sólo estoy jugando con ella, tú eres la única para mí. – Le
dijo Marcos a Cristina, que se encontraba sentada en una mesa. – Mira como me
pones sólo con verte… - Marcos se acercó a Cristina e intentó pegarse a ella,
pero ésta le empujó con fuerza.
- ¡Aléjate de mí! No quiero que vuelvas a tocarme en
tu vida… ¿Me has oído? – Cristina se dirigía con decisión a la salida, pero
Marcos la agarró con fuerza.
- Si se lo cuentas a Natalia pienso decirle a todo el
mundo que eres una asquerosa pervertida a la que le gusta frotarse con
mujeres…Dime, ¿Qué crees que pensarán todas tus queridas amigas cuando
descubran que disfrutas viéndolas desnudas en los vestuarios? – Cristina se
zafó de Marcos y se frotó la muñeca que había sido sujetada con fuerza.
- Prefiero ser una asquerosa pervertida que dejar que
le hagas daño a Natalia… ella no se merece a un capullo como tú… - ¿Qué…?
Cristina me estaba… ¿defendiendo? No es posible…
Estaba tan enfrascada con mis pensamientos que no vi
que Cristina se dirigía hacia la puerta al fin, hasta que ambas nos encontramos.
Yo, apoyada a la puerta de la cafetería, aún estaba en shock por lo que había
escuchado. Cristina me miró asombrada.
- Lo siento… - Me dijo. Y se fue. Escuché como Marcos
corría hacía la puerta y me escondí.
- ¡Espera! – Le gritó a Cristina. – Zorra estúpida…ahora
tendré que esperar a que Natalia salga del castigo para poder bajar el
calentón… - Escupió entre dientes mientras se marchaba.
¡Estaba tan furiosa! Quería enfrentarme a Marcos y
hacerle pagar por todo lo que me había hecho… limpié las lágrimas de rabia de
mis ojos y me dirigí a la biblioteca.
2 HORAS MÁS TARDE
Estaba recogiendo las cosas para irme a casa cuando
sentí una mano posarse en mi hombro.
- ¿Podemos hablar? – Me dijo Natalia, en apenas un
susurro. Iba a negarme, pero vi sus ojos rojos y supuse que había estado
llorando después de escucharnos a Marcos y a mí.
- Claro…
- Yo… - Natalia parecía avergonzada. – Yo…lamento lo
que te dije ayer… no quiero que pienses que soy una homófoba de mierda, ¿Sabes?
Mi mejor amigo es Gay y me parece bien…
- Ya… gracias por tu apoyo. – Me levanté con la
intención de irme, pero Natalia me retuvo.
- Yo…también siento como te he tratado estos últimos
meses. Ahora me siento estúpida por haber entrado en una batalla campal contigo
por alguien como Marcos. – Natalia tenía una mirada tan triste que se me
encogió el estómago. – Y gracias…por lo que dijiste en el comedor. No lo
esperaba de ti…
- Supongo que no soy tan zorra como esperabas,
¿Verdad? – Quería irme, pero antes tenía que disculparme. – Yo… también lo
siento. Por todo… en fin, será mejor que me vaya. – terminé de recoger y caminé
en dirección a la puerta. – Hasta mañana ru…Natalia. – ésta sonrió ante la
mención de su nombre… yo nunca la llamaba por su nombre.
por lo menos la pelea por el novio feo ese ya se termino... lo peor es que hay muchos hombres que son asi...bueno ahora si a esperar que entre ellas pase alguito más. ..
ResponderEliminarSaludos
Jaja de una gran pelea un verdadero amor me encanto la historia
ResponderEliminarbueno a ver que pasa entre ellas,espero q marcos no haga de las suyas perjudicandolas
ResponderEliminarM.S(galicia)